Continuamos en
esta edición el
estudio de la
Revue Spirite de
1860,
publicación
mensual de
divulgación
espírita fundada
y dirigida por
Allan Kardec.
Este estudio fue
basado en la
traducción al
idioma portugués
realizada por
Júlio Abreu
Filho y
publicada por
EDICEL. Las
respuestas a las
preguntas
propuestas se
encuentran al
final del texto
para la lectura.
Preguntas para
el
debate
A. ¿Qué decirle a los que atribuyen las manifestaciones
espíritas al demonio?
B. Los Espíritus más adelantos, ¿saben todo?
C. Remordimiento y arrepentimiento, ¿son sinónimos?
D. ¿Cuál es uno de los principales escollos en la
actividad mediúmnica?
Texto para la lectura
79. La Revue relata que el 14-1-1860 el Sr.
Lecomte, del municipio de Brix, vio el Espíritu de un
antiguo camarada muerto hace dos años y medio. La
aparición le pedía que se celebre una misa por él. El
hecho se repitió varios días. La quinta vez, el día 19,
Lecomte prometió hacerla. El día 27 la misa fue
celebrada en la capilla escogida por el Espíritu, que
apareció allí, cerca al sacerdote.
(P. 124)
80. Kardec transcribe el mensaje de Micael, uno de los
Espíritus dedicados a protección de los niños, el cual
agradece a Dios esa dulce misión. (P. 124)
81. El Espíritu de Verdad dice que la mejor respuesta a
los que atribuyen las manifestaciones espíritas al
demonio es decir lo que Jesús respondía a sus
perseguidores, cuando formularon contra Él las mismas
acusaciones. (P. 126)
82. En un mensaje sobre la ostentación, un Espíritu dice
que la limosna hecha con ostentación no agrada a Dios,
pero sí aquella que es hecha con toda la humildad del
corazón.
(P. 127)
83. Francisco de Sales dice que el Espiritismo está
llamado a esclarecer al mundo, pero necesita de algo de
tiempo para progresar, aunque haya existido desde la
Creación, cuando solo era conocido por algunas personas.
(P. 129)
84. En un mensaje recibido por el Sr. Colin, se dice que
los Espíritus por más elevados que sean, no saben todo;
solo Dios lo sabe. Además, de todo lo que saben, no
pueden revelarlo todo.
(P. 130)
85. Un Espíritu que no se identificó le dice a los
hombres sin fe que todavía hay tiempo para que el
arrepentimiento penetre sus corazones. “Buscad al
infeliz que no osa lastimarse y que la miseria mata
lentamente, y el pobre que hubiereis aliviado incluirá
vuestro nombre en sus oraciones.”
(P. 131)
86. El Espíritu de una señora se dirige a sus nietos
recordándoles que nunca es demasiado temprano para
ocuparnos del bien y de lo que es bueno. “Comenzad,
pues, temprano a ocuparos de las cosas serias. El tiempo
de las futilidades es siempre largo: es inútil para
vuestro progreso, al cual no se le debe perder de vista
ni por un instante.” (PP. 135 y 136)
87. Kardec comenta el caso de la señorita Godu, médium
curadora, y afirma: “La gente se interesaría por un
médium de efectos físicos capaz de que producir
fenómenos extraordinarios; no se podría ver con
indiferencia a aquel cuyas facultades son provechosas
para la Humanidad y que, además, nos revela una nueva
fuerza de la Naturaleza”. (P. 137)
88. Kardec dice que el Espíritu es tanto más lúcido y
explícito cuanto más se comunica y, de cierto modo, se
identifica con el médium que le sirve de instrumento.
(P. 138)
89. A partir del 20-4-1860, las sesiones de la Sociedad
Espírita de París pasarán a realizarse en Rua
Sainte-Anne, Nº 59, pasaje de Sainte-Anne. (P. 138)
90. La Revue transcribe una noticia extraída de
las crónicas de Froissard, sucedidas el siglo XIV, que
muestran la antigüedad de los hechos espíritas. (P. 142)
91. Kardec transcribe otra carta del Dr. Morhéry, que da
cuenta de las curaciones obtenidas por la médium Désirée
Godu. Desde su llegada hasta el 25-4-1860 ya la habían
visitado más de 200 enfermos y pudieron ser curados casi
todos los que siguieron sus prescripciones.
