Estudio de las Obras de Allan Kardec
por Astolfo O. de Oliveira Filho

Año 11 – Nº 528 – 6 de Agosto de 2017

 
La Revista Espírita de 1860

Parte 8


Continuamos en esta edición el estudio de la Revue Spirite de 1860, publicación mensual de divulgación espírita fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio fue basado en la traducción al idioma portugués realizada por Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas a las preguntas propuestas se encuentran al final del texto para la lectura.


Preguntas para el debate


A. ¿Qué podemos decirle a los que asocian los hechos espíritas a lo sobrenatural y a lo milagroso?

B. Las manifestaciones espíritas, ¿pueden ser comprobadas?

C. En el discurso en la ciudad de Lyon, ¿cómo clasificó Kardec a los espíritas?

D. ¿Qué modelo propone Kardec en relación a las reuniones espíritas?


Texto para la lectura


167. El Dr. De Grand-Boulogne envió una carta a la Sociedad diciendo que no era correcto considerar a todos los Espíritus golpeadores como de un orden inferior,  ya que él mismo, por medio de golpes, obtuvo comunicaciones de un orden muy elevado. Kardec responde que la tiptología es un medio de comunicación como cualquier otro, del cual se pueden servir los más elevados Espíritus. Se entiende por Espíritus golpeadores los llamados golpeadores profesionales. (P. 272)

168. En la sesión realizada el 24/8/1860, el Sr. Sanson agradeció al Espíritu de San Luis por su intervención en la curación instantánea de un mal en la pierna, que había resistido a todos los tratamientos y debía haber llevado a la amputación. (P. 278)

169. En un artículo sobre lo maravilloso y sobrenatural, Kardec analiza la cuestión de la crítica, afirmando que la opinión de un crítico solo tiene valor cuando habla con perfecto conocimiento de causa. (P. 282)

170. En seguida, el Codificador hace una lista de 8 proposiciones en las que reafirma que los hechos espíritas, basados en una ley de la Naturaleza, no tienen nada de maravilloso o de sobrenatural, en el sentido vulgar de esas palabras. (P. 283)

171. El milagro no se explica; los fenómenos espíritas, por el contrario, se explican de la manera más racional. El milagro tiene, incluso, otra característica: el de ser insólito y aislado. Ahora bien, si un hecho se repite, cuando se quiere y por varias personas, no puede ser un milagro. (P. 284)

172. ¿De cuántas bromas no fueron objeto las levitaciones de San Cupertino? Ahora bien, la suspensión en el aire de los cuerpos pesados es un hecho explicado por el Espiritismo, que el Sr. Home y otros repitieron varias veces. Se trata, pues, de un fenómeno natural, no milagroso. (P. 285)

173. Se ve que los hechos espíritas son discutidos por ciertas personas porque  parecen escapar a la ley común y porque ellas no los comprenden. Dadles una base racional y la duda cesará. (P. 286)

174. Dice el Sr. Louis Figuier, en su obra sobre lo maravilloso y lo sobrenatural, que en el siglo XVIII todos los ojos se abrieron a las luces del buen sentido y de la razón, pero lo maravilloso y los milagros resistieron. “Abundan aún los milagros”, dice el Sr. Figuier. (P. 292)

175. Kardec concluye su análisis de la obra del Sr. Figuier afirmando que los espíritas demuestran la realidad de las manifestaciones “por los hechos y por el razonamiento”. “Si no admiten ni lo uno ni lo otro, si niegan lo que ven, a ellos les corresponde demostrar que nuestro razonamiento es falso y que los hechos son imposibles”, finaliza el Codificador. (P. 295)

176. Jobard cuenta que el físico Thilorier, que era extremadamente sordo, se había curado con el magnetizador Lafontaine, en pocas sesiones. (P. 296)

177. Kardec explica por qué las comunicaciones relacionadas a las investigaciones científicas tienen una importancia secundaria: todo cuidado es poco para evitar dar prematuramente como verdades indiscutibles lo que aún es hipotético. (P. 298)

178. Georges (Espíritu familiar) pide mayor regularidad en las sesiones de la Sociedad, o sea, que se evite toda confusión, toda divergencia de ideas, porque la divergencia favorece la intromisión de los Espíritus malos. (P. 300)

