Mujer, la guardiana del hogar y de la
familia
La materia especial de esta edición trata, como dice el
título, de El Libro de los Espíritus, la esclavitud y
los derechos entre el hombre y la mujer. Vamos a
detenernos acerca de la mujer. Tratamos, primeramente,
de las citaciones d’ El Libro de los Espíritus,
también presentes en el artículo de Altamirando:
-¿El hombre y la mujer son iguales delante de Dios y
tienen los mismos derechos?
“¿Dios no dio a ambos el conocimiento del bien y del mal
y la facultad de progresar?” (El Libro de los
Espíritus, cuestión 817)
-¿Las funciones a que la mujer es destinada por la
Naturaleza tendrán importancia tan grande cuanto las
conferidas al hombre?
“Sí, y hasta mayores. Es ella quien le da las primeras
nociones de la vida.” (El Libro de los Espíritus,
cuestión 821)
-¿Siendo así, una legislación, para ser perfectamente
justa, debe consagrar la igualdad de derechos del
hombre y de la mujer?
“De derechos, sí; de funciones, no. (…)” (El Libro de
los Espíritus, cuestión 822-a)
El libro de André Luiz titulado Conducta Espírita,
tan poco consultado, que vale la pena ser leído y
releído de tiempos en tiempos debido a la riqueza de
contenido que no puede ser obtenido en una única
lectura. Esa riqueza conceptual, en su lenguaje simple,
pero de una profundidad notable y una concisión
sorprendente, merece ser meditada como toda la serie
novelada de ese autor. Destacamos las siguientes
citaciones dirigidas a las mujeres:
[La mujer necesita] “Compenetrarse del apostolado de
guardiana del instituto de la familia y de su elevada
tarea en la conducción de las almas traídas en el
renacimiento físico.” (Conducta Espírita, cap. 1)
La madre tiene un apostolado. Como apóstol, es una
enviada con una misión: ser la guardiana de la familia;
guardar, proteger el núcleo doméstico, garantizando a la
prole un desarrollo sano. Debe conducir, llevar junto
los hijos para que sigan sus pasos, transmitiendo, con
su ejemplo, las primeras nociones de la vida. El amor de
madre es un amor incondicional.
[La mujer necesita] “Ajustarse con las enseñanzas
cristianas que le sitúan el alma en los servicios de
maternidad y de la educación, en los deberes de la
asistencia y en las bendiciones de la mediúmnidad
santificante.” (Conducta Espírita, cap. 1)
Estamos hablando de mujeres que profesan el
Cristianismo, entonces el imperativo de caminar en
sintonía con las enseñanzas cristianas, de ajustarse con
ellas. La maternidad es un corolario de la mujer, una
consecuencia natural y evidente de su naturaleza de
esposa. Pero los quehaceres domésticos, mismo para
aquellas que tienen trabajo fuera del hogar, no pueden
ser un impeditivo del servicio de asistencia y de la
mediumnidad. A propósito, es más que evidente, en los
días actuales, que los servicios domésticos deben ser
compartidos con el marido, mismo que haya empleados de
hogar.
[La mujer necesita] “Oponerse a cualquier artificiosidad
que vise transformar el casamiento en
una simple unión sexual, sin las bellezas de la
maternidad.” (Conducta Espírita, cap. 1)
André Luiz considera la maternidad un granero de
bendiciones, una fuente del bello. Hurtarse de la
maternidad, o evitarla indefinidamente, es una
transgresión a la Ley de la Vida, que pide compromiso
con la programación reencarnatoria, con los espíritus
destinados a encarnar en la familia. El culto de la
sensualidad es el culto del egoísmo y del materialismo.
En esa práctica infeliz, nos quedamos sometidos a las
planificaciones más bajas de la espiritualidad,
construyendo una cárcel de difícil trasposición.
Traducción:
Elza Ferreira Navarro -
mr.navarro@uol.com.br