Continuamos con el
estudio metódico de “El
Libro de los Médiums”,
de Allan Kardec, la
segunda de las obras que
componen el Pentateuco
Kardeciano, cuya primera
edición fue publicada en
1861. Las respuestas a
las preguntas sugeridas
para debatir se
encuentran al final del
texto.
Preguntas
para debatir
A. La
facultad de videncia
¿puede ser desarrollada?
B. ¿Cómo
se producen las
alucinaciones?
C. ¿Qué
es bicorporeidad?
D. ¿Es
necesario el sueño para
que el alma aparezca en
otros lugares?
Texto para la lectura
121. Los
Espíritus se presentan
vestidos en túnicas,
envueltos en amplias
telas, o sino con los
trajes que usaron en
vida. Envolverse en
telas parece constituir
la costumbre general en
el mundo de los
Espíritus. (Ítem 126)
122. Los
Espíritus hacen que la
materia etérea pase por
las transformaciones que
quieran; por lo tanto,
pueden formar los
objetos – vestidos,
joyas, tabaqueras, etc.
– que deseen, por acto
de su voluntad y, del
mismo modo que los
hacen, pueden
deshacerlos. (Ítem 128,
pregunta 6)
123.
Refiriéndose a un
Espíritu que se le
apareció a una mujer
llevando una caja de
tabaco en polvo, el
Espíritu de San Luis le
informó a Kardec: a) que
la caja de tabaco podría
volverse tangible; b)
que la señora,
sosteniendo esa caja,
creería estar
sosteniendo una caja
real; c) que, si la
abriese, encontraría
tabaco en polvo dentro
de ella; d) que si
aspirase ese rapé, éste
la haría estornudar.
(Ítem 128, preguntas 7,
8 y 9)
124. El
Espíritu puede dar a un
objeto no sólo la forma
sino también propiedades
especiales. Si él
quisiera hacer una
sustancia venenosa,
podría hacerlo, si es
que hubiese un permiso
superior; tal cosa, sin
embargo, no le es
permitida. (Ítem 128,
preguntas 10 y 11)
125. El
Espíritu puede hacer
también una sustancia
alimenticia, una fruta,
un manjar cualquiera; si
una persona la comiera,
quedaría saciada. (1)
(Ítem 128, pregunta 13)
126. San
Luis, comentando ese
fenómeno, le dijo a
Kardec que no necesita
buscar tanto para
encontrar lo que es tan
fácil de comprender. Un
rayo de sol basta para
volver perceptibles a
los ojos las partículas
materiales que llenan el
espacio. El aire
contiene vapor de agua.
Condensado, vuelve al
estado normal. Privado
del calor, se convierte
en un cuerpo sólido, y
lo mismo sucede con
muchas otras sustancias
de las que los químicos
pueden obtener
maravillas más
asombrosas aún. El
Espíritu dispone, sin
embargo, de instrumentos
más perfectos: la
voluntad y el permiso de
Dios. (Ítem 128,
pregunta 13)
127.
Cuanto más elevado sea
el Espíritu, más
fácilmente podrá
producir objetos
tangibles. Pero todo
depende de las
circunstancias, porque
los Espíritus inferiores
disponen también de ese
poder. (Ítem 128,
pregunta 15)
128. No
siempre el Espíritu
tiene conocimiento del
modo como compone sus
vestidos y objetos.
Muchas veces coopera con
la formación de todas
esas cosas, por un acto
instintivo que él mismo
no comprende, si no está
lo suficientemente
esclarecido para eso.
(Ítem 128, pregunta 16)
129. La
teoría espírita acerca
del laboratorio del
mundo invisible se puede
resumir así: a) el
Espíritu actúa sobre la
materia; b) de la
materia cósmica
universal extrae los
elementos que necesita
para formar objetos que
tengan la apariencia de
los diversos cuerpos
existentes en la Tierra;
c) por acción de su
voluntad, puede operar
en la materia elemental
una transformación
íntima, que le confiera
determinadas
propiedades; d) esta
facultad es inherente a
la naturaleza del
Espíritu, que muchas
veces la ejerce de
manera instintiva, sin
percibirlo; e) los
objetos que el Espíritu
forma tienen existencia
temporal, subordinada a
su voluntad o a una
necesidad que él
experimenta; f) puede
hacerlos y deshacerlos
libremente; g) en
ciertos casos, esos
objetos pueden
presentar, a los ojos de
las personas vivas,
todas las apariencia de
la realidad, esto es,
volverse visibles e,
incluso, hasta
tangibles; h) pero se
trata de formación, no
creación, porque
de la nada el Espíritu
nada puede sacar. (Ítem
129)
130. La
existencia de una
materia elemental única
está hoy admitida de
manera más o menos
general por la ciencia,
y los Espíritus la
confirman. Todos los
cuerpos de la Naturaleza
nacen de esta materia.
