El Espiritismo
nace en 1857
cargando una
bandera
peculiar. Aunque
sin relatar una
novedad cuando
comentó sobre la
reencarnación,
el hecho es que
demuestra, a
través de su
rica filosofía,
los detalles de
este proceso,
cosiendo
cuestiones
evolutivas de
forma coherente
con la
existencia de un
Creador Perfecto,
Omnipotente,
Omnisciente,
Totalmente Justo
y Bueno. Aunque
otras religiones
también afirmen
la cuestión de
la reencarnación,
solamente el
Espiritismo da a
este tema una
característica
robusta, que se
sostiene, desde
que, como
comenté,
tengamos en
cuenta a un Dios
Perfecto. La
Doctrina
Espírita nos
explica los
fundamentos de
esta teoría,
afirmando de
dónde vinimos,
por cuál motivos
aquí estamos y
para dónde
iremos después
de este pasaje
por la Tierra.
Según la
religión:
* Somos almas
inmortales.
* Fuimos creados
por Dios.
* Estamos em um
proceso de
evolución
continúa.
La Tierra es una
de las posibles
experiencias,
con relativa
pérdida de
memoria, para
colocar en
práctica
aprendizajes ya
realizados y
aprender nuevos
conceptos.
Al salirnos de
esta experiencia
reencarnatoria,
seguimos para el
Mundo Espiritual
- nuestra
verdadera casa,
ya que somos
Espíritus y no
cuerpo. Y,
siendo espíritus,
obviamente
necesitamos
vivir aquí en
consonancia con
nuestra
naturaleza
espiritual,
teniendo el
material como
vehículo y medio,
nunca como un
fin en sí mismo.
No nacemos para
cubrirnos de
oro, sino para
sentir y
esparcir más
amor.
Macanismo de
Defensa para la
Evolución
Entendemos que
el alma se
expresa y siente
el medio a
través del
cuerpo, siendo
que este cuerpo
más denso, que
conseguimos ver
y tocar, carga
informaciones
genéticas de
nuestro sistema
familiar, pero
no solamente. Él
también es
heredero de una
evolución de la
especie humana
(filogenética),
por lo tanto
posee límites y
posibilidades
dentro de esta
categoría. De
esta manera, no
conseguimos
volar, tampoco
vivir bajo del
agua. Pero no
sólo esto.
Nuestro cerebro
fue equipado con
un sistema de
protección
bastante
interesante. No,
no se trata de
la caja craneana,
formada por un
hueso duro, sino
por un
dispositivo de
protección
automático, que
nos hace escapar
de amenazas
eminentes o
luchar contra
ellas,
inmediatamente,
siendo que este
mecanismo es más
fuerte e intenso
que el mecanismo
de placer.
Siendo así,
físicamente
estamos
programados para
registrar y
valorar mucho
más aspectos
negativos de la
existencia que
los positivos.
Acostumbro a
decir para las
personas que
obviamente es
más importante
que huyamos de
un León que
encontremos y
nos alegremos
con uma fresa
silvestre. Mucho
más urgente.
Entonces estamos
diciendo que
existe un
conflicto de
intereses,
finalmente
buscamos la
felicidad en la
Tierra, sin
embargo tenemos
una máquina
programada para
registrar,
destacar y
valorar más lo
negativo que lo
positivo de la
experiencia.
Neurocientíficos
comentan que,
siendo así,
necesitamos
demasiado
inputs
positivos que
negativos. Y
estos inputs
no deben ser
sólo en las
experiencias con
el medio, sino
imposiciones
mentales, en las
cuales
conversamos con
nosotros mismos,
reafirmando las
cosas buenas que
nos ocurren,
trayéndolas a la
conciencia,
siendo
agradecidos a
ellas.
Acostumbro
indicar a mis
pacientes que
dispongan de un
cuaderno
especial de la
gratitud. Todas
las noches,
deben registrar
al menos 5
hechos
significativos
que ocurrieron
el día y que
deben recibir
reseña en la
conciencia, una
vez más. Este es
un ejercicio muy
interesante,
capaz de alterar
estructuras
mentales
construidas con
otras
direcciones.
Trae imediato
bienestar,
además.
Con el avance de
la ciencia,
gracias a los
equipamientos de
neuroimagen,
pudimos, en los
últimos 20 años,
dar un salto en
la cuestión de
aprendizaje
sobre nuestros
cerebros.
Pudimos entender
que él posee una
plasticidad, que
conseguimos
alterar su
estructura,
tanto para mejor
como para peor,
a través de
nuestros
pensamientos y
postura de vida.
