Nacida en São Paulo
(SP) y ahora residente en San Diego, California,
EE.UU., Cristina Zouvi (foto) trabaja
profesionalmente como enfermera pediátrica y, en
los lides espíritas, es vicepresidenta de la
Allan Kardec Fellowship Society de San Diego, en
donde coordina la evangelización infantil, los
cursos doctrinarios y las conferencias públicas,
entre otras actividades, como nos cuenta en la
siguiente entrevista.
¿Cuándo y cómo conoció el
Espiritismo?
Cuando
todavía vivía en Brasil en 1997, escuché sobre
el Espiritismo a través de una amiga, una
trabajadora de tarea mediúmnica. A pesar de las
numerosas invitaciones, no llegué a conocer
Centro, porque tenía mucho miedo de "ver"
espíritus. Sin embargo, leí el libro O
Matuto, identificándome mucho con la lógica
de la novela. En enero de 1999 me mudé a San
Diego y en dos semanas conocí a Márcio, mi
esposo. En esa época, un pequeño grupo se reunía
para estudiar el Evangelio en la oficina de su
fábrica de tablas. Habíamos estado saliendo por
tres meses, pero nunca me dijo que era una
reunión espírita. El hecho de que la reunión
fuera en su oficina, me hacía imaginar que
estaba relacionada con el trabajo, hasta que un
día, conversando sobre este asunto, me dijo que
estudiaban el evangelio y luego le pregunté si
podía ir. La semana siguiente, abril de 1999,
entré oficialmente en una Casa Espírita para
nunca más salir.
Al
mudarse a los Estados Unidos, ¿fue fácil
adaptarse a la nueva realidad?
Todavía era muy joven (24 años),
por eso la adaptación no fue muy difícil para
mí. Todo lo nuevo a mi alrededor era curioso y
encantador. Nunca había salido de Brasil y vine
a estudiar inglés durante 6 meses. Al menos ese
era mi plan, pero Dios me reservaba otro. Sentía
la falta de mi familia, especialmente de mi
madre, que se quedó llorando por mi partida,
como si presintiera que nunca volvería a vivir
en Brasil. La mayor dificultad fue, sin duda, el
idioma, porque no hablaba ni una palabra en
inglés. No podía hacer absolutamente nada por mi
cuenta porque no podía leer ni entender lo que
me decían. Rápidamente me di cuenta de que
aprender el idioma era una cuestión de
supervivencia. Como siempre me gustó estudiar,
me enterré en los libros, y así estudié por la
mañana en una escuela particular vinculada a mi
visa de estudiante y por la tarde en la free
school. Por la noche hacía las tareas. Así,
en tres meses ya estaba hablando lo suficiente
para vivir aquí. La integración con el
movimiento espírita, como ya expliqué, fue la
parte fácil.
Describa el perfil del grupo
espírita en el que participa y sus actividades,
de manera resumida.
Nuestro público está compuesto
básicamente por inmigrantes brasileños de varias
edades, pero en su mayoría jóvenes entre 20-30
años de edad. Estos brasileños provienen de
diferentes partes de Brasil, educados en
diversas profesiones diferentes y con poco o
ningún conocimiento espírita. Nuestra casa
espírita es considerada uno de los centros
espíritas más grandes de California. Aunque el
público de nuestras reuniones varía entre 10-40
personas, ofrecemos todas las tareas de una casa
de espírita de gran tamaño. Somos una
institución filantrópica registrada en el Estado
de California. Elegimos nuestra directiva, según
lo dispuesto en nuestro estatuto, cada 2
años. Ofrecemos: 1 reunión pública por semana,
estilo conferencia, en portugués; 3 reuniones
públicas de tipo de estudio (LE y ESE) en
portugués, español e inglés; 1 mesa mediúmnica
en portugués; cursos semanales basados en la
serie psicológica de Joanna de Angelis, el ESDE
y EADE; 3 grupos de evangelización infantil en
inglés; atención fraterna semanal en inglés,
portugués y español; cursos anuales sobre
atención fraterna, evangelización infantil,
pases y conferencias; tratamiento de casos de
obsesión. En el sector de la asistencia social,
realizamos hace más de 15 años un trabajo de
atención a familias necesitadas de México, que
limita con nuestra ciudad. Distribuimos 45
cestas básicas mensuales y realizamos varias
campañas anuales con distribución de mantas,
útiles escolares, higiene bucal, y una gran
fiesta de Navidad con entrega de más de 1.000
juguetes para la comunidad.
Su esposo, que también es
brasileño, ¿era espírita antes de salir de
Brasil?
Marcio creció en una familia
espírita, pero realmente se involucró en el
Espiritismo en la década de 1980, cuando se mudó
a San Diego. No nos conocimos en el grupo
espírita, como expliqué anteriormente. Pero
ciertamente la participación en el grupo
espirita fue un factor positivo adicional en
nuestra feliz unión.
¿El grupo espírita es
frecuentado por estadounidenses?
Actualmente tenemos pocos
estadounidenses asistiendo a nuestro grupo. De
los que frecuentan nuestras reuniones, la
mayoría son cónyuges de brasileños o brasileñas.
