El descenso de
las religiones
dogmáticas
Estudio
divulgado por la
BBC Brasil –
http://www.bbc.co.uk/portuguese/
- revela que el
culto de la
religión puede
acabar en nueve
países que
integran el
grupo de las
naciones
consideradas
ricas, seis de
ellos situados
en Europa, dos
en Oceanía y uno
en América del
Norte.
El estudio,
divulgado
durante un
encuentro de la
American
Physical Society,
se basa en
encuesta hecha a
partir de datos
cogidos en
censos
realizados desde
el siglo 19 en
diferentes
países del
mundo, y su
conclusión es
bien clara: la
religión puede
ser extinta en
nueve de ellos.
La encuesta
identificó esa
tendencia de
aumento en el
número de
personas que
afirman no tener
religión en
Australia,
Austria, Canadá,
Finlandia,
Irlanda,
Holanda, Nueva
Zelanda, Suiza y
en la República
Checa, que
presenta el
índice más
elevado, con
60%.
Utilizando un
modelo de
progresión
matemática, que
lleva en cuenta
factores
sociales y la
influencia que
ejercen en una
persona a hacer
parte de un
grupo
no-religioso, el
resultado
evidencia que
las personas que
siguen alguna
religión van
prácticamente
dejar de existir
en los países
mencionados. En
Holanda, por
ejemplo, 70% de
los holandeses
no tendrán
religión alguna
hasta 2050. Hoy,
ese grupo es de
40% de la
población.
Se trata de una
tendencia que
viene
acentuándose
sobre todo en
las últimas
décadas, como
observa Richard
Wiener,
encuestador
vinculado a un
centro de
investigación en
ciencia avanzada
subordinado al
Departamento de
Física de la
Universidad de
Arizona. “En
muchas
democracias
seculares
modernas – dice
él –, hay una
tendencia mayor
de las personas
identificarse
sin una
religión.”
Un punto que
resalta de la
noticia arriba
es el hecho de
que en todas las
nueve naciones
mencionadas la
religión
cristiana
siempre fue
predominante,
sea en su
aspecto
católico, sea en
su aspecto
protestante.
Como sabemos, se
trata de una
religión que se
caracterizó a lo
largo de los
siglos por su
dogmatismo.
Las
características
de las doctrinas
dogmáticas
fueron
examinadas por
Kardec en el
libro Obras
Póstumas,
págs. 181 y
siguientes.
Según esas
doctrinas, el
alma,
independiente de
la materia, es
creada en el
nacimiento de
cada ser;
sobrevive y
conserva su
individualidad
después de la
muerte; su
suerte está,
desde ese
momento,
irrevocablemente
fijada; sus
progresos
ulteriores son
nulos; ella
será,
consecuentemente,
por toda la
eternidad,
intelectual y
moralmente, lo
que era durante
la vida. Siendo
los malos
condenados a
castigos
perpetuos e
irremisibles en
el infierno, de
eso resalta,
para ellos, la
inutilidad
completa del
arrepentimiento.
Dios parece,
así, recusarse a
dejarles la
oportunidad de
reparar el mal
que hicieron.
Los buenos son
recompensados
por la visión de
Dios y la
contemplación
perpetua en el
cielo. Los casos
que pueden
merecer, por la
eternidad, el
cielo o el
infierno, son
dejados para la
decisión y el
juzgamiento de
los hombres
falibles, a
quien es dado
absolver o
condenar.
Esas doctrinas
enseñan también
la separación
definitiva y
absoluta de los
condenados y de
los electos; la
inutilidad de
los auxilios
morales y de las
consolaciones
para los
condenados; la
creación de
ángeles o almas
privilegiadas
exentas de todo
trabajo para
llegaren a la
perfección.
Las doctrinas
dogmáticas
mencionadas no
lograron, sin
embargo,
solucionar hasta
hoy estos graves
problemas que
interesan a toda
la humanidad.
1° ¿De dónde
vienen las
disposiciones
innatas,
intelectuales y
morales, que
hacen con que
los hombres
nazcan buenos o
malos,
inteligentes o
idiotas?
2° ¿Cuál es la
suerte de los
niños que mueren
en la más
temprana edad?
¿Por qué entran
ellas en la vida
feliz sin el
trabajo a lo
cual otras están
sujetas durante
largos años?
¿Por qué son
recompensados
sin que tengan
podido hacer el
bien, o privados
de una felicidad
sin que tengan
hecho el mal?
3° ¿Cuál es la
suerte de los
cretinos y de
los idiotas, que
no tienen
conciencia de
sus actos?
4° ¿Dónde está
la justicia de
la miseria y de
las enfermedades
de nacimiento,
una vez que no
son resultado de
ningún acto de
vida presente?
5° ¿Cuál es la
suerte de los
salvajes y de
todos aquellos
que mueren
forzosamente en
estado de
inferioridad
moral, en que se
encuentran
colocados por la
propia
Naturaleza, si
no les es dado
progresar
ulteriormente?
6° ¿Por qué Dios
crea almas más
favorecidas
unas que las
otras?
7° ¿Por qué
llama a sí,
prematuramente,
aquellos que
tenían podido
mejorarse si
tuviesen vivido
por más largo
tiempo, teniendo
en vista que no
les es dado
avanzar después
de la muerte?
8° ¿Por qué Dios
creó ángeles,
llegados a la
perfección sin
trabajo, a
medida que otras
criaturas están
sometidas a las
más duras
pruebas, en las
cuales tienen
más
oportunidades de
sucumbir de que
de salir
victoriosas?
Además de que no
les den a estos
problemas una
explicación
mínima
razonable, esas
religiones se
firman en dogmas
que, como nadie
ignora, no
consiguen
soportar el
avanzo
vertiginoso de
la ciencia,
dejando sus
profesos al
desamparo, lo
que contribuye
ciertamente para
la
intensificación
de la tendencia
apuntada en la
encuesta a que
nos referimos.
Delante de eso,
caso no ocurra
un cambio
significativo en
el modo como
esas religiones
se presentan, no
hay duda de que,
más temprano o
más tarde, el
materialismo
acabará por
arrebañar una
porción
expresiva de los
que aún confían
en lo que oyen
del púlpito.
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