Una visión cristiana de
la homosexualidad
Al ser identificados las
inclinaciones
homosexuales de las
personas en esa
dimensión de experiencia,
es imperioso se les
ofrezca
el amparo educativo
pertinente, en las
mismas condiciones
con que se suministra
instrucción a la mayoría
heterosexual de la
sociedad
Las múltiples
experiencias humanas por
la reencarnación y los
repetidos contactos con
ambos sexos que
proporcionan al Espíritu
las tendencias sexuales
en la feminidad o
masculinidad y este
reencarna con ambas
polaridad y se junta, a
veces, contrariado, a
los impositivos de la
anatomía genital y a la
educación sexual que
acoge en su ambiente
cultural. Conforme esas
experiencias, tendrá
para cualquier de las
dos opciones y lo hará
no siempre de acuerdo
con su aspiración
interior, que podrá ser
inversa a lo que
determina el medio
sociocultural.
Emmanuel enseña en la
obra “Vida y Sexo” que
el “Espíritu pasa por la
fila inmensa de
reencarnaciones, ahora
en la posición de
feminidad, ahora en
condiciones de
masculinidad, lo que
sedimenta el fenómeno de
la bisexualidad, mas o
menos pronunciado, en
casi todas las
criaturas”. (1) Tal vez
ocurran factores
educacionales que puedan
contribuir para
despertar en el
individuo las tendencias
sepultadas en las
profundidades de su
inconsciente espiritual.
Y, aunque desempeñe
papeles de acuerdo
con
su
anatomía
genital,
y
que su psiquismo se
|
|
constituya de acuerdo
con su opción sexual,
podrá ocurrir que
despierte con deseos de
tener experiencias con
personas del mismo sexo.
|
Sobre esa perspectiva
hay también estudiosos
que demuestran la no
interferencia
educacional para
cualquiera de las
homosexualidades (2), de
acuerdo con el consenso
de los estudios
psicológicos actuales,
porque el cerco
alrededor de todo
proceso educacional es
hetero, sustentan.
Se afirma, aun que los
homosexuales, cuando
desempeña un papel
heterosexual es siempre
en función de conflictos
provocados por el medio
social, en lo que no
alcanza la realización y
habitualmente recurre a
fantasías homosexuales
para alcanzar efectos
heterosexuales. Cuando
hay una relación tanto
homo como hetero,
entonces ahí estaremos
delante de la
bisexualidad manifiesta.
Aunque pese el informe
de la Psicología para la
positividad de la
identidad bisexual,
puede ocurrir, no
necesariamente, que en
la realidad la persona
sea un homosexual
intentando una vivencia
doble en función de
algún factor de
conflicto. Tal hecho
podrá agitarle la
conciencia
caracterizando, por
aquel motivo, un
trastorno
psíquico-emocional,
aunque los trastornos
nunca sean en función de
la homosexualidad en sí,
pero de la acción de los
preconceptos sufridos
por el individuo.
Estudiosos sinceros
explican que la
expresión opción sexual
esta abandonada por la
Psicología
La convivencia del
Espíritu con el sexo
opuesto a lo que adopto
en cada encarnación, así
como aquellas en que
ejerció su opción
sexual, irán a plasmar
en su psiquismo las
tendencias típicas de
cada polaridad. Sabemos
también que existen
estudiosos sinceros
explicando que la
expresión opción sexual
esta abandonada por la
Psicología, desde que la
experiencia sea siempre
de tendencia manifiesta;
de esa forma, el medio
alrededor en nada
colabora para la
existencia de una opción.
Se afirma, aun, que
admitir opción para la
homosexualidad seria
también admitir un
enorme masoquismo,
delante de toda la
adversidad que cerca al
individuo en relación a
la homosexualidad.
