Especial

por Gebaldo José de Sousa

Mensajes de esperanza: para tiempo de dolores

Entonces enseñaréis a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti.” SI 51-13).


Sobre los tiempos en que ahora vivimos, oígamos a Allan Kardec:

“No es racional se suponga que Dios destruya el mundo precisamente cuando él entre en el camino del progreso moral, por la práctica de las enseñanzas evangélicas. Nada, de hecho, en las palabras de Cristo, indica una destrucción universal que, en tales condiciones, no se justificaria.

Debiendo la práctica general del Evangelio determinar gran mejora en el estado moral de los hombres, ella, por eso mismo, traerá el reinado del bien y acarreará la caída del mal. Es, pues, el fin del mundo viejo, del mundo gobernado por los prejuicios, por el orgullo, por el egoísmo, por la incredulidad, por la codicia, por todas las pasiones pecaminosas, que Cristo aludía, al decir: ‘Cuando el Evangelio sea predicado por toda la Tierra, entonces es que vendrá el fin.”1(Cursiva del original).

Falsas “profecías” que llegan al límites de lo inverosímil o del ridículo son acogidas con mucha credulidad y temor, por varias corrientes religiosas, sin el bueno sentido de identificar el incuestionable desequilibrio mental de aquellos que la “recibieron”, atribuyéndolas a Entidades Espirituales que merecen nuestro absoluto respeto.

Otros, por ingenuidad o ignorancia, o para atender propósitos excusables, las propagan, por todos los medios. No se excluyen, entre unos y otros, integrantes del Movimiento Espírita. Revelan, así, cuan desconocida es la Doctrina Espírita y como abdican de las facultades de razonar y de estudiarla. Mezclan, de buena fe o descuidados, profecías fidedignas con teorías; añaden sus conclusiones apresuradas o distorsionadas y las divulgan, sin medir consecuencias dañinas a las mentes inmaduras que las recibirán, en ellas creyendo piamente, y por ellas llevadas al desaliento, a la desesperanza.

Nos dice Francisco Cândido Xavier:

“P - El célebre Nostradamus señala los meses de julio y octubre de 1999 cómo siendo los del periodo final del tiempo que estamos atravesando. Y predice para esa época inmensos cataclismos y calamidades sociales. ¿Nostradamus debe ser tenido en serio? R - Con respecto a las profecías de Nostradamus que, de hecho, debemos estudiar con el mayor respeto al mensajero humano de los vaticínios conocidos, nos pide Emmanuel para leer con meditación el Libro de Jonas, en el Antiguo Testamento.” 2

He ahí síntesis de ese Libro: el Señor le recomendó ir “a la gran ciudad de Nínive, y clamar contra ella, porque su malicia subió hasta mí.”

Para Huirle a los designios, él se dirige, en un navío, para Társis, “lejos de la presencia del Señor.”

Lanzado al mar, después de peripécias vividas en el navío, es tragado por un gran pez que, al tercer día – tiempo para él de angustias y plegarias – lo vomita en la tierra. Jonas por fin obedece al Señor y predica a los ninivitas, diciéndoles que su ciudad sería subvertida. Sus habitantes y hasta el Rey se convierten, ayunando y haciendo penitencias. El Señor, por compasión y para desesperación del orgullo de Jonas, suspende el castigo.

El Señor requiere nuestra conversión a sus Leyes, pues “(...) no es de la voluntad de vuestro Padre celeste que perezca un sólo de estos pequeñitos.” Jesús (Mt 18:14).

También “los Espíritus del Señor” se manifestarán a lo largo del tiempo, especialmente em el Siglo XX, previniéndonos:

“(...) La escória espiritual, constituida por los ciegos y sordos voluntarios, será exiliada, como raza de seres decaídos, porque no más la sed maldita de oro predominará entre los hombres y una fraternidad cristiana se implantará, bajo una sólo bandera de paz.

Los Espíritus propuestos a esa gran obra de adelantamiento moral del planeta ya se hallan colocados, entre las sombras de la carne, para amparar a los débiles y liberar los oprimidos, en la realización de las promesas evangélicas, y para sostener a las almas combalidas nos “ays” del Apocalipse (...)

Jesús presidió y presidirá todas las transformaciones del planeta y lo que se hace menester es que los identifiquéis con Él. Para ese trabajo superior y dignificante, tenéis el Evangelio (...)

Orad y vigilad; pero, sobre todo, amad mucho; aguardad sin desánimo y sin impaciencia la hora que se aproxima. Sed los verdaderos trabajadores de la Siembra divina. (...)

Reconoceréis a sus miembros no a través de sus palabras, sino a través de sus actos.”3

“De las transiciones dolorosas y rudas que caracterizan el actual periodo evolutivo de la humanidad, el mundo renacerá mejor para Jesús, (...)

