La frase de arriba es de nuestra entrevistada,
Paola Asturiano Martins (foto), abogada
con posgrado de Derecho Previsional. Nacida en
Londrina (PR), donde reside, es - por el lado
materno - hija y nieta de espíritas y participa
desde niña en las actividades del Centro
Espírita Nosso Lar, donde coordinó durante
cuatro años el Departamento de Infancia y
Juventud (DIJ) y hoy colabora como
evangelizadora. Actual coordinadora del Ala
Joven Nosso Lar, un grupo de jóvenes que se
centra en el estudio del Espiritismo y la
práctica de la caridad, mantiene desde 2018 un instablog titulado
Canal Visão Espírita,
en el que divulga eventos, contenidos y temas
pertinentes a la doctrina espírita.
Para contarnos su experiencia y
actuación como espírita, Paola nos concedió la
siguiente entrevista.
Cuéntenos sobre su experiencia con el
Espiritismo desde la infancia.
Siempre he vivido en el centro
espírita y, por lo tanto, asistí a la escuelita
de evangelización infanto-juvenil desde Jardín I
(2 y 3 años) hasta Juventud III (18 a 21 años).
Cuando terminé la evangelización, comencé a
ayudar como evangelizadora y nunca salí del DIJ.
Además, mi madre se convirtió en evangelizadora
porque yo era muy pequeña ¡y no quería estar
sola en la habitación!
¿Fue importante la
evangelización infantil en su vida?
¡Creo que fue esencial! Me di
cuenta aún más de la importancia de la
evangelización cuando pasé por la fase de la
adolescencia, en la que se producen muchas
transformaciones, tanto físicamente como en
nuestra propia vida. El Espiritismo sirve de
base para guiarnos en esos desafíos de la
juventud y creo que el hecho de que creamos en
la ley de causa y efecto y en la reencarnación
nos da una gran responsabilidad para pensar diez
veces antes de hacer algo. Por eso amo tanto la
evangelización y trato siempre de predicar su
importancia en la formación del ser.
En las actividades del centro
espírita, ¿qué es lo que más le llamó la
atención?
Soy intuitiva para hablar, pero
la verdad es que amo la evangelización. La
considero la actividad más alegre dentro del
centro espírita, debido a los niños y jóvenes, y
al mismo tiempo la más primordial, porque tiene
como objetivo ayudar en la formación del ser
hombre de bien. También me gustan los estudios.
Participo en el Ala Juvenil, que cuenta con un
grupo de estudios que recibe a personas de todas
las edades y en el que estudiamos y debatimos
juntos, de una manera muy informal y muy
productiva.
¿Qué libros espíritas
considera indispensables para aquellos que están
empezando en el Espiritismo?
Sin duda, todo espírita,
principiante o no, debe leer siempre las obras
básicas, especialmente El Libro de los
Espíritus y El Evangelio según el
Espiritismo. Pero también creo que son
fundamentales: la serie André Luiz: la vida en
el mundo espiritual, la serie de novelas de
Emmanuel y la serie psicológica de Joanna de
Angelis. Confieso que todavía no he leído todas
esas obras, pero por lo que ya he leído y por
lo que hablan, son muy ricas en contenido
espírita.
¿Cómo concilia el trabajo
espírita con su formación profesional?
Creo que es increíble, porque
como abogada leo, escribo y razono todo el
tiempo y con la doctrina espirita ¡no es
diferente! Me encanta leer y conversar sobre
Espiritismo. Para mí no hay manera de que exista
una fe que no sea razonada. Entonces, puedo
conciliar muy bien mi profesión con el
Espiritismo y siento que una ayuda y complementa
al otro.
Siendo todavía tan joven,
¿cuál es su perspectiva y visión de la doctrina
y el movimiento espírita, frente al futuro?
Creo que el movimiento espírita
tiene todo para fortalecerse y crecer cada vez
más. Creo mucho en los jóvenes y en las nuevas
generaciones, porque estos nuevos espíritus
están viniendo con un corazón más afectuoso y
una cabeza más abierta, menos prejuiciosos y más
contestadores también, lo que da un impulso en
la divulgación de la doctrina. A veces, sin
embargo, me preocupo por las generaciones más
antiguas e incluso actuales, porque a menudo no
dan tanto espacio a los jóvenes y a los niños
dentro del centro espírita, lo que termina por
alejarlos y en la disminución del movimiento.
¿Qué le parece el movimiento
espírita en Londrina?
El movimiento espírita es fuerte
en nuestra ciudad. Y lo que más me llama la
atención son las actividades caritativas. Hay
muchas opciones en Londrina para practicar la
caridad, una acción más hermosa que la otra.
También me gusta la participación hecha
seriamente con las Federaciones estatal y
nacional. Todo está muy organizado, planeado, la
gente trabaja y se dedica mucho a la realización
de grandes eventos. Es hermoso ver y participar
en estos eventos, y aún más sentir toda la
energía del movimiento espírita de Paraná y de
Brasil, lo que me da fuerzas para permanecer
cada vez más comprometida en el Siembra del
Maestro.
