Continuamos con el
Estudio Metódico del
Pentateuco
Kardeciano, que
focalizará las cinco
principales obras de
la Doctrina
Espírita, en el
orden en que fueron
inicialmente
publicadas por Allan
Kardec, el
Codificador del
Espiritismo.
Las
respuestas a las
preguntas
presentadas,
fundamentadas en la
76ª edición
publicada por la
FEB, basadas en la
traducción de
Guillon Ribeiro, se
encuentran al final
del texto.
Preguntas para
debatir
A.
¿Por cuáles indicios
podemos reconocer a
una civilización
completa?
B.
¿Cuál es la causa de
la inestabilidad de
las leyes humanas?
C.
¿Llegará el
Espiritismo a ser
una creencia general
en la Tierra algún
día?
D.
¿Cómo puede el
Espiritismo
contribuir al
progreso de la
Humanidad?
E. La
desigualdad de las
condiciones
sociales,
¿constituye una ley
natural?
Texto para la
lectura
456.
La sociedad podría
regirse únicamente
por las leyes
naturales si todos
las comprendieran
bien y las quisiesen
practicar. Pero la
sociedad tiene sus
exigencias. Necesita
leyes especiales.
(L.E.,
794)
457.
Las ideas sólo se
modifican poco a
poco, según los
individuos, y es
necesario que
algunas generaciones
pasen para que se
borren totalmente
los vestigios de los
viejos hábitos La
transformación,
pues, sólo puede
operarse con el
tiempo, gradual y
progresivamente. En
cada generación se
disipa una parte del
velo. El Espiritismo
viene a rasgarlo
todo, de arriba a
abajo.
(L.E.,
800)
458.
No se enseña a los
niños lo que se
enseña a los
adultos, ni se da al
recién nacido un
alimento que no
pueda digerir. Cada
cosa a su tiempo.
Los Espíritus
enseñaron muchas
cosas que los
hombres no
comprendieron o
tergiversaron, pero
que ahora pueden
comprender. (L.E.,
801)
459.
¿Por qué los
Espíritus no
apresuran el
progreso de la
Humanidad por medio
de manifestaciones
generales y
evidentes? Los que
formulan esa
pregunta desearían,
seguramente,
milagros; pero Dios
los esparce a manos
llenas y, sin
embargo hay hombres
que todavía así le
niegan. Ni el mismo
Cristo convenció a
sus contemporáneos.
No; no es por medio
de los prodigios que
Dios quiere guiar a
los hombres. En su
bondad, Él les deja
el mérito de que se
convenzan por la
razón. (L.E., 802)
460.
Dios creó iguales a
todos los Espíritus,
pero cada uno de
ellos ha vivido más
o menos tiempo y,
por consiguiente, ha
hecho mayor o menor
suma de
adquisiciones. La
diferencia entre
ellos está en la
diversidad de los
grados de
experiencia
alcanzada y de la
voluntad con que
obran, voluntad que
es su libre
albedrío. De ahí que
unos se perfeccionen
con más rapidez que
otros, lo que les da
aptitudes diversas.
(L.E., 804)
461.
Es necesaria la
variedad de
aptitudes, a fin de
que cada uno pueda
colaborar en la
ejecución de los
designios de la
Providencia. Lo que
uno no hace, lo hace
el otro. Así, cada
cual tiene su papel
útil a desempeñar.
Además, al ser todos
los mundos
solidarios entre sí,
se hace necesario
que los habitantes
de los mundos
superiores – que en
su mayoría fueron
creados antes que el
vuestro – vengan a
habitar éste para
daros el ejemplo.
(L.E., 804)
462.
Al pasar el Espíritu
de un mundo a otro,
conserva la
integridad de las
facultades
adquiridas: El
Espíritu que
progresó no
retrocede. Podrá
escoger, cuando esté
desencarnado, una
envoltura más
grosera o una
posición más
precaria que las que
tuvo, pero todo eso
para que le sirva de
enseñanza y le ayude
a progresar. (L.E.,
805)
463.
Los que abusan de la
superioridad de sus
posiciones sociales
para oprimir a los
débiles, merecen el
anatema. ¡Ay de
ellos! Serán
oprimidos a su vez:
renacerán en una
existencia en la que
sufrirán todo lo que
hayan hecho sufrir a
los demás.
(L.E., 807)
464.
La desigualdad de
las riquezas ¿se
origina en la
desigualdad de las
facultades? “Sí y
no”, respondieron
los Espíritus, y en
seguida agregaron:
“De la astucia y del
robo, ¿qué me
dices?” (L.E., 808)
465.
Kardec reflexiona:
“Pero la riqueza
heredada no es fruto
de las malas
pasiones”.
Respuesta: “¿Qué
sabes al respecto?
Busca la fuente de
tal riqueza y verás
que no siempre es
pura. (…) ¿Crees que
la codicia de la
riqueza, aún siendo
bien adquirida, los
deseos secretos de
poseerla lo más
pronto posible, sean
sentimientos
loables? Eso es lo
que Dios juzga y te
aseguro que su
juicio es más severo
que el de los
hombres”.
(L.E., 808-a)
466.
Los que heredan una
fortuna mal habida
en su origen no son
responsables del mal
que otros hayan
hecho, sobre todo si
lo ignoran. Pero
muchas veces la
riqueza sólo llega a
las manos de un
hombre para
proporcionarle la
ocasión de reparar
una injusticia.
¡Dichoso él si así
lo comprende! Si lo
hace en nombre de
aquél que cometió la
injusticia, la
reparación les será
tomada en cuenta a
ambos, porque a
menudo es este
último quien la
provoca. (L.E., 809)
467.