La hora es de dolor, pero es también de iluminación para el mundo que se pierde,menguando la humanidad.”4

“En el torbellino de las horas que pasan, en la antecámara de las visiones dantescas que se aproximan, en el territorio de las lavas de sangre y de lágrimas que se derraman y se derramarán sobre la Tierra entera, cabe a Brasil y, principalmente, al Taller de Ismael, prepararse desde ya para recibir a los millones que aportarán de forma abrupta sus puertas.”5

“(...) El segundo toque ya fue asestado; los ángeles de los Cielos parten en todas las direcciones, bajados del Infinito, para erguir los corazones caídos en la tibieza de las costumbres (...)

Irradiad, hermanos, vuestro amor, irradiad incansablemente las enseñanzas del Maestro, para que el corazón del planeta pueda sostener todo el orbe que se asemeja a un cuerpo enfermo necesitado de nueva sangre.”6

“Delante de la imposibilidad de evitar, a esta altura, la eclosión de formidables tempestades magnéticas, purificadoras de la atmósfera psicofísica de nuestro orbe, los cuadros angustiosos que vislumbramos, en términos de un futuro próximo, hacen prever densas lluvias de lágrimas, exigiendo piedad cristiana, fortaleza de ánimo y perfeccionado amor fraternal, para que las bases de la civilización no sean alcanzadas por el fragor de la desesperación o por los torrentes de la iniquidad (...)

Al tiempo en que se despiden del mundo visible los grandes trabajadores de la preparación, y entran en acción los misioneros del socorro y de la resistencia, los precursores de los tiempos nuevos visten las respectivas túnicas de carne, para el trabajo de la gran reconstrucción, desde ya programada para los albores del próximo milenio.”7

Sabéis (...) que el plano divino de la evolución tendrá que cumplirse, con los hombres y a pesar de los hombres, y que nada, ni nadie, conseguirá impedir que nuestro pequeño, pero no insignificante orbe terráqueo, se transforme, en el debido tiempo, de mundo de pruebas y expiaciones, en mundo regenerado. Los tiempos previstos ya llegaron y las señales anunciadas son evidentes, a las vistas de quienquiera que vea, aunque poco, con la visión del espíritu (...).”8

“Ismael, en plegaria, ruega al Divino Señor que bendiga sus coadyuvadores en el compromiso por Él asumido de la divulgación del Evangelio y como de peso vital su integración dentro de los corazones, a fin de no sucumbir delante de las horas difíciles que sacudirán el planeta para sacudir a los rebeldes, cuando los escogidos serán preservados para que la luz pueda continuar iluminando el camino de redención.”9

“Se delinearán porvenires de bendiciones delante de nosotros, no obstante las dificultades y los problemas del presente (...)

Es indispensable llevar hasta al fin los objetivos superiores del mensaje espírita, en este momento de convulsión y de lucha que se abate sobre la Tierra.”10

“Aquellos pueblos sufridos e idealistas, que experimentarán, mucho en breve, el fuego terrible de las supremas pruebas, merecen y necesitan recibir, con urgencia, el socorro del Nuevo Mensaje del Maestro Inmortal.11

“De repente, se abren las compuertas de las contensiones habituales y los valles infernales, rasgados por el poder del permiso de lo Más Alto, dan acceso a la luz del día, en la superficie de la Superficie Planetaria, a todos los que se escondieron en los abismos.

Entonces, un caos aparente parece, a los más tímidos, amenazar la estabilidad de la Civilización y llenar el mundo de sombras.”12 (*)

“Mensajeros de gran porte, provenidos de las esferas superiores, se encuentran prestos a reencarnar en esta tierra varonil, para apresurar la difusión y concreción del reinado de la Regeneración.

De Egipto a la India, de Roma a China, de Caldea a Babilonia regresan al Planeta sus hijos mayores, para ofrecer en la Pátria del Evangelio sus vidas y experiencias milenárias.”13 (*)

“Calmémonos (...) y sigamos en nuestras tareas, en la certeza de que las dificultades surgen como factores previstos y necesarios para nuestro enriquecimiento personal y para la grandeza mayor de la Obra del Señor, ya que lidiamos en un mundo en doloroso proceso de transformación redentora, em esta noche tormentosa de maldad y de dolor, que antecede al día esplendoroso que va a amanecer.”14 (*)

Alegraos por vivir estos días; os sentí felices por ser llamados a los testimonios superiores de la vida, porque cristiano sin testimonio y espírita sin caridad son adornos de la iglesia de la fe sin luminosidad y sin razón.”15

Vuestros testimonios serán más severos de lo que los de aquellos pioneros del pasado. Ellos daban la vida en un momento. Vosotros tenéis que donarla, por momentos sucesivos, en los cuales os desgastaréis, lentamente, cual  combustible que, atendiendo a la lámpada que derrama claridad, también se consume. Os consumí, iluminando las conciencias con el mensaje espírita.”16 (*)

“Son inevitables, en este momento, los dolores superlativos, los desasosiegos de ancho porte, las dificultades-desafío (...)

