Actos de los Apóstoles
Quinto
libro del Nuevo Testamento
Lucas (Discípulo de
Pablo)
(Parte
12)
Damos continuidad en esta
edición al Estudio
Sistematizado del Nuevo
Testamento, que comprenderá
el estudio de los Evangelios
de Mateo, Marcos, Lucas y
Juan y del libro Actos de
los Apóstoles. El estudio
está basado en la versión del Nuevo
Testamento que el lector
puede consultar a partir de
este link: http://www.bibliaonline.con.br/tb.
Las respuestas
correspondientes a las
cuestiones presentadas se
encuentran a finales del
texto de abajo.
Cuestiones
para el debate
1. ¿Qué hecho libró a Pablo
de ser fustigado en la
fortaleza donde fue preso?
2. Consciente de que en el
consejo había fariseos y
saduceos, ¿qué recurso
utilizó Pablo en su defensa?
3. ¿Por qué el tribuno
decidió enviar a Pablo a
Cesárea?
4. ¿Qué acusación contra
Pablo fue hecha por los
sacerdotes al presidente
Félix?
5. ¿Qué hecho determinó que
fuese Pablo llevado a Roma,
en vez de ser juzgado en
Cesárea?
Texto para la lectura
42. Pablo se dice
ajusticiado por sus
acusadores - Oída la
acusación hecha por los
judíos, Pablo, atendiendo a
una señal del gobernador,
respondió: “Sé que ya desde
muchos años eres el juez de
esta nación y es con plena
confianza que hago mi
defensa. Puedes verificar:
no hace
más de doce días que subí a
Jerusalén para el culto.
Nadie me encontró en el
Templo discutiendo con
persona alguna, ni incitando
el pueblo a levantarse, sea
en las sinagogas, sea por la
ciudad. No podrán
presentarte ninguna prueba
de las cosas de que ahora me
acusan. Pero esto yo admito:
según la Doctrina que llaman
de secta, estoy a servicio
de Dios de nuestros padres,
creyendo todo lo que está
escrito en la Ley y en los
Profetas. Y alimento en
Dios la esperanza -- y estos
también lo hacen -- de que
habrá una resurrección de
los justos y de los impíos.
He ahí por qué me esfuerzo
por conservar siempre una
conciencia irreprensible
delante de Dios y de los
hombres. Ahora, tras varios
años, vine
a
traer limosnas para mi
pueblo y presentar ofrendas.
Fue en esa ocasión que me
encontraron en el Templo,
tras cumplir el rito de las
purificaciones. No había ni
grupo de pueblo ni tumulto.
Sino ciertos judíos de Asia
fueron a hablar conmigo.
Ellos
deberían comparecer delante
de ti para hacer
acusaciones, en el caso de
tener alguna cosa contra mí,
o, entonces, estos aquí
presentes, digan cual es el
crimen que hallaron en mí
cuando comparecí ante el
Consejo”. Dicho esto, Pablo
añadió: “Ellos sólo pueden
presentar esta frase que yo
grité, de pie, en la
presencia de ellos: Es
por causa de la resurrección
de los muertos que hoy estoy
siendo juzgado delante de
vosotros” (Actos,
24:10 a 24:21.)
43. Félix es sucedido por
Pórcio Festo, pero Pablo
continúa prendido -
Félix, que ya estaba bien
informado acerca de la nueva
Doctrina, aplazó la
solución, diciendo: “Cuando
venga el comandante Lísias,
examinaré a fondo vuestra
causa”. Y ordenó al oficial
que mantuviera a Pablo en la
prisión, pero con cierta
libertad y sin impedir que
sus amigos lo sirvieran.
Pasados algunos días, Félix
trajo a su mujer Drusila,
que era judía, y mandó
buscar a Pablo, poniéndose
ambos a oírlos sobre la fe
en Cristo Jesús. Pero cuando
el Apóstol
comenzó a hablar de la
justicia de la castidad y
del juicio futuro, Félix se
espantó y le dijo que se
fuera, porque lo llamaría de
nuevo, en una ocasión
oportuna. En verdad, el
gobernador no perdía
esperanza de que Pablo le
diese dinero; por eso
mandaba
llamarlo repetidas veces y
conversaba con él.
Transcurridos dos años,
Félix fue sucedido por
Pórcio Festo, pero, como
este quería mostrar
benevolencia para con los
judíos, Pablo continuó
prendido. (Actos, 24:22 a
24:27.)
