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Análisis
del
libro
“Herederos
del
Nuevo
Mundo”
Autor
espiritual:
Lucius
Médium:
André
Luiz
Ruiz
Editora: IDE
|
Sumario:
Tras los
romances
"Despidiéndose
de la
Tierra"
y
"Esculpiendo
el
Propio
Destino",
Lucius
completa
esta
trilogía
temática
presentando
su nuevo
libro,
en el
cual los
Espíritus
de
Bezerra
de
Menezes,
Jerónimo
y
Adelino
ofrecen
un
panorama
sobre
los
importantes
momentos
vividos
por la
Humanidad
actual,
revelando
el
proceso
de
separación
de la
"Paja y
del
Trigo"
ya en
marcha,
además
de tejer
comentarios
sobre
las
circunstancias
de vida
que sean
más o
menos
favorables
a la
construcción
de un
futuro
mejor,
en los
instantes
cruciales
de la
selección
espiritual
predicha
por
Jesús.
*
Para
comentar
la obra
“Herederos
del
Nuevo
Mundo”,
de
autoría
del
Espíritu
Lucius,
por la
psicografía
de André
Luiz
Ruiz,
transcribiremos
tramos
de la
obra en
caracteres
normales,
respetando
íntegramente
la
redacción
original.
Nuestros
comentarios
serán
escritos
en
itálico
negrito.
“Cuando
Noé
aceptó
construir
el arca
para
salvar
del
ahogamiento
a los
que en
ella
quisieran
entrar,
asumió
para sí
mismo un
inmenso
y
extenuante
trabajo.
Sin
embargo,
gracias
al
dedicado
anciano,
consiguió
él mismo
y su
familia
encontrar
la
protección
y la
seguridad
que los
demás no
quisieron,
cuando
llegó el
momento
áspero
de la
tormenta
fatal.”
(15)
Se ve
aquí un
equívoco
muy
grave,
cual sea
la
aceptación
literal
de la
existencia
del arca
de Noé,
que
contraría
los
principios
de la
evolución,
atribuyendo
la
repoblación
de la
Tierra a
un
pequeño
grupo
familiar.
“Moreira,
pobre
hijo,
dominado
por las
sensaciones
del
sexo, no
se
satisface
con la
convivencia
íntima
que la
esposa
le
propicia.
Con la
mente
impregnada
de
imágenes
eróticas
atrae
para
dentro
de su
propia
habitación
la
compañía
de
peligrosas
y
astutas
entidades,
que se
alimentan
de sus
energías
sexuales
exacerbadas
por la
fijación
mental,
hipnotizándolo
a el más
y más
con
cuadros
excitantes,
para que
mantenga
encendida
e
intensa
la llama
del
deseo,
impidiendo
que el
pobre
hombre
se
desconecte
de esa
franja
de ideas
para
sintonizar
con
nosotros.”
(60)
Es
posible
un
acontecimiento
como
ese,
pero no
hay
ninguna
reseña
en
cuanto
al hecho
de, en
el caso
de haber
dignidad
por
parte de
la
esposa,
quedar
asegurada
que la
entrada
de
Espíritus
inferiores
sería
enteramente
imposible.
En la
obra
“Misioneros
de la
Luz” (63
y 64)
hay
esclarecimiento
lapidar
a ese
respecto:
“Curioso,
observé
que las
entidades
infelices
se
mostraban,
ahora,
terriblemente
contrahechas.
Alguna
cosa les
impedía
acompañar
a la
víctima
al
interior,
en lo
que fue
esclarecido
por
Alexandre:
- Aquí –
prosiguió
él –
reside
una
hermana
que
tiene la
felicidad
de
cultivar
la
oración
fervorosa
y
recta.”
“Valiéndose
de eso,
las
mismas
astutas
entidades,
ahora
vinculadas
a la
familia
de
Rafael,
pasaron
a
ampliar
las
necesidades
de la
esposa y
fustigarle
el deseo
de
aventurarse.”
