nuestro
entrevistado
presenta
consideraciones
expresivas sobre
el Derecho y sus
conexiones con
el Evangelio,
con el
Espiritismo y
con el progreso
de la humanidad.
|
Coméntenos sobre
el movimiento
espírita
organizado por
la Asociación de
Magistrados
Espíritas en su
Estado.
Desde que
asumimos el
cargo en la
Delegación de la
Sección de la
ABRAME en
Paraíba, en el
2005, pasamos a
organizar
conferencias con
el sello
espírita en el
Fórum de Campina
Grande,
mensualmente. Al
inicio, de
manera tímida,
con la
participación de
algunos pocos
servidores
espíritas, pero
hoy siempre con
la asistencia
efectiva y
destacada de
decenas (y a
veces centenas)
de personas,
entre
magistrados,
abogados y la
comunidad
espírita local.
También
realizamos en el
2012 el 1er.
Encuentro
Regional de
Magistrados
Espíritas, con
el tema "Diálogo
Entre Justicia y
Sociedad", con
enorme
aceptación y
participación,
lo que nos
motivó a
organizar el
2do. Encuentro,
para los
próximos 18 y 19
de mayo, con el
tema central
“Justicia en
Transición”. El
objetivo
principal es la
humanización de
la Justicia, a
partir de la
espiritualización
de sus jueces.
A nivel nacional
¿cómo se
encuentra la
expansión y la
organización de
esas
actividades?
En varios
Estados, las
Delegaciones
Seccionales de
la ABRAME
buscan realizar
también
conferencias en
el ambiente
forense,
siguiendo el
ejemplo de
Minas Gerais,
Bahía y Goiás.
Al mismo tempo,
también son
organizados en
algunos locales
de grupos de
estudio de la
Doctrina
Espírita. Hoy en
día, la ABRAME
cuenta con más
de 700
magistrados
asociados, entre
Jueces de
Derecho, Jueces
de Trabajo,
Jueces
Federales,
Jueces y
Ministros de
tribunales
superiores. Con
la reciente
fundación de la
Asociación
Jurídico-Espírita
del Brasil –
AJE, que
congrega a otros
diversos actores
de la escena
jurídica, como
abogados
promotores de
justicia,
procuradores y
delegados, creo
que vamos a unir
esfuerzos hacia
la expansión de
las actividades
en los Estados,
siempre buscando
una mayor
divulgación de
la Doctrina en
el segmento
jurídico
El pensamiento
espírita atrajo
a un gran número
de académicos de
distintas áreas.
Específicamente
en el área del
Derecho, ¿qué es
lo que más
conquista o
llama la
atención de los
contenidos
doctrinarios
espiritas?
Como profesor
universitario,
nunca tuve
recelo de,
siempre que
fuera
pertinente,
transmitir a los
alumnos
conceptos
acordes a la
ética espírita.
¿Cómo no
hacerlo, en las
ocasiones en que
se debate en el
aula sobre la
pena de muerte,
sobre el aborto,
la eutanasia, la
anencefalia? Sin
ninguna
intención
proselitista, es
interesante
percibir que a
lo largo de los
años, numerosos
fueron los
alumnos y
ex-alumnos que,
a partir de esas
clases, se
interesaron en
la Doctrina y
pasaron a
estudiar y
participar
efectivamente en
el Movimiento
Espírita.
Numerosos son
también los
académicos de
Derecho que han
comparecido en
el Fórum
asistiendo a las
conferencias
promovidas por
la ABRAME.
Considerando que
una de las leyes
morales
destacadas en
“El Libro de los
Espíritus” (cap.
XI) es la Ley de
Justicia, de
Amor y Caridad,
es natural que
el pensamiento
espírita se
impregne en la
actividad legal,
ya que la
justicia de los
hombres está
irremediablemente
influenciada por
la justicia
divina, aunque
aún imperfecta y
ocasionalmente
injusta debido a
las limitaciones
humanas.
¿Considera que
actualmente el
pensamiento
espírita ya
influencia en la
legislación, la
actuación y las
decisiones de
los juicios en
nuestro país?
Acostumbro decir
que el
magistrado, por
ser espírita, no
es, sólo por
eso, mejor o más
justo que los
magistrados
no-espíritas.
Sin embargo,
cuanto más se
conoce y se
profundiza en el
conocimiento
doctrinario,
especialmente en
la Ley de Causa
y Efecto,
aumenta la
responsabilidad
en trata de
ajustar nuestra
conducta,
inclusive en la
actividad
judicial, a las
leyes morales de
Cristo. La misma
FEB, sensible a
la necesidad de
perfeccionamiento
de las leyes
brasileñas,
terminó
constituyendo
una Comisión de
Seguimiento
Legislativo, la
cual tengo la
honra de
integrar, con el
propósito
principal de
seguir los
proyectos de ley
y las enmiendas
a la
Constitución que
traten temas
relevantes y que
de algún modo
puedan
interferir en
nuestra
elevación
espiritual,
tales como las
que tratan sobre
la situación de
los niños por
nacer, el
aborto, la pena
de muerte, la
eutanasia, la
despenalización
del consumo de
estupefacientes,
etc.. La
intención es no
sólo hacer un
seguimiento,
sino intervenir,
cuando sea
oportuno y
necesario, en el
sentido de
perfeccionar la
elaboración de
esas leyes o, si
fuera el caso,
evitar que sean
aprobadas y
entren en vigor.
En los demás
países, por lo
menos en los más
desarrollados,
¿se está también
haciendo
progresos en el
área del
Derecho, para
una mayor
adecuación a los
principios del
amor presentados
en el Evangelio?
