Entrevista

por André Ribeiro Ferreira

La conferencia espírita: objetivo es iluminar los caminos de las personas

Andrecinda Rocha de Morais Pina (foto), nacida en Guajará-Mirim (Rondônia), actualmente radicada en Taguatinga (Distrito Federal) es nuestra entrevistada. Espírita desde 2005, es conferencista, miembro del equipo de trabajadores de la Casa do Caminho, en su ciudad, y también colaboradora del DAPSE (Dirección de Asistencia y Promoción Social) de la Federación Espírita del Distrito Federal. Licenciada en Salud Colectiva, Derecho y Economía, trabaja profesionalmente como psicoterapeuta y coach.  

En esta entrevista nos habla, entre otros temas, sobre su iniciación en el Espiritismo y las actividades que realiza en las lides espíritas.

¿Cómo conoció la Doctrina Espírita?

Como no soy de familia espírita y tuve una trayectoria de vida muy relacionada con la ciencia, fui salvada emocionalmente por la Doctrina en un momento de vacío debido a la pérdida de un hermano de una manera muy violenta. Entré en una espiral de dolor por no comprender cómo alguien tan hermoso, generoso, sensible y amado por quienes lo conocían podría haber sido asesinado. Entonces, una amiga espírita me llevó a Casa do Caminho y la conferencia del día fue sobre el orgullo. No pude salir más de esa casa. Aprendo en ella todos los días.

¿Qué es lo que más la atrajo y le cautivó en la Doctrina Espírita?

Sigo pensando que la Doctrina Espírita y la Casa Espírita me sorprenderán mucho, pues, además de ser acogedora, consoladora, amable y liberadora, es también un lugar donde podemos aprender todo sobre cómo el ser humano se vuelve verdaderamente humano, un lugar donde podemos tener contacto con temas que, en otros lugares, serían juzgados sin el respeto que las experiencias de vida merecen, como por ejemplo las emociones más descontroladas, la fuerza e importancia de nuestra ascendencia, por qué pensamos lo que pensamos y, personalmente, cuánto todavía tengo que vivir, aprender y caminar. ¡Es demasiado hermoso!

Preséntenos y cuéntenos la historia de la Casa do Caminho, de Taguatinga.

La Casa do Caminho no nació como Centro Espírita. El fundador Ciro Heleno Silvano trajo al plano material un albergue para menores. Pensando en el niño y su familia creó este lugar que llegó a todo el vecindario local, pues, además de refugio, se convirtió en una guardería que recibía a los hijos de madres trabajadoras en muchas ramas de actividades de la localidad. De allí, el llamado para abrir una Casa Espírita fue una lógica consecuencia. Él, que ya era frecuentador de la Comunión Espírita, había abrazado una actividad de cuidado de espíritus en desarrollo, ciertamente invitado a actuar junto a la espiritualidad para ejercitar mejor su ministerio.  

Cuéntenos sobre su desempeño en las actividades desarrolladas en las instituciones espíritas y en el movimiento federativo.

Me siento muy integrada a la Casa do Caminho, a la FEDF y al movimiento espírita en general, porque he estado en reuniones y debates en los que nunca imaginé que estaría. Desde el papel de la Casa Espírita en el contexto de la Política de Asistencia Social hasta el Derecho Fraterno de Luigi Ferrajoli. Yo facilito ruedas de conversación con los trabajadores espíritas sobre lo que es la asistencia en la práctica diaria de ellos. Y mire, hay mucha confusión en ese sentido. Tenemos, inclusive, situaciones de desobediencia a las leyes del trabajo y falta de respeto a la propia Constitución Federal por un error en la interpretación de conceptos fundamentales, como es el caso de la caridad.

En su percepción, ¿cuál es el papel principal de una Casa Espírita?

Creo que la Casa Espírita tiene cosas importantes que ni siquiera han sido determinadas. El espectro es tan extenso como las necesidades humanas y espirituales. Es el lugar de reconexión con nuestra espiritualidad, de reencuentro con el Creador, que, en mi caso, estaba estancado. Es un lugar de curación que va mucho más allá de las enfermedades, ya que nos revestimos de una materia especial para lo que la vida tiene que presentarnos. Es un lugar de experimentación y ejercicio de nuestras habilidades y potencialidades incluso desconocidas. Es un lugar de acogida y seguridad para cuando nuestro corazón está adolorido. Principalmente, es un lugar donde aprendemos a usar nuestros ojos y ver quién y cómo somos. Y, así, hacer nacer la caridad y el amor por nosotros mismos hasta el punto de desbordarnos, por nuestros hermanos y hermanas. Que grande, ¿no?

Háblenos de sus actividades profesionales, como coach y terapeuta, y de su relación con la Doctrina Espírita.

