Nacida
en Piracicaba, donde reside, en el interior
paulista, Marina Gevartosky Torrezan (foto) es
graduada en Terapia ocupacional, profesión que
ejerció. Jubilada del servicio público en su
formación, es psicoanalista en formación. Ocupa
la vicepresidencia del Grupo Espírita Fuera
de la Caridad No Hay Salvación,
en la misma ciudad. Amablemente atendió nuestra
invitación para
referirnos a la institución, una de las más
antiguas del estado (fundada el 25 de marzo de
1906) y que tuvo entre sus fundadores al notable
Pedro de Camargo, más conocido como Vinicius.
Cuéntenos sucintamente su historia con el
Espiritismo.
Cuando
todavía tenía un mes de edad, mi madre presentó
lo que en ese momento se llamaba "agotamiento
nervioso" y no lograba resultados con el
tratamiento médico. Después de intentos y
decepciones, un día sintió un fuerte deseo de
ingresar a un Centro Espírita, frente al cual
pasaba a menudo. Y ese día le dijeron que estaba
envuelta por la presencia de un tío fallecido y
que él pedía que se rezara una misa en su
nombre. Al día siguiente se realizó la petición
y a partir de entonces mi madre mejoró y se
convirtió en una ferviente espírita. Crecí
entonces dentro del Espiritismo desde la cuna.
Participábamos mis hermanos y yo en la
evangelización infantil y después en la antigua
juventud espírita. Nos gustaban mucho las
reuniones de la COMECELESP, donde en aquellos
tiempos Divaldo Franco, aún muy joven, se
sentaba con nosotros transmitiendo sus
conocimientos. Después de concluir mi graduación
fui a Brasilia, todavía con 21 años, para la
especialización y pude tener el honor de
evangelizar en la FEB de la década de 1980,
junto con el actual vicepresidente Geraldo
Campetti, en esa época joven como yo. ¡Hoy puedo
decir que la vida habría sido diferente para mí
si no fuera por el conocimiento liberador de la
Doctrina Espírita!
¿Cuándo y cómo llegó a "Fuera
de la Caridad No Hay Salvación"?
Después
del matrimonio, mi esposo y yo nos fuimos a
vivir durante 6 años a Italia y cuando
regresamos a Piracicaba, a fines de 1995, con 3
hijos pequeños, tuvimos que hacer ajustes para
poder participar en las tareas espíritas. Fue
así como elegí FCNHS, por ofrecer horarios de
actividades que nos permitían turnarnos en el
cuidado de los niños, y de ahí nunca me alejé.
En la infancia, sin embargo, asistimos a la
Unión Espírita de Piracicaba, que también nos
habla muy fuerte al corazón.
¿El
Grupo Espírita Fuera de la Caridad No Hay
Salvación es la institución pionera
en la ciudad? ¿Cuándo y por quién fue fundada?
Sí, es
una institución centenaria y pionera en la
ciudad. Fue fundada el 25/03/1906 por João Leão
Pitta, un portugués de Isla de Madeira, que
llegó a vivir a Piracicaba después de pasar por
Río de Janeiro, donde conoció la Doctrina
Espírita. Junto con algunos amigos que se
reunían en casas de familia atraídos por el
creciente interés en "hablar con familiares
muertos", se recibió un mensaje en el que se
sugería la fundación de una institución que
albergara a los grupos de la ciudad y donde
pudieran llevar a cabo sus actividades. Entre
estos amigos destacamos a doña Eugênia da Silva,
conocida como la madre de la pobreza en la
ciudad, y a nuestro querido Pedro de Camargo –
"Vinicius", como se hizo más conocido en todo el
medio espírita.
En una
institución que ya ha pasado un siglo, ¿qué es
lo que más se destaca en su opinión?
Mucho
de la historia de la Casa nos muestra que
incluso con las dificultades de todo tipo,
después de haber tenido fundadores tan ilustres,
es posible, entre altibajos, enfrentar nuestras
limitaciones y seguir adelante. Para eso
reencarnamos aquí. Humildad para con nuestras
imperfecciones y buena voluntad
para aprender. ¡El ejemplo nos ha sido dado!
Habiendo sido fundada en una época de prejuicios
muy acentuados contra el Espiritismo, ¿hay
registros de persecución e intentos agresivos
contra su funcionamiento?
Sí,
efectivamente. Pero tenemos un dato curioso
digno de recordar, que sucedió de esta manera:
Al final de la explicación de la noche y después
de la sesión de pases, se levantó entre el
público un joven caballero que pretendía hablar
con el orador de la noche, identificándose como
el Jefe de Policía de la ciudad y diciendo que
había venido para conocer, porque había
escuchado que las cosas aquí eran
"complicadas", ¡pero que él, sin embargo, no
vio nada de esto y concluyó diciendo que deseaba
que se llevaran bien! Es curioso observar que
las personas ni siquiera sabían lo que ocurría
dentro de la Casa Espírita y ni siquiera tenía
términos para referirse a lo que no estaban de
acuerdo.
De su
época de vinculación a la institución, ¿qué fue
lo que más le llamó la atención?
Lo que
más me llamó la atención, sin duda, fue el
cuidado por la preservación de la unidad
doctrinaria. La importancia que se le da al
estudio también y a la educación infantojuvenil,
nos recuerda a Vinicius... ¡Cómo valoraba la
educación! Tenemos conocimiento y documento
fotográfico de que en la época de
Vinicius la evangelización infantojuvenil reunía
a 80 niños asiduos. Una maravilla en tiempos de
persecución...
Desde
su vivencia espírita, ¿qué es lo que más toca su
corazón?
¡El
sentimiento de que aquellos que no conocen la
justicia divina, como la presenta la Doctrina
Espírita, y continúan viviendo en medio de las
llamadas "injusticias", no tienen el consuelo
que tenemos la felicidad de tener! El
conocimiento de las Leyes Naturales, con su
preciosa guía para nuestras vidas, es una
bendición de la que todavía no tenemos una
noción exacta de su valor.
El
hecho histórico de que el gran Vinicius esté
entre sus fundadores, ¿qué significa para el
actual grupo de directores y frecuentadores?
Es un
motivo de gran honor y siempre tratamos de
traerlo a la memoria, estudiar sus obras y
contar su historia.
Siendo
una de las primeras instituciones fundadas en el
estado, registrando en su historia el paso de
personajes importantes por su sede y sus
actividades, ¿considera que esto significó el
fortalecimiento y la directriz doctrinaria para
las décadas que siguieron?
Ciertamente, y fue rescatando la memoria, no
dejando que se perdiera el ejemplo, que hemos
logrado mantener la directriz doctrinaria tan
importante para que nuestra amada doctrina no se
desvíe de su objetivo.
¿Algo
más que añadir?
Queremos reforzar
la importancia de rescatar la memoria de los
esfuerzos realizados por quienes nos
precedieron. ¡Con referencias llegaremos con más
seguridad y menos sufrimiento al objetivo que es
nuestro perfeccionamiento!
Sus palabras finales.
Le
agradezco, Orson, por esta oportunidad de
brindar mi pequeña contribución. También quiero
contarle mi felicidad por traer mi vivencia
dentro de esta doctrina que por naturaleza es
consoladora y me ayuda todos los días a vencer
mis imperfecciones. ¡Y para que más personas
puedan decir lo mismo es que hemos trabajado!
|