El mundo está en
plena fase de
transición, como
sabemos. El área
del Derecho no
es inmune a esa
perspectiva. El
progreso es
constante, aún
cuando
eventualmente
tengamos algunos
tropiezos. Con
la llamada
globalización,
con las
comunicaciones
difundiéndose en
tiempo real en
todo el planeta,
es natural que
exista una
influencia
recíproca de
valores y
culturas. Es
cada vez menor
el número de
países que
todavía aplican
la pena de
muerte, que
admiten la
eutanasia, que
legalizan el uso
de
estupefacientes.
Lo que aún nos
preocupa es el
crecimiento de
voces a favor a
la legalización
del aborto,
aunque también
se perciba cada
vez más una
resistencia de
las poblaciones
a esos intentos
insanos. Al
final, el amor
vencerá, sin
ninguna duda.
En Brasil, la
maduración de
ideas de
justicia ¿ha
traído ya
resultados
prácticos en el
área jurídica?
Sí,
naturalmente. Un
ejemplo concreto
de eso es la
llamada “ley de
la ficha
limpia”, de
iniciativa
popular, que fue
aprobada por el
Congreso
Nacional y
recientemente
declarada
constitucional
por el Supremo
Tribunal
Federal. Es una
tendencia
natural que
tenemos que
evolucionar,
para expulsar de
la actividad
política a
aquellos que se
mostraron
corruptos,
deshonestos, que
malversaron el
dinero público,
que usaron el
poder político
para
enriquecerse. Es
la justicia
humana que se va
alineando cada
vez más con las
leyes morales
evangélicas.
Como estudioso
del Espiritismo
y de formación
académica en el
área del
Derecho, ¿qué es
lo que más le
llama la
atención en toda
la grandeza
doctrinaria-cultural
del Espiritismo?
Lo que más me
lama la atención
es la Ley del
Progreso. Ésa me
parece una de
las leyes
morales más
sublimes y
consoladoras. Es
importante darse
cuenta cuánto
esa ley,
conjugada con la
Ley de Causa y
Efecto, nos
empuja siempre a
un estado más
avanzado en el
camino
evolutivo. Los
que hoy son
criminales,
mañana serán
inevitablemente
los luchadores
por las causas
cristianas. La
literatura
espírita está
repleta de
personajes que
otrora actuaron
en el desacierto
y que, llamados
a la conciencia
por el
arrepentimiento,
por el
remordimiento,
por la expiación
y por la
reparación de
los males, se
volvieron
ejemplos vivos
de progreso
moral, ejemplos
como el de Saulo
de Tarso, Publio
Lentulus y Judas
Iscariote. Ese
es también el
destino de cada
uno de nosotros,
tarde o
temprano, que
sólo dependerá
de nuestro
propio libre
albedrío.
¿Qué relación
podemos hacer
entre Jesús y el
Derecho?
Jesús, esa
sublime alma,
nos legó
innumerables
ejemplos de
justicia. Fue
abogado y
conciliador en
el pasaje de la
mujer adúltera;
fue el justo
juez en el
pasaje de los
trabajadores de
la última hora;
fue el magnánimo
legislador al
traducir toda la
moral cristiana
en las frases
“amar a Dios
sobre todas las
cosas y a tu
prójimo como a
ti mismo” y “haz
a los otros
aquello que
desees que los
otros te
hiciesen”; fue
el profesor
seguro cuando
narró la
parábola del
buen samaritano.
En las
especializaciones
de Derecho,
¿cuál es el área
que más se
destaca o se
identifica con
el estado actual
de la Humanidad
y con las
enseñanzas del
Espiritismo?
Entiendo que en
todas las áreas
de Derecho es
posible aplicar
las enseñanzas
espíritas de
manera concreta.
Sin embargo, por
tener una
influencia más
directa en la
vida, en la
libertad y en la
paz en los seres
humanos, es
posible destacar
el Derecho de
Familia, el
Derecho Penal,
el Derecho de
las Ejecuciones
Penales, y el de
la Infancia y la
Juventud, siendo
esas áreas en
las que más se
puede inspirar
las enseñanzas
cristianas en
general.
Actualmente, el
Derecho
Ambiental
también se
revela bastante
importante en
este proceso de
la evolución
humana, por
trazarnos
límites en la
degradación de
la naturaleza y,
consecuentemente,
preservando la
propia vida
humana en la
Tierra.
Igualmente
relevante es la
aplicación del
conocimiento
espírita en los
Juzgados de
Violencia
Doméstica, en lo
que revela las
causas de las
disputas
familiares. No
se puede dejar
de considerar,
además, la
enorme
importancia que
el Derecho
Internacional
Publico puede
ejercer en la
pacificación
entre los
pueblos y la
democratización
de las
relaciones entre
los Estados.
¿Algo más que
desee agregar?
Agradezco
inmensamente la
cortesía de
abrirnos este
espacio rico en
divulgación de
la Doctrina
Espírita. La
búsqueda
constante del
perfeccionamiento
moral,
especialmente en
el ejercicio de
la magistratura,
es lo que
motivado
nuestras
acciones. La
actividad de
juzgar los actos
de nuestros
semejantes es
ardua y
compleja, pero
con buena
voluntad y,
sobre todo, con
la disposición
de enfrentar
cada proceso,
cada desafío,
con miras a la
máxima
aproximación a
la Justicia
Divina, debe ser
el móvil de
nuestra conducta
profesional,
puesto que a
quien más es
dado, más será
cobrado.
Centrándonos en
esta toma de
conciencia, es
posible cumplir
la tarea que nos
fue atribuida,
reparando, por
cierto, errores
y caídas
ocurridas en el
pasado
espiritual.
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