La Doctrina Espírita, hoy, impregna y guía todos los aspectos de mi vida. Me veo, me siento, y soy una profesional de la ayuda desde que me recuerdo a mí misma. Ya sea actuando en salud, derecho o coaching.  Hoy entiendo que ese entrenamiento viene de tiempos inmemoriales, de mis jornadas ancestrales y sin la luz de la Doctrina Espírita no sería capaz de ver toda esta construcción filogenética y espiritual, como diría André Luiz. Cuando releo su libro - Evolución en dos mundos - tengo la impresión de que está hablando de mí. Soy una coach y una terapeuta no sólo de formación. Sino también porque aprendí que solo sabemos llevar a otras personas a donde ya hemos ido. Y la Doctrina Espírita con sus increíbles mensajeros lo corroboran. Es maravilloso.

¿Cómo y cuándo comenzó su actividad de conferencista espírita?

Después del primer año que conocí el Espiritismo, empecé a dar conferencias. Ello fue en 2005. Ocurrió cuando alguien me comentó que estaba viviendo una situación familiar complicada. En esa época, estaba participando en un entrenamiento de comunicación no violenta (CNV) y hablé sobre algunos de sus principios. Al final, la persona me preguntó si podía dar una conferencia sobre este tema, pero enfocándome en las relaciones familiares. Me pidió que eligiera un tema relacionado del libro El Evangelio según el Espiritismo, y yo elegí Sufrir Bien y Sufrir Mal, porque es un tema muy rico en términos de comportamientos. No paré más.

¿Cuál es la mayor dificultad que encontró en la tarea de conferencista espírita?

Las conferencias siempre han sido parte de mi vida. Tanto profesional como académicamente. Y esto me hizo pensar, al principio, que estaba preparada para dar conferencias espíritas. No era cierto. Incluso pasé por algunas situaciones vergonzosas debido a esta creencia. No sentí falta de respeto, pero me sentí desubicada, con un lenguaje poco asociado a los temas y también en falta con algunas prácticas muy propias del campo espírita. Por ejemplo, conectarme con quien realmente me invitó a disestar sobre el asunto.

Cuéntenos algún caso relacionado con sus conferencias que hayan servido como aprendizaje de la vida.

En una ocasión, me invitaron a dar una conferencia sobre el aborto en la Casa do Caminho. Y como todo el mundo sabe, este es un tema muy sensible porque involucra temas del fuero íntimo, político, social, etc. ¡Bueno! Empecé mostrando un cuadro estadístico. De repente, me di cuenta de un silencio diferente del que normalmente ocurría en la Casa. Miré con calma al auditorio y noté que la gente me miraba con un gesto de temor. Abrí los oídos para una posible orientación y cambié el discurso para mostrar que sentimientos como el amor, el cuidado y el celo curan cualquier dolor. ¡Ah! También di el mensaje de que la Casa Espírita es un lugar de acogida por si alguien de ese público estuviera pasando por una situación similar. Entonces vi el tamaño de la responsabilidad de un conferencista espírita.

¿Cómo ve la importancia de las conferencias y los estudios en las Casas Espíritas?

Creo mucho en las conferencias espíritas. Uno de los objetivos de esta actividad es iluminar los caminos de las personas, encarnadas o desencarnadas. Estamos sin conferencias públicas presenciales por la pandemia de Covid-19 y he recibido muchos mensajes preguntando cómo acceder a la asistencia y al conocimiento espírita de una manera más personal. Es decir, las personas necesitan este trabajo, de esa asistencia. No debemos olvidar que estar en una conferencia y en los estudios es altamente terapéutico. La experiencia del aislamiento ha acelerado comprensiones, rupturas, contactos, toma de conciencia, que para muchos significa dolor. Por lo tanto, la misión de esclarecer, consolar, tratar apenas está comenzando. Tenemos mucho trabajo por hacer.

¿Cuáles son sus planes con respecto a la Doctrina Espírita para los próximos años?

Me gusta mucho escribir. Escribir un libro espírita es un proyecto que se está conformando y que no sale de mi corazón. Nada concreto todavía, pero en la incubadora. Sin abandonar el apoyo oral que un tema que proporciona una conferencia. Incluso, estoy diseñando un proyecto para un programa sobre autoconocimiento en YouTube. Lo que el futuro me aguarde.

Sus palabras finales a nuestros lectores, en este momento en el que la humanidad aún se enfrenta a la pandemia del coronavirus.

¡Queridos! ¿Qué tal si aprovechamos este momento para cambiar nuestra forma de ser por una aún mejor? El Libro de los Espíritus nos enseña que los flagelos aceleran los cambios que ya estaban ocurriendo muy lentamente. Entonces, dejemos que este momento nos inspire con conexiones sinceras para que las necesidades de todos sean tan importantes como las nuestras. Nos inspire a cuidar nuestras emociones para que desbordemos empatía, para así donarnos de corazón. Conectémonos con nuestra divinidad interior y enriquezcamos con luz esta reencarnación y todas las demás por venir. Los flagelos pasan, nosotros no. Somos espíritus eternos. ¿recuerdan?

¡Beso en el corazón de todos! 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

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 Revista Semanal de Divulgação Espírita