Nacido en São Paulo, la capital, donde vive,
nuestro entrevistado, Paulo Eduardo Cherino
Malerbi (foto), licenciado en Ingeniería
Eléctrica y Análisis de Sistemas y posgraduado
en Controles y Servomecanismos, trabaja
profesionalmente como ingeniero y, en las
actividades espíritas, participa en las
actividades de la Federación Espírita del Estado
de São Paulo y en Seara Bendita, de su ciudad,
en el cual ha estado trabajando por más de 30
años en las áreas de enseñanza y asistencia
espiritual. La siguiente es la entrevista que
amablemente nos concedió:
Su
acercamiento al Espiritismo le abrió un intenso
entusiasmo en el ideal.
¿Qué aspecto de la Doctrina Espírita desencadenó
esta motivación?
Nací en una cuna católica, pero
a partir de los 12 años surgió la mediumnidad,
inicialmente en forma de videncia. Nunca sentí
miedo y fui a buscar explicaciones por medio de
los diversos sacerdotes que conocía en esa
época, pero cada uno de ellos ignoró
solemnemente mis preguntas y me decepcionó,
porque todos ellos se presentaba como "guías de
la juventud". Entonces comencé a investigar
otras religiones y, después de un recorrido que
incluyó templos evangélicos, sinagogas,
mezquitas e incluso la Iglesia Ortodoxa Rusa,
frente la angustia que sentí ante la muerte de
mi abuelo, mi padre (que era católico, pero
antes que nada era padre) fue sensible al
angustioso momento que yo vivía y puso en mis
manos un libro llamado "Educación para la
muerte" (escrito por el querido Herculano Pires,
cuya familia vivía en el vecindario). En cuanto
leí esas ideas tan claras, decidí ir a la
Federación Espírita. Tan pronto como entré en el
vestíbulo, fui recibido por una señorita muy
simpática y acogedora, que no se detuvo ni un
minuto. En menos de un minuto de conversación
dijo todo lo que yo quería saber sin que lo
hubiera preguntado, y fue en ese momento que me
di cuenta de que había "encontrado mi playa".
Entonces, respondiendo a su pregunta después de
esta larga (pero necesaria) introducción, mi
motivación para incluir la doctrina espírita en
mi camino nació de esta mezcla de acogida,
consuelo y entusiasmo que sentí ese día y,
además, cuando le pregunté su nombre supe que
era Martha Thomas, una espírita ejemplar cuya
trayectoria y legado conocería en los años
siguientes.
¿Considera también que, debido a sus viajes
profesionales, el contacto con el movimiento
espírita en varias ciudades también ha sido un
factor significativo?
¡Sin ninguna duda, amigo mío! En
los últimos 40 años la presencia del Espiritismo
en el exterior ha crecido mucho, tanto en
calidad como en cantidad, y veo como elemento
determinante en este progreso la tarea misionera
de nuestro querido Divaldo. Desde principios de
la década de 1980, la doctrina espírita tuvo una
capitalización creciente en las ciudades
brasileñas, pero todavía era bastante tímida en
el resto del mundo. Curiosamente, fue a través
del esperanto, el idioma internacional que
aprendí en mi juventud y que fue creado por
Zamenhof (profesor polaco contemporáneo de
Kardec), que encontré familias espíritas en esa
época, mientras desarrollaba proyectos en
Polonia, Hungría, Dinamarca y Finlandia. Unos 15
años después, a partir de 1995, diría yo, tuve
la alegría de encontrar decenas de casas
espíritas ubicadas en ciudades grandes y
pequeñas tanto en América del Norte como en
Europa. La alta inflación y los golpes sufridos
por la economía brasileña a finales de esa
década provocaron la emigración de miles de
familias brasileñas, muchas de ellas espíritas,
llevando consigo el Consolador prometido a otras
tierras; y el incansable Divaldo, bajo el
estímulo de la espiritualidad, a partir de esa
época, se convirtió en un verdadero trotamundos de
la doctrina espírita, pasando a menudo más de
200 días al año en giras internacionales para
divulgar el Espiritismo, generalmente a los
grupos de familias brasileñas residentes en cada
localidad, lo que pude presenciar innumerables
veces.
¿Cómo
fue su experiencia en los contactos con grupos
espíritas de otros países?
Los contactos fueron siempre
cordiales y fraternos, pero no es igual que
aquí, porque la cultura de cada lugar implica
variedad en las costumbres y, en este aspecto,
me tomo la libertad de comentar dos factores
relevantes: 1- uno de ellos tiene que ver con el
hecho de que el aspecto religioso del
Espiritismo se ha difundido más ampliamente en
Brasil en comparación con los aspectos
científicos y filosóficos que componen la triple
naturaleza de la doctrina espírita, una
situación que no ocurrió en otros países,
especialmente en Europa y América del Norte; 2-
el otro aspecto tiene que ver con una realidad
que no es tomada en consideracion por muchas
personas incluso hoy: si Kardec nos trajo la
codificación que nos sirve como "curso de
graduación" en la doctrina espírita, el suelo
brasileño fue bendecido por la presencia de
cientos de almas benefactoras cuyo legado y
ejemplo de vida nos proporcionaron muchos
"cursos de posgrado", y ojalá todos los países
del mundo tuvieran su Bezerra de Menezes, un tío
Eurípides, un tío Cairbar, un Chico, un Divaldo,
una abuela Martinha, una Marlene Nobre, una
Zilda Gama, una Benedita Fernandes, un
Peixotinho o una Corina Novelino, ¿no es cierto?
