“Curad a
los
enfermos,
limpiad
a los
leprosos,
resucitar
a los
muertos,
expulsar
a los
demonios;
de
gracia
recibisteis,
de
gracia
dais.”
Jesús
(Mateo,
10:8.)
¿Qué es
el pase?
Consultados
los
diccionarios
Aurélio
y
Houaiss
de la
Lengua
Portuguesa,
leemos
la
siguiente
definición
del pase
en el
primero:
"en el
Espiritismo,
movimiento
de manos
o de
soplo,
sobre
alguien,
y que se
supone
transmite
energía".
En el
Houaiss,
el pase
es
tenido
cómo el
"acto de
pasar
las
manos
repetidas
veces
por
delante
o por
encima
de una
persona
que se
pretende
magnetizar
o curar
por la
fuerza
mediúmnica".
Nos
informa
Jacob
Melo
(1992)
que
Kardec
define
el pase
como
género
mediúmnico
que
"consiste,
principalmente,
en el
don que
poseen
ciertas
personas
de curar
por el
simple
toque,
por la
mirada,
aún por
un
gesto,
sin el
concurso
de
cualquier
medicación"
(KARDEC,
2009,
cap.
XIV, p.
274).
Puede
ser
transmitido,
también,
por
magnetizadores.
En ese
caso,
sin la
interferencia
de los
Espíritus,
en
consonancia
con
Kardec.
Nos
informa
Jacob
Melo
(1992)
que
Kardec
define
el pase
como
género
mediúmnico
que
"consiste,
principalmente,
en el
don que
poseen
ciertas
personas
de curar
por el
simple
toque,
por la
mirada,
aún por
un
gesto.
Ya el
Espíritu
Emmanuel,
después
de
informar
que la
fórmula
del pase
debe ser
la que
exprese
mayor
confianza,
no sólo
al
pasista,
sino
también
al que
recibe
esos
fluidos,
concluye
que "el
pase es
la
transmisión
de una
fuerza
psíquica
y
espiritual,
dispensando
cualquiera
contacto
físico
en su
aplicación"
(XAVIER,
2013, q.
99, p.
71). En
este
artículo,
trataremos
exclusivamente
del pase
por la
imposición
de las
manos,
acompañado
de la
oración.
El
Espíritu
Emmanuel
nos
orienta
sobre la
importancia
de
alejar
de
nuestro
organismo
las
influencias
provenientes
de
nuestro
estado
espiritual
negativo.
De ese
modo,
nos
esclarece
el guía
espiritual
de Chico
Xavier
que es
por la
terapia
material,
como
también
por la
espiritual
que
conseguiremos
la cura
real.
Nuestro
cuerpo
está
formado
por un
extenso
universo
de
células,
verdaderos
seres
microscópicos
que son
influenciados
por
nuestros
pensamientos.
Dice
Emmanuel:
Conságrate
a la
propia
cura,
pero no
olvides
la
predicación
del
Reino
Divino a
tus
órganos.
Ellos
son
vivos y
educables.
Sin que
tu
pensamiento
se
purifique
y sin
que tu
voluntad
comande
el barco
del
organismo
para el
bien, la
intervención
de los
remedios
humanos
no
pasará
de una
medida
en
tránsito
para la
inutilidad.
(XAVIER,
1973, p.
Apud
MOURA,
2013, p.
14.)
Objetivos
del pase
según el
Espiritismo
El pase,
aliado a
la
oración,
es
poderoso
medio de
transmisión
magnética
curadora.
Conforme
Allan
Kardec,
El poder
de la fe
recibe
una
aplicación
directa
y
especial
en la
acción
magnética
y: por
su
intermedio,
el
hombre
actúa
sobre el
fluido,
agente
universal,
le
modifica
las
cualidades,
le da un
impulso
por así
decir
irresistible.
Por eso
es por
lo que
la
criatura
dotada
de
grande
poder
fluídico
normal
puede
operar
esos
singulares
fenómenos
de cura
y otros,
tenidos
antiguamente
como
prodigios,
pero que
no pasan
de
efecto
de una
ley
natural,
desde
que,
para
tanto,
alíe a
ese
poder su
ardiente
fe. Tal
es el
motivo
por el
cual
Jesús
dijo a
sus
apóstoles:
si no lo
curasteis,
fue
porque
no
teníais
fe.
(KARDEC,
2008,
cap. 19,
it. 5.)
Los
objetivos
del
pase,
para
quien lo
recibe
son los
de
proporcionarle
el
"reequilibrio
orgánico,
psíquico,
periespiritual
y
espiritual"
(MELO,
1992, p.
38).