Por lo tanto,
comprender
aspectos sobre
el arte del buen
vivir puede no
solamente
cambiar nuestro
humor, como
incluso nuestro
órgano cerebral.
¡Y eso es algo
maravilloso,
pues cuando este
se altera, la
fuerza de los
pensamientos
positivos se
potencializa. He
ahí un círculo
virtuoso que
nace! Pero no se
trata de crear
un mundo color
de rosa,
imaginario,
Poliana... y sí
volver nuestra
mirada para el
real, en el aquí
y en el ahora,
juntos con la
experiencia, con
conciencia y
amorosidade al
Yo y al Mundo.
Pues, cuando
aprendemos a
amarnos,
buscamos en la
vida lo que ella
tiene de mejor
para ofrecernos,
dando de vuelta,
también lo que
tenemos de mejor...
Jesús y el
Sentido de la
Vida
Cuando el
querido Maestro
estuvo entre
nosotros,
comentó que
debemos aprender
a amar, a
perdonar, a
donar, a aceptar
las experiencias
con comprensión,
humildad, fe,
esperanza,
justicia y
coraje. Ya en
aquel entonces
comentó como la
ansiedad nos
hacía mal.
Preguntaba por
qué andábamos
tan ansiosos por
las cosas
materiales, si
Dios puede sí
proveernos de lo
necesario y que
bastaría
hiciéramos lo
que Él nos
enseñaba, o sea,
que caminaramos
en consonancia
con la gran Ley,
haciendo lo
nuestro mejor.
Ocurre que ésta
afirmación,
contenida en el
sermón de la
Montaña, trae en
sí misma una
complicación,
cuando no le
prestamos una
mirada profunda,
espiritual y
reencarnacionista.
Pues, ¿cómo
estar tranquilo
delante de la
vida, si no
consigo aún ser
tan bueno cómo
me pide el
propio Jesús? Si
la Ley de Dios,
si el Reino es
amor y sabiduría,
¿cómo conseguir
tener lo
necesario si aún
no consigo
caminar em la
Tierra siendo
verdaderamente
justo y Bueno?
Ahora, como todo
lo que hay,
necesitamos
esforzarnos para
comprender la
lente divina,
que conoce
profundamente
nuestras
posibilidades y
límites. Dios no
pediría de sus
hijos más de lo
que ellos pueden
dar. Lógicamente
que vamos a
errar, que vamos
a continuar con
dificultades en
las cuestiones
morales, por
algún tiempo,
sin embargo,
tengamos en
cuenta nuestra
buena voluntad,
nuestra
intención de
hacer el bien,
de construir un
mundo mejor, a
través de
nuestras
acciones en el
mundo. Y
obviamente ésta
intención y
persistencia
siempre es
tenida en cuenta.
No nos será
pedido que
seamos santos un
día, pero que en
el espacio de
los días seamos
intensos em la
intención y em
la disposición.
Y, ¿qué sería
Sentido de Vida?
Resumidamente,
podemos decir
que se trata de
realizar aquí lo
nuestro mejor,
con lo que
cargamos de
valores y
talentos. Los
valores nos dan
el norte
positivo en las
acciones, los
talentos, nos
indican las
áreas en que
podemos actuar
en el mundo. Por
ejemplo: un buen
médico, usa sus
talentos para
volverse y
realizar la
profesión de
médico, pero los
valores es que
hacen que sea
verdaderamente
humano y bueno
en sus
atenciones,
siendo, entonces,
un profesional
completo. Siendo
así, vive en
consonancia con
sus talentos y
valores y, por
consecuencia,
consigue
mantenerse firme
delante de los
embates que la
vida presenta.
Si hace
flexibilidad,
pues, así como
decía Nietzsche,
quien tiene un
por qué enfrenta
cualquiera cómo.
Joan Garriga
Bacardi ya decía
que la buena
jornada de un
alma consiste en
que descubra sus
talentos, que
sepa cuáles las
heridas y las
sane y, por
último, que viva
en consonancia
con el flujo de
la vida,
aceptando lo
inevitable,
alterando lo
posible, amando
siempre.
Atención para
algunos puntos
importantes
Auto-sabotaje:
Nosotros
humanos, algunas
veces
desarrollamos
creencias
fantasiosas
sobre nosotros
mismos. Existen
los que se
piensan
pecadores, no
merecedores de
lo bueno, de la
alegría, de la
paz. Otros, por
no aceptar a los
padres y la
propia historia
vivida con ellos,
también acaban
por alcanzar a
sí mismos, a
través de
elecciones
equivocadas.