Y ahora, volviendo a su
pregunta, digo que la mayoría de las reuniones
espíritas en las que tuve la oportunidad de
participar cuando estuve en el extranjero,
aunque eran serias y respetables, no tenían la
disciplina doctrinaria y la dulzura acogedora
tan rutinarias aquí; por ejemplo, aún hoy es
raro encontrar en el exterior actividades
semanales dirigidas a la evangelización de
jóvenes y de niños, una tarea que sabemos que es
fundamental frente a la realidad violenta que
envuelve a la juventud, dada la creciente
proporción de divorcios que traumatizan
(principalmente a través de la alienación
parental) a los hijos de la pareja litigante, la
temeridad de las drogas, la adicción electrónica
y las dolencias de los trastornos psíquicos que
hoy amenazan la salud mental de los jóvenes.
Cuéntenos sobre sus
libros. ¿Cuántos se han
publicado?
Me gustaría tener tiempo para
escribir mucho más, pero hasta ahora Dios nos ha
dado salud y condiciones para llegar a los seis
títulos ya publicados: Por encima de las
nubes y Más allá de la niebla, Los caminos de
Job, ¿Soy médium?, Paz en el alma, Pensamientos
de gaveta y pronto Acción de las mujeres
espíritas en Brasil.
Aunque cada autor y cada
libro tiene su propia identidad y vinculación
específica con los contenidos producidos en la
literatura, ¿cuál de tus obras le llama más la
atención?
Por encima de las nubes y más
allá de la niebla comenzó
una narrativa que fue complementada en Los
caminos de Job, una narrativa que tiene como
hilo conductor la vida de un piloto de avión,
cuyo objetivo principal es satisfacer las
necesidades de sus hijos, incluso si para ello
tiene que superar numerosos riesgos, desafíos y
amargura. El texto de estas obras se enmarca
clásicamente en la categoría de novela de
ficción y utiliza una mezcla de humor,
objetividad y delicadeza para tratar temas
difíciles y actuales, como el tráfico de drogas,
la alienación parental y la mediocridad de las
apariencias que impregnan las relaciones de
muchas familias hoy en día, situaciones que
pueden ser fácilmente evitadas desde el momento
en que la familia trae a Jesús a su vida
cotidiana.
Háblenos sobre los contenidos
que ha producido durante la pandemia.
Frente a las imposiciones del
aislamiento social obligatorio que se estableció
a mediados de marzo de 2020, la espiritualidad
amiga despertó en mi corazón la necesidad de
"hacer algo gratuito y eficaz" en el sentido de
llevar el Evangelio de Jesús para animar y
consolar los corazones y las familias que vivían
momentos angustiosos en esos días, y la
"solución casera" que encontré fue la
organización de ciclos de estudio a través de
grupos virtuales creados en WhatsApp con
transmisiones en vivo semanales a través de
Zoom. Y así fue como, desde abril de 2020,
pudimos organizar grupos con cerca de 100
personas que se congregaban electrónica y
armónicamente (a través de teléfonos smartphones,
tabletas o computadoras) durante 1 hora a la
semana para aprender del legado de luminarias
del Espiritismo en Brasil. Configuramos cada
ciclo con 20 reuniones y cada reunión con 50
minutos de duración con la disponibilidad del
archivo de audio en el grupo para aquellos que
por alguna razón no hubieran podido asistir a
tiempo al programa en vivo semanal. Y a través
de este sencillo arreglo, la bondad de Dios nos
permitió que lleváramos a los hogares varios
ciclos virtuales en los últimos 3 años, y
nuestro aprendizaje se debió a Bezerra de
Menezes, Herculano Pires, Eurípedes Barsanulfo,
Edgar Armond, Joanna de Ângelis, Chico Xavier y
la importante participación de las mujeres
espíritas en Brasil. Este semestre, el
aprendizaje en el grupo se debe al querido
espíritu Luiz Sérgio, un trabajador ejemplar de
Cristo que, habiendo regresado al plano
espiritual hace 50 años, desarrolla desde
entonces una amplia tarea en las caravanas de
rescate que atienden a los jóvenes víctimas de
la dependencia química.
Cuéntenos sobre Luiz Sérgio y
su legado.