Explica Emmanuel: “La
homosexualidad, también
hoy llamada
transexualidad, en
algunos círculos de la
ciencia, definiéndose en
el conjunto de sus
características, por
tendencia de la criatura
para la comunión
afectiva con otra
criatura del mismo sexo,
no encuentra explicación
fundamental en los
estudios psicológicos
que tratan del asunto en
bases materialistas,
pero es perfectamente
comprensible, a la luz
de la reencarnación”.
93)
En la cuestión 202 de
El Libro de los
Espíritus, Allan
Kardec indago a los
Espíritus:
¿“Cuando
esta errante, que
prefiere el Espíritu:
encarnar en el cuerpo de
un hombre, o en el de
una mujer?” “Eso poco le
importa”, respondieron
los Benefactores; “lo
que le guía en la
elección son las pruebas
por las que haya que
pasar.” (4)
La genética ha intentado
encontrar genes que
explicarían la
homosexualidad como
siendo un desvió de
comportamiento sexual.
Algunos sexólogos
explican que es una
preferencia sexual
(recordando aquí que
oficialmente la
expresión opción fue
abolida). Pero la sede
real del sexo no se
encuentra en el vehiculo
físico, sin embargo en
la estructura compleja
del espíritu. Es por ese
prisma que debemos
encarar las cuestiones
relacionadas al sexo.
“La colectividad humana
aprenderá, gradualmente,
a comprender que los
conceptos de normalidad
y de anormalidad dejan
que desear en cuanto se
trate simplemente de
señales morfológicos.”
(5)
Con la liberación sexual
en la sociedad
contemporánea, la
tolerancia a la
homosexualidad aumento
No podemos confundir
homosexualidad con
desvío de carácter,
porque los deslices
sexuales de cualquier
tendencia tiene
procedencias diversas.
Sus raíces genésicas
pueden venir de
profundidades íntimas
insondables. “La propia
filogénesis (6) del
sexo, que comienza
aparentemente en el
reino mineral, pasando
por el vegetal y el
animal, para después
llegar al hombre,
presenta una enorme
variación de formas,
incluso la autogénesis [generación
espontánea] de los virus
y de las células y la
bisexualidad de los
hermafroditas” (7), lo
que para algunos
investigadores
justificaría la
aparición de lo que
serian los desvíos
sexuales congénitos. Los
especialistas dicen
también que actualmente
el concepto de desvío
cambio mucho, y un
homosexual que se fuerce
a la heterosexualidad
seria reñido como un
esdesvío.
Con la liberación sexual
y la ascensión del
femenino en la sociedad
contemporánea, la
tolerancia a la
homosexualidad aumento,
permitiendo que una gran
cantidad de personas que
vivían en el anonimato
se expresase
naturalmente, gracias a
la lucha de los
homosexuales por sus
derechos en todo el
mundo, forzando hasta
incluso el cambio de
legislaciones. Chico
Xavier explica, de forma
clara, lo siguiente: “No
veo personalmente ningún
motivo para criticas
destructivas y sarcasmos
incompresibles para con
nuestros hermanos y
hermanas portadores de
tendencias homosexuales,
a nuestro ver,
claramente iguales a las
tendencias
heterosexuales que
señalan a la mayoría de
las criaturas humanas.
En mis nociones de
dignidad del espíritu,
no consigo entender por
que razón ese o aquel
preconcepto social
impediría cierto numero
de personas de trabajar
y de ser útiles a la
vida comunitaria,
únicamente por el hecho
de haber traído del
nacimiento
características
psicológicas y
fisiológicas diferentes
de la mayoría. (...)
Nunca vi a madres y
padres, conscientes de
la elevada misión que la
Divina Providencia les
delega, despreciar a un
hijo porque haya nacido
ciego o mutilado.
¿Seria
humana y justa nuestra
conducta en patrones de
menosprecio y
desconsideración,
delante de nuestros
hermanos que nacen con
dificultades
psicológicas?” (8) Creo
que es importante
recordar aquí que las
dificultades
psicológicas son en
derivaciones de
conflictos por el
preconcepto. Vencido el
preconcepto, por el
propio individuo, cesa
el conflicto
psicológico. Esta claro
que seria pedir
demasiado que Chico
fuese a eso en sus
declaraciones, incluso
porque por la época de
la entrevista, de la
forma como el dijo ya
fue efectivamente una
actitud de mucha
autenticidad y coraje
delante de la verdad.
