|
Necesitamos
cuidar con amor y responsabilidad de las nuevas
generaciones |
|
Denise Castro do Nascimento Rodrigues (foto), nacida
en Rio de Janeiro, reside desde el 2013 en Brasília
(DF). Se
volvió espírita hace más de 30 años, aunque ya era
simpatizante y lectora de las obras espíritas desde la
adolescencia. Conferencista espírita, es instructora del
ESDE y de estudios de mediumnidad. Médium pasista y
trabajadora de reuniones mediumnicas, integra el equipo
de voluntarios de la Casa Espírita Portal de Luz,
ubicada en Cruzeiro Novo, en la capital federal.
Con formación en Letras y Psicología, es autora de cinco
libros, cuatro publicados por la Editorial Espírita
Fonte Viva, de Belo Horizonte (MG) y otro recién
lanzado por la Editorial Auta de Souza, de Brasilia. Denise
nos concedió la siguiente entrevista:
¿Qué la motivó a escribir el libro A Turma Do Bem (La
Comunidad del Bien)?
Escribí el libro A Turma do Bem motivada por la
preocupación por nuestros jóvenes y la falta de
orientación segura por parte de los padres, maestros y
otros adultos que no poseen, ellos mismos, valores
morales y espirituales para dar el ejemplo y enseñar.
Durante más de cinco años trabajé en reuniones
mediúmnicas con un amigo espiritual que realizaba una
primorosa labor de socorro a jóvenes desencarnados y que
llevaban a la vida espiritual todo tipo de
desequilibrios y vicios. Fue una asociación muy
enriquecedora para mí. Estoy segura del apoyo de este
hermano para la publicación del libro. Me tomó alrededor
de seis meses terminar el libro que, después de más de
un año de ser evaluado por compañeros de la editorial,
finalmente fue entregado a los lectores. Escribo desde
el 2000, recibiendo por inspiración historias que, según
los amigos espirituales, me cuentan en desdoblamientos
durante el sueño físico.
¿Cómo ve la inserción de los jóvenes en las Casas
Espíritas en general, sobre todo en el momento actual?
Las Casas Espíritas se enfrentan a un momento muy
delicado con los jóvenes, porque la sociedad los atrae
con mucha ostentación hacia los placeres inmediatistas y
las ilusiones de la materia, y la falta de madurez y a
menudo el apoyo familiar los mantiene alejados de la
religiosidad.
¿Cuáles son las principales dificultades a superar?
Las Casas necesitan acoger a estos jóvenes ofreciéndoles
conocimiento y práctica en valores importantes para una
vida social equilibrada y cristiana, abordando temas de
actualidad con claridad y sencillez, bajo la luz del
Espiritismo y estimulándolos a trabajar en el bien,
donde estén insertados.
¿Cuál es el papel de los dirigentes espíritas en la
integración de los jóvenes a las actividades espíritas?
El prejuicio con relación a los jóvenes está todavía muy
presente en varias casas espíritas. Los dirigentes
necesitan estar cerca de los jóvenes, estimularlos y
darles espacio para expongan sus ideas y den rienda
suelta a su creatividad.
En su percepción, ¿qué se necesita y se puede mejorar en
la formación de educadores y evangelizadores espíritas
frente a las características del mundo actual?
Debates sobre temas actuales que terminan siendo traídos
a la Casa por el joven al que le gusta cuestionar, para
entender más y mejor el mundo en el que está inmerso,
con objetividad y coherencia con las propuestas
evangélico-doctrinarios.
¿Cuáles son sus planes con respecto a la actividad
espírita para el futuro? ¿Desea
continuar escribiendo?
Estoy escribiendo un nuevo libro, cuya historia está
vinculada al Puesto de Socorro Mundo Joven, citado en Turma
do Bem. He recibido numerosos correos electrónicos
de dirigentes de Juventudes Espíritas acerca de lo mucho
que el libro está siendo útil en los estudios con los
jóvenes. Un dirigente de Mato Grosso me dijo que ha
recurrido a los trabajadores del Puesto Mundo Joven para
ayudar en las dificultades con la Juventud y que fue
llevado, en desdoblamientos hasta allá, donde recibió
orientaciones de los amigos espirituales. ¡Esa
es mi recompensa!
Sus palabras finales a nuestros lectores.
La invitación es de Cristo, para que unamos nuestros
esfuerzos y nuestra buena voluntad en favor de nuestro
prójimo, especialmente de niños y jóvenes, en cuyas
manos está la tarea de una Humanidad más fraterna y
solidaria en el futuro. Como leemos en el Libro de
los Espíritus, "la evolución se da por la sucesión
de las generaciones", razón por la cual necesitamos
cuidar con mucho amor y responsabilidad a las
generaciones que hoy dependen de nuestro trabajo, a
menudo sacrificado, para convertirlas en criaturas
transformadoras de este mundo, que hoy atraviesa tantas
dificultades en su proceso de evolución. Que cada uno dé
su contribución de Amor y Luz para que en el futuro
tengamos un planeta pacífico donde seguramente
volveremos a reencarnar.