Continuamos con el
Estudio Metódico del
Pentateuco
Kardeciano, que
focalizará las cinco
principales obras de
la Doctrina
Espírita, en el
orden en que fueron
inicialmente
publicadas por Allan
Kardec, el
Codificador del
Espiritismo.
Las
respuestas a las
preguntas
presentadas,
fundamentadas en la
76ª edición
publicada por la
FEB, basadas en la
traducción de
Guillon Ribeiro, se
encuentran al final
del texto.
Preguntas para
debatir
A.
¿Puede el hombre
gozar de la
felicidad completa
en la Tierra?
B. Se
sabe que la
felicidad terrena es
relativa a la
posición de cada
uno. Lo que para uno
es suficiente,
constituye la
desgracia de otro.
No obstante, ¿existe
alguna medida de la
felicidad que sea
común a todas las
personas?
C.
Desde el punto de
vista de la
felicidad terrena,
¿cuál es la
situación que el
Espiritismo
considera
efectivamente una
infelicidad real?
D.
¿Por qué en la
sociedad terrena son
más numerosas las
clases sufrientes
que las felices?
E.
¿Como entender la
opinión de aquellos
que consideran la
comunicación con los
muertos como una
profanación?
Texto para la
lectura
557.
Existen males que
son independientes
de la manera de
proceder del hombre
y que alcanzan
incluso a los más
justos. Si no
hubiera medio de
evitarlos, el hombre
debe resignarse y
sufrirlos sin
murmurar, si
quiere progresar.
Pero siempre
encuentra consuelo
en su propia
conciencia, que le
proporciona la
esperanza de un
futuro mejor, si
hace lo necesario
para lograrlo.
(L.E., 924)
558.
Favorecer con los
dones de la fortuna
a ciertos hombres
significa un favor a
los ojos de los que
sólo ven el
presente. Pero debes
saber: la fortuna
es, a menudo, una
prueba más peligrosa
que la miseria.
(L.E., 925)
559.
Los males de este
mundo están en razón
de las necesidades
ficticias que os
creáis. Muchos
desengaños se ahorra
en esta vida aquél
que sabe limitar sus
deseos y mira sin
envidia lo que está
por encima de él.
Aquél que tiene
menos necesidades es
el más rico.
Envidiáis los goces
de los que os
parecen los
afortunados del
mundo. ¿Sabéis por
ventura lo que les
está reservado? Si
todos sus goces son
personales,
pertenecen a la
categoría de los
egoístas: luego
vendrán los reveses.
Más bien, tenedles
lástima. (L.E., 926)
560.
Cuando un justo es
infeliz, eso
representa una
prueba que se le
tomará en cuenta si
sabe soportarla con
valentía. Recordad
estas palabras de
Jesús:
Bienaventurados los
que sufren, porque
serán consolados.
(L.E., 926)
561.
Las aptitudes
naturales indican
nuestra vocación en
este mundo. Muchos
de nuestros males
proceden del hecho
de que no seguimos
esa vocación, y
muchas veces son los
padres que, por
orgullo o avaricia,
desvían a sus hijos
de la senda que les
trazó la Naturaleza,
comprometiendo su
felicidad como
consecuencia de esa
desviación. Ellos
responderán por eso. (L.E., 928)
562.
El hombre siempre
podrá ser útil en la
medida de sus
facultades, si no
las aplica al revés.
Así, por ejemplo, en
vez de un mal
abogado tal vez
pueda ser un buen
mecánico si siguiese
sus aptitudes
naturales. (L.E.,
928-a)
563.
La ineptitud para la
carrera que se
abraza, constituye
una fuente
inagotable de
reveses. Además, el
amor propio impide
que el que fracasó
recurra a una
profesión más
humilde y le señala
el suicidio como
remedio para escapar
de lo que le parece
una humillación. Si
una educación moral
le hubiese elevado
por encima de los
tontos prejuicios
del orgullo, jamás
se hubiera dejado
tomar desprevenido.
