Presentamos en esta
edición el tema
nº
14
del Estudio
Sistematizado de la
Doctrina Espirita, que
está siendo presentado
aquí semanalmente, de
acuerdo con el programa
elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado
en seis módulos y 147
temas.
Si el lector utiliza
este programa para el
estudio en grupo,
sugerimos que las
cuestiones propuestas
sean debatidas
libremente antes de la
lectura del texto que a
ellas sigue.
Si es destinado
solamente para uso por
parte del lector,
pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder
las cuestiones y solo
después lea el texto
referido. Las respuestas
correspondientes a las
cuestiones presentadas
se encuentran al final
del texto abajo.
Cuestiones para debate
1. ¿Qué es lo que
Descartes quiso decir
con la frase: “Cogito,
ergo sum” (Pienso, luego
existo)?
2. ¿Cuándo se dieron las
primeras manifestaciones
de Espíritus?
3. ¿Qué importancia
tiene en la historia del
Moderno Espiritualismo
los fenómenos de
Hydesville?
4. ¿Qué son los “apports”?
¿Podemos decir que
“apports” y “raps” son
la misma cosa?
5. ¿Por qué las mesas
giratorias fueron
también llamadas como
mesas parlantes?
¿Y qué circunstancia
especial unido a ese
fenómeno llevó a Kardec
a estudiarlo?
Texto
para la lectura
El hombre y el Espíritu
1. En el hombre existe
algo más que materia y
principio vital. El
hombre piensa y tiene
conciencia plena de su
existencia; relaciona
ideas, establece
conceptos, elabora
juicios, construye
razonamientos, coge
conclusiones y,
sirviéndose del
instrumento maravilloso
del lenguaje, comunica
todo esto a sus
semejantes.
2. “Cogito, ergo sum”,
escribió Descartes
(“Pienso, luego
existo”). Esto es lo que
Descarte quiso decir: -
Pienso; ahora, la
materia por sí misma no
piensa; luego, existe en
mí, más allá del cuerpo
material algo más, que
es el agente de mi
pensamiento, en virtud
de lo cual, por tanto,
existo como ser
inteligente. Ese es un
razonamiento
perfectamente lógico y
conforme a la más pura
razón humana. Debería
bastar para que ninguna
duda existiese en el
hombre al respecto de
que en el vive un
Espíritu, esto es, un
ser inmaterial, sin
embargo real,
independiente del cuerpo
y a el sobrevive.
3. Otras facultades
existen en el hombre,
que nada tiene que ver
con la materia, y que
son funciones de una
conciencia individual
superior, sobrellevando
sobre todas el sentido
moral. Hay, con todo,
individuos incrédulos
que viven en la negación
o sólo en la duda, pues
en el fondo de su ser ha
de tener la misma
aspiración natural, de
toda criatura: no morir.
Dios, entonces, en su
infinita bondad y amor,
como Divina Providencia
que es, concedió al
hombre, con las
manifestaciones
espíritas, la prueba de
que en el vive un
Espíritu y que ese
Espíritu sobrevive a la
muerte.
Manifestaciones
espíritas
4. Manifestaciones de
Espíritus ocurrieron en
todos los tiempos, desde
la más remota antiguedad.
Su verdadera causa sólo
era conocida por los
iniciados. Los profetas
servían de
intermediarios entre los
Espíritus y los hombres
y muchas cosas
anunciaban como
expresiones de la
voluntad de Dios. Una de
las cosas anunciadas fue
que vendría el tiempo en
que esa facultad de
intermediación se
generalizaría, dando
lugar a manifestaciones
que ocurrirían por todas
partes, para sacudir las
conciencias y los
corazones de los hombres,
despertándolos para la
realidad del mundo
espiritual. Fue el
profeta Joel el
intermediario de esa
predicción.
5. La historia del
Moderno Espiritualismo –
denominación por la cual
el Espiritismo fue
inicialmente conocido en
América del Norte –
comenzó por hechos de
esa naturaleza,
ocurridos en Hydesville
a partir de 1848, siendo
médiums dos adolescentes
de la familia Fox, las
jóvenes Kate y Margaret
Fox.
