Los médiums precursores
del Espiritismo
Presentamos en esta edición
el tema
nº
98
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes de la
lectura del texto que a ellas
sigue.
Si es destinado solamente para
uso por parte del lector,
pedimos que el interesado
intente inicialmente responder
las cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes a
las cuestiones presentadas se
encuentran al final del texto
abajo.
Cuestiones para
debate
1. Arthur Conan Doyle, en su
libro “Historia del
Espiritismo”, designa tres
médiums como siendo los
precursores del Espiritismo.
¿Quiénes son ellos?
2. El primero de los médiums
citados por Conan Doyle nació en
Suecia. ¿En qué época vivió y
qué facultades mediúmnicas lo
distinguían?
3. ¿Cómo describió el vidente
sueco la vida en el Plano
Espiritual?
4. ¿Quién fue Edward Irving y
qué fenómenos ocurrían en su
iglesia?
5. ¿Qué facultades mediúmnicas
distinguieron al médium Andrew
Jackson Davis?
Texto para la
lectura
Swedenborg es considerado uno de
los precursores del Espiritismo
1. En su libro “Historia del
Espiritismo”, Arthur Conan Doyle
designa como precursores del
Espiritismo tres extraordinarios
médiums: Emmanuel Swedenborg,
Edward Irving y Andrew Jacos
Davis. Por orden cronológico de
su aparición en el mundo, el
primero de ellos fue Swedenborg.
2. Dice el creador del detective
Sherlock Holmes que nunca se vio
tan gran montón de conocimientos
en un único médium. Ingeniero de
minas y autoridad en metalurgia,
Swedenborg fue, como ingeniero
militar, responsable por el
éxito de muchas campañas
llevadas a efecto por Carlos
XII, de Suecia. Pero su cultura
no se limitaba a ingeniería,
porque, siendo también gran
autoridad en Física y en
Astronomía, Swedenborg fue autor
de importantes trabajos sobre
los mares y la determinación de
las latitudes, más allá de ser
poseedor de dilatados
conocimientos en el campo de la
zoología, de la anatomía, de las
finanzas públicas y de la
política.
3. Estudioso de la Biblia, su
desarrollo psíquico se reveló a
los 25 años de edad y pudo ser
averiguado y probado por
testimonios diversos, como el
filósofo Kant, que sobre eso
escribió una carta que se hizo
celebre, dirigida a la Srta. de
Knobich.
4. Emmanuel Swedenborg nació en
Estocolmo, Suecia, en 1688 y
desencarnó en Londres en 1772.
Dotado de la facultad de
videncia, veía con frecuencia
escenas del mundo espiritual y
personas desencarnadas que
conoció en vida, habiendo sido
uno de los primeros médiums
describiendo el ectoplasma como
un “vapor acuoso” que caía al
suelo, sobre la alfombra.
En el Plano Espiritual existen
casas, templos y palacios
5. Swedenborg – que nos dejó
numerosas obras resultado de sus
facultades psíquicas – verificó
que el mundo espiritual consiste
en varias esferas y que cada uno
de nosotros, después de la
muerte corpórea, ira para
aquella a la que mejor se adapte
a nuestra condición espiritual.
Mucho antes de las revelaciones
traídas por Chico Xavier,
describió casas localizadas en
el Plano Espiritual en las
cuales vivían familias, templos
donde se practicaban cultos,
auditorios donde los Espíritus
se reunían para fines sociales,
palacios donde ciertamente
debían vivir los jefes. Sus
principales obras de origen
mediúmnico fueron: Cielo e
Infierno, La Nueva Jerusalén,
Arcana Celeste, Sabiduría
Angélica, Apocalipsis Revelado
etc.
6. La muerte, escribió
Swedenborg, era suave, porque
seres celestiales ayudaban a los
recién llegados en su nueva
existencia. Allí, en el Plano
Espiritual, él vio ángeles y
demonios, que no eran, sin
embargo, de orden diverso al
nuestro, pero sí seres humanos
que habían vivido en la Tierra y
que o eran almas retardadas,
como los demonios, o altamente
desarrolladas, como los ángeles.
De modo ninguno, afirmó el
vidente sueco, cambiamos con la
muerte, porque llevamos para el
mundo espiritual los hábitos
mentales adquiridos, las
preocupaciones y los
preconceptos. No existen allí
las penas eternas, ya que los
que se encontraban en los
infiernos podían trabajar para
su salida, desde que lo
desearan.
7. Edward Irving perteneció a la
más pobre clase de trabajadores
campesinos de Escocia, donde
nació en 1792, en la localidad
de Annan. Físicamente era un
gigante y un Hércules en fuerza.
Su inteligencia, de igual forma,
era mayúscula, amplía y
valiente, aunque distorsionada
por la primera educación que
recibió en la limitada escuela
de la Iglesia Escocesa, de la
cual, cuando adulto, se hizo
pastor.
8. Irving, aunque atrajo a una
enorme multitud en sus
predicaciones, creo serios
problemas con la Iglesia a la
que servía, por causa de sus
opiniones teológicas, de cierto
modo bastante independientes y
osadas para la época. Cuando más
estrecho el cerco se hizo en
torno de el, comenzaron a
ocurrir en su iglesia fenómenos
mediúmnicos diversos,
especialmente los de voz
directa. Inicialmente, se oyeron
gritos de personas como los de
un poseso; en otros momentos,
los gritos eran de hombres y
mujeres en un lenguaje
incomprensible, y al lado de las
voces se oían también, en una
intensidad cada vez mayor,
ruidos y otros sonidos.
