Respeto a las leyes, a las
religiones y a los derechos
humanos
Presentamos en esta edición
el tema
nº
144
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes
de la lectura del texto que
a ellas sigue.
Si es destinado solamente
para uso por parte del
lector, pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder las
cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes
a las cuestiones presentadas
se encuentran al final del
texto abajo.
Cuestiones
para debate
1. Nos dice Jesús que sus
discípulos serían
reconocidos por una faceta
especial de comportamiento.
¿Cuál es ella?
2. ¿Cuál es el concepto de
justicia según el
Espiritismo?
3. ¿Qué conducta con
relación al prójimo la ley
natural establece?
4. ¿Qué causas generan no
respetar a los humanos?
5. ¿Qué factor posibilitará
el necesario cambio, cuando
entonces se verá en la
sociedad terrena una mayor
cuota de respeto, no
solamente a las leyes, sino
también a las personas y a
todo lo que a ellas
interese?
Texto para la lectura
Es la falta de amor que
genera la falta de respeto
entre las personas
1. Nos dice Jesús: “En esto
todos conocerán que sois mis
discípulos: si os amáis unos
a los otros”.
2. En esta enseñanza, que
fue registrada por el
apóstol Juan, se encuentra
resumida la ley de justicia,
amor y caridad. Con su
observancia, los hombres se
respetarían mutuamente, los
vínculos sociales entre las
criaturas serían más
consolidados, las leyes más
justas, la convivencia
humana más pacífica.
3. Si nos amáramos unos a
los otros, no habría en la
Tierra falta de respeto
alguno entre los seres
humanos. Cada cuál
comprendería sus derechos,
sus límites de libertad y
profesaría la creencia para
la cual estuviera inclinado,
sin embargar o criticar la
creencia ajena. Los hombres
ejecutarían las leyes y las
normas que rigen la vida en
sociedad con precisión y
naturalidad.
4. Es preciso reconocer, sin
embargo, que tal estado de
cosas aún no se verifica en
la Tierra, y es esa la razón
de por qué existe aun tanta
falta de respeto a las
leyes, a las creencias
religiosas y a los derechos
humanos en el mundo en que
vivimos.
La justicia consiste en que
cada uno respete el derecho
del otro
5. Cuando se habla de falta
de respeto a los derechos de
los otros, es bueno recordar
que, según las enseñanzas
espíritas, la justicia
consiste en que cada uno
respetara los derechos de
los demás. Dos cosas,
advierte el Espiritismo,
determinan esos derechos –
la ley humana y la ley
natural.
6. La ley humana,
evidentemente, se altera con
el tiempo. Algo que fuera
aplicable en la Edad Media,
como por ejemplo la admisión
de la esclavitud, sería hoy
inconcebible e intolerable.
7. La ley natural, por su
parte, es de todos los
tiempos, y es ella que nos
determina, como recomendó
Jesús: “Quiera cada uno para
los otros lo que desea para
sí mismo”, regla sencilla de
verdadera justicia que Dios
implantó en el corazón del
hombre.
8. Ante las leyes, las
religiones y los derechos
humanos en general, debemos,
pues, actuar siempre
cordialmente, manteniendo el
respeto y la fraternidad
legítima, como André Luiz
nos recomienda expresamente
en su libro “Conducta
Espírita”, psicografiado por
el médium Waldo Vieira.
Respeto y cordialidad con
todos deber ser nuestro lema
9. He aquí algunas posturas
extraídas de la mencionada
obra:
• Respetar las ideas y las
personas de todos nuestros
hermanos, sean ellos
nuestros vecinos o no, estén
presentes o ausentes, sin
nunca descender al charco de
la liviandad que genera la
maledicencia.
• Suprimir toda crítica
destructiva en la comunidad
en que aprendemos y
servimos.
• Perdonar siempre las
posibles e improcedentes
desaprobaciones sociales a
nuestra fe, confesando,
cuando sea preciso, nuestra
calidad religiosa,
principalmente a través de
la buena reputación y de la
honradez que nos engalanan
el carácter.