Que dentro de nosotros vibre el pensamiento de Cristo, y actúe a través de nuestra conducta la belleza del mensaje espírita que, en breve, modificará el pensamiento en la Tierra y expulsará, por definitivo, la guerra, el miedo, la insatisfacción, generados por el egoísmo, que cederá el paso al altruísmo, que Jesús nos ofreció en la lección sacrosanta de la caridad (...)

Son inevitables las pruebas que redimirán deudas cármicas colectivas en abierto, pero que franquearán, por igual, nuevos horizontes de madurez espiritual de nuestro pueblo, con vistas al futuro.

Sin cualquier antevisión catastrófica, de resto injustificables, debemos preparar nuestra resistencia moral, para la defensa de nuestro propio equilibrio(...).”17 (*)

Sin cualquier antevisión catastrófica, de resto injustificables, debemos preparar nuestra resistencia moral,

“Amanece un día nuevo!

Las sombras tenebrosas que vienen permaneciendo sobre la Humanidad ceden lugar a la claridad del día que surge. (...)

El Espiritismo logrará la renovación de la Sociedad, implantando el Primado del Amor, y sois vosotros, mis hijos, que deberéis hacerlo a contribución, a veces, de la lágrima, de la soledad y del silencio, no asintiendo con el crimen, ni coniviendo con el error, sea cuál sea la justificación que aparezca como conciliadora.”18

“Una onda de sufrimientos barre la Tierra y el hombre llora. La muerte lo amenaza. En vano, él se pregunta: ¿qué es la vida) (...)

Vosotros hábeis solicitado el permiso divino para renacer, sembrando esperanza y luz. Vosotros rogastéis el permiso de reencarnar para ofrecer a la Humanidad los requisitos para un Mundo Mejor... Y el mundo espiritual os ha atendido. Este es vuestro momento de servir.”19 (*)

“Evitad la discórdia; superad las dificultades de interpretación; olvidad las antipatias, las diferencias de naturaleza afectiva.

Si no fuérais capaces de amaros, en el mismo ideal, ¿cómo podréis programar amor a aquellos que no concuerdan com vosotros? (...)”19 (...) *

Los buenos Espíritus no ocultan dificultades y sufrimientos, sobre todo a partir de las dos grandes guerras mundiales. Atravesadas de aliento, de consuelo, reunimos aquí trechos de algunos Mensajes de Esperanza, para un tiempo de dolores extremos. Nos invitan a la comprensión del Espíritu del Evangelio; a su vivencia y predicación; al trabajo, para que otros tantos, de los dos Planos de la Vida, se renueven moralmente, y permanezcan en este orbe.

*

Aún después que pasara la gran tempestad, el corazón augusto de Cristo sangrará de dolor, porque no será sin una profunda y divina melancolía que verá partir, para rudos exilios reeducativos, los ahijados ingratos y rebeldes que no le quisieron aceptar la dulce protección...”21 (*)

“La regeneración de la Humanidad, por lo tanto, no exige absolutamente la renovación integral de los Espíritus: basta una modificación en sus disposiciones morales. Esa modificación se opera en todos cuantos le están predispuestos, desde que sean subtraídos a la influencia perniciosa del mundo.”22 (*)

Nuestro deber máximo es el de adherir, conscientemente, al programa del Evangelio de Jesús, divulgando Su mensaje de Amor, incansablemente, para que el mayor número de almas pueda comprenderla y convertirse sinceramente, pues “El Reino de Dios será instalado, finalmente, más pronto de lo que parece, en este mundo.”23 (*)

¡No hay que temer, sino la indiferencia y la ociosidade! Tenemos la certeza de los cambios, hace dos mil años anunciados! Amor y Misericórdia seguirán también los que partan para mundos primitivos. No hay porque inquietarse, en una o en otra alternativa.

La Tierra es la gran barca que, aparentemente, amenaza sozobrar, en medio de las tempestades, ¡pero Jesús es el timonero, que vela por todos y bien sabemos que a Él hasta los vientos obedecen! ¡Trabajar, servir, amar, confiar y atender al mando del Amigo Celeste!

He ahí el apelo de la Federación Espírita Brasileña:

“La gran crisis, por lo tanto, es inevitable. Ella es, en verdad, el gran remedio contra los males que infestan la humanidad. Y los espíritas, por todo lo que ya comprenden, y por lo mucho que ya recibieron, deben prepararse, sin pánico y sin dejarse impresionar con los arrebatos de los presagios catastróficos, para ser los focos de sustentación del equilibrio emocional de la humanidad, delante de la profunda transición que se aproxima.”24

!Y, por fin, tal como Jonas, aprendamos a confiar en el Amor y la Misericordia inconmensurable de Dios, nuestro Padre!

 


Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita