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La historia del
redescubrimiento
del alma
|
Obra em análise:
Evidências da
Sobrevivência
Autor: Carlos
Antônio Fragoso
Guimarães
Editor: USE/MADRAS
1ª edição: 2004.
Yo nunca uso la
palabra “creer”.
El motivo es que
si alguien
llega al punto
de creer se
trata de un
estado
emocional.
Nosotros decimos
que llegamos a
evidencias.
(J. B. Rhine)
¿Cuál fue la
trayectoria de
los estudios de
la inmortalidad
y propiedades
del alma? Esta
es la pregunta
que dirigió el
lápiz de Carlos
Fragoso
Guimarães,
psicólogo y
maestro en
Psicología,
paraibano,
estudioso de
fenómenos
religiosos,
pensamiento
junguiano,
filosofía,
mitología y
fenómeno PSI.
Justamente
premiado en el
Concurso
Literario “José
Herculano
Pires”, el
trabajo del
joven Carlos es
una de las
gratas sorpresas
entre los libros
publicados en
los últimos diez
años.
Escrito de forma
clara y
comprensible, él
introduce a sus
lectores en una
línea del
tiempo, desde el
nacimiento de
las obras
espíritas hasta
los experimentos
de laboratorio y
de campo hechos
por los
parapsicólogos
contemporáneos.
Es un libro
informativo,
introductorio
para todos los
que desean
conocer el
universo de la
investigación
espírita,
metapsíquica y
parapsicológica.
Guimarães tiene
en su texto un
lado “sombra”
(1),
pero no sombrío,
que aparece a lo
largo del libro.
Se trata del
Padre Oscar
Quevedo, con sus
teorías anti-espíritas
(tal vez más
anti-espíritas
que
parapsicológicas,
como nos muestra
el autor). A
veces Guimarães
lo trata
con ironía,
otras veces con
contundencia. La
principal arma
de Quevedo
contra los
fenómenos
considerados
espirituales es
un inconsciente
desarrollado por
él mismo, capaz
de producir
fenómenos dignos
de seres
sensibles que el
Prof. Carlos
critica primero
con
lógica y después
con ironía:
inconsciente
“maravilla” e
inconsciente
“súper poderoso”
son algunas de
las cuñas al
concepto
psicológicamente
indebido
empleado
abundantemente
por el Padre
Jesuita.
Quevedo a parte,
Carlos Guimarães
inicia su
trabajo con una
posición obvia:
sin la
investigación
espírita,
criticada en su
tiempo, no
tendríamos
Metapsíquica ni
Parapsicología.
Complejidad es
la palabra que
caracteriza el
desarrollo del
pensamiento del
autor
Él presenta a
los principales
investigadores y
médiums de la
London
Dialectical
Society y
explica la
fundación y
trabajos de la
Society for
Psychical
Research de
Londres.
Atravesando el
canal de la
mancha, el autor
presenta a
Charles Richet,
y siguiendo sus
famosos periodos
de la
investigación
psíquica, trata
de Mesmer, de
los fenómenos de
disociación
explicados por
la sugerencia y
por la
inhibición
cortical, cita
la lucidez y la
doble-vista.
Guimarães pasa
por las
explicaciones de
Myers para la
mediumnidad,
adentra el
periodo espírita
construyendo un
panel
comparativo
entre el
pensamiento
kardecista y las
teorías de
autores muy
posteriores a
él.
En la página 46
encuentro un
lapso, el autor
atribuye a
Descartes la
creencia de la
conexión entre
el cuerpo y el
alma a través de
la hipófisis o
glándula
pituitaria. En
el libro “Las
Pasiones del
alma”, pág. 88 y
89 de mi
edición, el
filósofo francés
trata el asunto
con ambigüedad,
pero el
organizador
retrata una
correspondencia
en la cual queda
claro que
Descartes se
refiere a la
glándula Pineal
y no a la
Pituitaria,
debido a la
propiedad de la
movilidad
relativa, que la
segunda no tiene
debido a su
posición
anatómica.
El periodo
científico de
Richet es
repleto de
investigaciones,
resultados y
autores
notables.
Guimarães los
cita, pero no
resiste hacer un
paralelo entre
las teorías
quevedianas y
algunos de los
experimentos de
los autores
citados
(Crookes,
Barret, Lodge,
Geley, Wallace,
Myers, Hodgson,
Bozzano, etc.)
El capítulo II
es una coetánea
de
investigaciones
psíquicas.
Ectoplasmia,
materializaciones
parciales y
completas son
presentadas,
acompañadas de
las fotografías
que se hicieron
célebres.
Guimarães
presenta también
algunos
fenómenos que
son explicables
por las fuerzas
anímicas, sin
atenerse a las
tesis
espiríticas con
exclusividad.
Complejidad es
una palabra que
caracteriza el
desarrollo de su
pensamiento en
el libro.
La relación
ambivalente que
el padre del
psicoanálisis
tenía con los
fenómenos psi
Una sección es
dedicada a las
investigaciones
de William
Crookes, y toda
la polémica en
torno a este
célebre
científico
inglés es
presentada,
documentada y
discutida.
