Residente en Santiago de Chile desde hace 21
años, Edmeire Pereira Possanho (foto), nacida en
São Paulo, capital, forma parte del equipo
dirigente del Centro Espírita Buena Nueva, del
cual es tesorera y directora del Área de
Estudios Doctrinarios. En la capital chilena,
también participa como secretaria en la
Federación Espírita de Chile, de la cual es una
de las cofundadoras.
En esta entrevista nos habla
sobre su vivencia espírita y el movimiento
espírita en Chile:
¿Cuándo y cómo conoció el Espiritismo?
Nací en São Paulo, la capital,
pero a los 8 años mis padres se mudaron al
interior del mismo estado, para vivir cerca de
mis abuelos maternos; ahí es donde comienza mi
historia y la conexión con el Espiritismo.
Viviendo frente a un Centro Espírita, en un
pequeño pueblo del interior de São Paulo,
llamado Tapiratiba, veía a mis abuelos, a mi
madre y a mis tías frecuentar la institución.
Crecí asistiendo al Evangelio los domingos y
luego participando en el almuerzo comunitario.
El Centro Espírita Francisco de Paula Víctor,
fundado en mayo de 1930, tenía un salón al
frente y una especie de asilo en el patio
trasero, con dormitorios-cocinas, en el que
vivían algunas personas. Casada, me fui a vivir
a la capital de São Paulo y comencé a frecuentar
y estudiar la Doctrina Espírita. Conocí la
Federación Espírita del Estado de São Paulo con
mi suegra, pero, dadas las dificultades de
continuar en las actividades de la Federación,
mi esposo y yo comenzamos a frecuentar un Centro
Espírita en Vila Mariana, donde permanecimos por
mucho tiempo. Más adelante, por razones de
trabajo de mi marido, nos fuimos a vivir a Belo
Horizonte, pero pronto buscamos una Casa
Espírita cerca de donde estábamos, para
mantenernos siempre en sintonía con la Doctrina
Espírita.
¿Cómo fue el contacto
espírita viviendo en Chile?
Cuando llegué aquí, formamos una
red de amistades, y dentro de esas queridas
amistades una amiga, que es espírita, me llevó
al Centro Espírita Buena Nueva, casa donde ella
y yo permanecemos hasta hoy. Además de
frecuentar el Centro Buena Nueva, dada la
diferencia en la carga horaria de las escuelas,
nos quedaba tiempo para reunirnos semanalmente
para tomar cafés con brasileñas y de otras
nacionalidades. Y allí, conversando con otras 3
amigas que son simpatizantes del Espiritismo, en
2008 formamos un grupo de Evangelio con
brasileñas que existe hasta hoy. Muchas ya se
han mudado a otros países, otras han regresado a
Brasil. Pero el grupo continúa, y nunca se
perdió el contacto con las que ya no viven en
Chile. Nuestro grupo ahora se reúne
virtualmente, los martes, de 10 a 11 a.m.
¿Cómo describiría la
expansión del pensamiento espírita en Chile?
Según mi percepción, está
cambiando mucho, pues antes era muy difícil
hablar abiertamente del Espiritismo, que allí se
confundía con brujería o con la práctica de la
mediumnidad por pago. Estamos logrando
contribuir a la expansión del movimiento
espírita nacional, porque en 2015 pudimos
realizar un Congreso Espírita Sudamericano,
donde tuvimos mucha participación del público
chileno, y creo que desde entonces ha habido un
antes y un después del Espiritismo en Chile,
aunque el Espiritismo se conoce en Chile desde
1862.
En las reuniones espíritas,
¿también hay chilenos o solo brasileños? ¿Y qué
idioma utilizan?
Nuestra Casa Espírita es
frecuentada por personas de diversas
nacionalidades, muchos chilenos, venezolanos,
peruanos, brasileños, algunos llegan habiendo
conocido el Espiritismo en su país, y otros sin
saber nada; por eso la importancia que le damos
al estudio de la Doctrina es primordial para
nosotros. Y siempre
usamos el español.
En cuanto a la disponibilidad
de obras traducidas, ¿cuál es el idioma
preferido para su distribución, divulgación y
estudio?
Preferiblemente en español. Para
que la difusión sea más masiva, solo en español.
