Dice
Jesús:
"Y estas
señales
seguirán
a los
que
crean:
En mi
nombre
expulsarán
los
demonios;
hablarán
nuevas
lenguas;
cogerán
las
serpientes;
y, si
bebieran
alguna
cosa
mortífera,
no les
hará
daño
alguno;
y
pondrán
las
manos
sobre
los
enfermos,
y los
curarán."
(Marcos
16:1-18.)
Muchas
personas,
incluso
algunos
espíritas,
que
están
iniciando
aún sus
estudios
sobre la
Doctrina,
consideran
que la
Mediumnidad
es
exclusiva
del
Espiritismo.
La
verdad
es que
la
Mediumnidad
es
inherente
a todos
los
seres
humanos,
no
importa
cual sea
la
religión
que
abracen.
Así
también
usted,
lector
(a),
tiene
Mediumnidad,
en mayor
o más
pequeño
grado.
Puede
trabajarla,
o no,
pero
ella
existe
en usted.
Ella
está
latente
en todos
nosotros.
En
algunos,
ella se
manifiesta
con
mayor o
más
pequeña
intensidad,
dando
lugar a
la
clasificación
hecha
por
Kardec
en lo
que
concierne
a los
varios
tipos de
Médiums
(El
Libro de
los
Médiuns,
Cap. XIV
– Los
Médiums).
Por su
parte,
la
mediumnidad
nos
lleva
para la
cuestión
de la
imposición
de manos
hecha
por
fluidoterapeutas,
o
pasistas.
A través
del
llamado
pase
espírita,
canalizan
sobre
otra
persona
fluidos
o
energías
benéficas,
que
vienen
de
Espíritus
Buenos,
del
propio
fluidoterapeuta,
o
pasista,
o de
ambos.
Miles de
personas,
incluso
seguidores
de otras
religiones,
buscan
alivio
para sus
dolores
físicos
y
emocionales
en Casas
Espíritas,
y son
recibidos
con
respeto
y sin
cualquier
discriminación,
independiente
de sus
creencias.
Cuando
se
hablar
de “dar
pase”, o
donar
energia
y luz de
cura por
la
imposición
de las
manos,
luego
pensamos
en el
Espiritismo.
Hasta
los
Faraones
se
sometían
a la
imposición
de manos
Sabemos,
sin
embargo,
que la
imposición
de manos
ya viene
siendo
practicada
desde el
hombre
de las
cavernas.
Hay
representaciones
de la
mano –
pinturas
rupestres
– en
Australia,
Nueva
Guinea,
en los
Pirineos
en
Francia,
en que
el
énfasis
es dado
a la
mano. La
mano
representa
vida,
fuerza,
poder,
apacigua
y pasa
poderes
especiales
para
protección.
Hay
registros
de
imposición
de
manos,
ahora ya
para
cura,
por los
sacerdotes
Asírios
en la
antigua
Mesopotamia,
y
después,
más
tarde,
en el
Antiguo
Egipto.
Los
propios
Faraones
se
sometían
a la
imposición
de manos
hecha
por sus
sacerdotes
médicos.
Los
monjes
Tibetanos
hacen
uso de
la
imposición
de
manos,
así como
los
Hindués,
en la
China
milenária,
en Japón,
miles de
años
antes de
JesuCristo,
el
Maestro.
Los
Pastores
de las
Iglesias
Evangélicas
la
practican,
así como
los
Judíos y
los
Padres
en la
Iglesia
Católica
–
impositio
manus, y
también
es usada
en el
Candomblé,
en la
Umbanda,
prácticamente
em todas
las
Religiones
y sectas.
En los
países
de
lengua
inglesa
tiene el
nombre
de
laying
on of
hands, y
se
originó
en la
antigua
Inglaterra.
Aquellos
que
hacen la
imposición
son
llamados
de
Healers.
(los que
curan, o
curadores).
Principalmente
en los
EE.UU.