Los “apports”
6. Los fenómenos físicos
se presentan bajo las
más variadas formas. La
fuerza que sirve para
traducirlos se presta a
todas las combinaciones.
Ella penetra todos los
cuerpos, atraviesa todos
los obstáculos, traspone
todas las distancias.
Bajo la acción de una
voluntad poderosa,
consigue descomponer y
recomponer la materia
compacta. Es lo que
demuestran los fenómenos
de “apports”, o
transportes de flores,
frutos y otros objetos a
través de paredes, en
aposentos cerrados.
Zöllner, el astrónomo
alemán, verificó la
penetración de la
materia por otra
materia. Con el auxilio
de la fuerza psíquica,
las entidades a que son
debidas las
manifestaciones llegan a
imitar los más extraños
ruidos. (N.R.: Al
traducir uno de los
clásicos del Espiritismo
sobre el fenómeno de
transporte, escrito por
Ernesto Bozzano,
Francisco Klörs Werneck
dice que dos términos
técnicos se aplican al
asunto: apport y
asport. Apport cuando
el objeto es llevado de
fuera a dentro. Asport
cuando es llevado de
dentro para fuera, de
tal modo que el vocáblo
traimiento no tiene
razón de ser.
Transporte es, así, el
término ya consagrado y
abarca ambos casos.
7. En una memorable
sesión realizada el 16
diciembre de 1868, en
Londres, el médium Home,
en un trance mediúmnico,
fue levantado y
proyectado para la parte
de fuera de una ventana
y, suspendido en el aire,
entró por otra ventana.
Los “raps”
8. Los “raps” son
fenómenos que consisten
en efectos físicos
diversos, como ruidos,
estallidos, golpes e
imitación de pasos,
producidos en puertas,
paredes, muebles y
suelos, todo eso sin
causa física conocida.
La simple producción de
esos efectos físicos
nada probaría en cuanto
a la existencia de los
Espíritus, por cuanto
podrían ser producidos
por otras fuerzas,
naturales y desconocidas,
pero a esos hechos
singulares se reveló
asociada una
inteligencia capaz de
dirigir la acción y que,
cuando es provocada, dio
pruebas ineludibles de
ser el Espíritu de un
muerto la verdadera
causa del fenómeno. En
el caso de la familia
Fox, el Espíritu
productor de los
fenómenos reveló haber
sido un comerciante que
se llamaba Charles
Rosman en su última
encarnación.
9. Hoy la sobrevivencia
del alma humana se
encuentra perfectamente
demostrada por hechos
que han sido
investigados con todo el
rigor científico por
numerosos y eminentes
sabios de este y del
siglo pasado. A tal
punto llegó el resultado
de esas
experimentaciones, que
Alfred Rusell Wallace,
uno de los más eminentes
investigadores de los
hechos espíritas, hizo
esta afirmación
categórica: “El
Espiritismo está tan
bien demostrado como la
ley de la gravedad”.
Allan Kardec y las mesas
giratorias
10. Las mesas giratorias
fueron también llamadas
como mesas parlantes,
porque, valiéndose de
los golpes que en ellas
sonaba, podían responder
inteligentemente a las
preguntas de las
personas presentes en
las sesiones. Fue
exactamente ese carácter
inteligente asumido por
el fenómeno que llevó al
profesor Hippolyte León
Denizard Rivail a
interesarse y, después,
a dedicarse
profundamente a su
estudio, así como a los
demás fenómenos
espíritas, deduciendo de
ellos todas las
consecuencias
filosóficas, morales y
religiosas que ellos
comportan, con el
auxilio de los propios
Espíritus. Las
enseñanzas por él
reunidas y ordenadas
constituirían el
admirable cuerpo de la
Doctrina Espírita
reunido en “El Libro de
los Espíritus”, libro al
que seguirían otras
obras, como “El Libro de
los Médiums”, cuya
segunda parte – De las
Manifestaciones
Espíritas – es
totalmente dedicada al
estudio de esas
manifestaciones.