44. El nuevo gobernador
decide enviar a Pablo a
César - Días después de
haber Pablo apelado para
César, llegaron a Cesárea el
rey Agripa y Berenice, que
fueron hasta la ciudad para
saludarlos Festo. Como el
rey Agripa se demoraría allí
por algunos días, Festo le
expuso
la situación de Pablo,
afirmando que sus acusadores
no presentaron ninguno de
los graves crímenes que él
había imaginado. “Tenían
contra él -- informó el
gobernador -- sólo algunas
cuestiones referentes a la
religión de ellos, y en
particular a un cierto Jesús
que ya murió, pero
que Pablo insistía en
afirmar que continúa vivo.
Quedé perplejo ante una
controversia de esa
naturaleza y pregunté si él
quería ir a Jerusalén, para
allá ser juzgado su caso.
Pero Pablo apeló y pidió que
su caso fuera reservado a la
decisión de Augusto.”
(Actos, 25:13 a 25:21.)
Respuestas a las preguntas
propuestas
1. ¿Qué hecho libro a Pablo
de ser fustigado en la
fortaleza donde fue preso?
Cuando lo estaban atando con
correas, Pablo preguntó al
centurión que allí estaba:
¿Os es lícito azotar a un
romano, sin ser condenado?
Oyendo esto, el centurión
fue y anunció al tribuno,
diciendo: Ve lo que vas a
hacer, porque este hombre es
romano. El tribuno, le dijo:
Dime, ¿eres tú romano?
Y él dijo: Sí. Le respondió
el tribuno: Yo con gran suma
de dinero alcancé este
derecho de ciudadano. Pablo
dijo: Pero yo lo soy de
nacimiento. Dicho esto,
luego de él se apartaron los
que lo habían de examinar; y
hasta el tribuno tuvo temor,
cuando supo que era romano,
ya que lo tenía atado.
(Actos, 22:22 a 22:30.)
2. Consciente de que en el
consejo había fariseos y
saduceos, ¿qué recurso usó
Pablo en su defensa?
Sabiendo que una parte era
de saduceos y otra de
fariseos, Pablo clamó en el
consejo: Hombres hermanos,
yo soy fariseo, hijo de
fariseo; en lo tocante a la
esperanza y resurrección de
los muertos soy juzgado. Lo
que él dijo provocó una
discusión entre los fariseos
y saduceos; y la multitud se
dividió, porque los saduceos
decían que no hay
resurrección, ni ángel, ni
espíritu; pero los fariseos
reconocían una y otra cosa.
Se originó, entonces, un
gran clamor; y, levantándose
los escribas de la parte de
los fariseos, contendían,
diciendo: Ningún mal
hallamos en este hombre, y,
si algún
espíritu o ángel le habló,
no luchemos contra Dios. En
base de esa disensión, el
tribuno, temiendo que Pablo
fuera despedazado por ellos,
mandó descender a los
soldados, para que lo
quitaran del medio de ellos
y lo llevaran para la
fortaleza. (Actos, 23:6 a
23:10.)
3. ¿Por qué el tribuno
decidió enviar a Pablo a
Cesárea?
En la noche siguiente, el
Señor apareció a Pablo y le
dijo: Pablo, ten ánimo;
porque, como de mí
testificaste en Jerusalén,
así importa que testifiques
también en Roma. Llegó,
entonces, a los oídos del
tribuno la noticia de que
los fariseos tramaban la
muerte de Pablo. A fin de
evitar
complicaciones, el tribuno
llamó a dos centuriones y
les dijo: Preparad para las
tres horas de la noche
doscientos soldados, setenta
de caballería y doscientos
arqueros para que lleven a
Pablo salvo al presidente
Félix, en Cesárea.
(Actos, 23:11 a 23:24.)
4. ¿Qué acusación contra
Pablo fue hecha por los
sacerdotes al presidente
Félix?
Ellos dijeron al presidente
Félix que Pablo era una
peste, fiscal de sediciones
entre todos los judíos, por
todo el mundo, y el
principal defensor de la
secta de los nazarenos,
además de haber intentado
profanar el templo.
(Actos, 24:1 a 24:6.)
5. ¿Qué hecho determino que
fuese llevado a Roma, en vez
de ser juzgado en Cesárea?
Ante el nuevo presidente de
Cesárea, Festo, Pablo dijo:
Yo no pequé en cosa alguna
contra la ley de los judíos,
ni contra el templo, ni
contra César. Enseguida,
rechazando ser juzgado en
Jerusalén, dijo: Estoy ante
el tribunal de César, donde
conviene que sea juzgado; no
hice agravio
alguno a los judíos, como tú
muy bien sabes. Si hice
alguno agravio, o cometí
alguna cosa digna de muerte,
no rechazo morir; pero, si
nada hay de las cosas de que
estos me acusan, nadie me
puede entregar a ellos;
apelo para César. Entonces
Pórcio Festo, que había
sucedido al presidente
Félix, respondió: ¿Apelaste
para César? Para el César
irás. (Actos, 25:1 a
25:12.)