• Cooperar con los poderes
constituidos y las
organizaciones oficiales,
empeñándonos
desinteresadamente en la
mejoría de las condiciones
de la máquina gubernamental,
en el ámbito de nuestros
propios recursos.
• Estimar y reverenciar a
los hermanos de otros credos
religiosos.
• En ninguna
circunstancia, pretender
conducir a alguien o alguna
institución, de esa o de
aquella práctica religiosa,
a la humillación y al
ridículo.
10. Delante de lo que la ley
natural establece, no es
difícil concluir que las
causas que generan la falta
de respeto humanos
transcurren de la propia
imperfección de los hombres.
Son las mismas
causas que obstaculizan el
progreso, y es posible
encontrar en su raíz el
orgullo y el egoísmo y todas
las pasiones e
imperfecciones
características de los
Espíritus en vías de
progreso.
11. A medida que el hombre
progresa moralmente, se
amplía su libre albedrío y
aumenta, en el mismo
diapasón, su sentido de
responsabilidad.
12. La madurez personal en
torno a los deberes morales
y sociales – que constituyen
la cuestión matriz de los
derechos humanos legítimos
–, es que posibilitará el
necesario cambio, cuando
entonces se verá en la
sociedad terrena una mayor
cuota de respeto, no
solamente a las leyes, sino
también a las personas y a
todo lo que a ellas
interese.
Respuestas a las cuestiones
propuestas
1. Nos dijo Jesús que sus
discípulos serían
reconocidos por una faceta
especial de comportamiento.
¿Cuál es ella?
Sus discípulos, afirmó
Jesús, serían reconocidos
por amarse unos a los otros.
En esa enseñanza, registrada
por el apóstol Juan, se
encuentra resumida la ley de
justicia, amor y caridad.
Si ella fuera observada, los
hombres se respetarían
mutuamente, los vínculos
sociales entre las criaturas
serían más consolidados, las
leyes más justas, la
convivencia humana más
pacífica.
2. ¿Cuál es el concepto de
justicia según el
Espiritismo?
Según las enseñanzas
espíritas, la justicia
consiste en que cada uno
respete los derechos de los
demás. Dos cosas advierte el
Espiritismo, determinan esos
derechos – la ley humana y
la ley natural.
3. ¿Qué conducta con
relación al prójimo la ley
natural establece?
La ley natural, que es de
todos los tiempos, nos
determina, tal como
recomendó Jesús: “Quiera
cada uno para los otros lo
que desea para sí mismo”,
una regla sencilla de
justicia que Dios implantó
en el corazón del hombre.
4. ¿Qué causas generan la
falta de respeto a los
derechos humanos?
Las causas que generan la
falta de respeto a los
humanos transcurren de la
propia imperfección de los
hombres. Son las mismas
causas que obstaculizan el
progreso, y es posible
encontrar en su raíz el
orgullo y el egoísmo y todas
las pasiones e
imperfecciones
características de los
Espíritus en vías de
progreso.
5. ¿Qué factor posibilitará
el necesario cambio, cuando
entonces se verá en la
sociedad terrena una mayor
cuota de respeto, no
solamente a las leyes, pero
también a las personas y a
todo lo que a ellas
interese?
Sabemos que a medida que el
hombre progresa moralmente
se amplía su libre albedrío
y aumenta, en el mismo
diapasón, su sentido de
responsabilidad. Es, por lo
tanto, la madurez de las
personas que posibilitará el
necesario cambio, cuando
entonces se verá en la
sociedad terrena una mayor
cuota de respeto a la leyes,
a las personas y a todo lo
que a ellas interesa.
Bibliografia:
O Livro dos
Espíritos,
de Allan
Kardec, Introdução, item 8,
e questões 785, 874, 875 e
876.
O Evangelho
segundo João,
13:35.
Conduta
Espírita,
de André
Luiz, psicografado por Waldo
Vieira, capítulos 9, 20, 23
e 31.
Leis Morais
da Vida,
de Joanna de
Ângelis, psicografado por
Divaldo P. Franco, p. 134.