Ellos se identifican mucho con la parte
reencarnacionista y espiritualista del
Espiritismo, pero no necesariamente con el
estudio de la doctrina. Les gustan los pases, el
agua fluidificada. Estoy segura de que si
tuviéramos sesiones mediúmnicas tendríamos
numerosos estadounidenses, pero obviamente no
ofrecemos ese acceso. De esta manera, son pocos
los que desean estudiar. Nuestra campaña de
Navidad para la comunidad necesitada de México
es muy popular entre los estadounidenses y
muchos voluntarios participan siempre durante
toda la campaña de recaudación de fondos y
también en el día de la entrega. Les gusta mucho
nuestro grupo y las reuniones públicas, pero no
son asiduos. El futuro del Espiritismo aquí está
en manos de los evangelizados, de espiritas de
segunda generación, niños y jóvenes que nacieron
en los Estados Unidos.
¿La experiencia brasileña
tiene una gran influencia en el grupo?
Sí, nuestro centro terminó
convirtiéndose en una Casa Espírita dirigida en
la comunidad brasileña. Somos una familia y
todos los que se han mudado de Estado o han
regresado a Brasil dicen que les cuesta
encontrar una Casa como Allan Kardec San
Diego. Esto se debe al hecho de que somos lo
suficientemente pequeños como para relacionarnos
como una gran familia. El hecho de que tenemos
muchos trabajos, todos los brasileños que llegan
rápidamente se involucran en algo. A partir de
ahí ya se sienten parte de la Casa y por lo
tanto hacen muchos amigos. Nuestro centro tiene
un papel para suplir esa nostalgia de Brasil y
de nuestra cultura, a través de fiestas
culturales, de la comida, de hablar portugués,
etc.
¿Qué es lo que más llama su
atención de su experiencia en todos estos años?
Lo que más me llama la atención
es la cantidad de brasileños que no eran, pero
que se convirtieron en espíritas aquí.
Inicialmente vienen por la búsqueda de atención
fraterna, porque sienten nostalgia, soledad,
dificultad del lenguaje, falta de apoyo
familiar, dificultad financiera, etc. Entonces
los encaminamos hacia nuestros trabajos y, como
mencioné anteriormente, los integramos en algún
grupo. Así, se sienten más consolados, conocen a
brasileños que han estado aquí más tiempo y
encuentran en ellos el "apoyo" que vinieron a
buscar. En esta jornada, se encuentran con un
grupo fuertemente espírita y terminan
involucrándose con la doctrina y participando en
varios estudios.
De las visitas de oradores
brasileños a San Diego, ¿qué le parece más
significativo?
Desde hace mucho tiempo hemos
tenido el privilegio de recibir varios íconos
del Espiritismo de Brasil. Divaldo Franco conoce
a nuestro grupo y viene a San Diego desde hace
muchos años. Además de él hemos recibido a
Haroldo Dutra, Raúl Teixeira, Carlos Campetti,
Suely Caldas, Richard Simonetti, Alberto
Almeida, etc. Entre todos, sin embargo, siempre
es más significativo recibir a Divaldo Franco.
¿Algo más que quiera añadir?
Todo comenzó con un Culto en el
Hogar en casa de una amiga alrededor de 1995,
Ivone Moura, aun una de nuestras directoras.
Después de unos años, el grupo pasó a ir
semanalmente al centro espírita de Los Ángeles.
Allí recibimos un mensaje a través de la
psicografía diciendo que ya era hora de que
fuéramos a un lugar neutral. A partir de
entonces, en 1998, el grupo se trasladó a la
oficina de la fábrica de tablas de surf, donde
no pagábamos alquiler, fecha que oficialmente
consideramos la fundación de AKSD. En 2002 nos
expandimos a una sede pagada y en 2014 tuvimos
una vez más la necesidad de expandirnos y nos
mudamos a nuestra sede actual. En 2016, una vez
más ampliamos nuestra sede alquilando el doble
de lo que ya teníamos en la misma sede.
Subarrendamos una pequeña parte, que pretendemos
ocupar en los próximos 2 años para ampliar
nuestros trabajos en inglés. Además, ya tenemos
planes para agregar dos obras de caridad más
(moradores de la calle y un asilo) aquí en San
Diego, para que puedan participar los brasileños
que no pueden salir del territorio americano y
los estadounidenses que tienen miedo de cruzar
la frontera.
Sus palabras finales.
La Casa Espírita Allan Kardec
Fellowship Society de San Diego fue fundada y se
mantiene con mucho amor y dedicación a la
doctrina espírita. Somos una Casa que busca
seguir las obras básicas correctamente. Ponemos
gran énfasis en la obra de caridad, la
asistencia espiritual y los estudios. Creemos
que invertir en el programa de evangelización
infantil es esencial, porque esperamos que
nuestros hijos americanos-espíritas algún día
puedan continuar el trabajo iniciado por la
primera generación de inmigrantes brasileños. La
pandemia nos ha ofrecido nuevos desafíos, pero
también nuevas oportunidades. Hoy estamos bien
establecidos virtualmente, pero ansiosos por
volver a nuestro trabajos
presenciales. Ciertamente, algo de la
experiencia en línea permanecerá como parte de
los trabajos ofrecidos por nuestra Casa.
Agradecemos a los mentores de nuestra Casa por
habernos guiado hasta aquí. Estamos seguros de
que continuarán con nosotros, ayudándonos a ver
y concretar las oportunidades del futuro del
Espiritismo en esta tierra. Un día, en un futuro
próximo, todas las semillas que han sido
plantadas florecerán buscando la luz del Maestro
Jesús a través de las obras del Codificador
Allan Kardec.
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