Tema
central
del
filme El
Amigo
Oculto,
estrenado
por
Robert
De Niro,
¿las
criaturas
realmente
se
entretienen
con
amigos
imaginarios?
Según
diversos
psicólogos,
la
respuesta
es si, y
el
porcentaje
de los
caos
averiguados
en todo
el mundo
revela
que el
hecho es
más
común de
lo que
se
piensa,
o sea,
no es
una u
otra
criatura
la que
dice
conversar
con
amigos
que
nadie ve.
Su
número
es muy
grande.
La
cuestión
que se
impone
es, por
tanto
otra: -
¿Los
amigos
supuestamente
imaginarios
son
fruto de
la
imaginación
infantil
o seres
reales
que los
adultos
no ven
más que
las
criaturas
ven y
que con
ellas
conversan,
como
hacen
con los
amiguitos
encarnados?
La
videncia
mediúmnica,
que
Allan
Kardec
estudió
en
minucias
en los
ítems
100 y
190 de
El Libro
de los
Mediúms,
es
asunto
pacifico
en el
campo
fenomenológia
espirita.
Esa
facultad,
que
depende
de la
organización
física
del
médium,
permite
a este
ver a
los
Espíritus
en
estado
de
vigilia,
o sea,
estando
el
sensitivo
perfectamente
despierto.
Como los
fenómenos
mediumnicos
no
ocurren
al acaso
de las
autoridades
espirituales
superiores,
es claro
que hay
espíritus
que se
dejan
ver y
hay
otros
que no
son
vistos,
lo que
no
significa
que
estemos
solos,
porque
los
desencarnados
habitualmente
nos
rodean.
A
propósito
de un
estudio
hecho
por el
Dr. H.
Bouley
sobre la
evolución
de la
rabia en
los
perros,
que
experimentan
en las
intermitencias
de los
accesos
una
especie
de
deliro,
Kardec examinó
el
fenómeno
de las
visiones
de seres
desencarnados
que
ocurre
con las
criaturas
y con
ciertos
animales,
sobretodo
el perro
y el
caballo,
concluyendo
que, en
lo
tocante
a las
criaturas,
la
videncia
mediúmnica
parece
ser
frecuente
y aun
mismo
general.
(Lea
sobre el
asunto
en la
Revista
Espirita
de 1865,
pp. 260
a 264.)
La
existencia
de la
mediumnidad
de
videncia,
informan
los
Espíritus,
fue la
primera
de todas
las
facultades
dadas al
hombre
para
corresponderse
con el
mundo
invisible.
En todos
los
tiempos
y en
todos
los
pueblos,
las
creencias
religiosas
se
establecieron
sobre
revelaciones
de
visionarios
o médiums
videntes.
La
Revista
Espirita
de 1886,
pags.
120 a
123,
trata
del
asunto.
Un hecho
de
videncia
en una
criatura
de
cuatro
años,
verificado
en Caen,
llevó a
Kardec a
reconocer
que la
mediumnidad
de
videncia
no
apenas
parecía
más era,
efectivamente,
muy
común en
las
criaturas,
y eso,
según el
Codificador,
no
dejaba
de ser
providencial.
“Al
salir
de la
vida
espiritual,
explico
Kardec,
los
guías de
la
criatura
terminan
de
conducirla
al
puerto
de
desembarque
para el
mundo
terreno,
como
vienen a
buscarla
en su
retorno.
Se
muestran
a ellas
en los
primero
tiempos,
para que
no sea
la
transición
tan
brusca;
después
se
apagan
poco a
poco, a
medida
que la
criatura
crece y
puede
actuar
en
virtud
de su
libre
albedrío.”
(Cf.
Revista
Espirita
de 1866,
pp. 286
y 287.)
Nadie,
pues, se
asuste
cuando
vea que
su hijo
conversa
con
“amigos”
que el
dice ver
y que,
no
obstante,
no
vemos.
Hasta
los
siete
años de
edad, el
espíritu
de la
criatura
se
encuentra
en fase
de
adaptación
para la
nueva
existencia
y aun no
existe
una
integración
perfecta
entre el
y la
materia
orgánica,
hecho
que le
permite
emanciparse,
eventualmente,
ver
bultos
desencarnados
que le
hacen
compañía,
y que
nos
permite
deducir
que los
amigos
imaginarios
de
nuestras
criaturas
solo lo
son en
apariencia.
Ellos no
son
imaginarios,
más
solamente
invisibles.
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