Las telenovelas:
instrumento
poderoso, pero
mal utilizado
Muchas personas
se espantaron
con el hecho de
la revista VEJA,
en su edición
del día 8 de
agosto, haber
dedicado 9
páginas a la
telenovela
Avenida Brasil,
una obra de
ficción que la
Red Globo
transmite
diariamente, a
las 21 horas.
Para que el
lector evalúe lo
que tal hecho
significa, la
revista dedicó
en la misma
edición 7
páginas al
juzgamiento por
el Supremo
Tribunal Federal
del “mensalão”,
el escándalo que
llevó al banco
de los reos 38
personas, un
hecho de
importancia real
y decisiva para
el futuro de
nuestro país.
Es necesario
destacar que la
revista VEJA
pertenece a un
grupo editorial
que edita otras
revistas que se
dedican al
entretenimiento
y a programas de
TV, ocupándose
la revista VEJA,
generalmente, de
temas cuya
importancia para
la nación
tienen, a
ejemplo de los
asuntos
políticos y
económicos,
mucho más
relevancia.
Las telenovelas
presentadas por
la Tele cumplen,
como se sabe,
un papel
importante en lo
que se refiere
al
entretenimiento
de las familias
y constituyen
uno de los pocos
divertimientos
colocados, a
coste cero, a la
disposición de
la población
brasileña.
Ocurre que ni
siempre, por los
valores que
transmiten,
ellas han
contribuido para
la formación
cultural y el
fortalecimiento
humanístico de
aquellos que las
acompañan,
capítulo a
capítulo.
En este momento,
la trama de las
telenovelas que
la Globo exhibe
tiene como tema
la ambición
desmedida – que
es el caso de la
telenovela de
las 18h -, la
envidia y faltar
al respeto -
caso de la
telenovela de
las 19h -, el
odio y la
venganza – que
es el caso de la
telenovela de
las 21h – y, por
fin, la lujuria
y la hipocresía
– que
constituyen el
tema de
Gabriela, obra
basada en uno de
los clásicos del
inolvidable
Jorge Amado.
Algunos alegarán
que es así mismo
que el pueblo
brasileño se
comporta y que
las telenovelas
retratan tan
solamente lo que
existe de hecho
en la sociedad.
Puede ser. No
nos compite
discutir si eso
es o no verdad.
Pero ocurre en
los programas de
entretenimiento,
incluso en las
telenovelas, lo
que un cierto
presidente de la
República dijo,
oportunamente, a
respecto de la
prensa en
Brasil, que da
un destaque muy
grande para el
error y las
inmoralidades e
ignora lo que se
hace de bueno y
de cierto en el
País.
Nos parece que
los autores de
nuestras
telenovelas
decidieron
seguir por el
mismo camino, lo
que
sinceramente
lamentamos, una
vez que tienen
ellos a la mano
un instrumento
poderoso que,
sin embargo, es
muy mal
utilizado.
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