Para el
pasista,
que aquí
es
tratado
como
médium,
el pase
es
una
oportunidad
sagrada
de
practicar
la
caridad
sin
mezclas,
desde
que
estamos
imbuidos
del
verdadero
espíritu
cristiano,
sin
hablar
de la
bendición
de poder
estar en
compañía
de
buenos
Espíritus
que, con
cariño,
diligencia,
amor,
comprensión
y
humildad
utilizan
nuestras
aún
limitadas
potencialidades
en
beneficio
del
prójimo
y de
nosotros
mismos.
(MELO,
1992, p.
40.)
Ejemplos
diversos
de pase
lo
encontramos
en el
Nuevo
Testamento
El pase
más
común es
transmitido
por la
imposición
de las
manos y
no es
privilegio
de los
espíritas.
Cualquier
persona
dotada
del
deseo de
ayudar
el
prójimo
a
curarse
de un
desequilibrio
orgánico
o
espiritual
puede
imponer
las
manos
algunos
centímetros
sobre la
cabeza
de
alguien
y orar
en su
beneficio.
Pero
para que
pueda,
realmente,
ser
benéfico,
el pase
depende
de la
condición
moral
elevada
de quien
lo
transmite,
aliada a
los
conocimientos
básicos
sobre el
modo de
transmisión
los
fluidos
magnéticos.
La cura
va a
depender
del
merecimiento
y de la
fe de
quien
recibe
el pase
y la
oración.
En el
Nuevo
Testamento,
tenemos
muchos
ejemplos
de curas
y
tratamientos
por el
pase,
como en
este
caso:
Y al
ponerse
el sol,
todos
los que
tenían
enfermos
de
varias
enfermedades
se los
traían;
y,
poniendo
las
manos
sobre
cada uno
de
ellos,
los
curaba.
Y
también
de
muchos
salían
demonios,
clamando
y
diciendo:
Tú eres
Cristo,
el Hijo
de Dios.
Y él,
reprendiéndolos,
no los
dejaba
hablar,
pues
sabían
que Él
era
Cristo.
(Lucas,
4:40-
41.)
En el
caso
citado,
bastaba
a Jesús
imponer
sus
manos
sobre
los
enfermos
y
obsesados
para
curarlos.
El
evangelista
Marcos
narra
dos
casos en
que
Jesús
curó por
procedimientos
fluido
terapéuticos
diversos.
En el
primero,
después
de haber
sido
pedido
postrado,
por
Jairo,
uno de
los
principales
de la
sinagoga,
que
Cristo
curó a
su hija
moribunda,
Jesús
siguió
con
Jairo y
una gran
multitud,
cuando
fue
tocado
por una
mujer
que
tenía un
flujo de
sangre
hacia
doce
años, y
fue
curada
instantáneamente.
Sintiéndose
tocado,
el Señor
preguntó
quién lo
había
hecho, y
la
mujer,
también,
"se
postró
delante
de él y
le dijo
toda la
verdad".
Jesús
entonces
le
afirmó:
[...] tú
fe te
salvó;
ve en
paz y sé
curada
de este
tu mal"
(Marcos,
5: 33-
34).
La
imposición
de las
manos
debe ser
discreta
y sin
ritualismos
Prosiguiendo
todos en
dirección
a la
casa de
Jairo,
llegó la
información
de que
la hija
de este
estaba
muerta,
pero
Jesús,
para
espanto
y risa
de
todos,
dijo que
la niña
no
estaba
muerta.
Al
llegar a
la casa,
el Señor
entró
con
todos en
el
cuarto
donde
estaba
acostada
la
joven,
le tomó
la mano
y le
dijo:
"Talita
cumi;
que,
traducido,
es:
Niña, a
ti te
digo,
levántate.
E
inmediatamente
la niña
se
levantó,
y
andaba,
pues ya
tenía
doce
años; y
se
asombraron
con gran
espanto"
(Marcos,
5:41-
42).
Según
Melo
(2007,
p. 268),
en la
casa
espírita,
cuando
el pase
es
suministrado
en las
reuniones
públicas,
o,
añadimos,
para él
destinadas,
los
mentores
espirituales,
"atentos
a las
necesidades
de los
frecuentadores
y a las
condiciones
generales
del
ambiente",
hacen
uso de
los
fluidos
espirituales
benéficos
para
auxiliar
al
público
presente
conforme
“sus
necesidades
y
niveles
de
captación”.
Es muy
importante
que la
casa
espírita
seleccione
y
capacite
periódicamente
a sus
"colaboradores
que
tengan
perfil
adecuado
para la
tarea:
conocimiento
evangélico-doctrinario,
madurez
emocional,
bueno
sentido,
simpatía,
alegría,
afectividad,
naturalidad
y
seguridad".