11. Es “El Libro de los
Médiums” la primera obra
de Kardec que se debe
consultar sobre el tema
mediumnidad, ya que,
como obra general,
ninguna otra existe que
la supere, viniendo
después el libro “En lo
Invisible”, de León
Denis.
12. Les siguen numerosas
obras, sean generales,
tratando de toda la
fenomenología espírita,
sean particulares, o sea,
que tratan de
determinados fenómenos.
Bajo este último
aspecto, vale citar, a
título de ejemplos, los
libros de William
Crookes (“Hechos
Espíritas”), Friedrich
Zöllner (“Pruebas
Científicas de la
Sobrevivencia”), Arthur
Findlay (“En el Límite
de lo etéreo”), Oliver
Lodge (“Raymond”),
Ernesto Bozzano (“Fenómenos
de Transporte”) Y
Gabriel Delanne (“El
fenómeno Espírita”), de
entre muchos otros.
Respuestas a las
cuestiones propuestas
1. ¿Qué es lo que
Descartes quiso decir
con la frase: “Cogito,
ergo sum” (Pienso, luego
existo)?
R.: Con esta frase
Descartes quiso decir: -
Pienso; ahora, la
materia por sí misma no
piensa; luego, existe en
mí, más allá del cuerpo
material, algo más, que
es el agente de mi
pensamiento, en virtud
de lo cual, por tanto,
existo como ser
inteligente.
2. ¿Cuándo se dieron las
primeras manifestaciones
de Espíritus?
R.: Las manifestaciones
de Espíritus ocurrieron
en todos los tiempos,
desde la más remota
antiguedad, pero su
verdadera causa sólo era
conocida por los
iniciados.
3. ¿Qué importancia
tiene en la historia del
Moderno Espiritualismo
los fenómenos de
Hydesville?
R.: Importancia muy
grande, ya que la
historia del Moderno
Espiritualismo –
denominación por la cual
el Espiritismo fue
inicialmente conocido en
América del Norte –
comenzó por los hechos
de naturaleza mediúmnica
ocurridos en Hydesville
a partir de 1848, siendo
médiums dos adolescentes
de la familia Fox, las
jóvenes Kate y Margareth
Fox.
4. ¿Qué son los “apports”?
¿Podemos decir que
“apports” y “raps” son
la misma cosa?
R.: Los fenómenos de "apports"
son aquellos en que los
objetos son traídos de
fuera para dentro del
recinto de la sesión.
Cuando el objeto es
llevado de dentro para
fuera, el fenómeno es
llamado “asport”. En el
idioma hablado en
Brasil, el término ya
consagrado para ambos
casos es transporte. Los
“raps” son otra cosa. Se
trata de fenómenos que
consisten en efectos
físicos diversos, como
ruidos, estallidos,
golpes e imitación de
pasos, producidos en
puertas, paredes,
muebles y suelos.
5. ¿Por qué las mesas
giratorias fueron
también llamadas mesas
parlantes? ¿Y qué
circunstancia especial
unida a ese fenómeno
llevó a Kardec a
estudiarlo?
R.: Las mesas giratorias
fueron también llamadas
mesas parlantes
porque, valiéndose de
los golpes que en ellas
sonaban, podían
responder
inteligentemente a las
preguntas de las
personas presentes a las
sesiones. Fue
exactamente ese carácter
inteligente asumido por
el fenómeno que llevó al
profesor Hippolyte Léon
Denizard Rivail a
interesarse y, pronto, a
dedicarse profundamente
a su estudio, así como a
los demás fenómenos
espíritas, de lo que
resultó la
extraordinaria obra de
la Codificación de las
enseñanzas espíritas.
Bibliografia:
O Livro
dos Médiuns,
de Kardec, item 83.
No
Invisível,
de Léon Denis, pp. 185 a
186 e 202 a 203
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