¿Cuáles son los mayores
desafíos que el joven espírita encuentra frente
a las ofertas del mundo?
Creo que el mayor
desafío es su conflicto interno de sentir y
querer hacer ciertas cosas, pero al mismo tiempo
tener miedo y conocer sus responsabilidades,
consciente de que cosechará las consecuencias
más tarde. El Espiritismo nos proporciona
conocimiento y claridad para discernir las situaciones,
pero con ello nos trae mucha responsabilidad.
De sus experiencias
doctrinarias, ¿qué le gustaría destacar al
lector?
Mis mejores experiencias han
sido y continúan siendo los encuentros de
jóvenes. Tuve la oportunidad de participar desde
los 11 años ¡y no dejé de
hacerlo nunca! Como participante sólo pude ir
hasta los 21 años, pero desde entonces participo
en los encuentros como trabajadora. El año
pasado tuve la increíble experiencia de
participar en el 1er CONBRAJE NACIONAL –
Confraternización Brasileña de Juventudes
Espíritas, que tuvo lugar en Brasilia (DF). En
este caso, la edad de los participantes era de
15 a 25 años, por lo que pude participar por
última vez. No puedo expresar con palabras cómo
fue ese encuentro; sólo sé que fue un
intercambio inexplicable de aprendizajes y
experiencias típicas de cada Estado de este
Brasil, ¡sin contar los nuevos lazos de amistad
creados! ¡Sólo participando para sentir! Este
año terminé mis 15 años seguidos del Encuentro
de jóvenes en el feriado del carnaval (antiguo
CONMEL - Confraternización de
Jóvenes Espíritas de Londrina y actual EJEN -
Encuentro de Jóvenes Espíritas del Inter-Norte)
y aunque no pueda participar todos los días del
evento, siempre siento la necesidad de trabajar
y ayudar al menos un poco. ¡Es una energía
incomparable! Además, creas lazos de amistad
fuertes e intensos para toda la vida.
En su opinión, ¿el joven es
bien aceptado como trabajador en las casas
espíritas?
Lamentablemente, no. Mientras
que la gente dice que quiere dar espacio al
joven, en la práctica terminan por no dar ningún
espacio. Por lo general, las personas asocian al
joven con un asistente/ayudante de alguna
actividad, pero casi nunca como un trabajador.
Creo que los dirigentes mayores todavía tienen
la impresión de que los jóvenes necesitan
aprender más para desarrollar ciertas funciones
y actividades, lo cual no es cierto. Creo que
esto sólo cambiará cuando haya un cambio en la
mentalidad de las personas mayores, así como si
hubiera un despertar de la preocupación sobre el
futuro del centro espírita y de la doctrina
espírita. ¡Pero depende de cada uno! Mientras
tanto, el joven debe continuar haciendo su parte
y persistir en el trabajo.
Si pudiera decir algo a los
jóvenes lectores que considere esencial para una
buena experiencia cristiana, ¿qué diría?
Para toda y cualquier vivencia y
convivencia, el respeto es fundamental. Por
supuesto, las diferentes generaciones pueden
tener opiniones divergentes, lo cual es normal,
pero tenemos que saber respetarnos unos a otros,
porque sin respeto nada ocurre y nada sigue
adelante. Además, es bueno recordar que el
respeto es la base del amor, es decir, para
poder amarnos en el futuro.
¿Algo más que quiera añadir?
Quisiera subrayar la importancia
de la evangelización en la formación del ser,
junto con la educación dada por los padres. Es
esencial crecer con estas dos bases bien
fortalecidas: la educación de los padres y la
religiosidad. A los jóvenes me gustaría pedirles
perseverancia para persistir en el camino del
bien y procurar permanecer fuertes dentro de la
doctrina espírita, porque esto les hará un
inmenso bien a sí mismos, a las personas a su
alrededor y a las generaciones venideras.
Sus palabras finales.
En primer lugar, me gustaría agradecer a mi
familia por introducirme desde este pequeña en
el Espiritismo y principalmente por ser firmes
en este propósito, ya sea manteniéndome durante
todos los años y fases de la vida dentro del
centro espírita, o dándome numerosos ejemplos de
conducta y disciplina dentro de la doctrina
espírita. Y, por último, me gustaría
agradecerles por la invitación de esta revista
por la cual tengo mucho cariño. Pocas personas
lo saben, pero me gusta leer y escribir desde
que era pequeña, y cuando estaba en la época de
tomar los exámenes de ingreso, incluso consideré
estudiar periodismo. Así que, hoy con el Canal Visão Espírita
y con las oportunidades que tuve en esta revista
para escribir algunos reportajes, me siento
completamente feliz de poder hacer las dos cosas
que me gustan mucho: escribir y divulgar el
Espiritismo. |