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Mensajes de esperanza: para tiempo de dolores |
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“Entonces enseñaréis a los transgresores tus caminos,
y los pecadores se convertirán a ti.” SI 51-13).
Sobre los tiempos en que ahora vivimos, oígamos a Allan
Kardec:
“No es racional se suponga que Dios destruya el mundo
precisamente cuando él entre en el camino del progreso
moral, por la práctica de las enseñanzas evangélicas.
Nada, de hecho, en las palabras de Cristo, indica una
destrucción universal que, en tales condiciones, no se
justificaria.
Debiendo la práctica general del Evangelio determinar
gran mejora en el estado moral de los hombres, ella, por
eso mismo, traerá el reinado del bien y acarreará la
caída del mal. Es, pues, el fin del mundo viejo,
del mundo gobernado por los prejuicios, por el orgullo,
por el egoísmo, por la incredulidad, por la codicia, por
todas las pasiones pecaminosas, que Cristo aludía, al
decir: ‘Cuando el Evangelio sea predicado por toda la
Tierra, entonces es que vendrá el fin.”1(Cursiva
del original).
Falsas “profecías” que llegan al límites de lo
inverosímil o del ridículo son acogidas con mucha
credulidad y temor, por varias corrientes religiosas,
sin el bueno sentido de identificar el incuestionable
desequilibrio mental de aquellos que la “recibieron”,
atribuyéndolas a Entidades Espirituales que merecen
nuestro absoluto respeto.
Otros, por ingenuidad o ignorancia, o para atender
propósitos excusables, las propagan, por todos los
medios. No se excluyen, entre unos y otros, integrantes
del Movimiento Espírita. Revelan, así, cuan desconocida
es la Doctrina Espírita y como abdican de las facultades
de razonar y de estudiarla. Mezclan, de buena fe o
descuidados, profecías fidedignas con teorías; añaden
sus conclusiones apresuradas o distorsionadas y las
divulgan, sin medir consecuencias dañinas a las mentes
inmaduras que las recibirán, en ellas creyendo piamente,
y por ellas llevadas al desaliento, a la desesperanza.
Nos dice Francisco Cândido Xavier:
“P - El célebre Nostradamus señala los meses de julio y
octubre de 1999 cómo siendo los del periodo final del
tiempo que estamos atravesando. Y predice para esa época
inmensos cataclismos y calamidades sociales.
¿Nostradamus debe ser tenido en serio? R - Con respecto
a las profecías de Nostradamus que, de hecho, debemos
estudiar con el mayor respeto al mensajero humano de los
vaticínios conocidos, nos pide Emmanuel para leer con
meditación el Libro de Jonas, en el Antiguo
Testamento.” 2
He ahí síntesis de ese Libro: el Señor le recomendó ir
“a la gran ciudad de Nínive, y clamar contra ella,
porque su malicia subió hasta mí.”
Para Huirle a los designios, él se dirige, en un navío,
para Társis, “lejos de la presencia del Señor.”
Lanzado al mar, después de peripécias vividas en el
navío, es tragado por un gran pez que, al tercer día –
tiempo para él de angustias y plegarias – lo vomita en
la tierra. Jonas por fin obedece al Señor y predica a
los ninivitas, diciéndoles que su ciudad sería
subvertida. Sus habitantes y hasta el Rey se convierten,
ayunando y haciendo penitencias. El Señor, por compasión
y para desesperación del orgullo de Jonas, suspende el
castigo.
El Señor requiere nuestra conversión a sus Leyes, pues
“(...) no es de la voluntad de vuestro Padre celeste que
perezca un sólo de estos pequeñitos.” Jesús (Mt 18:14).
También “los Espíritus del Señor” se manifestarán a lo
largo del tiempo, especialmente em el Siglo XX,
previniéndonos:
“(...) La escória espiritual, constituida por los ciegos
y sordos voluntarios, será exiliada, como raza de seres
decaídos, porque no más la sed maldita de oro
predominará entre los hombres y una fraternidad
cristiana se implantará, bajo una sólo bandera de paz.
Los Espíritus propuestos a esa gran obra de
adelantamiento moral del planeta ya se hallan colocados,
entre las sombras de la carne, para amparar a los
débiles y liberar los oprimidos, en la realización de
las promesas evangélicas, y para sostener a las almas
combalidas nos “ays” del Apocalipse (...)
Jesús presidió y presidirá todas las transformaciones
del planeta y lo que se hace menester es que los
identifiquéis con Él. Para ese trabajo superior y
dignificante, tenéis el Evangelio (...)
Orad y vigilad; pero, sobre todo, amad mucho; aguardad
sin desánimo y sin impaciencia la hora que se aproxima.
Sed los verdaderos trabajadores de la Siembra divina.
(...)
Reconoceréis a sus miembros no a través de sus palabras,
sino a través de sus actos.”3
“De las transiciones dolorosas y rudas que caracterizan
el actual periodo evolutivo de la humanidad, el mundo
renacerá mejor para Jesús, (...)