Sabotean los
propios
proyectos,
formando
compañías
destructivas,
olvidando de
luchar por sus
elecciones y
sueños. Algunos
se mutilan
mentalmente, con
ansiedades
tóxicas, hasta
enfermar, otros
físicamente,
usando drogas,
alcohol,
medicamentos,
etc. Otros, aún,
pelean con todos
aquellos que
pueden ayudarlo
o huyen de los
que les haría
bien. Este ciclo
sólo podrá ser
roto, ya que es
inconsciente y
contínuo, con un
mirada honesta y
profunda sobre
sí mismo.
Auto-perdón/
Perdón: André
Luiz, en el
libro Señal
Verde, comenta
que tras un
problema debemos
aguardar por
otro.
Parafraseando al
Espíritu amigo,
yo diría que
“después de un
error, debemos
aguardar otros".
¡Y debemos ser
honestos en
cuanto a esto! ¡Logico
que iremos a
fallar! Estamos
en la Tierra,
somos aún
Espíritus
imperfeitos, a
camino del amor,
del bien, de lo
justo, de lo
bueno. Aún no
sabemos acertar
en todos los
sectores, mucho
menos en los
emocionales. ¿Siendo
así, después de
un error nos
cabe qué?
¡Aprender y
crecer con la
experiencia,
sólo esto! Nada
de
remordimientos
extensos. La
culpa puede dar
el aire de la
gracia, pero
deberá ser
sustituidas por
la intención de
reparación y
cambio de
mentalidad.
Siendo así,
debemos perdonar
a nosotros
mismos, así como
a los otros… Y,
siendo así,
estaremos más
leves para el
divino arte del
buen vivir.
Postergación: El
eterno aplazar -
¿Y cuándo
escuchamos,
leemos,
reflejamos y nos
negamos a
alterar los
rumbos
destrutivos de
nuestras vidas?
La postergación
es uno de los
síntomas del
auto-sabotaje,
pero decidí dar
a ella un
espacio de más
en ésta charla,
por su
importancia y
poder. Ella es
el resultado de
nuestra
obstinación, de
nuestra falta de
humildad ante la
vida. Cuando nos
hacemos
orgullosos, no
sólo endurecemos
por pensar mejor
que otros, sino
también cuando
nos obstinamos
en afirmar para
la vida que
sabemos más que
ella, que aún
los grandes
Maestros
diciendo que
necesitamos
perdonarnos,
insisto por la
punición eterna.
Equivocadamente
pensamos pagar
una cuenta que
sólo aumenta.
Nos hallamos
ciertos, cuando
erramos. Aplazar
aquello que
necesitamos
hacer: descubrir
nuestros
talentos, vivir
en consonancia
con ellos,
orientándolos
con valores
positivos;
descubrir
nuestras heridas,
sanándolas y
viviendo en
consonancia con
el sentido de la
vida, aceptando
aquello que ella
se nos presenta,
con gratitud,
enyesándonos en
el dolor, en el
sufrimiento, en
la fantasia de
que no
conseguimos
cambiar de donde
estamos. La
decisión por el
andar, por la
cambios de
viejos hábitos
que ya no nos
caben, se hace
necesaria.
Más uma
propuesta de
Guía Segura
Según el Vedanta,
las acciones más
eficientes para
que consigamos
crear buenos
karmas, o
podemos así
decir: para
vivir bien,
acumulando pocos
problemas y
sujetando
antiguos fallos,
está en:
Realizar
acciones
espirituales:
aquellas que
buscan
transcender la
mente, conocer
la realidad,
desarrollar el
desapego y la
sabiduría;
religarnos a
Dios.
Servir y Cuidar
de las Fuentes
de Conocimientos:
professores y
lugares de
enseñanza
espiritual;
Cuidar, amar y
honrar a los
padres:
Atenderlos en
sus necesidades,
respetarlos (eso
no significa
curvarse a las
neurosis
familiares);
Cuidar de los
Otros Seres
Humanos: Atender
las personas en
sus necesidades,
ayudándolas en
su desarrollo;
Cuidar de los
animales y
plantas: Atender
a todas las
necesidades de
las otras formas
de vida,
intentando nunca
dañar.
