En base al poder de la
Iglesia Católica,
representantes de sus
varias órdenes
religiosas vinieron de
Portugal, con la misión
“oficial” de dar
asistencia religiosa a
los colonizadores,
además de catequizar y
“salvar” a los indios.
Pero, aventureros
europeos, a veces
también en carácter
oficial, para aquí
vinieron, con interés…
No es difícil de
entender que en Brasil
los niños pasaron a
convivir con criaturas
de costumbres y
sentimientos religiosos
diferentes. Y no sólo
diferentes:
conflictivos... El
caldeamiento de razas
fue inevitable...
Así, durante y por cerca
de los tres primeros
siglos de nuestra
historia, convivieron
aquí en Brasil:
- colonizadores europeos
(no sólo portugueses,
sino también franceses,
holandeses, españoles);
- sacerdotes (de varias
ordenes religiosas);
- indígenas (de varias
tribus) y
- esclavos africanos (de
varias partes del gran
continente).
Detentores del poder,
los europeos impusieron
su religión (el
Catolicismo) y eso
explica porque el Brasil
aún hoy es
mayoritariamente un país
católico.
Leyendo sobre el Censo
2002 en internet, en el
ítem “Religiones”, me
encontré con la
información de que en
los censos de
Brasil-colonia, todos
los esclavos africanos
eran tenidos como
“católicos”.
Los esclavos (bantos,
sudaneses, nagôs e
iorubanos) que más
tiempo convivieron con
sus señores, a la fuerza
asistían y participaban
de los cultos católicos,
imposición generando
obediencia... Pero tal
obediencia era por
obligación, no
profesaban aquella
creencia por
devoción, ya que en la
intimidad del sector
para esclavos, ocultos,
es que desbordaban su
fe... Y allí, el
mediumnismo, entre
ellos, era un antiguo y
sencillo ejercicio
espiritual aprendido y
practicado desde los
tiempos en la
tierra-madre, ahora
aliviándoles la cruel
realidad — la
esclavitud.
El Brasil-candomblé
– Por acomodación
parcial, poco a poco
los rituales,
sacramentos, ornamentos,
imágenes, altares etc.
del Catolicismo fueron
agregados a su culto,
sin embargo bajo ropajes
propios, adecuados, es
decir, africano. Ese es
el origen del llamado
Brasil - candomblé.
Con la abolición de la
esclavitud y con la
libertad constitucional
de credo religioso,
parte de las personas
que se identificaban con
el Candomblé, en el
inicio del sig. XX, sin
dejar parte de sus
fundamentos, a él
incorporaron nuevas
prácticas. Muchas de
esas personas, tomando
conocimiento de la obra
de Allan Kardec, pasaron
a frecuentar Centros
Espíritas, entonces
emergentes en Brasil. De
entre esos, luego sin
embargo, hubo quién se
desconectara, yendo a
fundar una religión,
ahora, genuinamente
brasileña: la Umbanda. Y
en 1941, en Río de
Janeiro, se realizó el
primer Congreso
Umbandista, buscando
estructurar una práctica
religiosa ya de treinta
años. Allí fueron
delimitados los
elementos de cuyo
sincretismo surgió la
Umbanda en sus diversas
presentaciones, siendo
el inmediatismo (la
posibilidad del creyente
resolver sus problemas a
corto plazo) una de
ellas.
El desligamiento que
cité tal vez haya
transcurrido de la
dificultad o desinterés
en seguir las
recomendaciones
espíritas de estudio
permanente, cambio de
comportamiento (mejoría
moral), ausencia de
diversos rituales,
aderezos, jerarquía,
promesas etc. Pero,
principalmente, porque
el Espiritismo no se
aplica para resolver
problemas materiales,
sino sí, educar,
esclarecer y fortalecer
al Espíritu, para que él
se renueve y, apoyado en
la fe en Dios, cuyo
amparo es permanente,
encuentre, él mismo, la
buscada solución.