De allí que una
sustancia saludable
puede volverse venenosa,
por efectos de simples
modificaciones, hecho
que la química nos
ofrece en numerosos
ejemplos. Ya que al
Espíritu le es posible
tan poderosa acción
sobre la materia
elemental, se concibe
que sea capaz no sólo de
formar sustancias, sino
de modificar sus
propiedades utilizando
para esto su voluntad
como efecto reactivo.
(Ítem 130)
Respuestas a las
preguntas propuestas
A. La
facultad de videncia
¿puede ser desarrollada?
Antes que
nada, es necesario
comprender que la
videncia depende del
organismo; guarda
relación con la
capacidad que tiene el
fluido del vidente para
combinarse con el fluido
del Espíritu. La
facultad puede, como
todas las otras,
desarrollarse con el
ejercicio, pero es una
de aquellas en que vale
más esperar su
desarrollo natural que
provocarlo, para
prevenir la
sobreexcitación de la
imaginación.
(El Libro
de los Médiums, ítem
100, preguntas 26 y 27)
B. ¿Cómo
se producen las
alucinaciones?
Las
imágenes llegan al
cerebro por los ojos, y
dejan allí una marca que
hace que recordemos un
cuadro como si lo
tuviésemos delante de
nosotros, pero esto es
siempre una función de
la memoria, porque no lo
vemos. En cierto estado
de emancipación, el alma
ve en el cerebro y allí
encuentra estas
imágenes, sobre todo
aquellas que le
impresionaron más, según
la naturaleza de las
preocupaciones o las
disposiciones del
Espíritu: es así que
allí encuentra la marca
de escenas religiosas,
diabólicas, dramáticas,
mundanas, figuras de
animales bizarros, que
vio en otra época en
pinturas o incluso en
narraciones, porque las
narraciones dejan
también sus impresiones.
Así el alma ve
realmente, pero ve solo
una imagen grabada en el
cerebro. En el estado
normal esas imágenes son
fugitivas y efímeras,
pero en el estado de
enfermedad, con el
cerebro más o menos
debilitado, algunas
imágenes no se borran
como en el estado
normal, por las
preocupaciones
exteriores. Allí está la
verdadera alucinación y
la causa primera de las
ideas fijas.
(Obra
citada, ítem 113.)
C. ¿Qué
es bicorporeidad?
El
Espíritu de una persona
viva, aislado del
cuerpo, se puede
aparecer en otro lugar,
como el de una persona
muerta, y tener todas
las apariencias de la
realidad; además de eso,
puede adquirir una
tangibilidad momentánea.
He ahí el fenómeno
llamado bicorporeidad,
que dio lugar a las
historias de hombres
dobles, esto es, de
individuos cuya
presencia simultánea fue
verificada en dos
lugares diferentes. Es
lo que sucedió con San
Alfonso de Ligorio y San
Antonio de Padua, como
nos relata la historia
eclesiástica. El
fenómeno de la
bicorporeidad es una
variedad de las
manifestaciones visuales
y reposa en las
propiedades del
periespíritu, que en
determinadas
circunstancias, se puede
hacer visible y hasta
tangible. (Obra citada,
ítems 114 y 119.)
D. ¿Es
necesario el sueño para
que el alma aparezca en
otros lugares?
Puede
ocurrir el fenómeno sin
que el cuerpo duerma,
aunque esto sea muy
raro; en ese caso, el
cuerpo nunca está en un
estado perfectamente
normal, sino, en un
estado más o menos de
éxtasis. El alma,
entonces, abandona el
cuerpo, seguida de una
parte de su periespíritu
que, gracias a la otra
parte que permanece
ligada al cuerpo,
constituye el lazo de
unión entre la materia y
el Espíritu.
(Obra
citada, ítem 119,
párrafos 1 y 3.)
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