Estando fuera de Brasil,
¿cómo siente los contenidos producidos aquí para
el estudio y la divulgación espírita, dada la
diferente realidad social que allí se vive?
Bueno, la calidad y diversidad
de contenidos que presenta Brasil es muy grande.
Es importante para nuestra Casa Espírita saber
la procedencia, que la fuente sea idónea y el
contenido sea fiel a la Codificación de Kardec.
Lamentablemente, los libros están sujetos a
impuestos que hacen muy difícil el acceso
físico, lo que limita mucho la divulgación y la
autorización para que algunas obras lleguen a
Chile. Hay una diferencia muy grande después de
la pandemia, ya que el acceso a las plataformas
digitales y a los estudios en línea vienen
facilitando mucho el conocimiento de nuevas
fuentes y personas en el ambiente espírita, pero
siempre priorizando buenos contenidos, temas que
faciliten el estudio, contacto con medios que
ayuden en la divulgación y estudio de la
Doctrina. Como directora del Área Doctrinaria,
el acceso gratuito a revistas, páginas y sitios
web de las federaciones, para descargar
materiales, ha sido muy importante para ayudar
en este proceso de conocimiento y expansión del
Espiritismo aquí en Chile.
¿Qué le gustaría relatar
sobre su vivencia espírita?
Como siempre le digo a todos los
que vienen al Centro Espírita, el Espiritismo es
un proceso interno de cada uno para "ser
espírita". Cada lugar tiene una forma de
Espiritismo, eso es exactamente lo que quiero
decir: "forma de Espiritismo", de acuerdo con
las necesidades de ese lugar, de acuerdo con las
personas de ese lugar, sin mencionar a las
personas que dirigen las casas espíritas, que
también traen su influencia derivada de la
formación que han tenido.
Cuéntenos sobre el movimiento
espírita en su país.
En Chile, culturalmente
hablando, la mayoría de la población se
considera católica; por ello, los chilenos son
cautelosos al comentar sobre religión,
especialmente para decir que están relacionados
con el Espiritismo. Como Federación, me tocó
hacer una Memoria del Espiritismo en Chile, para
el Consejo Espírita Internacional (CEI),
recordando que existen muchos pequeños grupos de
estudio, algunos antiguos, otros más nuevos,
independientes y sin vínculos con las Casas
Espíritas formalmente legalizadas.
¿Algo más que le gustaría
añadir?
Quiero poner más énfasis en la
importancia que fue realizar aquí un Congreso
Espírita en 2015, en el que fue posible contar
con la presencia de Divaldo Franco, haciendo así
que el Espiritismo sea más conocido y accesible
para todos. Personas con conocimientos espíritas
y referencias de estudio estuvieron con nosotros
aquí, ayudando a divulgar y hacer que el
Espiritismo estuviera cerca de todos. A pesar de
la dificultad del idioma, fue un momento muy
importante para el movimiento espírita en Chile,
especialmente para la capital, Santiago.
Y luego, como modernidad, llegó
la pandemia que nos ofreció otros desafíos, y
también nuevas oportunidades, como pasar de lo
presencial a lo virtual, con lo cual hubo muchos
beneficios para todos, con acceso a muchos
contenidos en línea, sitios web, revistas,
entrevistas y otros medios que ayudan a divulgar
el Espiritismo. Hemos podido seguir el ritmo de
muchas Casas Espíritas, con conferencias,
estudios online... Y hoy ofrecemos actividades
híbridas.
Agradecemos a revistas como "O
Consolador" y otras por su contribución al
Movimiento de expansión del Espiritismo, que
ofrece la oportunidad de acceder gratuitamente a
los materiales; agradecemos también a los
Mentores de nuestra Casa que nos han guiado y
que un día, en un futuro cercano, todas estas
semillas que aquí se están plantando florezcan a
través de las obras y enseñanzas de la
Codificación de Allan Kardec.
Sus palabras finales.
Le agradecemos, Orson, por la
invitación de poder participar en esta
entrevista y de poder contar un poco de mi
vivencia espírita, siempre rogando a los Amigos
Benefactores de la Luz para que ellos continúen
intercediendo por la expansión del Espiritismo
en todas partes. |