Dourados y,
además,
integrante del
Consejo de
Administración
de la Federación
Espírita de Mato
Grosso do Sul.
La entrevistamos
sobre su
vivencia
espírita.
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¿Cómo se volvió
espírita?
Tuve la
felicidad de
nacer en un
hogar espírita.
Mis padres,
desde que se
unieron por los
lazos del amor,
decidieron
adoptar
el
Espiritismo como
referente de
conducta. Así,
fui evangelizada
en la Casa
Espírita fundada
por mi padre y
algunos amigos,
en el Distrito
de Indápolis,
municipio de
Dourados (MS),
donde mi madre
fue la primera
evangelizadora,
habiendo
recibido mis
hermanos y yo
las primeras
nociones del
Evangelio y de
la Doctrina
Espírita. En esa
misma Casa
Espírita
participé en la
juventud
espírita, fui
también
evangelizadora
de niños,
monitora de
estudios y, a
los 26 años,
elegida
presidenta del
centro, al que
dirigí en dos
gestiones. En
1987 trasladé mi
residencia a la
ciudad sede del
municipio y
desde entonces
participo en el
C.E. Bezerra de
Menezes, como
monitora de
estudios y
expositora
doctrinaria.
Para usted,
¿cuáles son las
repercusiones
íntimas del
conocimiento
espírita?
Estoy convencida
de que la
Doctrina
Espírita es luz
en nuestra vida.
Ella nos desvela
y nos muestra la
realidad de lo
que es esencial.
Esto hace toda
la diferencia. A
pesar de estar
persiguiendo la
meta de
vivenciar las
enseñanzas,
tengo la
convicción de lo
que es cierto y
que está
equivocado, así
como lo que me
corresponde
realizar,
independientemente
de la opinión,
no siempre
favorable, de
aquellos que
están cerca de
mí. Entonces lo
que pienso
actualmente,
como siento y
como he actuado
es el resultado
de los
conocimientos
espíritas que
calaron en el
fondo de mi ser.
Cada amanecer
siento que es
una oportunidad
de crecimiento
espiritual y
cuánto tengo que
avanzar.
¿Cuáles son sus
impresiones
sobre el
movimiento
espírita en la
actualidad?
Evidentemente el
Movimiento está
formado por las
personas y como
las personas
piensan y actúan
de manera
diferente,
aunque tengan
como base a la
Doctrina
Espírita, el
movimiento se
presenta de
manera compleja
y no homogénea.
Llevamos al
Movimiento
Espírita el
orgullo, que
impera en
nuestro ser, el
personalismo,
nuestras
vanidades, en
fin, nuestros
desafíos
íntimos, y eso
viene poniendo
dificultades al
trabajo y el
fortalecimiento
del Movimiento
Espírita.
Lamentablemente,
dejamos de
observar la
alerta del
apóstol de la
unificación,
Bezerra de
Menezes, cuando
nos invita a la
unión y a la
unificación del
Movimiento,
aseverando que
“Solidarios
seremos unión.
Separados unos
de otros seremos
puntos de vista.
Juntos
alcanzaremos la
realización de
nuestros
propósitos”, y
su consejo:
“Recordemos, en
la palabra de
Jesús, que ‘la
casa dividida se
arruina´, sin
embargo, nadie
puede romper un
haz de varas que
se juntan
uniendo
fuerzas”.
A pesar de ello,
el Movimiento
Espírita sigue
madurando y
ganando cuerpo,
porque “los
tiempos han
llegado”. Las
perspectivas son
altamente
positivas por
numerosos
factores, uno de
ellos es el
hecho de que
nunca se
realizaron
tantos eventos
espíritas y de
calidad,
proporcionándonos
profundas
reflexiones
sobre nuestra
práctica
doctrinaria.
¿Qué es lo que
le llama más la
atención del
Espiritismo?
La claridad
doctrinaria, el
razonamiento y
la lógica.
De su
experiencia
doctrinaria en
el movimiento
espírita, ¿que
sobresale?
El
reconocimiento
de la necesidad
de buscar, cada
vez más,
autoconocernos,
para que nos
perfeccionemos y
sirvamos mejor.
La certeza de
que todo lo que
hacemos
repercute en el
Universo y en
nosotros mismos.
La convicción de
que el
sentimiento
amoroso debe ser
la tónica de
cualquier acto.
¿Cómo siente el
interés del
público por el
conocimiento
espírita?
Cada año que
pasa percibo un
aumento en el
número de
personas
interesadas en
conocer la
Doctrina
Espírita. Es
posible
constatar este
hecho con mucha
facilidad, pues
ejerzo la
función de
monitora del
ESDE y cada
nuevo año el
número de
participantes
crece. Hace
algunos años las
personas
buscaban el
Centro Espírita
por problemas de
salud,
perturbaciones
espirituales o
por la
fenomenología
mediúmnica.
Actualmente, las
personas buscan
el Centro
Espírita para
conocer la
Doctrina y
buscan los
salones de
clase, los
cursos para
aprender.
Entonces,
verifico un
nuevo perfil de
los adeptos al
Espiritismo,
alguien que
llega para
conocer y para
eso busca
estudiar.
Con respecto a
las conferencias
a las que
también se ha
dedicado,
¿cuáles son sus
impresiones?
Además de
ejercer la
función
facilitadora en
los grupos de
estudios del
ESDE, realizar
conferencias es
otra actividad
en la que me
siento
gratificada. Las
conferencias
constituyen un
instrumento
valioso para la
divulgación de
la Doctrina
Espírita, la
oportunidad de
apreciar el
mismo tema desde
varios puntos de
vista, ampliando
y renovando
nuestros
conocimientos.
Pienso que el
expositor
doctrinario debe
buscar siempre
el
perfeccionamiento,
de manera que
los enfoques,
además de estar
profundamente
asentados en las
bases
kardecistas,
puedan acompañar
las necesidades
actuales del
público.
¿Algo resaltante
que le gustaría
narrar de su
experiencia en
la vivencia
espírita?
Especialmente me
conmueve el
impacto
consolador del
Espiritismo en
los momentos
difíciles de la
vida de las
diferentes
personas, de
cómo hacer
surgir y
renueva, en cada
una, la
esperanza de
vivir.
¿Algo más que le
gustaría añadir?
Le diria a los
amigos, que no
imagino mi
existencia sin
la presencia de
esta consoladora
Doctrina
Espírita.
Sus palabras
finales.
Mi profunda
gratitud por
esta
oportunidad,
recordando que
la misericordia
divina es
infinita y nos
llega a todos.
Nuestro
testimonio
también es
cotidiano y, en
esta hora, nos
fortalecemos en
la fe, en la
confianza en
Dios y en sus
amorosos
designios para
nuestras vidas.
La vida prosigue
y Jesús está con
nosotros. Y eso
hace toda la
diferencia, mis
hermanos. ¡Mucha
paz para todos!
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