La
frase de arriba es de la autoría de nuestro
entrevistado, Paulo Cesar Vieira Xavier (foto), natural
de Río de Janeiro, que reside en Brasilia desde
1960. Espírita desde 1970, fue miembro del
Mocidade Allan Kardec de la Comunión Espírita de
Brasilia y participó en el Estudio Sistematizado
de la FEB-Federación Espírita Brasileña.
Colabora con la armonización y preparación del
ambiente en actividades y eventos espíritas,
llevando la música con su violín a diversas
casas espíritas del Distrito Federal y
alrededores. Graduado en periodismo en el CEUB
- Centro de Educación Unificada de Brasilia y en
música en la Escuela de Música de Brasilia, es
músico fundador de la Orquesta Sinfónica del
Teatro Nacional Claudio Santoro.
¿Cómo
conoció el Espiritismo?
En
1970, a la edad de 14 años, mi madre me llevó a
conocer al grupo juvenil de la Comunión
Espírita-MEAK. Participé en los estudios,
conferencias y visitas de asistencia social a
hogares de niños y ancianos. Las reuniones se
realizaban todos los domingos. En este ambiente
hice grandes amigos, que conservo hasta el día
de hoy. Éramos jóvenes entusiastas y decididos a
cultivar el amor al prójimo basado en la
doctrina. Colaboré en varias actividades
desarrolladas en la casa espírita, como la
Campaña Auta de Souza, Evangelio en el Hogar,
visitas asistenciales, navidad de personas con
discapacidad visual, etc., especialmente en la
Comunión Espírita de Brasilia y la Federación
Espírita Brasileña.
¿De
dónde le vino la inclinación por la música? ¿Y
por qué el violín?
En 1969
la Editorial Abril Cultural lanzó una serie de
fascículos semanales llamados "Grandes
Compositores da Música Universal", que incluían
un LP. El primer número fue sobre Chaikovski,
luego sobre Beethoven, Chopin y Bach. Me enamoré
del arte y la biografía de los compositores. Por
coincidencia, en esa época, en los pilotes de
nuestro edificio, en la 304 Sur, trabajaba un
carpintero que también construía violines y era
profesor de música. Yo regresaba de la escuela e
iba corriendo a ver el trabajo del carpintero
João Batista Sampaio, quien se convirtió en mi
primer profesor de violín. Coincidentemente, en
esa época, la Escuela de Música de Brasilia
funcionaba en la Comunión Espírita, un espacio
conseguido temporalmente por el gran Levino
Alcântara.
Entonces, yo vivía en la Comunión de lunes a
viernes, asistiendo a clases teóricas y
prácticas de violín y participando en el ensayo
de una pequeña orquesta juvenil, y el domingo
participaba en la reunión de la Mocidade
espírita.
En su
percepción, ¿cuál es la importancia del arte
para la Casa Espírita?
¡Es de
suma importancia! No solo la música, sino
también el teatro, la pintura, la artesanía y
todas las demás modalidades del arte. Hay
centros que tienen departamento de música, coro
infantil, coro juvenil, coro de la mejor edad,
conjuntos, bandas... No es fácil mantener una
estructura así, que es trabajosa y costosa, pero
sería lo ideal. Como nos dice André Luiz, "El
arte ennoblecido extiende el poder del amor".
¿Cómo
ve el papel del arte, en particular de la
música, en la sociedad, en la vida y en el
bienestar de los seres humanos?
La
música es, sobre todo, emoción. En la historia
de la humanidad la música siempre ha estado
presente, desde las tribus de las cavernas con
sus tambores hasta nuestros días, con
instrumentos y orquestas que utilizan
tecnologías refinadas. Es el arte el que conecta
más directamente con nuestros sentimientos, que
nos ayuda a vivir con alegría. Incluso es
difícil decir lo que la música representa en la
vida y el bienestar de la humanidad, pero me
gusta la definición de nuestra Magdalena
Tagliaferro: "No puedo pensar en la música sin
entrega y amor".
¿Cómo
considera la importancia de la música en la
evangelización espírita y en las conferencias
públicas?
La
música en la evangelización y en las
conferencias, sobre todo, prepara a las personas
para los cambios espirituales y morales que
estamos viendo acercarse hacia el planeta
regenerado que tanto esperamos. No tiene que ser
solo música clásica o sacra; cada voz e
instrumento musical envueltos en amor y caridad
están comprometidos con la evangelización.
Actualmente es la actividad en la que más
colaboro a pedido de las instituciones
espíritas.
De sus
recuerdos espíritas en el arte musical, ¿qué es
lo que más le marcó?
En la
casa espírita siempre he sido tratado con cariño
y afecto. Una vez, en Comunión Espírita, al
final de una conferencia, terminé de tocar y una
señora se acercó, pidió permiso y besó mi mano
diciendo que eran manos bendecidas. Que debía
cuidarlas bien, porque transmitían sonidos
divinos. Ese gesto me conmovió, y hasta el día
de hoy pienso en la responsabilidad que tenemos
con los dones y talentos que Dios nos presta.