(89)
El
lector
que no
tiene
formación
espírita
– y es
ese
lector
que
constituye
la
mayoría
de los
compradores
de esos
romances
– no
tiene
condiciones
de saber
que, si
la
esposa
fue
envuelta,
es
porque
no
cultivaba
la
oración,
no
mantenía
ideas
superiores
etc.
Queda
sólo la
impresión
de que
ella
está a
merced
de las
fuerzas
del mal,
a las
cuales
su
marido
se hubo
conectado.
“Las
puertas
del arca
ya
estaban
en
adelantado
estadio
de
cierre,
de modo
que
muchos
estarían
impedidos
penetrar
en ella.
Y
diferentemente
de lo
que
hablaban
las
antiguas
escrituras,
ya no se
trataba
de un
navío de
madera.
Ahora,
la
verdadera
Arca era
el
propio
Planeta
y,
ahora, a
los que
se
hicieron
candidatos
a en
ella
permanecer
deberían
demostrar
disposición
a través
del
cambio
de sus
vibraciones
por la
alteración
de los
intereses
inmediatos
y por la
renovación
de
conducta.”
(96)
Comparación
impropia
de la
Tierra
con una
Arca
que, en
un
determinado
momento,
cerraría
sus
puertas,
como si
fuera un
momento
fatal.
Además,
el libro
tiene
mucho
más de
alarmante
que de
enseñanzas
capaces
de
llevar
al
lector a
una
reflexión
serena.
“–
Realmente
sus
ponderaciones
son
justisimas.
Sorprende
notar el
tamaño
de la no
preparación
no
solamente
del
pueblo
que
corre a
la casa
de Dios,
sino,
mucho
más
grave,
de los
que se
hicieron
candidatos
a ser
sus
servidores
calificados,
trabajando
en las
dependencias
de las
instituciones
bajo la
confianza
de sus
dirigentes
encarnados
y
desencarnados.
Oso
afirmar
que, de
entre
los
problemas
evidenciados
en
nuestra
rápida
visita,
casi
todos
estaban
vinculados
a
desajustes
en el
área del
sexo o
de la
ambición.
(124)
Aquí, el
Espíritu
Jerónimo
hace
coro con
otros
que, a
través
de
varios
médiuns,
llevan
un
mensaje
de
desaliento
a los
espíritas,
principalmente
a
trabajadores,
además
de dar
el
nombre
de casa
de Dios
a
núcleos
espíritas.
Debe ser
recordado
que
Jesús
jamás
consideró
cualquier
templo
como
casa de
Dios.
“El
nivel 27
era
destinado
al
acomodamiento
de
entidades
de
evolución
primaria,
extremadamente
vinculadas
a los
patrones
inferiores
de la
vida,
motivo
por el
cual
deberían
ser
mantenidas
en
cámaras
especiales,
cuidadosamente
construidas
para que
reprodujeran
el
hábitat
primitivo
al cual
se
acostumbraron.
A pesar
de ya
poseer
la
condición
hominal,
traían
el
razonamiento
poco
ejercitado,
y, en el
caso de
aquellos
que
conseguían
organizar
el
pensamiento
de
manera
más
completa,
se veían
dominados
por la
fuerza
del
instinto
del cual
no se
habían
liberado
adecuadamente,
lo que
los
hacía
criaturas
muy
agresivas
y
dominadoras,
incapaces
de medir
el
efecto
de sus
actos.
(177)
Las
revelaciones
que han
sido
hechas
los
llevan a
entender
que
serán
alejados
de la
Tierra
aquellos
Espíritus
que
están
obstaculizando
el
progreso
de los
otros
por el
mal uso
de su
inteligencia.
¿Por qué
esos
Espíritus
primitivos
serían
encaminados
a otro
planeta
si no
les fue
dada la
oportunidad
de
discernir,
de
aprender,
de usar
su libre
albedrío,
cuando
pasarían
a ser
responsables
por sus
actos?
Veamos
lo que
se lee
en “A
Camino
de la
Luz”,
cap. III:
“Las
grandes
comunidades
espirituales,
directoras
del
Cosmos,
deliberaron,
entonces,
localizar
aquellas
entidades,
que se
hicieron
pertinaces
en el
crimen,
aquí en
la
Tierra
lejana,
donde
aprenderían
a
realizar,
en el
dolor y
en los
trabajos
penosos
de su
ambiente,
las
grandes
conquistas
del
corazón
e
impulsando,
simultáneamente,
el
progreso
de sus
hermanos
inferiores.”
