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Una mirada diferente sobre las aflicciones
humanas |
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Deusa Maria Samú (foto) natural de Piripiri (PI),
reside en
São
Paulo, capital.
Psicóloga clínica y hospitalaria, con posgrado en
Tanatología, es espírita desde 1990. Vinculada a la
institución Seara Bendita, es expositora y coordinadora
de la Junta de Padres del Área de Infancia y la
Juventud. Conferencista muy solicitada, se ha
especializado en hablar sobre el luto, con el objetivo
de consolar a las familias. Sus respuestas en esta
entrevista abordan esta y otras preguntas pertinentes a
las aflicciones humanas.
¿Cómo se volvió espírita?
Me volví espírita en la década de 1990 cuando mi vecina
me prestó el libro “La Reencarnación de Perter Proud”,
un best seller de Max Ehrlich. Me quedé
fascinada, fui a estudiar y no paré jamás.
Y el gusto por la Psicología, ¿cómo fue?
El gusto por la Psicología fue accidental porque yo
quería Psiquiatría, pero como tenía que pasar todo el
día en la facultad, y tenía un bebé que cuidar, opté por
Psicología.
¿De dónde viene su interés por el luto, un tema
constante en sus enfoques?
El interés por el luto llegó después de la
desencarnación de mi segundo hijo, Rafael. Yo ya había
optado por el área del hospitalaria y quería mucho
mediar en la interacción entre el equipo médico y la
familia.
¿Qué hecho le llama más la atención en las aflicciones
humanas?
Lo que más me llama la atención en las aflicciones
humanas es la percepción de la falta de Dios en la vida
de las personas. Independientemente de la religión, ese
es un punto crucial.
En las atenciones profesionales e incluso en la atención
fraterna de la actividad espírita, ¿qué sobresale?
Atendiendo profesional o fraternalmente, lo que más
sobresale es la ausencia de "respuestas" en el discurso
de las personas en sufrimiento, que entiendo derive de
la ausencia de Dios.
¿Existe una manera eficaz de cambiar esta realidad
relacionada con las angustas humanas?
Para cambiar esta realidad pertinente a las angustias,
utilizo la pregunta 919 de El Libro de los Espíritus,
en la que aprendemos que el autoconocimiento es la
mejor opción. Comprender nuestra identidad de espíritus
inmortales temporalmente en la carne es decisivo para
nosotros para perfeccionar nuestra actuación en el
mundo.
¿Cuál es su percepción del trabajo del movimiento
espírita en favor de las criaturas humanas que
frecuentan y participan en centros espíritas?
El desempeño del movimiento espírita es de crucial
importancia porque prepara a las personas para lidiar
mejor con los desafíos típicos de un planeta de pruebas
y expiaciones.
Si pudiese sugerir algo a los espíritas, ¿qué seria?
Mi sugerencia a los espíritas sería el estudio en
profundidad de la doctrina y también usaría la frase de
Emmanuel: "Hacer es la mejor manera de aconsejar". Por
lo tanto, practicar lo que se predica apunta hacia la
victoria de la coherencia.
De sus recuerdos, ¿qué hecho destacaría?
De mis recuerdos lo que destaca es la clara percepción
de la presencia de buenos espíritus que me inspiran a ir
mucho más allá de la técnica y acercarme a la dimensión
humana del hermano que me busca. No veo al “paciente”,
veo a un “hermano”.
¿Algo mas que le gustaría añadir?
Agrego aquí la necesidad de no "separar" nuestra fe y
los postulados de esta bendita doctrina de nuestra
práctica profesional. De lo contrario, debemos evitar la
"doble personalidad".
Sus palabras finales.
Mis palabras finales serían hablar de mi gratitud por
esta oportunidad y apelar a ustedes que leen mis
palabras: Concebir a Dios y asumir su identidad de
espíritu inmortal, vivenciando el Amor en todas las
oportunidades que se les presenta, es la mejor opción
que usted puede hacer hoy. La frase que más escucho
(atendiendo a pacientes terminales) es: "no alcanzó el
tiempo"; entonces, el tiempo es hoy, ahora.