Lucas Sampaio (foto), natural de Santo
Antonio de Jesús (BA), pero que actualmente
reside en la ciudad de Salvador, tiene 40 años,
es casado y padre de un hijo. Trabaja
profesionalmente como abogado. Conoció la
doctrina espírita hace 20 años y luego se unió
al Telma (Teatro Espírita Leopoldo Machado)
fundado por el difunto investigador Carlos
Bernardo Loureiro, con quien desarrolló el
aprecio por la investigación. Y fue este gusto
por la investigación lo que hizo que Lucas
viajara a tierras francesas para investigar
documentos relacionados con las obras de Kardec,
más precisamente los libros "La Génesis" y "El
Cielo y el Infierno", y que ahora ha dado vida
al libro "Ni cielo ni infierno – Las leyes del
alma según el Espiritismo".
En la entrevista que amablemente
nos concedió, nos habla de su libro, escrito en
colaboración con Paulo Henrique Figueiredo, y el
trabajo de búsqueda e investigación que
involucró todo el proyecto.
¿Cómo conoció el Espiritismo?
A la edad de 20 años, me dieron
de regalo un libro sobre terapia de vidas
pasadas que mostraba la reencarnación como una
propuesta lógica y justa para explicar las
complejidades de la vida. Hablé con una amiga
espírita, que me recomendó leer las obras de
Kardec, lo cual hice mientras vivía en el
extranjero. Cuando regresé a Brasil, después de
pasar por varias instituciones, conocí a Carlos
Bernardo Loureiro, quien me presentó la doctrina
de una manera profundamente fiel a Kardec.
Usted es colaborador de Telma
(Teatro Espírita Leopoldo Machado), que fue
fundado por el investigador Carlos Bernardo
Loureiro. ¿Convivió con él? ¿Tiene alguna
experiencia interesante que le gustaría narrar a
nuestros lectores?
Conviví 4 años muy intensos con
Bernardo, que era un espírita polivalente e
incansable. Fui influenciado por su visión como
investigador, ya sea en contacto directo con los
espíritus o en el estudio del Espiritismo,
incluyendo las desviaciones doctrinarias contra
las cuales él se posicionaba de manera muy
firme. Aunque fueran asuntos serios, su
personalidad irreverente lograba hacer
divertidos diversos momentos en los que trabajó
por la doctrina. También fueron muy interesantes
las reuniones del Círculo de Investigación
Ambroise Paré, en las que analizamos a diversos
médiums y estudiamos distintos fenómenos.
Estamos viviendo, me parece,
nuevos tiempos en lo que se refiere al
Espiritismo. Mucho material nuevo de Kardec está
llegando al conocimiento del público y trayendo,
si podemos decirlo, una nueva mirada a la obra
de Kardec. ¿Cómo ve estos hallazgos, el proyecto
Cartas de Kardec y los manuscritos que ya están
disponibles para el público?
Es un momento muy especial,
porque ahora podemos descubrir, a través de
documentos entre bastidores, las luchas que el
profesor Rivail y el Espiritismo pasaron para
superar los ataques de los dogmáticos y afirmar
la esencia liberal y progresista de la doctrina.
Estos hechos nos ayudan a comprender la realidad
actual, porque, influenciado por las
adulteraciones, el mismo dogmatismo todavía se
resiste, aunque hay un movimiento irresistible
para buscar la comprensión de la verdadera moral
de la doctrina, que es la autónoma, según las
nuevas y definitivas evidencias que surgieron.
Kardec previó que, después de un período
religioso, el Espiritismo viviría un período
intermedio antes de la fase de regeneración
social. Dada la cantidad de hechos
significativos que están ocurriendo y
permitiendo la recuperación de la doctrina
original, podemos decir que este es un período
de restablecimiento que devolverá al Espiritismo
su verdadera fuerza, permitiéndole contribuir a
la regeneración social.
Sigamos abordando las
noticias sobre la vida de Kardec. Usted está
lanzando junto con Paulo Henrique de Figueiredo
un libro que toca estos puntos. ¿Puede contarnos
un poco sobre la obra?