“Cássio,
que era
servidor
de la
mediumnidad
en dos
días a
la
semana,
se
imaginaba
libre de
los
Espíritus
inferiores,
vacunados
contra
sus
influencias.
Por eso,
en los
otros
días de
la
semana,
frecuentaba
todo
tipo de
fiestas
en
compañía
de
personas
menos
dignas,
imaginando
que eso
nada
tenía
que ver
con sus
trabajos
mediúmnicos.
De eso
transcurría
que,
todas
las
noches,
entidades
perniciosas
lo
buscaran
para la
continuidad
de las
fiestas
en la
región
inferior,
aprovechándose
de sus
energías.
El
médium,
sin
embargo,
era otra
persona
cuando
llegaba
el día y
el
horario
de los
trabajos
en la
casa
espírita,
donde se
hacía
pasar
por un
equilibrado
cooperador,
servicial
y
simpático.
Lo mismo
se daba
con
Moreira
que,
fuera de
la
institución,
acostumbraba
a ser
encontrado
en
visitas
a
burdeles,
en la
compañía
de
infelices
mujeres
y en las
más
esdrújulas
aventuras
de
cuerpo
sin
frenos.
(218 /
219)
¿Qué
tipo de
reunión
mediúmnica
era esa,
que
tenía
como
trabajadores
médiums
desequilibrados
cómo
esos?
¿Qué
tipo de
preparación
habían
recibido
esos
médiuns
para
obrar de
forma
tan
contraria
a los
principios
comenzados
de
dignidad
humana?
“– ¡Soy
mentiroso,
embustero,
hechicero
de
quinta
categoría!
Maldita
la hora
en que
acepté
su
invitación
para
venir
aquí en
este
“trabajo
especial”
que
resolvería
mis
problemas
como
usted me
prometió.
Alceu no
cesaba
de
agredir
a
Peixoto,
mientras
los
fuertes
brazos
de los
trabajadores
lo
contenían,
intentando
reconducirlo
al
equilibrio.”
(227/228)
La
descripción
de esa
reunión
mediúmnica
huye a
todos
los
parámetros
presentados
ni en
“El
Libro de
los
Médiuns”,
ni en
las
obras de
André
Luiz. En
las
páginas
anteriores
– que no
transcribimos
para no
cansar
el
lector,
se ve,
en un
verdadero
“lavado
de ropa
sucia”,
los
Espíritus
revelando
hechos
de la
vida
personal
de los
médiuns,
lo que
no
ocurre
en una
reunión
equilibrada.
En las
páginas
siguientes,
se ve la
presencia
de
Bezerra
de
Menezes
en un
verdadero
enmarañado
de
acciones
desequilibradas
de
médiuns
y
dirigentes.
¿Será
que el
Apóstol
de la
Caridad
está tan
disponible
así?
“Como la
mayoría
de los
Espíritas
y de los
Cristianos
de todas
las
denominaciones,
pensaban
ellos
que
podrían
parecer
buenos
de día y
malos
durante
la
noche,
parecer
honestos
en las
manifestaciones
sociales
o
colectivas,
pero, en
la
esfera
personal,
continuarán
tan
degenerados
como la
mayoría
del
mundo.”
(256)
Generalización
infeliz,
que
puede
llevar a
muchos a
pensar
que de
nada
adelanta
ser
espírita.
“Así,
mientras
esperaban
el
traslado
para
otra
morada
celeste
de
patrón
primitivo,
eran
transferidos
provisoriamente
para la
estéril
superficie
de la
Luna
terrestre.”
(298)
En ese
capítulo,
se ve
una
descripción
enferma
y
aterrorizadora
del
ambiente
lunar,
en que
los
Espíritus
para
allí
transferidos
sufrirían
horrible
falta de
agua y
de
alimentos,
lo que
contrasta
con lo
que
fuera
dicho
páginas
atrás,
en el
cap. 17,
cuando
fue
descrito
el tal
vehículo
similar
al arca
de Noé.