(L.E., 928-a,
comentario de
Kardec.)
564.
Nunca se debe tener
la idea de dejarse
morir de hambre. El
hombre encontraría
siempre el medio de
alimentarse si el
orgullo no se
colocase entre la
necesidad y el
trabajo. Se dice a
menudo: No hay
oficio despreciable.
Pero se dice para
los demás, y no para
uno mismo. (L.E.,
929)
565.
Hay personas que
como consecuencia de
enfermedades u otras
causas
independientes de su
voluntad, se ven en
la imposibilidad de
atender sus
necesidades. Este
hecho es
profundamente
lamentable, porque
–advierten los
Espíritus- en una
sociedad organizada
según la ley de
Cristo, nadie debe
morir de hambre.
(L.E.,
930)
566.
Cuando el hombre
practique la ley de
Dios tendrá un orden
social basado en la
justicia y en la
solidaridad, y él
mismo también será
mejor. (L.E., 930,
comentario de
Kardec.)
567.
¿Por qué en el mundo
la influencia de los
malos se impone a la
de los buenos? Por
la debilidad de los
buenos. Los malos
son intrigantes y
audaces, los buenos
son tímidos. Cuando
éstos lo quieran,
predominarán.
(L.E., 932)
568.
El dolor causado por
la pérdida de los
seres queridos
alcanza tanto al
rico como al pobre:
representa una
prueba, o una
expiación, y es la
ley común. Pero
vosotros tenéis el
consuelo de poder
comunicaros con
vuestros amigos por
los medios que están
a vuestro alcance,
mientras no
dispongáis de otros
medios más directos
y más accesibles a
vuestros sentidos.
(L.E., 934)
Respuestas a las
preguntas propuestas
A.
¿Puede el hombre
gozar de la
felicidad completa
en la Tierra?
No,
puesto que en
vuestro planeta la
vida ha sido dada al
hombre como una
prueba o expiación.
Pero de él depende
suavizar sus males y
ser tan feliz como
sea posible en la
Tierra.
(El
Libro de los
Espíritus, preguntas
920 y 921.)
B. Se
sabe que la
felicidad terrena es
relativa a la
posición de cada
uno. Lo que para uno
es suficiente,
constituye la
desgracia de otro.
No obstante, ¿existe
alguna medida de la
felicidad que sea
común a todas las
personas?
Sí.
Con relación a la
vida material, es la
posesión de lo
necesario. Con
relación a la vida
moral, la conciencia
tranquila y la fe en
el porvenir.
(Obra citada,
preguntas 922 y
923.)
C.
Desde el punto de
vista de la
felicidad terrena,
¿cuál es la
situación que el
Espiritismo
considera
efectivamente una
infelicidad real?
La
infelicidad real
sólo existe cuando
la persona sufre la
falta de lo
necesario para la
vida y la salud del
cuerpo. (Obra
citada, pregunta
927.)
D.
¿Por qué en la
sociedad terrena son
más numerosas las
clases sufrientes
que las felices?
Las
clases que llamamos
sufrientes son más
numerosas por ser la
Tierra un lugar de
expiación. Cuando se
transforme en morada
del bien y de los
Espíritus buenos, el
hombre dejará de ser
infeliz y la Tierra
será para él un
verdadero paraíso.
(Obra
citada, pregunta
931. Ver también
preguntas 866, 926,
927 y 933.)
E.
¿Como entender la
opinión de aquellos
que consideran la
comunicación con los
muertos como una
profanación?
Se
trata de una opinión
equivocada, porque
no hay profanación
cuando además del
recogimiento, la
evocación se realiza
con respeto y
decoro. La prueba de
que así es la
tenemos en el hecho
de que los Espíritus
que nos consagran
afecto acuden con
placer a nuestro
llamado. Habría
profanación sólo si
esto fuese hecho con
frivolidad. (Obra
citada, pregunta
935.)
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