La hora es de dolor, pero es también de iluminación para
el mundo que se pierde,menguando la humanidad.”4
“En el torbellino de las horas que pasan, en la
antecámara de las visiones dantescas que se aproximan,
en el territorio de las lavas de sangre y de lágrimas
que se derraman y se derramarán sobre la Tierra entera,
cabe a Brasil y, principalmente, al Taller de Ismael,
prepararse desde ya para recibir a los millones que
aportarán de forma abrupta sus puertas.”5
“(...) El segundo toque ya fue asestado; los ángeles de
los Cielos parten en todas las direcciones, bajados del
Infinito, para erguir los corazones caídos en la tibieza
de las costumbres (...)
Irradiad, hermanos, vuestro amor, irradiad
incansablemente las enseñanzas del Maestro, para que el
corazón del planeta pueda sostener todo el orbe que se
asemeja a un cuerpo enfermo necesitado de nueva sangre.”6
“Delante de la imposibilidad de evitar, a esta altura,
la eclosión de formidables tempestades magnéticas,
purificadoras de la atmósfera psicofísica de nuestro
orbe, los cuadros angustiosos que vislumbramos, en
términos de un futuro próximo, hacen prever densas
lluvias de lágrimas, exigiendo piedad cristiana,
fortaleza de ánimo y perfeccionado amor fraternal, para
que las bases de la civilización no sean alcanzadas por
el fragor de la desesperación o por los torrentes de la
iniquidad (...)
Al tiempo en que se despiden del mundo visible los
grandes trabajadores de la preparación, y entran en
acción los misioneros del socorro y de la resistencia,
los precursores de los tiempos nuevos visten las
respectivas túnicas de carne, para el trabajo de la
gran reconstrucción, desde ya programada para los
albores del próximo milenio.”7
“Sabéis (...) que el plano divino de la evolución
tendrá que cumplirse, con los hombres y a pesar de los
hombres, y que nada, ni nadie, conseguirá impedir que
nuestro pequeño, pero no insignificante orbe terráqueo,
se transforme, en el debido tiempo, de mundo de pruebas
y expiaciones, en mundo regenerado. Los tiempos
previstos ya llegaron y las señales anunciadas son
evidentes, a las vistas de quienquiera que vea, aunque
poco, con la visión del espíritu (...).”8
“Ismael, en plegaria, ruega al Divino Señor que bendiga
sus coadyuvadores en el compromiso por Él asumido de la
divulgación del Evangelio y como de peso vital su
integración dentro de los corazones, a fin de
no sucumbir delante de las horas difíciles que sacudirán
el planeta para sacudir a los rebeldes, cuando los
escogidos serán preservados para que la luz pueda
continuar iluminando el camino de redención.”9
“Se delinearán porvenires de bendiciones delante de
nosotros, no obstante las dificultades y los problemas
del presente (...)
Es indispensable llevar hasta al fin los objetivos
superiores del mensaje espírita, en este momento de
convulsión y de lucha que se abate sobre la Tierra.”10
“Aquellos pueblos sufridos e idealistas, que
experimentarán, mucho en breve, el fuego terrible de las
supremas pruebas, merecen y necesitan recibir, con
urgencia, el socorro del Nuevo Mensaje del Maestro
Inmortal.”11
“De repente, se abren las compuertas de las contensiones
habituales y los valles infernales, rasgados por el
poder del permiso de lo Más Alto, dan acceso a la luz
del día, en la superficie de la Superficie Planetaria, a
todos los que se escondieron en los abismos.
Entonces, un caos aparente parece, a los más tímidos,
amenazar la estabilidad de la Civilización y llenar el
mundo de sombras.”12 (*)
“Mensajeros de gran porte, provenidos de las esferas
superiores, se encuentran prestos a reencarnar en esta
tierra varonil, para apresurar la difusión y concreción
del reinado de la Regeneración.
De Egipto a la India, de Roma a China, de Caldea a
Babilonia regresan al Planeta sus hijos mayores, para
ofrecer en la Pátria del Evangelio sus vidas y
experiencias milenárias.”13 (*)
“Calmémonos (...) y sigamos en nuestras tareas, en la
certeza de que las dificultades surgen como factores
previstos y necesarios para nuestro enriquecimiento
personal y para la grandeza mayor de la Obra del Señor,
ya que lidiamos en un mundo en doloroso proceso de
transformación redentora, em esta noche tormentosa
de maldad y de dolor, que antecede al día esplendoroso
que va a amanecer.”14 (*)
“Alegraos por vivir estos días; os sentí felices por
ser llamados a los testimonios superiores de la vida,
porque cristiano sin testimonio y espírita sin caridad
son adornos de la iglesia de la fe sin luminosidad y sin
razón.”15
“Vuestros testimonios serán más severos de lo que
los de aquellos pioneros del pasado. Ellos daban la vida
en un momento. Vosotros tenéis que donarla, por momentos
sucesivos, en los cuales os desgastaréis, lentamente,
cual combustible que, atendiendo a la lámpada que
derrama claridad, también se consume. Os consumí,
iluminando las conciencias con el mensaje espírita.”16 (*)
“Son inevitables, en este momento, los dolores
superlativos, los desasosiegos de ancho porte, las
dificultades-desafío (...)