(Inglaterra
es más
tradicional
y
conservadora),
los
servicios
de los
Healers
son
anchamente
difundidos
y
aceptados;
frecuentan
una
Facultad
específica
para
sensitivos,
paranormales.
A
finales
del
curso,
ya
debidamente
acreditados,
cobran
por sus
servicios
en
consonancia
con una
tabla de
precios
y se
organizan
en
sindicatos.
Eso
genera
una
multiplicidad
tan
grande,
prácticamente
imposible
de aquí
mencionar
todos
los
ramos y
tendencias,
y, por
lo
tanto,
de forma
más
resumida,
diremos
que la
imposición
es usada
por la
mayor
parte de
los que
se
denominan
Espiritualistas.
Somos
nosotros
los
verdugos
de la
propia
salud
El Reiki
usa el
mismo
sistema
para
curar
física y
emocionalmente
a través
de la
donación
y
energización.
También
el
Johrei
(luz de
Dios)
usa la
imposición
de las
manos en
su
Iglesia
Mesiánica
Mundial;
la
Umbanda,
los
Mórmones,
los
Chamanes
también.
En el
siglo
XVIII
surgió
Franz
Mesmer,
médico
alemán,
que
fundó la
teoría
del
magnetismo
animal –
Mesmerismo
– con el
propósito
de cura.
Mesmer
fue
considerado
charlatán
por unos
y
notable
por
otros,
porque
fue el
precursor
del
movimiento
que
llamó la
atención
para los
fenómenos
paranormales.
En las
tribus
africanas,
algunas
aún en
la fase
del
mesolítico
y
neolítico
– nunca
oyeron
hablar
de Jesús
–, el
curandero
de la
tribu
impone
las
manos
sobre la
cabeza o
cuerpo
del
enfermo.
En
Mozambique,
por
ejemplo,
aún hoy,
hay los
curanderos,
denominados
“tinyanga”.
Entre
los
varios
posibles
procedimientos,
la
imposición
de manos
forma
parte de
sus
ritos
curativos
y de
protección
contra
todos
los
males.
Aquí
hago un
paréntesis
para
decir a
los
amigos
lectores
que los
curanderos
tienen
la
creencia,
la
convicción
absoluta,
de que
son
seleccionados
por los
espíritus
de los
difuntos
para que
vengan a
cumplir
su
misión
de
cuidar
del
prójimo
durante
su vida
aquí en
la
Tierra.
Los
Espíritus
lo
escogen
y lo
informan
de eso.
Los
tinyanga
jamás
rechazan
esa
misión,
porque,
si lo
hicieran,
los
Espíritus
los
castigan
y causan
su
muerte
prematura,
pues
quién no
realiza
su
misión
inútil
se hizo,
una vez
que no
quiso
ejercer
el
trabajo
espiritual
que le
era
debido y
del cual
fue
incumbido
por la
Espiritualidad
y, por
eso, no
merece
continuar
viviendo.
Volvamos,
ahora, a
nuestra
civilización
occidental
y
moderna.
Proliferam
mil
formas
de cura,
de
alivio
de
dolores
emocionales
y
físicos,
que
tienen
por base
el
desbloqueo
de los
centros
de
fuerza
en
nuestro
cuerpo
para que
la
energia
fluya
normalmente
y, por
lo
tanto,
los
órganos
funcionen
de forma
equilibrada
como
fueron
designados
para
operar
originalmente.
Sabemos
que
somos
nosotros
– por la
forma
como
tocamos
nuestras
vidas,
la forma
inhumana
como
pataleamos
nuestro
cuerpo y
la
basura
mental
que
permitimos
pase por
nuestra
mente –
que
destruimos
nuestra
salud.
