Ribeirão Preto,
en el interior
paulista, donde
reside; formado
en Derecho,
actualmente
ejerce el
mandato de
Concejal de la
ciudad, preside
la Comisión
Permanente de
Medio Ambiente,
Industria y
Comercio de la
Cámara y ha sido
relator de la
CPI de
Transportes.
Vinculado a la
conocida
Unificación
Kardecista de la
misma ciudad, es
su actual
presidente. Sus
respuestas
ofrecen un
amplio enfoque
del campo
político del
país, sus
despliegues y,
claro, lo que
más nos
interesa, la
lúcida visión
espírita,
especialmente
para considerar
la madurez de la
conciencia
política, el uso
del voto y otras
consideraciones
importantes.
|
¿Cómo medir el
nivel de madurez
político del
país,
considerando el
conocimiento
espírita que nos
amplía la
visión?
Hemos madurado
políticamente,
pero aún tenemos
mucho por
avanzar. La
Democracia
Representativa
del Brasil está
prácticamente
quebrada.
Elegimos
representantes
que no vienen
trabajando por
los intereses
reales de la
sociedad y sí
por los suyos
propios,
coludidos con
los poderes
económicos, en
un cruel e
insostenible
círculo vicioso.
Urge que
evolucionemos a
la Democracia
Participativa,
en la cual
presionamos a
los elegidos y
postulantes a
que ejecuten la
agenda necesaria
para cada
comunidad. Sin
esto,
continuaremos
pagando
impuestos
carísimos y
teniendo
servicios
públicos malos,
lo que nos
obliga a pagar
dos veces por la
seguridad,
educación y
salud, por
ejemplo.
Comprobamos
nuestra
evolución humana
y política en el
texto “Las
Aristocracias”,
de Kardec, que
nos proporciona
una mirada
panorámica desde
la aristocracia
de la fuerza
física hasta la
intelectual,
mostrando que
nos dirigimos
hacia la
aristocracia
intelecto-moral.
Esto nos anima,
pero aún tenemos
mucho por hacer.
¿De qué manera
vinculamos los
temas Política y
Espiritismo?
¡Por la caridad!
Ejerciendo la
ciudadanía,
exigiendo
nuestros
derechos y dando
a quien no tiene
lo que la Vida
nos dio, gracias
a Dios.
Aprendemos a
hacer el bien
para ser felices
y no para ir al
“cielo”. Cuando
llevemos
decididamente
esa actitud al
ejercicio de la
ciudadanía,
promoveremos la
mayor revolución
pacífica que la
Tierra haya
visto. A medida
que nos
sensibilicemos
por las
necesidades de
la comunidad y
asumamos mayores
espacios en las
instituciones
públicas,
tendremos
preponderantemente
personas éticas
promoviendo las
transformaciones
necesarias para
el bien común.
¿La
participación
política del
adepto espírita,
está facilitada
u obstaculizada
en los días
actuales, ante
los enormes
desafíos
sociales?
Facilitada. El
campo está
abierto para que
abracemos
compromisos en
el campo de la
política.
Necesitamos
actuar a la
manera espírita
haciendo
política por
amor. La
ambición se une
fácilmente para
dominar. El amor
es más fuerte
que la codicia,
pero necesita de
más acción y
menos
indiferencia. El
“haz de leña”
más fuerte hoy
es el de la
codicia. Estamos
formando “haces
de leña” de amor
en beneficio de
todos. Es
sencillo: cuando
tengamos
personas éticas
y talentosas
ocupando
posiciones
estratégicas, el
bien reinará con
más agilidad.
Reencarnamos en
una sociedad con
muchas
necesidades, por
lo tanto
nuestras
oportunidades de
servicio son
divinamente
grandes. Todas
las generaciones
tuvieron sus
dificultades.
Estamos
preparados para
enfrentar las
nuestras; basta
remangarnos las
mangas, ocupar
espacios en las
instituciones y
reformarlas,
inspirados por
los valores
cósmicos
universales
revelados por
Cristo,
recordados y
explicados por
el Espiritismo.
¿Cuál es el
mayor obstáculo
para el
cumplimento del
ideal político
saludable,
considerando los
objetivos del
partidarismo
político?
