Entrevista

por Orson Peter Carrara

Conocimiento y vivencia: la acción constante  fortalece la madurez

Nacido en Fortaleza (CE), donde también reside, Francisco Erionilton Ivo de Sousa, más conocido como Nilton (foto), es profesor, escritor y consultor. Está vinculado a la Sociedad de Estudios Espíritas Casa de Francisco, en su ciudad, en la que desempeña las funciones de coordinador general de las actividades de la institución. Se ha hecho muy conocido con la expansión de la virtualidad, debido al intenso trabajo virtual que viene realizando.

Lo entrevistamos para recoger su experiencia con la vivencia espírita:


¿Cómo define usted, interiormente, el conocimiento espírita?

El desarrollo de una cultura intimista del despertar espiritual, en la medida de la autoconciencia de la propia transitoriedad en el mundo, a partir de la naturaleza inmortal del ser, mediante el descubrimiento del sentido de no pertenencia a este mundo, identificando a través del autoconocimiento su sentido de tarea a desarrollar en cuanto a uno mismo y a la humanidad.

¿Cómo ha sentido los beneficios del conocimiento, en usted y en los demás amigos del movimiento espírita, con quienes convive en el trabajo espírita?

Con relación a qué es el impacto es variable de persona a persona, puesto que cada ser aprehende y asimila de una manera diferente... Frente a la muerte de familiares, principalmente, hemos sido testigos de grandes transformaciones, sin embargo, notamos que todavía algo falta en el aspecto metodológico, pedagógico y de profundidad, para un desarrollo espiritual más amplio, especialmente en lo que respecta a la liberación de hábitos y vicios. La reproducción de un sistema religioso también dificulta el cultivo de la humildad, debido a la ilusión de cargos y posiciones jerárquicas. 

La experiencia virtual, muy intensa con la pandemia, ¿qué tipo de horizonte le abrió para la experiencia espírita?

La percepción ya existente de que el templo es el propio ser, percibiendo en los centros un lugar de experiencia social, de refuerzo de las acciones en conjunto; la necesidad de diversificación metodológica de la enseñanza y el estudio, insertando la actividad espírita en el ambiente virtual.

¿Cómo considera las dificultades humanas de la actualidad?

Desafiantes y profundas con relación a los desafíos tecnológicos y lo superficial del conocimiento, especialmente frente a una doctrina que exige profundidad... percibimos demasiada ansiedad, dificultad para conectar el conocimiento espírita con la realidad; la depresión ostensiva en número y complejidad, desafiando a los centros a una interlocución más centrada en los problemas reales de esa criatura humana específica.

Reflexionando sobre el mínimo de personas conectadas con el pensamiento espírita genuino, en términos de humanidad, ¿habrá una manera más práctica de ampliar esos beneficios?

Es necesario elaborar ejes de grupos de pensamiento y dialécticos sobre métodos de enseñanza, pedagogía y plataformas capaces de difundir la percepción de la doctrina con una aplicación más práctica y concreta.

De sus recuerdos de la vivencia espírita, ¿qué es lo que más le llama la atención?

De personas que llegaban al grupo espírita en una situación completamente inerte, obsesas y, después de la sesión mediúmnica, salían mucho mejor, ya interactuando y, más tarde, con el transcurrir del tratamiento, habiendo retomado su equilibrio.

¿Qué es lo que más le emociona de la vivencia espírita?

El trabajo que desarrollamos en la psicografía de cartas consoladoras en comunión con los estudios que surgen de los temas de las obras espíritas, especialmente cuando percibimos el consuelo asociado al esclarecimiento clarificación espiritual de las conferencias.

¿Qué le gustaría decir sobre el desempeño actual de las instituciones espíritas en el país después de la pandemia?

¡Que necesitamos diversificar los temas, partiendo de la realidad del mundo en convergencia con lo que esclarece la doctrina, teniendo en cuenta que sólo así no se perderá el sentido fundamental de la doctrina, en cuanto a los objetivos fundamentales de Kardec, que dialogaba con el mundo de su tiempo! Ya tenemos nuevas exigencias que requieren nuevas reflexiones y la búsqueda de nuevos debates que den una secuencia de sentido atemporal a la enseñanza espírita.

¿Algo más que quisiera añadir?

La condición espiritual del Consolador es la esencia primordial del Espiritismo, al revelarle su carácter universal... Retirar la doctrina de la idea errónea de colocarla entre las religiones, restaurando su posición de ciencia y filosofía con consecuencias espiritualizadoras, sin estar atada a sistemas.

Sus palabras finales.

Tenemos un tesoro que se define como una revolución del conocimiento espiritual sobre la faz de la Tierra... Comprenderlo significa integrarse a esta revolución transformadora, de hecho, ¡a partir de nosotros mismos!
 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita