Espírita),
vicepresidente
del consejo
directivo y
miembro del
Consejo
Deliberante del
mismo Centro.
Conferencista
espírita y
actual
presidente de la
URE
Metropolitana de
Londrina y del
Núcleo Espírita
Hermana
Scheilla, fue
electo el 2013 y
a inicios de
este año tomó
posesión del
cargo como
presidente del
Centro Espírita
Nuestro Hogar,
la principal
institución
espírita del
Norte de Paraná,
lo que
constituye el
tema principal
de la siguiente
entrevista. |
En base a su
experiencia al
frente de la URE
Metropolitana de
Londrina, ¿cómo
observa usted el
movimiento
espírita en
nuestra región?
Siento que hay
un gran
necesidad de
unión de las
casas espírita
de la región. A
través de la
interacción
entre las casas
y los
dirigentes, el
trabajo y el
crecimiento del
movimiento se
fortalecerán.
Esa unión
propiciará el
intercambio de
informaciones
respecto a las
dificultades y
facilidades,
apoyo mutuo en
los momentos de
las
dificultades,
definición y
trabajo en favor
de objetivos en
común, etc.
Actualmente las
casas trabajan
de manera muy
aislada, cada
una con sus
problemas.
Además, faltan
trabajadores,
recursos
materiales,
capacitación y
conciencia de
los dirigentes
en cuanto a esas
necesidades.
Estando en la
presidencia de
la URE y del
Núcleo Hermana
Scheilla, ¿por
qué candidateó a
la presidencia
de “Nuestro
Hogar”?
Inicialmente no
estaba en mis
planes ser
presidente de
“Nuestro Hogar”.
Mi nombre fue
propuesto por
algunos
trabajadores de
la casa y, luego
de unos meses de
reflexión sobre
la invitación,
decidí aceptar
el desafío y
trabajar en
favor del
movimiento.
Tengo el gran
deseo de ver a
las personas
trabajando en
conjunto,
preocupadas por
el movimiento
espírita,
involucrados en
la Doctrina
Espírita,
trabajando por
objetivos en
común. Pienso
que puedo
contribuir en
esto, no como
pieza esencial
para que eso
ocurra, sino
como un simple
trabajador del
movimiento,
dando mi
contribución.
¿Cuáles son sus
objetivos como
presidente de
“Nuestro Hogar?
Pretendo
ejecutar mi
actividad y
objetivos en
conjunto con los
demás miembros
de la directiva
y sus sectores.
Conocemos las
dificultades que
conlleva
administrar una
casa del tamaño
de “Nuestro
Hogar”, con un
gran número de
actividades,
trabajadores y
asistentes.
La nueva
directiva está
elaborando un
plan de trabajo
para guiar las
acciones de la
junta, poner
bases al Consejo
Deliberante y
mantener a los
trabajadores y
asistentes
informados sobre
la marcha del
proceso.
¿En qué consiste
ese plan de
trabajo?
El plan de
trabajo estará
compuesto por
tres fases: 1)
Levantamiento de
informaciones
sobre el
funcionamiento
actual de la
casa, 2)
Definición de
objetivos en
base a las
informaciones
levantadas, 3)
Creación de un
plan de acción
para abordar
esas
necesidades.
Con la
experiencia
adquirida a lo
largo de los
años, a través
de las funciones
que desempeñé en
la casa, tengo
una idea de las
dificultades y
también de los
puntos
positivos, y
esto con
seguridad nos
ayudará en la
toma de
decisiones.
¿Qué es
necesario
cambiar en
“Nuestro Hogar”?
No tengo el
derecho de hacer
ninguna crítica
a ninguna
directiva
anterior, ya que
todos han tenido
puntos positivos
y algunos puntos
negativos, como
nuestra gestión
por cierto
también tendrá.
Siento que
necesitamos
trabajar la
comunicación y
operatividad de
los trabajos
desarrollados
por la casa,
trabajar en la
capacitación de
los
trabajadores,
para que estemos
preparados para
atender a los
objetivos del
Centro Espírita
Nuestro Hogar,
que es la
atención
humanitaria a
todos aquellos
que lo buscan y
también como
centro de
formación de
trabajadores, no
sólo para la
casa sino para
las demás
instituciones
espíritas de
nuestra ciudad y
región. No
tenemos la
intención de
hacer cambios
radicales, sino
buscar mejorar
los procesos,
los cursos y las
actividades para
atender mejor a
la demanda en
las más diversas
áreas de la
casa.
¿Cuál, en su
visión, será el
mayor desafío a
ser enfrentado?
Pienso que
nuestro mayor
desafío será
trabajar en
conjunto,
manteniendo la
sintonía entre
la Dirección
Ejecutiva, el
Consejo
Deliberante y
los grupos de
trabajo,
teniendo como
objetivo el
equilibrio ante
las divergencias
que surjan.
Sabemos que no
será posible
atender los
deseos de todos,
y que surgirán
divergencias que
podrán
desagradar a
algunos, pero
que sea siempre
en favor del
bien de la casa
y de la
colectividad.
¿Algo más que le
gustaría
compartir con
nuestros
lectores?
La Doctrina
Espírita pasa
por un momento
importante, ya
que el
movimiento está
creciendo a
pasos largos. Es
necesario que
haya conciencia
de los
dirigentes para
que, como
líderes, dirijan
a sus
trabajadores
hacia esa
realidad,
manteniendo el
enfoque
principal en las
obras básicas de
la codificación
espírita y en
obras
complementarias
de contenido
confiable.
Escucho a
algunas personas
decir que las
obras de Allan
Kardec están
obsoletas y que
es necesario el
cambio, cuando,
en verdad, las
obras permanecen
actuales, así
como las
enseñanzas de
Jesús. Los que
necesitan el
cambio somos
nosotros, y eso
sólo ocurrirá
cuando pasemos a
estudiar más
para comprender
esas enseñanzas,
compartir con
otras personas
y,
principalmente,
cuando
comencemos a
ponerlos en
práctica. Las
enseñanzas del
Maestro Jesús y
de la Doctrina
Espírita
conducen a un
único objetivo:
el cambio
interior. Cuando
eso ocurra, todo
a nuestro
alrededor
cambiará.
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