La Doctrina Espírita no
condena la
homosexualidad; al
contrario, la respeta
La Doctrina Espírita es
liberadora por
excelencia. Ella no
tiene el carácter tacaño
de imponer sus
postulados a las
criaturas, volviéndolas
infelices y deprimidas.
La energía sexual pide
equilibrio en el uso y
no abuso o represión. La
Doctrina Espirita no
condena la
homosexualidad; al
contrario, nos
recomienda el respeto y
fraternal comprensión
para con los que tienen
preferencias
homoafectivas. Muchas
veces, puede hasta ser
alguien alcanzado por el
apelo permisivo que
explota de las aguas
toxicas del exacerbado
erotismo, sumando a los
diversos incentivadores
pseudo científicos de la
depravación, que pueden
estar desestructurando
su sincero proyecto de
edificación moral, a
través de una conducta
sexual equilibrada. (9)
Por eso mismo, no puede
ser discriminado, ni
rechazado, pues el
mensaje de Jesús es el
de “amar al prójimo como
a sí mismo”.
Como ya vimos con
Emmanuel en el inicio de
esta exposición, no hay
masculinidad plena, ni
plena feminidad en la
Tierra. Tanto la mujer
tiene algo de viril como
el hombre de femenino.
Antiguamente, la
educación muy rígida y
represiva contribuía
para encuadrar al
individuo homosexual de
acuerdo con la
expectativa social a su
alrededor, contrariando
sus tendencias
espontáneas.
Asumir la homosexualidad
no significa sumergirse
en un universo de
actitudes extremas y
desafiadoras delante de
su grupo de relaciones
familiares o
profesionales, “pero
hacer un profundo
ejercicio de
auto-aceptación, se
serenan por dentro, a
fin de poder reconocer
delante de sí mismo y
todo su circulo de
amigos y parientes que
viven una situación de
desafío. El verdadero
desafío es la
construcción interna
para orientar saludable
y equilibradamente los
deseos. Y no estamos
aquí refiriéndonos
exclusivamente al deseo
sexual y sí a toda la
especie de deseos que
dirigen la vida de las
criaturas”. (11)
Emmanuel enfatiza: “El
mundo ve, en la
actualidad, en todos los
países, extensas
comunidades de hermanos
en experiencia de esta
especie [homosexual],
sumando millones de
hombres y mujeres,
solicitando atención y
respeto, en pie de
igualdad debido a las
criaturas heterosexuales”.
(12) La homosexualidad
no debe pues, ser
clasificada como una
psicopatía o
comportamiento merecedor
de discriminación o
medidas represivas. El
homosexual,
especialmente, o el
transexual, merece toda
nuestra comprensión y
ayuda, para que el pueda
vencer su lucha de
adaptación a la
identidad de ahora o al
nuevo sexo adquirido con
el renacimiento.
Tanto el homosexual como
el heterosexual deben
buscar su reforma
interior
Otra cuestión
extremadamente
controvertida, para
muchos cristianos, es la
posibilidad de la unión
estable [casamiento]
entre dos personas del
mismo sexo. Ante la
miopía preconceptuosa
del falso purismo
religioso de la
aflictiva mayoría de
cristianos supuestamente
“puros”, eso es una
blasfemia. Eso vuelve el
tema bastante complejo,
y no osaríamos opinar
con la palabra
definitiva. Estamos, por
tanto, abiertos a las
discusiones. Sin
embargo, después de
reflexionar bastante
sobre el asunto y, sobre
todo, teniendo como base
las opiniones de Chico
Xavier, entendemos que
la unión estable [casamiento]
entre homosexuales puede
ser legitima, porque
cada uno debe saber de
sí lo que mejor guía su
propia felicidad. Solo
conseguiremos entender
mejor la cuestión
homosexual después que
estuviéramos libres de
los (PRE) conceptos que
nos acompañan hace
muchos milenios. Nos
arriesgaríamos afirmar
que la legalización del
casamiento entre dos
personas del mismo sexo
es un avance de la
sociedad, que estará
solo regulando lo que de
hecho ya existe.