Otro buen recuerdo es que, durante varios años,
toqué en las reuniones públicas de la Víspera de
Año Nuevo de la Comunión. Era emocionante ver a
todos reunidos en oración, y a medianoche
escuchar las celebraciones y fuegos artificiales
en la ciudad saludando el año nuevo. Todos se
abrazaban... Y recibir el abrazo del Sr. Mario
Barata era como recibir un pase.
¿Cómo
ve la calidad de la producción musical espírita,
en general, en la actualidad?
En
cuanto a la producción musical en el Distrito
Federal, imagino que, debido a la pandemia,
muchos trabajos fueron interrumpidas. Muchos
músicos hacen sus grabaciones en casa y las
remiten a los centros. El músico no puede dejar
de ejercitarse. Soy invitado tocar en lives de
algunos centros, como André Luiz-Guará, Fe y
Amor-Ceilândia, O Bom Samaritano-Arniqueiras y
FEB.
¿Cómo
ve el espacio que se da al arte musical en el
movimiento espírita?
Ha
mejorado un poco, pero sigue siendo muy tímido.
Soy de la época en que entrabas a la sala de
pases y siempre tenías un médium que llevaba un
reproductor de cintas con música suave y
contemplativa. Hoy en día, todos los centros
saben la importancia de tener, por ejemplo, un
coro. Nuestra ciudad ha tenido más de veinte
encuentros de coros espíritas, esto es muy
bueno. Los himnos de las iglesias evangélicas
son famosos y centenarios, pero he visto himnos
espíritas con una amplia variedad de canciones.
Otra cuestión es que muchos centros cuentan con
buenos salones y auditorios, que podrían
transformarse, de vez en cuando, en espacios
para la música de cámara y recitales. Brasilia
tiene decenas de músicos espíritas que pueden
ser aprovechados no sólo para la armonización de
las conferencias.
¿Cuál
es el papel de los compositores, artistas,
escritores, dirigentes y líderes espíritas en la
mejora y preservación de la calidad de las
producciones artísticas y de los contenidos
espíritas?
El arte
siempre ha estado presente en la trayectoria
evolutiva de la humanidad, desde el hombre de
las cavernas. Una de las misiones del arte, a
través de los siglos, fue captar lo bello que
está presente en la naturaleza. El artista
espírita tiene más responsabilidades, porque
también es médium y sabe que tiene el compromiso
de desarrollar la sensibilidad de las personas y
vivir para el bien de todos.
¿Cuáles
son sus planes en relación al futuro en el campo
del arte espírita?
A punto
de cumplir los 65 años, me imagino estudiando y
tocando hasta que Dios me lo permita. En este
periodo de pandemia no fue posible tocar en
bodas, fiestas u otros eventos, por lo que hice
varias grabaciones en casa –de piezas de música
popular, chorinho, clásicos– y las compartí con
mis amigos y familiares vía WhatsApp. Soy parte
de la Orquesta Barroca OBACH. Participo en un
trío de violín, guitarra y piano, cuyo pianista
es Doña Norma de la Comunhão.
Sus
últimas palabras a nuestros lectores.
En
estos tiempos de pandemia, con carencia de salud
pública y de educación, la cultura quedó
completamente olvidada. Nuestra Orquesta
Sinfónica del Teatro Nacional Claudio Santoro-OSTNCS,
de la que ya estoy jubilado, está con su sede -
el Teatro Nacional - cerrada desde hace más de
seis años, sin que se pueda prever su
reapertura. Con varios problemas logísticos, la
Orquesta se presentaba en el Cine Brasilia todos
los martes con un público que, antes de la
pandemia, hacía enormes filas para asistir a los
conciertos. En 2020, con la pandemia, se
suspendieron todos los trabajos. Ahora los
conciertos son virtuales. Oramos y vibramos para
que las autoridades den prioridad a la reforma
del Teatro y valoren la cultura en general de
nuestra ciudad y del mundo, porque el arte y la
música constituyen un patrimonio inmaterial de
la humanidad.
Aprovecho para dedicar a nuestros lectores, y
para que puedan convertirse en nuestros oyentes,
algunas grabaciones de nuestro trabajo, con
miras a la armonización y preparación del
ambiente, interpretado por Paulo Cesar Vieira
Xavier y disponible en Facebook:
- "El oboe de Gabriel", Ennio Morricone:
https://fb.watch/3uI_p8cJAK/
- "Invierno" Largo, A. Vivaldi:
https://fb.watch/3uJ1vp3wq3/
- "O cisne", Camille Saint-Säens:
https://fb.watch/3uJ6fojX-7/
Muchas gracias. Alegría, oración y gratitud.
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