Nuestro trabajo contó con la
participación de muchos colaboradores
desinteresados y es el fruto de la investigación
en documentos inéditos que obtuvimos a través
del Centro de Documentación y Obras Raras de la
Fundación Espírita André Luiz (CDOR-FEAL) y
durante un viaje que hice a París para
investigar la sospecha de adulteración de la
obra El Cielo y el Infierno, de Kardec.
Además de confirmar la adulteración, la
investigación demostró las intrigas de los
dogmáticos, que dieron como resultado un golpe
cometido contra el Espiritismo, lo que permitió
que las adulteraciones sucedieran, con la
gravísima sustitución de la moral autónoma y
liberadora del Espiritismo por la heteronomía
dogmática de las religiones ancestrales,
engañando a los espíritas de buena fe durante
150 años. El restablecimiento de los textos
originales, asociado a los recientes
descubrimientos presentados anteriormente por
Paulo Henrique, nos abre nuevos y auspiciosos
horizontes para una mejor comprensión de la
doctrina.
¿Qué destaca como lo más
importante en esta obra que está lanzando con
Paulo Henrique de Figueiredo?
Sin duda, el aspecto más
relevante en este trabajo es la recuperación de
los textos originales de Kardec, que nos fueron
ocultados por las adulteraciones y ahora
confirman definitivamente que la moral espírita
es esencialmente autónoma, como Pablo Henrique
había propuesto en 2016, al publicar la obra Revolución
Espírita. Es exactamente aquí donde reside
la fuerza emancipadora de la doctrina espírita,
apoyada sobre la innovadora metafísica
experimental que diferencia su moral científica
de los sistemas, que son meramente humanos y dan
lugar a todo tipo de dogmas que legitiman los
sufrimientos, los privilegios y las estructuras
injustas de dominación social. Por ello, hicimos
y presentamos al lector un estudio especial
sobre la teoría moral, las expresiones
resignificadas por Kardec y los dos capítulos
más importantes que fueron adulterados.
Toda la investigación histórica
y jurídica del libro, sobre numerosos
manuscritos y otros documentos, llegan en apoyo
a la cuestión doctrinaria, porque evidencian,
por documentos tras bambalinas, cómo los dogmas
y los dogmáticos, como Pezzani y Roustaing,
estuvieron siempre al acecho, esperando
oportunidades para destruir las bases y la
unidad del Espiritismo y convertirlo en una
religión más. Son precisamente estos dogmas los
que surgen a escondidas en las obras
adulteradas, después de la muerte de Kardec, y
el golpe muy grave de la constitución de la
Sociedad Anónima del Espiritismo, que estamos
denunciando.
A partir de estos
descubrimientos y del trabajo que está
desarrollando, ¿considera que esto será un
divisor de aguas en el movimiento espírita?
Este gran movimiento del
restablecimiento, que parece ser un proyecto de
los espíritus, tiene la contribución de
numerosos espíritas desinteresados. Y
contribuyen a ello desde los fieles pioneros y
grandes investigadores como Canuto Abreu, Simoni
Privato y Paulo Henrique de Figueiredo, hasta
los espíritas que estudian para entender cada
vez más el significado y el alcance psicológico
y social de la revolucionaria moral autónoma del
Espiritismo, divulgándola y tratando de actuar
de acuerdo con ella. La conquista de la
autonomía es un trabajo que depende de cada uno
de nosotros. Nuestra cultura ha sufrido desde
hace siglos las consecuencias de los dogmas, que
también fueron implantados en el Espiritismo a
través de las desviaciones que están expuestas.
La diferencia es que ahora tenemos las mejores
herramientas doctrinarias y epistemológicas para
tomar conciencia de esta realidad, comprendiendo
las relaciones heterónomas del poder y
sustituyéndolas por el esclarecimiento y la
cooperación desinteresada.
Usted se refiere a la
adulteración de las obras de Kardec, sin
embargo, hay un ala en el movimiento espírita
que rechaza la adulteración y prefiere entender
sólo como alteración los cambios que se
hicieron. ¿Qué tiene que decirle a los que aún
no se han convencido? ¿Encontrarán ellos estas
respuestas en su libro?
