En primer lugar es
pertinente conocer las
explicaciones que se
presentan para este
fenómeno y hagamos un
análisis de cada una de
ellas para intentar
llegar a un juicio.
Posibles explicaciones
para el fenómeno de la
psicografía: el plágio,
el fraude, el
simulador y el animismo
Cumple analizar el
fenómeno de la
psicografía en sí mismo,
pues proliferan en todo
el mundo textos y libros
que son atribuidos a los
Espíritus, desde 1857.
Naturalmente, delante
del fenómeno
psicográfico, se
levantan hipótesis para
explicar tal hecho.
Desde 1948 Divaldo ha
psicografiado mensajes
mediúmnicos de Espíritus
que tuvieron vivencias
carnales como personas
que se volvieron más o
menos conocidas. La
primera cosa que debe
llamar la atención es
que Divaldo no hace la
mínima cuestión para
convencer a quien quiera
que sea de la identidad
del autor del mensaje,
que fue el Espíritu
fulano de tal, y él
jamás se preocupó en
querer demostrarlo para
nadie, pues él no tenía
ningún interés en que
creyesen en su
psigografía. ¿Para que
entonces haría él esto?
¿Qué tendría él que
ganar? ¿Para qué simular
o imitar la redacción,
el estilo de un autor? ¿Qué
lo llevaría a obrar así?
Eso es mucho más
importante a destacar
porque es difícil
intentar explicar algo
para quien nada tiene
que ganar con la
situación y es
totalmente desinteresado...
Veamos las explicaciones
que en general son
utilizadas, las más
comunes, y que intentan
explicar el fenómeno de
la psicografía.
Las cuatro explicaciones
más frecuentes para
justificar este hecho
son: el plagio
(que és la imitación
implícita o explícita de
una obra intelectual);
la simulación
(que es la imitación
declarada de una obra
para fundamentar los
propios escritos o
solamente por un simple
juego; en ambos casos
estos se tratan de cosas
breves, frases o incluso
mensajes cortos, pero
jamás de libros enteros);
el fraude (cuando
el médium utiliza la
farsa o engaño) y el
animismo (cuando la
psicografía resultaría
de la actuación del
inconsciente o del
subconsciente del propio
médium, o sea, derivada
de explicaciones
psicoanalíticas, o de la
telepatía, en el que el
médium captaría el
inconsciente o
subconsciente de otras
personas, de la
criptomnésia y de la
conciencia subliminal.
Para defender cualquiera
de estas explicaciones
no es necesario mucho
conocmiento literario o
psicológico y, por eso,
en general, son las
explicaciones más
utilizadas y muy
fácilmente aceptadas.
No es nada fácil
conseguir imitar el
estilo de
centenas de Espíritus
En estas hipótesis, o el
médium cogería de su
propia mente recuerdos
de conocimientos
adquiridos en el pasado,
necesitando por tanto
que él algún día haya
tenido contacto con la
vida y la obra del
Espíritu cuando este
estuviese encarnado; o
Divaldo tendría que
poseer conocimientos o
contenidos psíquicos
para demostrar las
características
literarias de estos
Espíritus.
En otras palabras, quien
rechaza la posibilidad
de la psicografía (que
es la mente de los
Espíritus que transmite
a los médiums los libros
y las informaciones),
para argumentar que todo
contenido del mensaje
proviene del médium,
está admitiendo, como
mínimo, que Divaldo es
más extraordinario y
genial, ¡¡¡pues debemos
reconocer que no es
fácil conseguir imitar
el estilo y el lenguaje
de centenas de Espíritus!!!
Para apartar esta
naturaleza de
argumentos, recordemos
en primer lugar que el
médium Divaldo, del
interior de Bahía, tiene
una instrucción
elemental, sin haber
cursado ni secundaría,
se jubiló como
secretario y posee hace
sesenta años una agenda
repleta de conferencias
y entrevistas, viajando
más de 220 días por año
hace varías décadas,
haciendo cerca de 300
conferencias anuales
(incluídas las que
realiza en Salvador, en
el Centro Espírita
Camino de la Redención,
fundado por él en 1947):
Completamete imposible e
improcedente pensar que
él pudiese estudiar o
investigar algo sobre
los Espíritus que
psicografía para conocer
y habituarse a escribir
libros enteros en
diferentes estilos,
características y
peculiaridades
literarias de varios y
diferentes autores.
Las otras hipótesis
levantadas son que el
médium imitaría, bien o
mal, consciente o no, el
estilo y la forma
literaria del Espíritu,
pues Divaldo tendría la
capacidad de captar el
psíquismo de otras
personas (telepatía) que
estuviese psicografiando
el texto, personas estas
que tuviesen el
conocimiento necesario
para transmitir
mentalmente a Divaldo el
contenido del libro y
las informaciones.
Recordemos que no basta
decir que una persona
que esté presente
durante una psicografía
haya tenido contacto con
el Espíritu Missivista
cuando estaba encarnado
para pretender
justificar y explicar la
psicografía. Esta
persona debería, sí,
conocer a fondo la vida
y la obra del Espíritu,
su estudio literario,
sus características
etc.; esta persona
tendría incluso que ser
especialista en las
obras del Espíritu que
estuviese dictando el
texto, en el momento en
que Divaldo estuviese
psicografiando, para que
el médium pudiese captar
telepáticamente y
psíquicamente el
pensamiento, las
informaciones, la forma
literaria y las
peculiaridades del
Espíritu.