Además
de eso,
el
pasista
debe
"esforzarse
para
mantener,
a lo
largo de
la vida,
un clima
de
vibraciones
elevadas
por
medio de
la
oración,
estudio
y
esfuerzo
de
mejoría
moral",
una vez
que,
"todos
los
donantes
de
energía
magnético-espiritual
son
considerados
médiums,
pues
actúan
bajo el
amparo y
orientaciones
del
equipo
de
trabajadores
desencarnados",
conforme
es
expuesto
en el
manual
Orientación
al
centro
espírita,
publicado
por la
Federación
Espírita
Brasileña
( MOURA,
2013, p.
123-
124).
Según
Moura
(2013,
p. 124)
la
donación
de
energías
"magnético-espirituales"
por la
imposición
de las
manos,
debe ser
discreta,
sin
mucho
movimiento,
sin
ritualismos
y gestos
repetidos.
"Acordarse
de que,
en la
aplicación
de
pases,
no se
hacen
precisas
las
gesticulaciones
violenta,
la
respiración
sofocada
o
bostezo
continuo,
y de que
no
siempre
hay
necesidad
del
toque
directo
en el
paciente”
(VIEIRA,
2006, p.
102.
Apud
MOURA,
2013, p.
124).
Quien
aplica
el pase
no
necesita
recibirlo
El mejor
lugar
para la
transmisión
del pase
es la
casa
espírita,
en vista
de la
preparación
espiritual
de los
Espíritus
benefactores
encargados
de ese
servicio
allí
presentes
en días
y
horarios
determinados
para esa
finalidad.
El pase
jamás
debe ser
transmitido
"en
estado
de
trance
mediúmnico",
pues los
Espíritus
responsables
actúan
utilizando
los
fluidos
magnéticos
propios
del
ambiente
y del
médium,
sin
necesidad
de
manifestarse
de otra
forma.
El
médium
pasista,
tanto
como
quién va
a
recibir
el pase,
deben
estar
presentes,
desde el
inicio,
"a las
charlas,
reuniones
de
estudio
o de
aclaración
doctrinaria
que, en
general,
anteceden
al
trabajo
del
pase"
(MOURA,
2013, p.
125).
Hay,
aún,
varias
recomendaciones
importantes
en las
obras de
referencia
y otras
obras y
manuales
que
versen
sobre
ese
importante
asunto,
como la
de que,
antes
del
pase, se
debe
preparar
espiritualmente,
por la
oración,
buscando,
así,
sintonizarse
"con los
benefactores
espirituales".
Quién
aplica
pase
debe
abstenerse
de, por
su
parte,
recibirlo,
al final
del
trabajo,
pues sus
energías
son
repuestas
por los
Espíritus
benefactores.
A menos
que el
pasista
sienta
un
malestar,
"después
de la
aplicación
del
pase",
que lo
haga
sentirse
débil,
con mal
generalizado
o
dolores,
casos en
que es
"aconsejable
evaluar
las
causas
generadoras,
procurando
corregirlas
(MOURA,
2013, p.
125-126).
Por fin,
personas
que
utilicen
"substancias
tóxicas",
como
"alcohol,
tabaco,
psicotrópicos
etc.",
además
de las
que
están
desequilibradas
emocional
o
mentalmente,
enfermas
o en
tratamiento
médico
no
pueden
aplicar
pases
(MOURA,
2013, p.
126). No
transforme
el pase
en un
hábito
innecesario,
pues él
sólo
debe ser
recibido
por
quien
realmente
está con
algún
problema
orgánico,
mental o
espiritual.
Referencias:
KARDEC,
Allan.
El
Evangelio
según el
Espiritismo.
Traducción
de
Evandro
Noleto
Bezerra.
Rio de
Janeiro:
Federación
Espírita
Brasileña,
2008.
______.
El Libro
de los
Médiums.
Traducción
de
Evandro
Noleto
Bezerra.
Rio de
Janeiro:
Federación
Espírita
Brasileña,
2009.
FEDERACIÓN
Espírita
Brasileña.
Orientación
al
centro
espírita.
Rio de
Janeiro:
FEB,
2007.
MELO,
Jacob.
El
pase:
su
estudio,
sus
técnicas,
su
práctica.
Río de
Janeiro:
FEB,
1992.
______.
Cúrese
por los
pases:
conociendo
y
utilizando
provechosamente
nuestros
potenciales
curativos.
9. ed.
Natal,
RN:
Premius
Editora;
Vida &
Saber,
2008.
MOURA,
Marta
Antunes
de. La
atención
espiritual
pelo
pase.
Coord.
Brasilia:
FEB,
2013.
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