Marilda do Carmo Boareto Lima (foto), de
Belo Horizonte (MG), donde nació, es técnica en
estética jubilada y, en las lides espíritas,
participa como voluntaria en la Fraternidad
Espírita Hermano Glacus (FEIG), de su ciudad. En
su caminata como trabajadora espírita, convivió
con el médium Enio Wendling, de quien nos habla
con mucho cariño en la siguiente entrevista.
¿Cuándo y cómo se volvió en
espírita?
Cuando nací, mis padres ya eran
espíritas, frecuentadores de la Unión Espírita
de Minas Gerais.
¿Cómo fue su convivencia con
el médium Enio Wendling?
Fue una gran amistad, de
décadas. Nuestras familias eran amigas, éramos
vecinos. Cuando lo conocí, yo tenía 21 años y
acababa de tener a mi primera hija. Mis hijos lo
llamaban tío, porque él los veía crecer y
frecuentaba nuestra casa.
¿Cómo lo conoció?
Fue a través de mi madre en
1965; ella lo conoció en el Centro Oriente y se
hicieron amigos.
¿Qué fue lo que más le
llamaba la atención en las modalidades
mediúmnicas que Ênio presentaba?
La videncia y las
exteriorizaciones. ¡La videncia era
fantástica!
¿Cuál es el rasgo más
característico de su personalidad?
La bondad.
De los recuerdos de esta
convivencia, ¿qué fue lo más resaltante?
Lo que más me impresionó fue la
forma en que vivió su mediumnidad, con humildad
y mucho trabajo, y nunca sacó ventajas sus dones
mediúmnicos. Siempre ayudó, siempre estaba
dispuesto. Ejerció su mediumnidad con Jesús.
¿Y lo más
emocionante?
Fue el cariño, la dedicación a
su esposa durante la enfermedad de ella. Él
cuidó de ella durante ocho años, sin dejar de
asistir a las tareas de la FEIG.
Del legado que él dejó, ¿qué
considera lo más significativo?
La disciplina y la
determinación. La FEIG se construyó gracias a su
empeño, determinación y valentía. Estaba muy
comprometido con las tareas y tenía mucha
confianza en la espiritualidad.
Cuéntenos algún caso de gran
relevancia e importancia para los días actuales.
Una vez, en una reunión pública
en la FEIG, Ênio se estaba preparando para la
reunión que pronto comenzaría y vio llegar a un
muchacho, que se sentó en la última fila del
auditorio. Hacía frío, pero Ênio se dio cuenta
de que el joven estaba sin abrigo. Al terminar
la reunión, estábamos bajando para irnos y una
amiga nuestra, a quien no habíamos visto en
mucho tiempo, vino a saludarnos. Ella abrazó a
Ênio y dijo: "¡Estaba en Londres y ahora estoy
de regreso! ¡Traje este regalo para ti!" Él le
agradeció, pero no aceptó el regalo. Ella
insistió hasta que él aceptó. Nos despedimos de
ella, y cuando terminamos de bajar, él vio al
muchacho de la última fila. Entonces se acercó a
él y le dijo: "¡Es para ti!" y le entregó el
paquete que ni siquiera había abierto. Se volvió
hacia mí y me dijo: "¡Es una chaqueta para el
frio, va a ser genial para él!"
¿Algo más que quisiera
añadir?
Ênio practicó su mediumnidad
durante más de 60 años. Con alegría y optimismo.
Pero también fue hijo, hermano, tío, padre y
abuelo. Era admirable, como persona, como médium
y como amigo.
Sus palabras finales.
Me gustaría agradecerles por la
invitación. ¡Fue muy agradable conversar sobre este
amigo y médium excepcional, que merece ser
recordado! Muchas gracias.
Nota de
Redacción:
Nacido
en São Bernardo do Campo (SP), Ênio Wendling
nació el 24 de mayo de 1925, pero aun siendo
niño fue con sus padres a Minas Gerais, viviendo
primero en Buenópolis (MG) y posteriormente en
Belo Horizonte, donde la familia se estableció
en 1928. Ênio desencarnó a la
1:40 pm del 17 de enero de 2016, en Belo
Horizonte, a la edad de 90 años. |