Tanto el homosexual como
el heterosexual deben
buscar su reforma
interior, no cediendo a
los impulsos provocados
por los impulsos
instintivos y sensuales.
Recordemos: lo que es
licito al hetero,
también lo es al
homosexual. Ambos
necesitan “distinguir en
el sexo la sede de
energías superiores que
el Creador concede a la
criatura para
equilibrarle las
actividades, sintiéndose
en el deber de
resguardarlas contra los
desvíos susceptibles de
corromperlas. El sexo es
una fuente de
bendiciones renovadoras
del cuerpo y del alma”.
(13)
Es menester, por tanto,
reconocer que al ser
identificados las
inclinaciones
homosexuales de las
personas en esa
dimensión de experiencia
es imperioso se les
ofrezca el amparo
educativo pertinente, en
las mismas condiciones
con que se administra
instrucción a la mayoría
heterosexual de la
sociedad.
Creemos, por fin, que
estas ideas podrán
llevar, a cuantos las
lean, a meditar, en
definitiva, sobre el
asunto, recordando que
la homosexualidad
transciende en si misma
la simple cuestión de el
intercambio sexual.
Fontes:
(1)
Xavier, Francisco
Cândido. Vida e Sexo,
Ditado pelo Espírito
Emmanuel, Rio de
Janeiro: Ed. FEB, 2001.
(2) A
Ciência já encontrou a
homossexualidade nas
diversas espécies
pesquisadas em seus
habitats, excluindo as
hipóteses de cativeiro
ou interferências
outras. Até nos insetos
há homossexualidade.
Isso mostra que a
homossexualidade é uma
manifestação como
qualquer outra da
Natureza, ou mais
propriamente falando:
faz parte da obra de
Deus.
(3)
Xavier, Francisco
Cândido. Vida e Sexo,
Ditado pelo Espírito
Emmanuel, Rio de
Janeiro: Ed. FEB, 2001.
(4)
Kardec, Allan. O Livro
dos Espíritos, Rio de
Janeiro: Ed. Feb, 2000,
perg. 202
(5)
Xavier, Francisco
Cândido. Vida e Sexo,
Ditado pelo Espírito
Emmanuel, Rio de
Janeiro: Ed. FEB, 2001.
(6)
Filogenia (história
evolucionária das
espécies) opõe-se à
ontogenia
(desenvolvimento do
indivíduo desde a
fecundação até a
maturidade para a
reprodução).
(7)
Disponível em acessado
em 21/04/06
(8)
Publicada no Jornal
Folha Espírita do mês de
Março de 1984
(9) A
recomendação do
Espiritismo para o
respeito e a compreensão
para com os irmãos que
transitam em condições
sexuais inversivas
(homossexualismo) ocorre
em função do sentimento
de fraternidade ou
caridade que deve
presidir o
relacionamento humano,
mas igualmente pelo fato
de que nenhum de nós tem
autoridade suficiente
para condenar quem quer
que seja, pois todos
temos dificuldades
morais e/ou materiais
graves que precisam de
educação.
(10)
João, cap. VIII, vv. 3 a
11
(11)
Disponível em acessado
em 21/04/2006
(12)
Xavier, Francisco
Cândido. Vida e Sexo,
Ditado pelo Espírito
Emmanuel, Rio de
Janeiro: Ed. FEB, 2001.
(13)
Xavier, Francisco
Cândido. Conduta
Espírita, Ditado pelo
Espírito André Luiz, Rio
de Janeiro: Ed. FEB,
2001.