“Para la
comprensión
de las
dificultades
enfrentadas
por los
benefactores
que los
amparan,
la
cuestión
de la
alimentación
exige
que les
sea
suministrada
la
ración
diaria
compatible
con sus
hábitos.
Son
elaboradas
formas
fluídicas
similares
a
aquellas
que les
agradaban
más al
apetito
voraz y
animalesco,
plasmadas
en
elementos-fuerza
superiores
a la
carne
sanguinolenta,
pero que
se
parecen
a ella.”
(178)
¿Por qué
esos
Espíritus
mientras
en el
arca
tendrían
un
tratamiento
hasta
solícito,
y
después
serían
dejados
a su
propia
suerte?
“Observemos
como
están
nuestros
hermanos
de
humanidad,
compelidos
a vivir
encerrados
en un
cuerpo
celeste
como la
Luna, en
la
espera
del
traslado
para la
casa
nueva
que se
aproxima.”
(493)
Aquí
Lucius
adhiere
a la
tesis de
Ramatis,
que
afianzó,
en 1949,
que se
aproximaba
a la
Tierra
un
planeta
que iría
sorber a
los
Espíritus
refractarios
al Bien,
en el
final de
los
tiempos.
Es de
sentido
común
que, si
un
planeta,
principalmente
de
dimensiones
gigantescas,
se
aproximara
a la
Tierra,
provocaría
un total
desequilibrio
en el
Sistema
Solar.
En el
libro “A
Camino
de la
Luz” hay
el
relato
de una
trasmigración
aquí
para la
Tierra,
sin que
hubiera
necesidad
de
nuestro
Planeta
salir
para
buscar a
los
exiliados
de
Capela.
¿Es de
preguntarse
cómo
puede un
planeta
desplazarse
de su
sistema
y viajar
por el
Universo
a
recoger
Espíritus
de otros
planetas,
como si
fuera un
autobús
espacial?
“Se
trata de
un mundo
conocido
de las
leyendas
antiguas
como el
portador
de la
destrucción,
causador
de
traumas
geológicos
y
cambios
bruscos
en la
estructura
magnética
y
eléctrica
de la
Tierra,
eso sin
hablar
en el
caos
civilizado
que, en
todas
sus
aproximaciones,
su
influencia
provocó.
¿Qué
quiere
Lucius
decir
con “traumas
geológicos
y
cambios
bruscos
en la
estructura
magnética
y
eléctrica
de la
Tierra”?
¿Podría
ese
planeta,
a
millones
de
kilómetros
de la
Tierra,
provocar
fenómenos
físicos
aquí? Si
así
fuera,
¿qué
ocurriría
cuando
él se
aproximara
para
recibir
a los
Espíritus
aprisionados
en la
Luna?
¿Cuáles
habrían
sido las
anteriores
aproximaciones?
“A pesar
de eso,
su
aproximación
es vista
como un
gran
beneficio
para el
aceleramiento
de los
cambios.
Aunque
en esta
distancia
de la
órbita
terrena,
sus
magistrales
dimensiones
y la
grandeza
de su
campo
magnético-psíquico
ya se
hacen
sentir a
lo largo
de su
trayectoria,
llegando
a los
hombres
bien
antes de
que su
masa se
haga
visible
a las
miradas
aterrizadas.
Su
presencia
energética
nos
despierta
que le
son
afines
las
emociones
grotescas,
las
prácticas
más
viles
por las
adicciones
que
alimenta,
de las
bajezas
morales
que
estimula
porque,
primitivo,
como
dije,
tal orbe
emite
esas
señales
que se
conectan
con los
que se
le
asemejen
en
vibraciones
y
deseos,
alimentándolos
con su
psiquismo,
fortaleciéndolo
en los
deseos y
en las
prácticas
inferiores.”
Lucius
confunde
primitivismo
con
desorden.
Espíritus
primitivos
son
regidos
más por
el
instinto
que por
el
razonamiento
naciente.
En el
instinto
no hay
ni
maldad
ni
responsabilidad.
