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El autor de Renovando Corazones habla sobre la
propuesta de la obra |
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Espírita desde el 2002, natural esperando Espera Feliz
(MG), donde también reside, nuestro entrevistado se
graduó en Letras, postgraduado en Psicopedagogía, con
formación en el área de la Psicoterapia Holística y
Transpersonal. Psicopedagogo y Terapeuta, está vinculado
a la Sociedad Espírita Paz, Amor y Caridad, en la misma
ciudad, siendo miembro del Consejo Deliberativo y
dirigente del Grupo de Estudio del Evangelio de la
institución.
Lo entrevistamos sobre uno de sus libros, Renovando
Corazones – El poder del afecto en la Casa Espírita,una
obra con una propuesta definida, que en síntesis el
lector conocerá en las respuestas de abajo.
¿Cuántos libros ha escrito y cuantos han sido
publicados? ¿Podría citar algunos que considere los más
especiales?
Son veinte libros. En el 2018 publiqué mi decimonoveno
trabajo. El vigésimo deberá ser publicado en el 2019. Me
gustan todos mis libros, cada uno tiene su historia, su
“alma”, su contenido específico… pero destacaría los
libros Fe y Razón, Calidad de Vida y
Autoconocimiento, Libérese de su Mente, Aceleración
Mental - y el que lancé en el 2018.
¿Cómo se autodefiniría como autor?
Como autor me considero, al mismo tiempo, un
investigador y un amante del alma humana. Investigo y
escribo sobre lo que más amo, el Ser en su amplitud
mental, afectiva y espiritual. Hay viajes fantásticos en
el mundo transitorio de las formas, pero nada se compara
con los viajes que podemos lograr en nuestro universo
interior...
¿Cuál es el título de su libro publicado en el 2018 y su
tema central?
Se titula Renovando corazones – El poder del afecto
en la Casa Espírita y fue publicado por la editora
Vivaluz, de Atibaia, São Paulo, que lo acogió con gran
celo y cariño, ofreciendo las mejores condiciones para
que pudiera "salir a la luz". Es un libro-propuesta,
porque aporta reflexiones y orientaciones sobre el
desarrollo de la afectividad. Vivimos tiempos graves de
gran aridez afectiva en la convivencia humana. Nuestro
libro es una propuesta muy objetiva para ampliar el
afecto y el amor en nosotros y en nuestras relaciones
con el prójimo y el mundo a través del autoconocimiento
y la comunicación.
¿Es un libro solamente para espíritas?
No. Aunque presenta una propuesta muy objetiva para los
trabajadores espíritas, también aporta varios textos
reflexivos que ayudarán a las personas a auto conocerse
y cualificar sus vidas en el campo familiar y social.
Todos necesitamos desarrollar un "escuchar" y un
"hablar" afectivos para relacionarnos mejor con nuestros
compañeros, y este libro presenta directrices seguras en
este sentido.
¿Cómo nació la idea de este libro?
Partiendo de una
experiencia concreta con compañeros de un grupo de
estudio que coordino desde hace catorce años en la
Sociedad Espírita Paz, Amor y Caridad de Espera Feliz,
en Minas Gerais. Decidí reunirme con catorce
trabajadores de ese grupo mensualmente para compartir
sobre nosotros mismos, nuestros desafíos existenciales,
nuestras dificultades evolutivas y también nuestras
conquistas y superaciones... Surgió entonces un Grupo
Fraterno de Espiritualidad - el GFE-Chico Xavier-,
despertando en mí la idea de escribir Renovando
Corazones. Nuestros resultados emocionales y
espirituales son tan valiosos que realmente no podía
guardar esta idea solo para nosotros...
¿Podria citar el título de algunos capítulos de la obra?
Claro. Algunos capítulos muy interesantes son: La
Afectividad y la Espiritualidad, Estudiando la
afectividad, El camino del autoconocimiento,
Autoconocimiento y reforma íntima, Más que instruir
educar, El Hablar Sana, Saber Escuchar, El valor de la
oración, Revitalizar el Solidaridad, Religiosidad sin
amor, El Maestro del afecto y El peligro de la normose.
¿Podría presentar algún fragmento del libro?
Sí. Este es un fragmento que me gusta mucho, del
capítulo SABER ESCUCHAR:
"Delante de los que nos hablan, necesitamos aprender a
silenciar la mente charlatana para ser más acogedores y
verdaderamente afectivos. No saber escuchar es casi
siempre una señal de que estamos más interesados en
presentar "nuestra verdad" que en acoger las almas de
nuestros hermanos, lo que representa una cierta falta de
elegancia espiritual y la necesidad de autoafirmación.
Necesitamos aprender a vivir con más atención y cuidado
en relación a aquellos que viven con nosotros, que
sumergirnos en el flujo mental, en el torbellino de
pensamientos que nos envuelven como un río caudaloso que
corre en nuestro interior. Casi siempre nos ahogamos en
el río de pensamientos y emociones desalineadas,
distanciados de la vida real. Nuestros miedos, recelos e
inseguridades son mucho más mentales que reales. Nuestra
mente charlatana no nos permite acoger al mundo, recibir
la vida y escuchar el corazón de nuestros semejantes.
Nuestra mente agitada nos aprisiona dentro del cerebro,
enfriando nuestros corazones. Preguntémonos
constantemente si sabemos escuchar a nuestros hijos, a
nuestros compañeros, a nuestros padres y a nuestros
abuelos, a nuestros hermanos en la humanidad. Si
realmente podemos escuchar afectivamente a lo que cada
uno nos está diciendo, dando valor e importancia, o si
siempre estamos dominados por el ego, por nuestra propia
mente que siempre está interesada en "decir, proponer,
argumentar, convencer..." Tener a alguien que nos
escuche de verdad hace que elaboremos mejor nuestros
pensamientos, además de generar un bienestar singular,
un placer inusual. Algo muy incómodo es darse cuenta de
que quien nos está escuchando está impaciente, ansioso,
sin prestar atención a lo que hablamos. La necesidad de
ser escuchado es profundamente humana. Escuchar tiene el
poder de fortalecer los lazos afectivos, humanizándonos
aún más".
Sus palabras finales.
Estoy muy feliz por la oportunidad de esta entrevista y
por poder colaborar, aunque sea modestamente, en nuestra
bendita siembra... rogando a Jesús, el Maestro de la
Afectividad Sublime, ¡para bendiga nuestros sencillos
esfuerzos!