Prácticas extrañas al
Espiritismo
– Fiel a Kardec, la
Federación Espírita
Brasileña, en reunión
del Consejo Federativo
Nacional de 02/05/1953
(Espiritismo Práctico,
Pedro F. Barbosa, p. 13
y 14, 4ª Ed., 1995, FEB,
RJ/RJ), recomienda a los
Centros Espíritas, para
la práctica espírita y
en sus reuniones, la
total ausencia de:
- adornos, o cualquier
vestimentas especiales;
- vino, o cualquier
bebida alcohólica;
- incienso, mirra,
tabaco, u otras
substancias que
produzcan humo;
- altares, imágenes,
palanquín, velas y
cualquier objetos
materiales como
auxiliares de atracción
del público;
- himnos o cantos en
lenguas muertas o
exóticas, sólo
admitiéndolos, en la
lengua del país,
exclusivamente en
reuniones festivas
realizadas por la
infancia y por la
juventud y en sesiones
dichas de efectos
físicos;
- bailes, procesiones y
actos análogos;
- atender a intereses
materiales
tierra-a-tierra,
rastreros o mundanos;
- pago por toda y
cualquier gracia
conseguida para el
prójimo;
- talismanes, amuletos,
oraciones milagrosas,
bendiciones,
escapularios o cualquier
objetos y cosas
semejantes;
- administración de
sacramentos, concesión
de indulgencias,
distribución de títulos
nobiliarios;
- confeccionar
horóscopos, ejercer la
cartomancia, la
quiromancia, el
horóscopo y otras
“mancias”;
- rituales y
escenificaciones
extravagantes de modo a
impresionar al público;
- términos exóticos o
excéntricos para la
designación de seres y
cosas;
- hacer promesas y
oficios, trazar cruces y
puntos, practicar,
finalmente, la larga
serie de actos
materiales oriundos de
las viejas y primitivas
concepciones religiosas.
A partir de esas
recomendaciones, que nos
reportan a las prácticas
contrarias a la Doctrina
Espírita, entendemos en
cuanto a Umbanda y el
Candomblé – religiones
espiritualistas y
practicantes del
mediumnismo – difieren
substancialmente del
Espiritismo.
Y más: en el Candomblé
hay sacrificio de
animales. En la Umbanda,
no: ella contempla los
baños de hierbas y
oraciones. Por todo eso
bien se ve que, aunque
espiritualistas,
Candomblé y Umbanda no
pueden ser consideradas
espíritas. Y eso sin
ningún mérito, pues el
Espiritismo – doctrina
de los Espíritus –
enaltece el libre
albedrío, respeta y
considera la autonomía
de todas las religiones,
jamás juzgándose
superior a cualquiera de
ellas.
Metapsíquica y
Parapsicología
– Establecidas las bases
fundamentales que
diferencian el
Espiritismo de las
siempre respetables
religiones del Candomblé
y de la Umbanda (como
señalé), pasaré de ahora
en delante a
caracterizar la Doctrina
de los Espíritus. Antes,
sin embargo, permitidme
los lectores, de hacer
necesaria una pequeña
exposición sobre otras
dos corrientes “casi”
religiosas del
pensamiento humano, las
cuales, de alguna forma,
se aproximan al
Espiritismo. Me refiero
a la Metapsíquica y a la
Parapsicología. Los
lectores ciertamente han
de comprender que el
espacio me induce a la
síntesis, motivo por el
cual, en líneas
generales, referentes a
ambas, sólo registro
que:
a. Metapsíquica
- fundada por Charles
Robert Richet
(1850-1935), notable
científico francés,
ganador del Premio Nobel
de Medicina/1913
(Fisiología). Buscaba la
investigación y análisis
científico de los
fenómenos mecánicos o
psicológicos de todos
los tiempos, dichos
paranormales
(mediumnidad), debidos a
fuerzas que parecen ser
inteligentes o poderes
desconocidos latentes en
la inteligencia humana;
- así, metapsíquica no
es Espiritismo — es
ciencia puramente
investigadora;
- el término
metapsíquica no fue bien
aceptado por los
investigadores; hoy,
casi no es usado más.
b. Parapsicología
- impulsada por Joseph
Banks Rhine (1895-1980),
teólogo y científico
norteamericano, que la
llevó al campo de las
ciencias y
particularmente a la
Psicología;
- se dedicó Rhine, en
particular, al estudio
del trance anímico en la
telepatía y en la
clarividencia; investigó
la “ESP” (extra sensory
perception = percepción
extrasensorial), término
que creó en 1935 y que
es mundialmente empleado
en los tratados sobre
Parapsicología;
- el término
parapsicología es más
usado en los países
anglo-sajones y
germánicos;
- tal vez sea posible
decir que la
Parapsicología procede
como la Metapsíquica,
siéndole heredera en
varios aspectos.
c. Consideraciones
generales sobre la
Metapsíquica y la
Parapsicología.