Andrew Jackson Davis previó el
advenimiento del Espiritismo
9. Las voces se calmaban o los
sonidos silenciaban ante los
apelos de Irving, pero aquella
sucesión de hechos extraños
generó una incomprensión muy
grande por parte de sus
superiores, derivando de ahí
sucesivas crisis que acababan
por agotarlo. El gigante de
mediana edad marchitó y encogió;
su cuerpo se curvo; sus mejillas
se volvieron hundidas y pálidas.
Con todo, trabajando hasta el
fin y teniendo en los labios
estas palabras: “Si yo muero,
moriré con el Señor”, Irving no
se dobló y su alma pasó para
aquella condición en que la luz
se vuelve más clara y más
dorada.
10. Andrew Jackson Davis,
denominado por algunos, en los
Estados Unidos, el “Padre del
Espiritualismo Moderno”, el
“Profeta de la Nueva Revelación”
o “El Allan Kardec Americano”,
por haber anunciado el
advenimiento del Espiritismo,
nació en 1826 en un distrito
rural situado en el Estado de
New York, a las márgenes del Río
Hudson, y desencarnó en
Watertown, Massachussets, en
1910.
11. Cuando estaba en trance,
hablaba lenguas diversas,
inclusive el hebreo, todas por
el desconocidas, ocasión en que
discutía cuestiones de geología,
arqueología, mitología, así como
temas lingüísticos y sociales,
aunque nada conociese de
gramática y de los asuntos
tratados. Clarividente y
auditivo, Davis fue, al inicio
de sus trabajos, usado por
Livingstone para la realización
de diagnósticos médicos. El
cuerpo de las personas se
volvían transparente a los ojos
espirituales, cada órgano le
aparecía claramente y presentaba
una radiación especial y
peculiar, que se oscurecía en
caso de dolencia.
12. Inspirado y orientado por el
Espíritu de Swedenborg, Davis
dejó numerosos libros
mediúmnicos bajo la denominación
genérica de Filosofía
Armónica y Revelaciones Divinas
de la Naturaleza.
En uno de ellos – “Principios de
la Naturaleza” – él previó el
advenimiento del automóvil, de
la máquina de escribir y del
Espiritismo. Años después, el 25
de enero de 1863, fundó el
primer Liceo Espiritista de
América, en Dodsworth Hall,
Broadway, New York.
Respuestas a las
cuestiones propuestas
1. Arthur Conan Doyle, en su
libro “Historia del
Espiritismo”, designa a tres
médiums como siendo los
precursores del Espiritismo.
¿Quiénes son ellos?
R.: Emmanuel Swedenborg, Edward
Irving y Andrew Jackson Davis.
2. El primero de los médiums
citados por Conan Doyle nació en
Suecia. ¿En qué época vivió y
qué facultades mediúmnicas lo
distinguieron?
R.: Emmanuel Swedenborg nació en
Estocolmo, Suecia, en 1688 y
desencarnó en Londres en 1772.
Dotado de la facultad de
videncia, veía con frecuencia
escenas del mundo espiritual y
personas desencarnadas que
conoció en vida, habiendo sido
uno de los primeros médiums
describiendo el ectoplasma como
un “vapor acuoso” que caía al
suelo, sobre la alfombra.
3. ¿Cómo describió la vida en el
Plano Espiritual el vidente
sueco?
R.: Swedenborg dijo que el mundo
espiritual consiste en varias
esferas y que cada uno de
nosotros, después de la muerte
corpórea, iría para aquella que
mejor se adaptarse a nuestra
condición espiritual. Mucho
antes de las revelaciones
traídas por Chico Xavier,
describió casas localizadas en
el Plano Espiritual en las
cuales vivían familias, templos
donde se practicaban cultos,
auditorios donde los Espíritus
se reunían para fines sociales,
y palacios donde ciertamente
debían vivir los jefes.
4. ¿Quién fue Edward Irving y
qué fenómenos ocurrieron en su
iglesia?
R.: Edward Irving perteneció a
la más pobre clase de
trabajadores campesinos de
Escocia, donde nació en 1792, en
la localidad de Annan. Fue
pastor en la Iglesia Escocesa,
donde comenzaron a ocurrir
fenómenos mediúmnicos diversos,
especialmente los de voz
directa. Inicialmente se oían
gritos de personas como los de
un poseso; en otros momentos,
los gritos eran de hombres y
mujeres en un lenguaje
incomprensible, y al lado de las
voces se oían también, en
intensidad cada vez mayor,
ruidos y otros sonidos.
5. ¿Qué facultades mediúmnicas
distinguieron al médium Andrew
Jackson Davis?
R.: Cuando estaba en trance,
Davis hablaba lenguas diversas,
inclusive el hebreo, todos ellos
desconocidos, ocasión en que
discutían cuestiones de
geología, arqueología,
mitología, así como temas
lingüísticos y sociales, aunque
nada conociese de gramática y de
los asuntos tratados.
Clarividente y auditivo, Davis
fue, al inicio de sus trabajos,
usado por Livingstone para la
realización de diagnósticos
médicos. El cuerpo de las
personas se volvían transparente
a sus ojos espirituales, cada
órgano le aparecía claramente y
presentaba una radiación
especial y peculiar, que se
oscurecía en caso de dolencia.
Bibliografia:
História do
Espiritismo, de Arthur Conan
Doyle, Ed. O Pensamento, 1a
edição, pp. 34 a 60.
No Invisível, de
Léon Denis, FEB, 9a
edição, p. 402.
Espiritismo
Básico, de Pedro Franco Barbosa,
1a edição, pp. 175 e
176.
Allan Kardec,de
Zêus Wantuil e Francisco Thiesen,
FEB, 1a. ed., 2o
volume, pp. 86 a 91.