El capítulo III
es dedicado a
los puntos de
contacto entre
la investigación
psíquica y el
psicoanálisis.
Carlos describe
la relación
ambivalente que
el padre del
psicoanálisis
tenía con los
fenómenos psi,
se refiere a los
trabajos sobre
telepatía,
censurados por
los compañeros
psicoanalistas y
se dedica
a las
incontables
incursiones que
Jung hizo y
vivió con
relación a los
fenómenos
psíquicos. El
lector encuentra
una descripción
interesante de
la construcción
del texto
titulado “Siete
Sermones a los
Muertos”. La
sección se
concluye con
otro
investigador del
IMI, Gustave
Geley, y sus
experimentos con
Eva Carrière y
Frank Kluski.
Nuevamente son
descritos los
fenómenos de
efectos físicos,
las
materializaciones
de manos en la
parafina e
incluso las
previsiones de
la muerte de
Geley en
accidente por la
vía mediúmnica,
lo que vino a
ocurrir.
Aparecen las
fotos de Geley
postmortem, en
el British
Collage of
Psychic
Sciences,
datadas de 1924.
El capítulo IV
presenta el
corte
epistemológico
en las
investigaciones
psíquicas que
generó la
Parapsicología.
Guimarães
muestra el
origen y las
ideas de la
pareja Rhine,
los trabajos de
Duke y el empleo
de los
resultados de
Rhine por el
programa
Stargate, de
espionaje y
contra-espionaje
Norte Americano,
en el clímax de
la guerra fría.
Él cita el caso
del fusilero
Joseph Mc
Moneagle que
consiguió
resultados
curiosos con su
facultad de
desdoblamiento,
rebatida de
Experiencias
Fuera del Cuerpo
por los
parapsicólogos.
El capítulo V
retoma la
cuestión de la
inmortalidad
dentro de la
investigación
PSI. Carlos
discute la
curiosa facultad
de escotografia,
la capacidad de
Ted Serious
crear imágenes
con la mente en
placas
fotográficas.
Naturalmente él
presenta las
limitaciones de
la escotografia
y muestra
fenómenos
contemporáneos
de fotografías
de apariciones
(como el caso de
la Dama Marrom y
del Fenómeno
del-Zeitun) que
son vistas por
un número grande
de testigos
antes de ser
fotografiadas,
frustrando la
tentativa
Quevediana de
reducir este
tipo de fenómeno
a la
escotografía y
las capacidades.
Hernani
Guimarâes
Andrade y las
memorias
espontáneas de
vidas pasadas
El capítulo VI
presenta otros
fenómenos
contemporáneos
que sugieren
acción
espiritual. Las
caras de Bélmez
de la Moraleda (Teleplastia
Espontánea), por
ejemplo,
impresionan
bastante por su
recurrencia y
por la
asociación con
otros fenómenos
espirituales,
como las
grabaciones de
Poltergeist, con
ejemplos de los
años 70/80.
El capítulo VII
se dedica a los
trabajos con
pacientes
terminales y sus
evidencias de la
supervivencia
del alma. Karlis
Osis, de
Letonia, Kübler-Ross,
de Suiza y Moody
Jr. de Estados
Unidos son
algunos de los
autores
rápidamente
presentados,
aunque su
trabajo es
enorme. Carlos
Guimarães cita
rápidamente los
resultados
positivos de
Experiencias
Fuera del Cuerpo
obtenidos por
Charles Tart, y
nos recuerda la
capacidad que
tienen estas
personas de leer
números de cinco
dígitos escritos
en tarjetas y
colocados en
lugares
inaccesibles a
la visión en
cuanto está
dormido. No
satisfecho,
Guimarães
recuerda las
investigaciones
de Ian Stevenson
sobre memorias
espontáneas de
vidas pasadas,
nos recuerda la
contribución
dada por Hernani
Guimarães
Andrade a estas
investigaciones
y relata un
ejemplo
verificado de
“marcas de
nacimiento” (la
persona nace con
cicatrices
asociadas a
eventos
violentos
ocurridos en la
vida pasada). El
capítulo se
cierra con una
noticia breve de
la “terapia de
vidas pasadas”.
El último
capítulo de la
obra trata de la
Psicología
Transpersonal,
sus objetos de
estudio y
desarrollo. Jung,
Maslow, Rogers y
otros psicólogos
notables ganan
la escena. Los
estrictos
límites auto
impuestos por
los psicólogos
son ampliados y
las experiencias
culminantes y
otros fenómenos
de la
conciencia,
antes ocultos
debajo del
tapete del
preconcepto
psicológico son
estudiados y
discutidos.
En un par de
días concluí la
placentera
lectura del
libro,
satisfecho de
encontrar un
autor de aliento
capaz de
instruir a los
interesados en
Espiritismo y
Parapsicología
en los
desdoblamientos
recientes de la
investigación
psíquica sin
olvidar los
nexos de
conexión con el
trabajo de los
pioneros de este
campo.
(1)
Humbert define
sombra como una
“figura del
otro” presente
en los sueños y
fantasías y que
tienen “trazos
de carácter y
maneras de
actuar que son
la contrapartida
de la
personalidad
consciente”.
Empleo el
término con una
licencia
literaria.
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