Está en
el
Espíritu
la causa
de
nuestros
problemas
de salud
Nuestros
pensamientos
negativos
generan
problemas
físicos
y los
problemas
físicos
causan
formas
de
pensamiento
distorsionadas,
confusas,
depresivas,
a través
de la
influencia
de la
mente
sobre el
cuerpo o
del
cuerpo
sobre la
mente (psicofisiologia/fisiopsicologia
– que
trata de
la
relación
íntima y
su
influencia
recíproca
entre
las
reacciones
provocadas
por el
cuerpo
en la
mente y
viceversa).
Esta
relación
íntima,
cuando
está en
desequilibrio,
nos
lleva, a
veces,
al fondo
del pozo
y
quedamos
sin
fuerzas
para
reaccionar.
Este es
uno de
los
casos en
que la
energia
donada,
a través
de la
imposición
de
manos,
permite
que
aquel
que la
recibe
obtenga
fuerzas
que lo
lleven a
reaccionar,
y luchar
contra
su
actual
estado,
podemos
compararlo
a un
móvil
cuya
carga se
agotó.
El pase
es el
momento
en que
se
transmite
la
fuerza
necesaria
para que
el
enfermo
pueda
comenzar
a
reaccionar.
Aquí un
rápido
paréntesis
para
recordar
que sólo
el pase
por sí
no hace
“milagros”
–
necesario
es que
quién lo
recibe
esté
dispuesto
a
cambiar
sus
hábitos
nocivos
a su
salud y
a su
mente
(reforma
íntima),
sin lo
que sus
efectos
benéficos
volverán
a
desvanecerse
en la
confusión
mental y
en las
dolências
físicas.
La
práctica
de la
imposición
de manos
es tan
eficaz
que
muchos
médicos,
en todo
el
mundo,
ya
permiten
que los
médiums
apliquen
la
fluidoterapia
en las
UTIs. El
resultado
es
sorprendente.
Otros
médicos,
incrédulos
de su
acción,
consideran
la
imposición
de manos
como un
efecto
placebo
y se
niegan a
aceptar
siquiera
la
posibilidad
de
cualquiera
cosa más
allá de
la
medicina
tradicional.
Antes de
proseguir,
me
gustaría
decir,
de forma
bien
enfática,
que
quién
está
enfermo
debe
buscar
urgentemente
la
medicina
tradicional
y, si
así el
lo
deseara,
buscar
también
el
tratamiento
espiritual,
ya que
está en
el
Espíritu
la causa
de la
mayoría
de
nuestros
problemas
de salud.
El
espírita
no puede
ni debe
cobrar
por el
bien que
hace
Jamás un
médium,
un
fluidoterapeuta,
o quien
quiera
que sea
que
administre
esta
forma de
tratamiento,
deberá
influenciar
o llevar
a un
paciente
a
abandonar
el
tratamiento
de la
medicina
tradicional
o dejar
de tomar
los
medicamentos
prescritos
por el
médico,
sin
antes el
consultar.
Quién no
cuida de
su
cuerpo y
no
controla
su
mente,
paga un
precio
muy
alto.
Mens
sana in
corpore
sano
(mente
sana en
un
cuerpo
sano),
ya lo
decía
Juvenal
en la
Roma
Antigua.
Hay
incontables
formas
de hacer
la
imposición
de manos
– el
ritual,
el
movimiento
de las
manos
difiere
mucho,
así como
la
duración
de esa
práctica.
En
cuanto a
la
retribución
por el
trabajo
efectuado,
muchos
trabajan
gratuitamente
y otros
cobran
por ese
trabajo.
El
verdadero
espírita
no puede
ni debe
cobrar
por algo
que no
le
pertenece
(el
trabajo
es de
los
Espíritus
y el
pasista
es usado
como
mero
canal de
intermediación)
y no
puede
recibir
cualquier
tipo de
regalo,
recuerdo,
o sacar
cualquier
ventaja,
sea ella
del tipo
sea.
Veamos
ahora lo
que
ocurre
en el
movimiento
espírita
actual y
los
riesgos
que él
corre.