Aquellos que
consiguen andar
por la Tierra,
observando estos
5 conceptos,
estará actuando
en consonancia
con la Ley
Cósmica, lo que
Jesús llamó
Reino de Dios,
y, por lo tanto,
estará amparado,
siempre. Para
los hindúes,
todo lo que el
Universo nos
concede debe ser
aceptado, aunque
sin pasividad.
Podemos alterar
lo que esté a
nuestro alcance.
Y sólo descubrió
el verdadero
sentido del arte
de vivir aquel
que aprende a
cuidar, amar, a
tener compasión,
sea allí em el
sector donde
estuviera
actuando.
Jesús y la
Parábola de los
Talentos
Por fin, me
gustaría
destacar uno de
los más bellas
enseñanzas de
Cristo, por ser
él muy
pertinente
delante de las
lecciones de
esta noche:
Hablando a
través de una
linda parábola,
dijo:
«Pues es así
como un hombre
que, partiendo
para otro país,
llamó a sus
siervos y les
entregó sus
bienes: a uno
dio cinco
talentos, a otro
dos y a otro
uno, cada cual
según su
capacidad; y
siguió viaje. El
que había
recibido cinco
talentos, fue
inmediatamente a
negociar con
ellos y ganó
otros cinco; de
igual manera el
que había
recibido dos,
ganó otros dos.
Pero el que
había recibido
uno sólo, se fue
e hizo un
agujero en el
suelo y escondió
el dinero de su
señor. Tras
mucho tiempo
volvió el señor
de aquellos
siervos y ajustó
cuentas con
ellos. Llegando
el que había
recibido cinco
talentos, le
presentó otros
cinco, diciendo:
Señor, me
entregaste cinco
talentos; aquí
están otros
cinco que gané.
Le dijo su señor:
Muy bien, siervo
bueno y fiel, ya
que fuiste fiel
en lo poco, te
confiaré lo
mucho; entra en
el gozo de tu
señor. Llegó
también el que
había recibido
dos talentos, y
dijo: Señor, me
entregaste dos
talentos; aquí
están otros dos
que gané. Le
dijo su señor:
Muy bien, siervo
bueno y fiel, ya
que fuiste fiel
en lo poco, te
confiaré lo
mucho, entra en
el gozo de tu
señor. Llegó por
fin el que había
recibido un sólo
talento,
diciendo: Señor,
yo sabía que
eres un hombre
severo, cosechas
donde no
sembraste y
recoges donde no
cribaste; y,
atemorizado, fui
a esconder tu
talento en la
tierra; aquí
tienes lo que es
tuyo. Sin
embargo su señor
respondió:
Siervo malo y
perezoso, sabías
que cosecho
donde no sembré
y que recojo
donde no cribé?
Debías, entonces,
haber entregado
mi dinero a los
banqueros y,
viniendo yo,
habría recibido
lo que es mío
con intereses.
Coge, pues, el
talento y dáselo
al que tiene los
diez talentos;
porque a todo el
que tiene, se le
dará, y tendrá
en abundancia;
pero al que no
tiene, hasta lo
que tiene, le
será quitado. Al
siervo inútil,
sin embargo,
lánzalo en las
tinieblas
exteriores; allí
habrá el llanto
y el crujir de
dientes. »
(Mateus
25:14-30)”
Aquel que
aprovechó los
talentos que
Dios le prestó,
haciendo algo
mayor en el
mundo, agradó al
Señor. El que
escondió,
enterró,
silenció el
talento, tuvo
miedo. Y el
miedo lo enyesó.
Y, enyesado, no
vivió bien… no
usó su talento
para algo en el
mundo. Acabará
amargando el
tiempo perdido,
en el mundo
espiritual, o
aún en este,
como dice la
parte del llanto
y crujir de
dientes….
Finalizando,
repito la
necesidad de ir
en busca de
descubrir
nuestros
talentos,
buscando
utilizarlos con
los valores
positivos.
Entendemos como
valores
positivos:
compasión,
bondad, coraje,
perseverancia,
humildad,
sabiduría.
Debemos
descubrir
nuestras heridas
y sanarlas,
perdonando a los
otros y a
nosotros mismos,
aceptando que
cada cuál sea y
actúe conforme
sus condiciones
y no nuestras
exigencias. Por
fin, que
caminemos en la
Tierra como
peregrinos
atentos, con la
atención plena,
en el hoy, en el
ahora, enfocando
el bien, lo
bueno, el amor.
Cuidando de no
doblarse en las
trampas de la
mente
automática, para
conducir los
pensamientos
para la esfera
más elevada de
la vida. Eso es
un arte. El
Divino arte de
vivir.
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