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Cómo funciona y se
sostiene un trabajo social ejemplar |
Espírita desde su
nacimiento, Ariovaldo Cesar Junior (foto) es
oriundo de Piracicaba (SP) y reside desde 1980 en
Araraquara (SP). Con formación en Economía,
Administración de Empresas y Derecho, actualmente
jubilado, es fundador y actual presidente del Centro Espírita Eurípides
Barsanulfo, ubicado en las afueras de la ciudad donde
reside. La institución desarrolla un amplio trabajo
social, que es el tema principal de la entrevista que
amablemente nos concedió.
¿De dónde vino la idea de
construir el Centro Espírita en la periferia de la
ciudad?
Al igual que Jesús, que
vivía en la periferia de las ciudades, buscamos los
peores barrios de la ciudad para construir nuestra
propia sede, para ir al encuentro de los más
necesitados. En esa época había dos barrios más
peligrosos: Jardim São
Paulo y Aguas do Paiol. Como vivíamos en el barrio de
Santa Angelina, elegimos construir en Aguas do Paiol,
más cerca de nosotros.
¿Qué trabajos
desarrollaron allí?
El 1º de noviembre de
1994, hace 25 años, construimos el Centro Espírita Eurípides
Barsanulfo, un edificio de 400 m2, y comenzamos la Sopa
Fraterna los lunes y miércoles, con la distribución de
un litro de leche a los niños de cero a cinco años de
edad, corte de cabello los lunes, además de los trabajos
doctrinario y de evangelización, conferencias y pases,
según las enseñanzas de Jesús. Luego nos dimos cuenta de
que los jóvenes del barrio, carentes de todo, no tenían
condiciones para ingresar al mercado laboral. En
diciembre de 1999, en convenio con el SENAI,
implementamos el Proyecto Enseñar a Pescar, con el curso
de Electricista Residencial.
¿Funcionó ese trabajo?
Sí, debido a la gran
demanda, también implementamos el Curso de Hidráulica
dentro del Centro Espirita, y posteriormente, en 2005,
construimos al lado el edificio de la Escuela con 700
m2, inaugurando el Instituto Eurípides. Comenzamos con
10 cursos profesionales nocturnos, hoy tenemos 14
cursos, hemos formado a más de 5.000 jóvenes. Durante el
día 50 niños fueron recibidos en el turno después de la
escuela, y hoy tenemos más de 187 niños de 6 a 15 años
de edad, en el Proyecto Beija-Flor, con el objetivo de
sacarlos de las calles, ofreciendo meriendas, almuerzo y
diversos talleres edificantes, como bailes, deportes,
teatro, música, artes, refuerzo escolar, educación de
valores, etc.
¿Cómo va el trabajo
actualmente?
Incluso con los cursos
ofrecidos, constatamos la dificultad de los jóvenes de
la periferia para obtener su primer empleo y, en 2017,
implementamos el Proyecto Joven Aprendiz, para ayudarles
a entrar en el mercado laboral. Obtuvimos el registro en
el Ministerio de Trabajo en Brasilia y comenzamos la
lucha con las empresas, ofreciendo a nuestros jóvenes,
quienes, debidamente preparados, comenzaron a dar los
primeros pasos en una carrera profesional. Nuestro
objetivo es emplear a más de 300 jóvenes.
¿Cuáles son los recursos
para ello?
Hay que recordar que
todas nuestras actividades son estrictamente gratuitas,
nunca recibimos ningún tipo de ayuda gubernamental,
vivimos sólo de eventos, colaboradores y los beneficios
de la Facturación Paulista, a través de la donación
automática de cupones de impuestos. Para ampliar nuestra
fuente de recursos, comenzamos a vender maní, en cuatro
sabores, que se venden en tiendas y supermercados.
Sus palabras finales.
Agradecemos la
oportunidad de difundir nuestro trabajo e invitamos a
nuestros hermanos a ayudarnos en la donación automática
de cupones de impuestos. Para ello, basta con entrar al
sitio web de la Secretaría de Hacienda y digitar nuestro
CNPJ 00.977.115/0001-30.