Vamos a
hablar
de una
serie de
modismos,
aún no
comprobados
como de
cura, y
que
fascinan
a
algunos
dirigentes
y
trabajadores
de Casas
Espíritas,
que
desean
anexionar
otras
corrientes,
llevando
a un
folclore
que nada
tiene
que ver
con la
Doctrina
Espírita.
Uno de
los
argumentos
que más
escucho
es que
los
tiempos
evolucionan
y que la
Doctrina
Espírita
necesita
evolucionar
también
y
aceptar
y
permitir
la
inserción
de
várias
prácticas
que son
denominadas
espiritualistas,
pero no
pueden
ser
definidas
como
Espíritas
o
Kardecistas.
Aquí no
hay
cualquier
menosprecio
a esos
procedimientos;
nuestro
respeto
es
profundo,
pero
quién es
espírita
necesita
seguir
los
fundamentos
de esta
Doctrina
y no de
A + B
+ C,
sólo
porque
está en
la moda,
o porque
se
siente
bien con
esa otra
forma de
Espiritualidade.
Soy de
la
opinión
que el
Centro
Espírita
estructurado
dentro
de las
normas
constantes
de la
obra de
Allan
Kardec
debe
seguirlas,
para que
haya un
consenso
y una
homogeneidad
de
enseñanzas
y de
valores.
Si no
hiciéramos
esto, si
cada
Centro
hace lo
que
quiere y
halla,
vamos a
contribuir
y mucho
para la
pérdida
de la
credibilidad
de la
Doctrina
Espírita.
La
crítica
que
hacen a
la
doctrina
espírita
Se dice
mucho
que el
Espiritismo
limita,
que es
una
doctrina
estática,
y que
algunas
Casas
Espíritas
imponen
muchas
normas y
reglas
de
procedimiento
y de
control,
que
olvidan
el
propósito
fundamental
de la
Doctrina:
el amor
al
prójimo
y la
práctica
de la
verdadera
caridad,
en sus
formas
múltiples
como el
perdón,
la
solidaridad,
la
compasión,
el no
juicio,
por ahí
adelante.
Sí, en
ciertos
aspectos,
concuerdo.
Sin
embargo,
esto no
puede
servir
como
base de
argumentación,
como
disculpa
para un
“abrir
la
porteria”
a todo,
incluyendo,
por
ejemplo,
la
cromoterapia
(mental
o con el
uso de
luces
coloreadas),
el uso
de
sonidos
específicos
para ese
o aquel
tratamiento,
el
masaje
ayurvédica,
o
incluso
la
acupuntura
y otras
formas
médicas
de
tratamiento.
Con todo
el
respeto
que esas
formas
de
tratamiento
merecen,
la
verdad
es que
no
forman
parte de
la
Doctrina
y si,
con la
disculpa
de una
modernización
necesaria
las
acoplamos
a
nuestra
forma de
tratamiento
espiritual,
la
verdad
es que
de aquí
a
algunos
años la
Doctrina
Espírita
estará
completamente
descaracterizada
de sus
enseñanzas
fundamentales.
En
resumen:
el
Centro
Espírita
debe
instruir,
así como
llevar a
una
renovación
individual
a través
de la
reforma
íntima y
realizar
el
tratamiento
espiritual
a través
del pase,
de la
imposición
de
manos.
Todas
las
áreas de
conocimiento
sufren
una
constante
evolución.
Hoy, esa
evolución,
dada la
tecnología
moderna
y el
fácil
acceso a
la
información,
es
vertiginosa.
En la
época de
los
grandes
filósofos
como
Sócrates,
Platón y
Aristóteles,
entre
otros,
había
tiempo
para
reflexión
y el
conocimiento
era
general
y
completo,
consolidado.
Había
tiempo...
