Física de la USP
São Carlos, como
profesor e
investigador
sénior. Espírita
desde 1962, es
un conferencista
muy conocido y
está integrado a
la Casa Espírita
Obreros del
Bien, en la
ciudad donde
reside. Pedimos
al amigo a un
análisis sobre
los temas que
proponemos en la
presente
entrevista. |
¿Cómo define a
la ciencia?
La ciencia es el
conocimiento o
un sistema de
conocimientos
que abarcan las
verdades más
generales y
extensas
posibles así
como la
aplicación de
las leyes
científicas
derivadas,
obtenidas y
probadas a
través del
método
científico. En
estos términos,
ciencia es algo
muy distinto de
científico,
pudiendo ser
definida como el
conjunto que
encierra en sí
el cuerpo
sistematizado y
cronológicamente
organizado de
todas las
teorías
científicas, así
como un método
científico y
todos los
recursos
necesarios para
su elaboración.
¿Y cómo situar
al científico?
El científico es
un factor
esencial para la
ciencia, y como
cualquier ser
humano, está
dotado de un
cerebro
imaginativo,
creativo,
crítico y
también
sentimientos y
emociones. El
científico con
seguridad
también tiene
sus creencias -
convicciones que
pueden ir más
allá de la
realidad
tangible,
pudiendo incluso
ser, no pocas
veces, un
religioso
convicto. Al
definir ciencia
y científico es
relevante
resaltar que en
sus trabajos
científicos sepa
mantener sus
creencias
separadas de sus
artículos
científicos y de
las teorías
científicas con
las cuales
trabaja;
constituyéndose
estos dos
elementos -
ciencia y
científico -
efectivamente
muy distintos.
¿Cómo vincular
los esfuerzos de
la ciencia, en
el conjunto de
los
conocimientos y
de la activa
presencia de los
científicos,
ante la realidad
de tantas
divergencias e
interpretaciones
y visión de los
hechos?
El científico,
cuando elabora
un trabajo
científico, sólo
logra su
publicación
después de que
su trabajo haya
sido analizado y
criticado por 2,
3 ó más
científicos del
área de su
conocimiento y
haber recibido
de ellos una
opinión unánime
de la buena
calidad de su
trabajo. De esta
manera las
divergencias de
los trabajos
científicos o
minimizadas. Por
otro lado,
cuando algún
resultado es
presentado como
sorprendente,
provoca debates
acalorados en la
comunidad
científica hasta
que todos los
aspectos
referentes al
tema tengan la
aceptación
general de la
comunidad
científica. Para
esto se realizan
los congresos
internacionales
de Ciencia en
cada una de sus
áreas de trabajo
con una
frecuencia
anual, bienal o
de mayor
período. Por
esta razón la
Ciencia se
desarrolla de
una manera
relativamente
armónica.
¿Cómo se ubica
la Ciencia ante
la Revelación
Espírita?
En ese sentido
diríamos que el
objetivo o el
paradigma de la
Ciencia es aún
la Materia y no
el Espíritu.
Siendo así, no
podemos esperar
la palabra de la
Ciencia en favor
de la realidad
espiritual y
mucho menos de
la Revelación
Espírita. Sin
embargo, desde
el punto de
vista del
científico ya
encontramos
muchos esfuerzos
en el sentido de
trabajar la
hipótesis del
Espíritu en
algunas áreas
del conocimiento
científico, como
la Neurociencia.
Es un punto de
curiosidad
científica si la
conciencia está
en el cerebro o
fuera de él. Si
el pensamiento
es una forma de
energía que se
transmite entre
mentes y/o
cerebros. Si las
posibilidades
paranormales
justifican o no
la existencia
del espíritu
como
independiente de
la materia. Por
mi parte tengo
la seguridad de
que estas
iniciativas
científicas van
a abrir las
puertas de la
realidad
espiritual y el
pensamiento
científico se
ocupará de ellas
en un futuro muy
próximo.
¿Y cómo se ubica
la Revelación
Espírita ante la
Ciencia?
En el estudio de
la Revelación
Espírita
entendemos
claramente la
intención del
Mundo
Espiritual, ante
el
adelantamiento
de la Humanidad
terrenal, que
ella, la
Revelación
Espírita, vino
en el momento
justo para
invitar a las
almas más
preparadas para
anticipar y
trabajar la
concepción
humana en la
dirección de la
realidad
espiritual hasta
entonces
olvidada por el
hombre
sensorial. De
hecho ella es
una Revelación
Espiritual que
parte del Mundo
Espiritual y que
contó con el
trabajo de
hombres maduros
y serios que
cultivaban el
conocimiento
científico en la
época de su
surgimiento, y
que, por ello
mismo,
percibieron su
lógica racional
y la veracidad
de los hechos
hoy conocidos
como
mediúmnicos,
como auténticos
y verdaderos.
Cabe resaltar la
presencia del
Profesor Rivail,
el señor Allan
Kardec, como la
mente lúcida y
el sentimiento
equilibrado que
pudo
sistematizar las
informaciones
espirituales que
le llegaron a
través de
diferentes
médiums y grupos
de estudiosos y
dar un cuerpo
doctrinario a
estas
informaciones de
una manera
didáctica y
estructurada con
lógica. Por
esta razón es el
Codificador de
la Doctrina
Espírita y una
regla que él uso
anda algo
olvidada por los
continuadores
espíritas de
nuestra época;
ésta es: Una
información
nueva sólo puede
ser incorporada
a la Doctrina
Espírita si ella
pasa por el
carácter de
universalidad de
las enseñanzas
de los
Espíritus. La
Ciencia,
mientras no
incorpore en su
paradigma la
posibilidad del
Espíritu, no se
ocupará de la
Revelación
Espírita, pero
crece el número
de científicos
que se ocupan de
la realidad
espiritual.