El querido Luiz Sérgio es el
centro de nuestro aprendizaje en el ciclo
virtual de este semestre y sus obras aportan un
contenido muy rico en varios aspectos: 1- su
lenguaje es directo, sin dejar de ser
respetuoso, algo que dialoga perfectamente con
los jóvenes; 2- Su temática se centra en
narraciones de la asistencia brindada por las
caravanas de rescate a quienes dejan la esfera
física aún en su juventud, muchos de ellos
debido al consumo de drogas y al suicidio; 3- Su
mensaje se dirige sobre todo a los padres de los
jóvenes y refuerza tanto la necesidad del
Evangelio en el hogar como una rutina semanal
saludable en todos los hogares, así como la
evangelización infantojuvenil.
De sus recuerdos, ¿cuál es el
más llamativo y conmovedor que le gustaría
relatar al lector?
Doy gracias a Dios por la
misericordia de, a pesar de mis múltiples
tropiezos, permitir que pueda coleccionar tantos
recuerdos cuya memoria endulza mis días
actuales, y uno de ellos tiene que ver con algo
que sucedió hace 20 años durante una visita a la
Abadía de Santa María de Montserrat en
Barcelona: - Mi hermano, el añorado Zé, vivía y
trabajaba allá desde 1998 y en los constantes
viajes de trabajo que hice a Europa siempre me
daba un tiempo para ir a abrazarlo, aunque solo
fuera por unas horas. Él tenía un corazón de
oro, tenía una generosidad sin límites, pero me
había confesado varias veces que no podía tener
ni siquiera una parte de la fe que veía en mis
actitudes. Nuestra madre (que había fallecido
hacía 3 años) había desarrollado algunos hábitos
en la vida que funcionaban como verdaderas
"marcas registradas" y recuerdo algunos de
ellos: incluso con sus hijos casados, nunca nos
sirvió una fruta a ninguno de nosotros sin antes
quitar la cáscara; sus blusas siempre eran de
algodón, porque era el único tipo de tela que le
gustaba usar; le encantaba un perfume llamado English
Lavander hecho entonces por Atkinsons,
perfume que usaba diariamente después de
bañarse. Yo había llegado a Barcelona un lunes a
la hora del almuerzo y pasaría la tarde con mi
hermano, porque volaba a Alemania esa misma
noche. Zé me recogió en el aeropuerto alrededor
de las 13h y
yo debía estar de regreso para embarcar
nuevamente a las 18h30.
Ante el imperativo de los horarios, me dijo:
"Vamos a comer unas tapas en Montserrat y
aprovechamos para visitar la Abadía de Santa
María que está al lado; a esta hora será fácil
estacionar allí y en el camino de regreso te
dejaré en el aeropuerto y volveré a la oficina"
(su oficina estaba al lado de la catedral de la
Sagrada Familia en el centro de Barcelona).
De camino a Montserrat, hablamos
de varias cosas y él volvió al tema recurrente y
dijo: "Me gustaría tener el 10% de la fe que
tienes, pero simplemente no puedo", y le
respondí que cada uno tiene su tiempo y que en
el momento en que menos imaginara todo podría
cambiar. Llegamos a la Abadía alrededor de las 14h y
vimos que el lugar era hermoso, además de ser
histórico; entramos en la iglesia y estaba
completamente vacía. Zé ya había estado allí
varias veces; en mi caso, fue la primera vez.
Miré los altares y la cúpula, pero no salí del
pórtico de entrada, mientras Zé fue caminando
solo por la nave principal hasta el altar.
Cuando estaba allá en el frente, a unos 40
metros de distancia de mí, vi que había una
señora bajita y de cabellos grises a su lado, y
en el mismo momento. Sentí un suave aroma del
mismo perfume de mi madre. "¡Mi madre está
aquí!" fue la primera idea que me vino a la
mente. Entonces vi a mi hermano regresar
apresuradamente mientras se secaba las lágrimas
con las manos y a mi madre caminando a su lado,
riendo con ternura ... Tan pronto como se acercó
a mí, mientras se secaba las lágrimas, me
preguntó: "¿Estás sintiendo este perfume?
estamos solos aquí..., pero siento que la
pequeñita también está aquí..." Mi madre se
mostraba en videncia solo para mí, pero su
presencia también era sentida por mi hermano y
fue entonces cuando ella me mostró que yo debía
abrazarlo para que así ella nos abrazara a los
dos antes de irnos. Nos abrazamos y elevé mi
oración de gratitud a ella, a Jesús y a todos
los que permitieron ese momento único en
nuestras vidas. Zé lloró sin parar y, cuando el
hombro de mi camisa ya estaba un poco mojado, lo
miré para ver si todo estaba bien y él, todavía
sollozando, me dijo: "Ahora creo". Mi querido
hermano regresaría a la patria espiritual en
2009, cinco años después de este episodio.
Sus palabras finales.
Mis palabras son insuficientes
para expresar mi gratitud por su cariño y
generosidad, pero tenga la seguridad de que la
revista me acaba de proporcionar momentos de
inusual alegría y solo puedo agradecer a Dios y
a la espiritualidad amiga que nos rodea con su
cariño, apoyo y alegría todo el tiempo.
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