Sabemos
que
serán
alejadas
de la
Tierra
las
inteligencias
que,
desviadas
del
Bien, de
la Ética
y del
Amor, es
decir,
de los
preceptos
del
Evangelio.
Esas no
permanecerán
aquí.
“Precediéndole
la
influencia
magnética
y
gravitacional
que se
agranda,
se
observa,
hace
décadas,
el
empeoramiento
de los
patrones
emocionales
del
planeta,
el
agrandamiento
de las
crisis
sociales,
de los
crímenes
hediondos,
de las
liviandades
en las
costumbres,
ahora
crecidas
de las
modificaciones
climáticas,
de la
sorprendente
e
inesperada
variación
del
magnetismo
planetario
con
modificaciones
de la
posición
de los
polos de
la
Tierra.
¿Quiere
el Autor
decir,
entonces,
que esos
problemas
éticos,
morales,
sociales
que son
enfrentados
actualmente
en la
Tierra
transcurren
de la
influencia
de ese
planeta?
¿Sería
para
tentar a
la
Humanidad?
¿Y las
modificaciones
climáticas,
no
transcurren
de
nuestra
irresponsabilidad
en el
uso de
recursos
naturales?
¿Serían
provocados
por
factores
externos
a la
Tierra?
¿Cómo
puede
Lucius
afirmar
que hay
una “variación
del
magnetismo
planetario
con
modificaciones
de la
posición
de los
polos de
la
Tierra”?
La
Tierra,
cuando
recibió
a los
exiliados
de
Capela,
no era
un
planeta
de
desorden,
de
violencia,
de
brutalidad.
Era un
planeta
primitivo
apenas.
Era una
escuela
más
simple,
para
donde
los
Espíritus
fueron
transferidos
a fin
de
reeducarse.
Por la
descripción
de
Lucius,
ese
planeta
es un
verdadero
infierno,
donde
impera
el mal,
la
brutalidad,
el
crimen
en todas
sus
expresiones.
“Gradualmente,
sin
embargo,
la
influencia
gravitacional
de ese
cuerpo
planetario
va a
apretar
sus
lazos
sobre
los
demás
planetas
del
sistema
solar,
demarcando
su
trayectoria
con las
naturales
consecuencias
de su
presencia
intrusa
y
gigantesca,
aproximándose
a
nuestro
Sol.
Acordándonos
de que
la
Tierra –
49 veces
mayor
que la
Luna –
sufre su
influencia
en una
leve
aproximación
de esta,
lo que
provoca
las
mareas,
¿se
pregunta
que
ocurriría
con la
aproximación
de un
planeta
inmenso
como ese
“intruso?
“Este es
el
cuerpo
celeste
que,
como un
imán
poderoso,
separará
la
partículas
de
hierro
por el
poder
que ya
ejerce,
y
ejercerá,
aún más,
sobre
todo lo
que se
sintonice
con su
vibración.
Hombres
y
Espíritus
en el
mismo
patrón
serán
por él
reclamados
como un
patrimonio
que le
pertenece,
liberando
la
Tierra
para
nuevas
etapas
de
crecimiento
y
evolución.”
Si tales
afirmaciones
fueran
reales,
no
habría
necesidad
de todo
el
trabajo
descrito
páginas
atrás,
en el
sentido
de
separar
Espíritus
y
hospedarlos
en la
Luna
hasta el
momento
de la
transferencia.
Según se
lee, la
atracción
sería
automática.
“Por
fin, la
aproximación
mayor
provocará
las
alteraciones
geológicas,
climáticas
y
energéticas
que
promoverán
la
depuración
de la
humanidad
por el
perecimiento
de
muchos y
por la
separación
de las
almas.”
Si el
planeta,
que se
sitúa a
millones
de
kilómetros
de
distancia
de la
Tierra,
está
provocando
los
disturbios
fisio
psíquicos
observados
ahora,
¿que
ocurriría
cuando
penetrase
en el
Sistema
Solar,
conforme
es
afirmado
antes?
Como se
ve,
Lucius
parece
querer
más
atemorizar
que
esclarecer.
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