¿Qué pensar
sobre la opinión
de un
investigador de
cualquier área
de la ciencia
ante los
conocimientos
que gradualmente
se acumulan en
la Humanidad,
incluyendo la
Revelación
Espirita, ante
la diversidad de
entendimiento y
madurez
de cada uno?
Especialmente si
consideramos los
hábitos,
creencias y
condicionamientos
humanos.
Es importante en
este aspecto no
perder de vista
que la opinión
de una persona,
sea científico o
no, no pasa de
ser una opinión
personal que,
para que sea
considerada,
necesita ser
analizada con
los criterios de
la lógica y ser
incluida dentro
de otras
opiniones que la
corroboren como
digna de ser
tratada
seriamente. Si
no, incurriremos
en la formación
de corrientes de
pensamientos que
no se sostienen
así mismos, pero
que son capaces
de conseguir el
apoyo de
personas menos
cautelosas y
crear con ello
desengaños que
pueden llevar al
sufrimiento a
muchas personas.
Hoy con Internet
esto ocurre con
mucha
intensidad,
porque muchas
personas piensan
que si está en
la Internet es
verdad. Vea como
ejemplo lo
ocurrido
recientemente
con las
interpretaciones
erróneas del
calendario Maya.
Para evitar
tales
acontecimientos,
busquemos
conocer con más
profundidad a
los individuos
que se presentan
como
investigadores y
prestemos
atención a la
seriedad de sus
opiniones.
En su opinión,
¿cuál es la
mayor
contribución del
Espiritismo a la
Ciencia en
general?
Como dije
anteriormente,
la Doctrina de
los Espíritus
codificada por
Allan Kardec
vino a abrir
las puertas a
una realidad
olvidada por el
hombre de
Ciencia y para
los desengañados
de las
religiones,
invitando al
hombre serio a
buscar el
conocimiento de
la realidad
Espiritual. Así
como la Ciencia
delinea las
Leyes del mundo
sensorial para
nuestro confort
material
transitorio, la
Doctrina
Espírita delinea
las Leyes
Espirituales
para nuestro
confort interior
como seres
espirituales
permanentes.
Ella nos ayuda a
comprender los
verdaderos
objetivos de la
Ciencia y de la
propia vida
terrenal.
¿Cuáles son los
principales
puntos de unión
entre la ciencia
convencional,
con sus
investigaciones
y la búsqueda
del
entendimiento de
los hechos en la
formulación de
leyes y
principios, y el
Espiritismo?
Ya lo dije
anteriormente.
Los puntos de
encuentro están
justamente en
los métodos de
análisis usados
por ambas. La
Doctrina
Espírita es una
ciencia de
observación y
como tal no
podemos tener
dominio sobre
los hechos,
puesto que los
Espíritus tienen
voluntad propia
y no se someten
al mandato del
científico. En
ese sentido es
similar a la
Astronomía cuyos
hechos son
observados, pero
no realizados en
laboratorio,
como otras áreas
de la Ciencia
material.
¿Hay algo
resaltante en
sus reflexiones
personales que
le gustaría
contar?
Me gustaría
dejar en claro
aquí mi opinión
como científico
y espírita. El
estudio de la
Ciencia y de la
Doctrina
Espírita para mí
son recursos
educadores de mi
alma. Las
estructuras de
raciocinio
lógico de la
Ciencia y de la
Doctrina
Espírita son
equivalentes, y
el entendimiento
de una y otra me
ayudan a vivir
con más
equilibrio y
serenidad.
Saberse inmortal
y saber que
aprenderé
siempre es una
gran felicidad.
¿Cuál es su
visión acerca
del panorama
actual del
conocimiento
humano frente al
avance del
pensamiento
espírita?
El panorama
actual de la
Humanidad es de
conflicto entre
el egoísmo
individual y
colectivo con
las ansias de un
mundo más justo
y generoso. La
Humanidad está
internamente
dividida entre
el sufrimiento
de muchos y la
ventaja de
pocos. La
Ciencia y la
tecnología
facilitan la
vida del hombre,
pero los hombres
dificultan la
vida de unos y
de otros por
falta de una
visión de
solidaridad y
amor. Aquel lema
de la Revolución
Francesa de hace
más de
doscientos años
– Libertad,
Igualdad y
Fraternidad – no
ha ocurrido aún
entre los
hombres. Todos
anhelamos ese
lema, pero no
sabemos
ejecutarlo por
falta de
convicción de
nuestra realidad
espiritual
permanente y
evolutiva. En
ese sentido sólo
la Doctrina
Espírita puede
solucionar este
conflicto. Por
ello tienen
razón los
Espíritus: la
práctica y
divulgación de
la Doctrina
Espírita es la
mayor caridad
que podemos
hacer en este
momento de
transición.
¿Algo más que le
gustaría
agregar?
Estoy feliz por
poder decirle a
quienes nos leen
que juntos
podemos cambiar
el mundo para
mejor,
comenzando por
cambiarnos a
nosotros mismos,
ya que no
podemos dar
aquello que aún
no tenemos.
Unámonos
alrededor de un
ideal común que
es el volvernos
una única
familia bajo la
égida de un
mismo patrón,
que para mí
representa el
modelo del
hombre ideal:
Jesús.
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