Que dentro de nosotros vibre el pensamiento de Cristo, y
actúe a través de nuestra conducta la belleza del
mensaje espírita que, en breve, modificará el
pensamiento en la Tierra y expulsará, por definitivo, la
guerra, el miedo, la insatisfacción, generados por el
egoísmo, que cederá el paso al altruísmo, que Jesús nos
ofreció en la lección sacrosanta de la caridad (...)
“Son inevitables las pruebas que redimirán deudas
cármicas colectivas en abierto, pero que franquearán,
por igual, nuevos horizontes de madurez espiritual de
nuestro pueblo, con vistas al futuro.
Sin cualquier antevisión catastrófica, de resto
injustificables,
debemos preparar nuestra resistencia moral, para la
defensa de nuestro propio equilibrio(...).”17 (*)
Sin cualquier antevisión catastrófica, de resto
injustificables, debemos preparar nuestra resistencia
moral,
“Amanece un día nuevo!
Las sombras tenebrosas que vienen permaneciendo sobre la
Humanidad ceden lugar a la claridad del día que surge.
(...)
El Espiritismo logrará la renovación de la Sociedad,
implantando el Primado del Amor, y sois vosotros, mis
hijos, que deberéis hacerlo a contribución, a veces, de
la lágrima, de la soledad y del silencio, no asintiendo
con el crimen, ni coniviendo con el error, sea cuál sea
la justificación que aparezca como conciliadora.”18
“Una onda de sufrimientos barre la Tierra y el hombre
llora. La muerte lo amenaza. En vano, él se pregunta:
¿qué es la vida) (...)
Vosotros hábeis solicitado el permiso divino para
renacer, sembrando esperanza y luz. Vosotros rogastéis
el permiso de reencarnar para ofrecer a la Humanidad los
requisitos para un Mundo Mejor... Y el mundo espiritual
os ha atendido. Este es vuestro momento de servir.”19 (*)
“Evitad la discórdia; superad las dificultades de
interpretación; olvidad las antipatias, las diferencias
de naturaleza afectiva.
Si no fuérais capaces de amaros, en el mismo ideal,
¿cómo podréis programar amor a aquellos que no
concuerdan com vosotros? (...)”19 (...)
*
Los buenos Espíritus no ocultan dificultades y
sufrimientos, sobre todo a partir de las dos grandes
guerras mundiales. Atravesadas de aliento, de consuelo,
reunimos aquí trechos de algunos Mensajes de Esperanza,
para un tiempo de dolores extremos. Nos invitan a la
comprensión del Espíritu del Evangelio; a su vivencia y
predicación; al trabajo, para que otros tantos, de los
dos Planos de la Vida, se renueven moralmente, y
permanezcan en este orbe.
*
Aún después que pasara la gran tempestad, el corazón
augusto de Cristo sangrará de dolor, porque no será sin
una profunda y divina melancolía que verá partir, para
rudos exilios reeducativos, los ahijados ingratos y
rebeldes que no le quisieron aceptar la dulce
protección...”21 (*)
“La regeneración de la Humanidad, por lo tanto, no exige
absolutamente la renovación integral de los Espíritus:
basta una modificación en sus disposiciones morales. Esa
modificación se opera en todos cuantos le están
predispuestos, desde que sean subtraídos a la influencia
perniciosa del mundo.”22 (*)
Nuestro deber máximo es el de adherir, conscientemente,
al programa del Evangelio de Jesús, divulgando Su
mensaje de Amor, incansablemente, para que el mayor
número de almas pueda comprenderla y convertirse
sinceramente, pues “El Reino de Dios será instalado,
finalmente, más pronto de lo que parece, en este mundo.”23 (*)
¡No hay que temer, sino la indiferencia y la ociosidade!
Tenemos la certeza de los cambios, hace dos mil años
anunciados! Amor y Misericórdia seguirán también los que
partan para mundos primitivos. No hay porque
inquietarse, en una o en otra alternativa.
La Tierra es la gran barca que, aparentemente, amenaza
sozobrar, en medio de las tempestades, ¡pero Jesús es el
timonero, que vela por todos y bien sabemos que a Él
hasta los vientos obedecen! ¡Trabajar, servir, amar,
confiar y atender al mando del Amigo Celeste!
He ahí el apelo de la Federación Espírita Brasileña:
“La gran crisis, por lo tanto, es inevitable. Ella es,
en verdad, el gran remedio contra los males que infestan
la humanidad. Y los espíritas, por todo lo que ya
comprenden, y por lo mucho que ya recibieron, deben
prepararse, sin pánico y
sin dejarse impresionar con los arrebatos de los
presagios catastróficos, para ser los focos de
sustentación del equilibrio emocional de la humanidad,
delante de la profunda transición que se aproxima.”24
!Y, por fin, tal como Jonas, aprendamos a confiar en el
Amor y la Misericordia inconmensurable de Dios, nuestro
Padre!