150 años de
Evangelio
según
el Espiritismo
Este mes los
espíritas de
todo el mundo
conmemoran una
fecha
importante: los
150 años del
libro más
conocido y más
leído por los
adeptos y
simpatizantes de
la doctrina
espírita: El
Evangelio según
el Espiritismo,
cuya primera
edición circuló
en abril de
1864,
prácticamente
siete años
después del
lanzamiento d’
El Libro de los
Espíritus,
ambos de autoría
de Allan Kardec,
el codificador
de las
enseñanzas
espíritas.
Kardec estaba en
Ségur en 9 de
agosto de 1863 y
a nadie había
hablado sobre el
libro en lo cual
estaba entonces
trabajando, cuyo
título inicial
sería
Imitación del
Evangelio,
alterado más
tarde, por
sugerencias del
Sr. Didier y de
otras personas,
para El
Evangelio según
el Espiritismo.
Al respecto de
la obra,
conforme podemos
leer en el libro
Obras
Póstumas, un
Espíritu
transmitió a
Kardec el
siguiente
mensaje:
“Ese libro de la
doctrina tendrá
una influencia
considerable; en
él abordas
cuestiones
capitales, y no
sólo el mundo
religioso en él
encontrarás las
máximas que le
son necesarias,
pero la vida
práctica de las
naciones en él
extraerás
excelentes
instrucciones.
Hiciste bien en
abordar
cuestiones de
alta moral
práctica del
punto de vista
de los intereses
generales, de
los intereses
sociales y de
los intereses
religiosos. La
duda debe ser
destruida; la
Tierra y sus
poblaciones
civilizadas
están
preparadas; ya
hace bastante
tiempo que tus
amigos del más
allá de la tumba
la desbravaron;
lanza, pues, la
semilla que te
confiamos,
porque es tiempo
de que la Tierra
gravite en el
orden luminoso
de las esferas,
y que salgas, en
fin, de la
oscuridad y de
las nieblas
intelectuales.”
Aprovechando la
oportunidad,
Kardec preguntó
al instructor
espiritual:
“¿Qué dirá de
eso el clero?”
él le
respondió:
“El clero
clamará herejía,
porque verá que
en él atacas con
firmeza las
penas eternas y
otros puntos
sobre los cuales
apoya su
influencia y su
crédito;
clamarás tanto
más que te
sentirás mucho
más herido que
por la
publicación de
El Libro de los
Espíritus,
del cual a
rigor, podrías
aceptar los
principios
datos; pero, en
el presente, vas
a entrar en un
nuevo camino
donde él no
podrá seguirte.
El anatema
secreto va a
tornarse
oficial, y los
Espíritas serán
rechazados junto
a los Judíos y a
los Paganos por
la Iglesia
romana. En
compensación,
los espíritas
verán su número
aumentar, en
razón de esa
especie de
persecución,
sobre todo
viendo los curas
acusaren de obra
absolutamente
demoniaca una
doctrina cuya
moralidad
brillará como un
rayo de Sol por
la publicación
misma de tu
nuevo libro, y
de aquellos que
lo seguirán.”
En el mes
siguiente –
septiembre de
1863 – Kardec se
encontraba en
Sainte-Adresse,
cuando recibió
otra
comunicación
alusiva al libro
en preparo, de
la cual
extrajimos este
fragmento: “Con
esa obra, el
edificio empieza
a librarse de
sus cimientos, y
ya se puede
entrever a su
cúpula diseñarse
en el horizonte.
Continua, pues,
sin impaciencia,
como sin
cansancio; el
monumento estará
acabado en la
hora fijada”.
Los años pasaron
y, de hecho, la
obra lanzada en
abril de 1864
tendría, como
fue predicho,
influencia
considerable en
la vida de todas
las personas que
la leen y buscan
conformar sus
actos a la
orientación que
de ella emana,
fundamentada en
la enseñanza
moral de Jesús,
que Kardec dice
ser el guión
infalible para
la felicidad
venidera con que
todos soñamos.
La enseñanza
moral contenida
en los
evangelios es,
por señal, el
objeto de la
obra cuyo
aniversario de
150 años todos
nosotros
conmemoramos.
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