- tanto una en cuanto a
otra, en cuanto a
Ciencia, siguieron los
mismos pasos de todas
las demás ciencias, es
decir, buscaron por el
método experimental
definir leyes de
acontecimientos que
observaron en la
naturaleza;
- dejaron de ser
exponenciales porque el
científico sólo acepta
un fenómeno como
verdadero si puede
explicarlo y
reproducirlos, desde que
ofrecidas las mismas
condiciones ambientales
en que él se dio — no
consiguieron...
- les surgió una
intrasponible barrera
por el hecho de que la
mayoría de los fenómenos
analizados se
caracterizan como
mediúmnicos, es decir,
tienen origen en el
Plano Espiritual (acción
de Espíritus
desencarnados), con
manifestación en el
plano material, por
medio de la
intermediación de
médiums (Espíritus
encarnados). Ahora,
acción espiritual es
algo que la ciencia no
consigue manipular en
una probeta...
A mí, espírita, lo que
me causa pena es
verificar que tales
investigadores (pocos,
hoy día) no se dieron o
no se dan cuenta de que,
en verdad, sólo se
apropiaron de términos
científicos para
sustituir la
nomenclatura tan bien
delineada, creada, por
Allan Kardec. Y más:
solamente encontrarán lo
que buscan cuando, con
buen sentido, se
convencieran de la
impotencia humana para
explicar in vitro
aquellos hechos que se
originan in spiritus.
Ahí, sin abandonar sus
cuidados, irán al
humilde Centro Espírita,
donde podrán verificar
que allí hay otra
especie de laboratorio,
ofreciendo nuevos
aprendizajes, a aquellos
que tienen ojos para ver
y oídos para oír.
El Espiritismo
– Paso ahora a hablar
plenamente del
Espiritismo, cuyos
códigos de moral, de
ciencia y de filosofía
fueron tan bien
estructurados por Allan
Kardec, en cinco obras:
“El Libro de los
Espíritus”/1857, “El
Libro de los
Médiums”/1861, “El
Evangelio según el
Espiritismo”/1864, “El
Cielo y el Infierno/1865
y “La Génesis”/1868.
Nosotros los espíritas,
ciertamente debemos
gratitud al fenomenal
trabajo kardecista en
establecer contacto con
médiums de varios
países, para de ellos
recibir las lecciones
del Plano Espiritual,
las cuales eran
meticulosamente
filtradas y
seleccionadas, generando
la Codificación. Por eso
es que se dice que
Kardec codificó el
Espiritismo. Tales
mensajes fueron los
ladrillos, con los
cuales el “gran
edificio” Espiritismo
fue erguido, cual farol,
para permanentemente
esclarecer caminos.
Kardec era pedagogo por
excelencia,
comprobándose que el
acaso no existe, he ahí
que tan importante
cometido tendría mismo
que aportar en el plano
material vía una
inteligencia inusual,
fluyendo de inspiración
celestial. Y sólo con
cinco libros!
(Actualmente, la
Literatura Espírita ya
editó cerca de diez mil
títulos – siendo cerca
de 412 vía Chico Xavier
y 202, por intermedio de
Divaldo Pereira Franco,
además de otros varios
médiums y escritores.
Para mejor entender el
contenido moral
(revelaciones y
enseñanzas) de la
Doctrina de los
Espíritus — el
Espiritismo —, nada
mejor que esbozar sus
premisas y abarcamiento.
En primer lugar, no como
definición, sino sólo
conceptuándolo, podemos
decir que:
“El Espiritismo es el
conjunto de principios y
leyes, revelados por los
Espíritus Superiores,
contenidos en las obras
de Allan Kardec,
constituyendo tales
obras lo que se denomina
Codificación Espírita”.
Una vez conceptuado,
genericamente, veamos
sus particularidades
morales:
Revelación
– Revela lo que somos,
de donde vinimos, para
donde vamos, cuál el
objetivo de nuestra
existencia y cual la
justificada razón del
dolor y del sufrimiento.
Y ofrece al análisis y
reflexión, exponiendo
consecuencias, conceptos
nuevos y más
profundizados acerca de
Dios, del Universo, de
los Hombres, de los
Espíritus y de las Leyes
que rigen la vida.