(P. 148)
92. El médico dice que es sobre todo en las afecciones
reumáticas, en las parálisis, en las ciáticas, en las
úlceras, en las desviaciones óseas, en las llagas de
todo tipo, que el tratamiento de la Srta. Godu parecía
dar mejores resultados. (P. 148)
93. El Dr. Morhéry informa haber aprendido con la médium
muchas cosas útiles, tanto para el tratamiento como para
el diagnóstico, y envía en la carta fichas-resumen
conteniendo la evolución del tratamiento de 12 enfermos,
donde se ve que el tratamiento espiritual era hecho,
normalmente, con ungüentos e infusiones de diversas
plantas.
(PP. 149 a 151)
94. La Revue informa el caso curioso del Sr.
Jardin, que previó su propia muerte. Evocado por Kardec,
explicó que su presentimiento fue en realidad un aviso
de su esposa, fallecida antes que él. (P. 153)
95. Kardec evoca al Espíritu de una mujer que había sido
una de las principales convulsionarias de Saint-Médard,
“una pobre fanática”, según ella misma se definió.
(P. 155)
96. La Revue transcribe la noticia publicada por
la
Gazetta dei Teatri,
de Milán, respecto a un joven que veía diariamente, a la
hora de comer, a su novia suicida, que se le aparecía
bajo la forma de un esqueleto amenazador (él la había
abandonado y contribuido indirectamente a su suicidio).
(P. 160)
97. Comentando un mensaje obtenido en inglés por la
Srta. Huet, que no conocía ese idioma, Kardec dice que
las pruebas más patentes surgen a veces cuando menos se
espera, puesto que los Espíritus tienen libre albedrío y
quieren probarnos que no están sometidos a nuestros
caprichos. (P. 164)
98. Un Espíritu dice que el arrepentimiento sincero
obtiene el perdón de todas las faltas; el remordimiento,
sin embargo, no tiene nada en común con el
arrepentimiento. El remordimiento es el preludio del
castigo; el arrepentimiento, la caridad y la fe nos
conducen a la felicidad reservada a los Espíritus
buenos.
(PP. 166 y 167)
99. Las facultades de las que gozan los médiums atraen
hacia ellos elogios, felicitaciones y la adulación de
los hombres. Ahí está el escollo. Si ellos se dejan
envolver por la vanidad, atribuyéndose a sí mismos el
mérito de sus producciones mediúmnicas, los Espíritus
buenos los abandonan y ellos se convierten en juguetes
de los embusteros. (P. 167)
100. Los ángeles de la guarda, sin embargo, los ayudarán
con sus consejos y los preservarán contra la influencia
de los Espíritus malos, si supieran escuchar su voz y
cerrar su corazón al orgullo, la vanidad y la envidia.
(P. 167)
(Continúa en el próximo
número.)
Respuestas
a las preguntas
A. ¿Qué decirle a los que atribuyen las manifestaciones
espíritas al demonio?
Según el Espíritu de Verdad, la mejor respuesta a los
que atribuyen las manifestaciones espíritas al demonio
es decir lo que Jesús respondía a sus perseguidores,
cuando formularon contra Él las mismas acusaciones.
(Revue Spirite de 1860, p. 126.)
B. Los Espíritus más adelantos, ¿saben todo?
No. Por más elevados que sean, ellos no saben todo; solo
Dios lo sabe. Además, de todo lo que saben, no pueden
revelarlo todo.
(Obra citada, p. 130.)
C. Remordimiento y arrepentimiento, ¿son sinónimos?
No. El remordimiento no tiene nada en común con el
arrepentimiento. El remordimiento es el preludio del
castigo; tanto el arrepentimiento, como la caridad y la
fe, nos conducen a la felicidad reservada a los
Espíritus buenos. (Obra citada, pp. 166 y 167.)
D. ¿Cuál es uno de los principales escollos en la
actividad mediúmnica?
Las facultades de las que gozan los médiums atraen hacia
ellos elogios, felicitaciones y la adulación de los
hombres. Ahí está el escollo. Si ellos se dejan envolver
por la vanidad, atribuyéndose a sí mismos el mérito de
sus producciones mediúmnicas, los Espíritus buenos los
abandonan y ellos se convierten en juguetes de los
embusteros. Los ángeles de la guarda, sin embargo, los
ayudarán con sus consejos y los preservarán contra la
influencia de los Espíritus malos, si supieran escuchar
su voz y cerrar su corazón al orgullo, la vanidad y la
envidia. (Obra citada, p. 167.)