Sí, como la adulteración es un
asunto jurídico, tuvimos el apoyo de mi colega
el Dr. Júlio Nogueira, un abogado especializado
en Derecho de Autor, quien escribió dos
artículos para el libro, confirmando las
adulteraciones. Este hecho incluso es admitido
en las instituciones espíritas de los países del
primer mundo, que restauraron las ediciones
originales de Kardec. Siempre hemos sostenido
que Kardec estaba haciendo modificaciones en La
Génesis, como también ocurrió con El
Cielo y el Infierno. No hay ninguna duda
sobre ello. Sucede que esto nunca será una
prueba de que todas las alteraciones fueron
hechas por él, sobre todo aquellas muy graves
que subvirtieron los conceptos espíritas
esenciales, llevando a la mayoría de los
espíritas a creer en los dogmas. Por el
contrario, la preparación de nuevas ediciones
indica las facilidades y la oportunidad de pasar
contenidos nuevos y adulterados sin atraer la
atención de los herederos desatentos.
Es por eso que el Derecho de
Autor es muy claro al prohibir las obras
depositadas después de la muerte del autor,
considerándolas falsas, inauténticas. El
propósito es proteger al autor, su memoria, sus
herederos, los lectores y a la cultura general.
Como espíritas, tenemos que respetar no sólo la
Ley, sino la memoria de Allan Kardec y la
integridad de la doctrina. Ignorar que ha
ocurrido un golpe y las alteraciones significa
no sólo faltar al respeto a Kardec, sino estar
de acuerdo con los adversarios de la doctrina,
como Leymarie y Roustaing, y los perversos
dogmas que ellos patrocinaron.
¿Cómo fue su trabajo de
investigación para la composición de la obra?
¿Puede compartir con nuestros lectores, de
manera sintética, su metodología de trabajo,
tiempo de investigación, separación de
documentos?
Mi trabajo fue facilitado por la
investigación histórica y pionera de Simoni
Privato, cuyo libro El legado de Allan Kardec nos
abrió el camino para la mejor forma de realizar
las búsquedas. Ella articuló con maestría los
datos históricos, jurídicos y doctrinarios para
llegar a conclusiones consistentes sobre la
adulteración de La Génesis y su relación
con los adversarios dogmáticos interesados en el
fraude.
Con la nueva sospecha de la
adulteración de El Cielo y el Infierno y
la posibilidad de identificar todas las
ediciones definitivas de las obras de Kardec,
delimitamos el período de investigación al
intervalo entre los años 1865 de 1872, cuando se
depositó la edición adulterada de La Génesis. En
los lugares de investigación, digitalicé todos
los documentos relevantes, compartiendo y
analizando todo con Paulo Henrique, que se
encontraba en los EE. UU. en ese momento.
Este contacto se mantuvo y se
amplió después de mi regreso a Brasil, cuando
comenzamos a analizar, transcribir y traducir,
con la ayuda de otros colaboradores, numerosos
manuscritos de diversos acervos del CDOR, además
de la edición original de El Cielo y el
Infierno y documentos complementarios que
permitieron escribir el libro, durante unos 10
meses.
Sus palabras finales.
No dejemos nuestra doctrina
liberadora cautiva a los dogmas del pasado, que
producen tanto sufrimiento e injusticias
sociales. Comprendamos las desviaciones y el
daño causados por los falsos profetas para
ponernos en guardia. Para superar las ideas
falsas, corresponde a nuestra generación de
espíritas comprender mejor la esencia de la
moral autónoma. Ahora tenemos más instrumentos,
como la psicología espiritualista y el
Espiritualismo Racional, verdaderas claves para
leer las obras de Kardec en sus textos
originales y con los ojos de la época en que
surgió la doctrina. Por lo tanto, podremos
entender lo que movía a Kardec al decir, con
optimismo, que los tiempos han llegado, como
también podemos decir hoy.
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