Toda acción produce
sus frutos; dulces
son los de las
buenas acciones;
siempre amargos los
de las otras.
Siempre,
entendedlo bien.
(L.E., 810)
468.
Jamás existió la
igualdad absoluta de
las riquezas, ni es
posible. A ello se
opone la diversidad
de las facultades y
de los caracteres.
(…) Los que juzgan
que ése es el
remedio para los
males de la sociedad
no comprenden que la
igualdad sería
destruida a corto
plazo por la fuerza
de las cosas.
Combatid el egoísmo,
que es vuestra llaga
social, y no corráis
tras quimeras.
(L.E., 811)
469.
El bienestar es
relativo y todos
podrían gozar de él
si se entendiesen
convenientemente,
porque el verdadero
bienestar consiste
en que cada uno
emplee su tiempo
como le plazca y no
en la ejecución de
trabajos por los
cuales no siente
ninguna
satisfacción. (…) En
todo existe el
equilibrio; el
hombre es quien lo
altera.
(L.E.,
812)
470.
Los hombres se
entenderán cuando
practiquen la ley de
Justicia. (L.E.,
812-a)
471.
Ya dijimos que la
sociedad es muchas
veces la principal
culpable cuando
alguien, por su
propia culpa, cae en
la miseria. ¿No debe
ella velar por la
educación moral de
sus miembros? Casi
siempre es la mala
educación la que les
falsea el juicio, en
vez de reprimir sus
tendencias
perniciosas. (L.E.,
813)
Respuestas a las
preguntas propuestas
A.
¿Por cuáles indicios
podemos reconocer a
una civilización
completa?
Se
reconoce a una
civilización por su
desarrollo moral.
Una sociedad tiene
derecho de llamarse
civilizada solamente
cuando hayan sido
desterrados de ella
los vicios que la
deshonran y cuando
sus componentes
vivan como hermanos,
practicando la
caridad cristiana.
Hasta entonces,
habrá recorrido
apenas la primera
fase de la
civilización. De dos
naciones que hayan
llegado a la cima de
la escala social,
únicamente puede
considerarse la más
civilizada, en la
verdadera acepción
del término, aquella
donde exista menos
egoísmo, menos
codicia y menos
orgullo; donde los
hábitos sean más
intelectuales y
morales que
materiales; donde la
inteligencia pueda
desarrollarse con
mayor libertad;
donde haya más
bondad, buena fe,
benevolencia y
generosidad
recíprocas; donde
menos arraigados se
muestren los
prejuicios de casta
y de nacimiento;
donde las leyes no
consagren ningún
privilegio y sean
las mismas tanto
para el último como
para el primero;
donde con menos
parcialidad se
ejerza la justicia;
donde el débil
encuentre siempre
amparo contra el
fuerte; donde la
vida del hombre, sus
creencias y
opiniones sean mejor
respetadas; donde
exista el menor
número de
desdichados; en fin,
donde todo hombre de
buena voluntad esté
seguro de que no le
falte lo necesario.
(El
Libro de los
Espíritus, pregunta
793.)
B.
¿Cuál es la causa de
la inestabilidad de
las leyes humanas?
En
épocas de barbarie
eran los más fuertes
los que hacían las
leyes, y las
hicieron para ellos.
A medida que los
hombres fueron
comprendiendo mejor
la justicia, se hizo
indispensable
modificarlas. Cuanto
más se aproximan a
la verdadera
justicia, menos
inestables son las
leyes humanas, esto
es, se vuelven más
estables conforme
van siendo hechas
para todos y se
identifican con la
ley natural.
(Obra citada,
preguntas
795 a 797.)
C.
¿Llegará el
Espiritismo a ser
una creencia general
en la Tierra algún
día?
Sí.
Llegará a ser una
creencia general y
marcará una nueva
era en la Historia
de la Humanidad,
porque está en la
Naturaleza y ha
llegado el tiempo en
que ocupe un lugar
entre los
conocimientos
humanos. Sin
embargo, tendrá que
sostener grandes
luchas, más contra
los intereses que
contra la
convicción, puesto
que no hay cómo
disimular la
existencia de
personas interesadas
en combatirlo, unas
por amor propio y
otras por causas
enteramente
materiales. Su
marcha, sin embargo,
será más rápida que
la del Cristianismo,
porque el mismo
Cristianismo le abre
el camino y le sirve
de apoyo. El
Cristianismo tenía
que destruir; el
Espiritismo sólo
tiene que edificar.
(Obra citada,
pregunta
798.)
D.
¿Cómo puede el
Espiritismo
contribuir al
progreso de la
Humanidad?
Al
combatir y destruir
el materialismo, que
es una de las llagas
de la sociedad, el
Espiritismo hace que
los hombres
comprendan dónde se
encuentran sus
verdaderos
intereses. Al no
estar la vida futura
velada por la duda,
el hombre percibe
mejor que por medio
del presente puede
preparar su futuro.
Al destruir los
prejuicios de
sectas, castas y
colores, enseña a
los hombres la gran
solidaridad que los
ha de unir como
hermanos. (Obra
citada, preguntas
798 a
800.)
E. La
desigualdad de las
condiciones
sociales,
¿constituye una ley
natural?
No.
Es obra del hombre y
no de Dios. Siendo
obra humana,
desaparecerá algún
día, pero sólo
cuando el egoísmo y
el orgullo dejen de
predominar.
Entonces, quedará
sólo la desigualdad
del mérito.
(Obra citada,
preguntas 806 e
807.)
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