Enseñanzas
– Dios (en primerísimo
lugar de las
consideraciones) es la
inteligencia suprema,
causa primera de todas
las cosas. Es eterno,
inmutable, inmaterial,
único, omnipotente,
soberanamente justo y
bueno.
Y más:
- el Universo: es
creación de Dios.
Comprende a todos los
seres racionales e
irracionales, animados e
inanimados, materiales e
inmateriales;
- Leyes Divinas: todas
las leyes de la
Naturaleza son leyes
divinas, pues Dios es su
autor. Comprenden tanto
las leyes físicas como
las leyes morales; son
inalterables, perfectas,
inmutables en todo el
Universo;
- los mundos: además del
mundo corporal,
habitación de los
Espíritus encarnados,
que son los hombres,
existe el mundo
espiritual, habitación
de los Espíritus
desencarnados;
- Jesús: es el guía y
modelo para toda la
Humanidad — la Doctrina
que enseñó y ejemplificó
es la expresión más pura
de la Ley de Dios;
- la moral de Cristo,
contenida en el
Evangelio, es el guión
para la evolución segura
de todos los hombres, y
su práctica la solución
para todos los problemas
humanos y el objetivo a
ser alcanzado por la
Humanidad;
- evolución: en el
Universo hay otros
mundos habitados, con
seres de diferentes
grados de evolución:
iguales, más
evolucionados y menos
evolucionados que los
hombres;
- los Espíritus: son los
seres inteligentes de la
creación. Constituyen el
mundo de los Espíritus,
que preexiste y
sobrevive a todo:
a. son creados simple e
ignorantes, como ya cité
(cuestión 115 de “El
Libro de los Espíritus).
Evolucionan intelectual
y moralmente, pasando de
un orden inferior para
otro más elevado, hasta
la perfección, donde
gozan de inalterable
felicidad;
b. preservan su
individualidad, antes,
durante y tras cada
encarnación;
c. reencarnan tantas
veces cuantas sean
necesarias a su propio
perfeccionamiento;
d. evolucionan siempre:
en sus múltiples
existencias corpóreas
(reencarnaciones) pueden
estacionar, pero nunca
retrogradar; la rapidez
de su progreso
intelectual y moral
depende de los esfuerzos
que hagan para llegar a
la perfección;
e. los buenos Espíritus
nos atraen para el bien,
nos sostienen en las
pruebas de la vida y nos
ayudan a soportarlas con
coraje y resignación;
los imperfectos nos
inducen al error;
- el periespíritu: es el
cuerpo semi material que
reviste el Espíritu y lo
une al cuerpo material;
- el hombre: es un
Espíritu (revestido de
periespíritu) encarnado
en un cuerpo material:
a. tiene el libre
albedrío para actuar,
pero responde por las
consecuencias de sus
acciones;
b. la vida le reserva
penas y gozos
compatibles con el
procedimiento de respeto
o no a la Ley de Dios
(Ley de Justicia, en ese
caso caracterizando
causa y efecto, acción y
reacción);
- la plegaria: es un
acto de adoración a
Dios. Hace mejor al
hombre. Está en la ley
natural y es el
resultado de un
sentimiento innato en el
hombre, así como es
innata la idea de la
existencia del Creador.
Al pedido hecho con
sinceridad Dios envía
siempre la asistencia de
los buenos Espíritus;
- mediumnidad: el
intercambio de los
Espíritus con los
hombres siempre existió.
Sólo por esas
revelaciones y
enseñanzas ya se deduce
que el Espiritismo abre
una nueva era para la
regeneración, primero,
de una minoría, pero, a
continuación, de la
Humanidad entera.
Hay mucho más. El
estudio de las obras de
Allan Kardec es
fundamental para el
correcto conocimiento y
la práctica de la
Doctrina Espírita,
dentro del principio
cristiano de que Dios
debe ser adorado en
espíritu y verdad.
Conclusión
– El Espiritismo no
impone sus principios y
respeta,
incondicionalmente,
todas las religiones y
sus adeptos.
Invita a los interesados
a conocerlo a someter
sus enseñanzas a la
criba de la razón, antes
de aceptarlos. Ahí,
entendiendo el porqué de
todo que lo cerca, en
todas sus actividades,
el individuo se capacita
a administrar con buen
sentido, comprensión y
resignación las
naturales dificultades
que se le presentan —
las pruebas o
expiaciones que lo
visitan en la presente
existencia terrena.
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