Jesús,
que curó
en la
mayor
parte de
los
casos
con la
simple
imposición
de
manos,
no tenía
móvil
(celular),
ni
Whatsapp,
y mucho
menos
internet,
ni TV o
radio,
pero sus
enseñanzas
se
propaga
y
perduran
hasta
hoy,
porque
son
sólidas,
morales,
éticas
y, por
encima
de todo,
contienen
la
enseñanza
mayor de
respeto,
amor al
prójimo
y a sí
mismo.
Si el
individuo
no se
respeta,
ama y
acepta
profundamente,
jamás va
a poder
hacerlo
en
relación
al
prójimo.
Me quedo
pensando
en cómo
todo
evoluciona
en las
varias
áreas de
la vida
y llego
a la
conclusión
de que
no hay
cualquier
duda que
la
Doctrina
Espírita,
acompañando
lo que
el
progreso
y la
tecnología
actual
nos
ofrecen
y
comprueban,
va a
sufrir
cambios
previstos
por el
propio
Kardec.
Si no
estuviéramos
preparados
para eso,
la
Doctrina
quedará
estacionada,
no más
como
símbolo
de la
una Fe
razonada,
pero sí
de uma
Fe
impuesta.
El
critério
adoptado
por
Kardec
aún es
válido
Kardec
vivió en
Francia
en pleno
siglo
XIX en
una
época de
intenso
hervir
del
conocimiento,
y su
educación
formal
era
excelente.
Los
mensajes
que le
eran
pasados
por los
médiums
eran
analizados
y con
criterio
evaluados
en lo
que se
refiere
a la
lógica y
coherencia.
Las
novedades
quedaban
en
observación
hasta
ser
descartadas
o
confirmadas.
Hagamos
lo mismo
con las
posibles
alteraciones
o
inserciones
en la
Doctrina
Espírita
y creo
que
estaremos
trillando
el
camino
correcto
y seguro
y sin
precipitaciones,
ciertos
de que
el
criterio
adoptado
por
Kardec
era y
continúa
siendo
válido.
Entonces,
pienso
que
debemos
ir
despacio
con el
andar.
Hay
algunos
Centros
Espíritas
que, sin
atender
a la
determinación
de la
FEB,
incluyen
todo lo
que es
propuesto
por
algunos
de sus
dirigentes
y
trabajadores,
en el
deseo de
agradar
a todos
y poder
mostrar
un mayor
número
de
frecuentadores.
No
quiero
decir
con esto
que no
hay
corrientes
muy
válidas
y dignas
de
nuestro
respeto,
pero no
deben
ser
incluidas
en las
prácticas
de la
Casa
Espírita.
Somos
libres
para
experimentar
democráticamente
lo que
nos
parece
bueno, a
veces
hasta
movidos
por
curiosidad
para
poder
comparar
lo que
nos
conviene,
pero
cada
cosa en
su
lugar.
¿Quieren
experimentar
o ser
adeptos
de
acupuntura
o de
cromoterapia,
dos
líneas
de
tratamiento
que
respeto
profundamente?
Buscad
un bueno
profesional
en esas
áreas y
experimenten,
pero no
las
acoplen
a la
práctica
de
nuestra
institución
espírita.
¡En
cosas de
gran
seriedad
y
responsabilidad,
que
envuelven
influencia
espiritual
sobre
los
otros y
sobre
nosotros
mismos,
seamos
un poco
más
cuidadosos,
críticos,
analicemos
mucho, y
tengamos
bueno
senso!
El
Codificador,
que
tanto
estudió,
tanto
comparó,
tanto
analizó
y
criticó,
y que
durante
años y
años
cogió
pruebas
para dar
soporte
sólido a
todo lo
que nos
pasó en
sus
obras,
no
merece
que
hagamos
lo que
estamos
haciendo
con el
trabajo
árduo de
él y con
la
Doctrina
Espírita.
Dirigentes
de Casas
Espíritas,
Trabajadores
de Luz,
reflexionemos
sobre
eso.
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