Freud también atribuía
el fenómeno psicográfico
al propio médium
Dígase de paso, si eso
pudiese ocurrir (esta
telepatía), no dejaría
de ser un hecho de veras
extraordinario, esa
transferencia virtual
(mental, telepática) de
conocimientos,
informaciones, estilo,
lo que sería superior a
la más avanzada
cibernética humana
conocida. Sería algo
realmente maravilloso y
revolucionaría la
producción editorial,
pues supermultiplicaría
la producción de libros.
Un hecho sui generis
como ese merecería
de la misma forma mucha
atención e investigación.
A bien decir, nunca hubo
alguien en la historia
humana que hubiese
pasado por esta
situación y con tal
capacidad telepática,
con habilidad de
escribir centenas de
libros en diferentes
estilos. Este tipo de
explicación es
típicamente de negación,
intentando buscar algo
para justificar el
fenómeno, pero sin
ninguna base fáctica.
Y es eso que no se pasa
de modo alguno con
relación a la
psicografía de Divaldo,
con relación a los
escritores conocidos y a
los Espíritus dictando
mensajes para sus
familiares, porque
muchas veces no hay
ninguna de esas personas
(especialistas en la
vida y obra del Espíritu)
presente cuando Divaldo
psicografía el texto (mensaje
o libro); muchas veces
no hay nadie presente ni
que haya conocido al
Espíritu missivista,
mucho menos que sea un
especialista en la obra
de este Espíritu, como
tendremos oportunidad de
demostrar en el próximo
artículo.
Con relación a la teoría
anímica del
Psicoanálisis, el médico
o psiquiatra austriáco
Sigmund Freud
(1856-1939) también
atribuída el fenómeno
psicográfico al propio
médium, porque Freud
sólo tuvo oportunidad de
conocer médiuns no
capacitados para
psicografiar.
Infelizmente Freud no
tomó conocimiento del
trabajo de médiums
serios que podían
recibir realmente
mensajes de los
Espíritus y que podían
componer libros; los
argumentos anímicos que
Freud utilizó,
pretendiendo atribuir
siempre la psicografía
al propio médium,
revelan que él no tuvo
oportunidad de conocer y
estudiar la psicografía.
Sus hipótesis anímicas,
por tanto, no pueden
tenerr aplicación.
Comentamos que Divaldo
tiene un intenso trabajo
en el área social desde
1947, volcado a la
práctica de la
beneficencia de
enfermos, niños y
jóvenes necesitados,
atendiendo actualmente a
tres mil quinientos de
ellos diariamente, de
modo totalmente
gratuito. Además de lo
que, repetimos, él tiene
una inmensa agenda de
conferencias,
entrevistas y homenajes
que siempre tomaron
integralmente su tiempo,
mental y materialmente.
Queda evidenciado, pues,
el absoluto
desinterés de
Divaldo para querer
probar que sus libros
psicografiados proceden
de los Espíritus que los
dictan y firman, ya que
todos los derechos
autoriales de sus obras
son donados
integralmente, quedando
totalmente descartadas
esas alternativas de
plágio, fraude,
simulación y animismo,
pues ellas no tienen el
mínimo encuadramiento y
aceptación.
Otro factor muy
importante es que en los
libros y mensajes que
fueron psicografiados
por el médium Divaldo
Franco existen
peculiaridades y
características propias
de los seres que los
dictaron (que, como
decimos, veremos en
futuros artículos), lo
que vale como un
refuerzo más a la tesis
de la inmortalidad del
alma.
Escritura provenida de
inteligencia
extrafísica
La explicación que se
presenta como más
plausible para el
fenómeno psicográfico es
que los mensajes
realmente provengan de
conciencias que
sobrevivieron a la
muerte, o sea, que
provengan de los
Espíritus, o cualquier
otro nombre que se de a
ellos, conforme el
contexto cultural y
religioso del lugar.
Es interesante que esta
hipótesis de la
sobrevivencia del alma,
o de la personalidad
después de la muerte,
han sido constatada por
varios científicos,
psicólogos y médicos
psiquiatras de EUA y
también de Europa. A
esta conclusión ellos
llegan
independientemente de
discusiones religiosas,
o del estudio de la
discusión del tema de la
psicografía en sí misma.
Estos científicos apenas
presentan la conclusión
de las investigaciones
científicas que
desenvuelven y realizan.
La hipótesis
inmortalista
gradualmente está siendo
constatada por la
ciencia, y ella puede
explicar perfectamente
todos los hechos que
intrigan cualquier
persona que de ellos se
ocupe, hechos estos que
la Doctrina Espírita
anticipó y explicó como
se procesaron, desde
1857.
En el próximo artículo
traeremos un
impresionante
acontecimiento que
ocurrió hace algunos
años con el médium
Divaldo Franco y que
envuelve un reconocido
periodista y político
del sur del país, para
lo cual no hay ninguna
posibilidad de ser
aplicada alguna de las
hipótesis animistas, que
comentamos arriba, para
intentar explicar la
psicografía.
Este periodista político
prestó un informe en
público, delante de tres
mil personas, informe
este que se encuentra
grabado en DVD, para
quien quisiera asistir.
En futuros artículos,
haremos un riguroso y
muy interesante análisis
literario y estilísta de
algunos de los Autores
Espirituales que
dictaron libros y
mensajes a través del
médium Divaldo,
ofreciendo subsídios
para que cada uno llegue
a su veredícto.