179. Kardec responde a la "Gazette de Lyon", que el 2/8/1860 hizo duras críticas a los espíritas, y le dice que el Espiritismo se basa totalmente en el dogma de la existencia del alma, su supervivencia al cuerpo, su individualidad después de la muerte, su inmortalidad, las penas y las recompensas futuras. Su objetivo es demostrarlas de manera patente y su moral es solo el desarrollo de las máximas de Cristo. (P. 308)

180. Kardec habla de los espíritas de Lyon y las conversiones al bien conseguidas hasta entonces por las enseñanzas espíritas. (P. 310)

181. Concluyendo su respuesta a la "Gazette de Lyon", Kardec recuerda que las almas y los Espíritus son una única y misma cosa. De modo que, negar la existencia de los Espíritus es negar el alma; admitir el alma, su supervivencia y su individualidad es admitir a los Espíritus. Falta saber si después de la muerte ella puede manifestarse, hecho que los libros sagrados y los Padres de la Iglesia reconocían. (N.R.: Fray Boaventura Kloppenburg también lo reconoce.) (P. 311)

182. Los espíritas lioneses ofrecieron el 19/9/1860 un banquete a Kardec, ocasión en la que el Sr. Guillaume pronunció un bello discurso, que fue respondido por el Codificador. (PP. 312 a 314)

183. En su discurso, Kardec clasifica a los espíritas en 3 categorías: los que buscan los fenómenos y se limitan a creer en las manifestaciones; los que ven en él algo más que los hechos y admiran su moral, pero no la practican; y los que admiran su moral, la practican y aceptan todas sus consecuencias: son los verdaderos espíritas, o mejor, los espíritas cristianos. (P. 315)

184. Sobre las sociedades espíritas, Kardec recordó que las mejores comunicaciones son obtenidas en reuniones poco numerosas, en las cuales reina la armonía y una comunión de sentimientos; los pequeños grupos serán siempre más homogéneos, y ese es el modelo que él sugiere. (P. 316)

185. No es en las grandes reuniones que los neófitos pueden obtener elementos de convicción, sino en la intimidad. Hay, pues, un doble motivo para preferir los pequeños grupos, que se pueden multiplicar al infinito, porque 20 grupos de diez personas, sin ninguna duda, obtendrán más y harán más prosélitos que una única reunión de 200 personas. (P. 317)

186. Sobre la identidad de los Espíritus comunicantes, Kardec enseña como regla general: jamás el nombre es una garantía. La única, verdadera garantía de superioridad es el pensamiento y la manera en la que es expresado. (P. 318) (Continúa en el próximo número.)


Respuestas a las preguntas


A. ¿Qué podemos decirle a los que asocian los hechos espíritas a lo sobrenatural y a lo milagroso?

En ocho proposiciones muy claras, Kardec reafirma que los hechos espíritas, basados en una ley de la Naturaleza, no tienen nada de maravilloso o de sobrenatural, en el sentido vulgar de esas palabras, ya que el milagro no se explica, pero los fenómenos espíritas, por el contrario, se explican de manera  racional. El milagro tiene, incluso, otra característica: el de ser insólito y aislado. Ahora bien, si un hecho se repite, cuando se quiere y por varias personas, no puede ser un milagro, y es lo que sucede con los fenómenos espíritas. (Revue Spirite, pp. 283 a 285.)

B. Las manifestaciones espíritas, ¿pueden ser comprobadas?

Según Kardec, los espíritas demuestran la realidad de las manifestaciones “por los hechos y por el razonamiento”. “Si no admiten ni lo uno ni lo otro, si niegan lo que ven, a ellos les corresponde demostrar que nuestro razonamiento es falso y que los hechos son imposibles”, finaliza el Codificador. (Obra citada, p. 295.)

C. En el discurso en la ciudad de Lyon, ¿cómo clasificó Kardec a los espíritas?

En el discurso pronunciado el 19 de setiembre de 1860, Kardec clasificó a los espíritas en tres categorías: los que buscan los fenómenos y se limitan a creer en las manifestaciones; los que ven en él algo más que los hechos y admiran su moral, pero no la practican; y los que admiran su moral, la practican y aceptan todas sus consecuencias: son los verdaderos espíritas, o mejor, los espíritas cristianos. (Obra citada, p. 315.)

D. ¿Qué modelo propone Kardec en relación a las reuniones espíritas?

Recordando que las mejores comunicaciones son obtenidas en reuniones poco numerosas, en las cuales reina la armonía y una comunión de sentimientos,  dice que los pequeños grupos serán siempre más homogéneos y ese es el modelo que sugiere. (Obra citada, pp. 316 y 317.)

 
Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com

 

     
     

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