El partido debe
permitir que sus
afiliados elijan
sus dirigentes;
pocos son así en
Brasil. La
mayoría de ellos
posee
presidentes con
poderes
imperiales que
nombran a quien
atiende sus
intereses
electorales de
cada elección,
sin considerar a
la realidad de
cada ciudad.
Cada ciudadano
debe evaluar si
el partido de su
candidato
preferido es
realmente un
partido político
o es el gremio
de un dueño. Si
no encontramos
un partido que
reflejen mejor
nuestros
ideales, podemos
y debemos hacer
política fuera
de los partidos
políticos. Los
Consejos de
Derecho creados
por la
Constitución de
1988 para que la
población
determine su
pauta de
necesidades al
poder público
están ocupados
por los
gobiernos porque
la sociedad aún
no se puso de
acuerdo para
ello y al poder
político
establecido le
interesa que
continúe
durmiendo y
diciendo que no
le gusta la
política, porque
así puede actuar
como quiere. Hay
un Consejo
Municipal de
Educación, de
Salud, de
Cultura, de
Seguridad, etc.
Cada uno de
nosotros tiene
una aptitud y
puede ponerse al
servicio de su
comunidad en uno
de esos
Consejos. Se
necesita
trabajo, pero el
amor debe
prevalecer y
aprendimos con
Chico que con
“disciplina,
disciplina y
disciplina"
producimos
maravillas que
antes no nos
creíamos ser
capaces de
hacer.
¿Por qué la
política seduce
tanto, al punto
de corromper a
muchos?
El poder no
cambia a nadie;
lo revela. Si ya
revisamos en
nosotros los
valores éticos
universales de
justicia,
fraternidad,
caridad y
lealtad, por
ejemplo, nada
nos corromperá.
Si los estamos
realizando poco
a poco, puesto
que estanos
reencarnados en
la Tierra, es
bueno recordar
que muy pronto
estaremos
reunidos ante la
Vida con
aquellos que
intercedieron en
favor de nuestra
reencarnación,
los que nos
ayudaron a
escribir nuestro
plan
reencarnatorio y
se nos
preguntará qué
hicimos de los
talentos que nos
fueron
confiados. Todos
reencarnamos con
tendencias; hoy
somos la
síntesis de un
proceso
evolutivo
milenario.
Escoger qué
tendencias
alimentar, qué
plantar, nos
corresponde a
nosotros. La
cosecha será
obligatoria.
Aprendemos que
"a cada uno se
le dará según
sus obras".
¿Cuál es la
posición ideal
del espírita
ante la
política?
Defender el
interés público
siempre,
incondicionalmente,
y hacer
prevalecer
acciones que den
transparencia al
trato con el
tema público.
Usar el
instrumento de
la política para
servir a la
comunidad y no
para servirse de
ella. André
Luiz, en
Conducta
Espírita,
nos ofrece una
excelente
orientación: "en
los
enfrentamientos
políticos,
situarse en una
posición clara y
definida las
aspiraciones
sociales y a los
ideales
espíritas
cristianos, sin
confundir los
intereses del
César con los
deberes para con
el Señor". Ha
sido desafiante
y estimulante
vivir esto en la
práctica.
¿Qué dice del
voto de
conciencia?
Es
imprescindible.
Requerimos de
caridad para con
todos, porque
vivimos en
sociedad.
Debemos cuidar
la ciudad.
Cuidando la
ciudad, cuidamos
a las personas
que viven con
nosotros y nos
libramos de los
políticos
clientelistas
que dependen de
la perpetuación
de la desgracia
para hacer
favores
individuales y
tener una vida
larga en la
política. El
voto es la
oportunidad que
tenemos de
separar "la paja
del trigo". Urge
que
perfeccionemos
las leyes
electorales,
como las
sociedades
desarrolladas lo
hicieron, pero
mientras las
reglas sean
aquéllas,
requerimos
usarlas con
inteligencia en
beneficio de
todos.
¿Y las grandes
reformas
políticas que el
país necesita,
en qué estadio
se encuentran?
Muy atrasadas,
porque hieren a
los intereses
cristalizados
por una
burocracia
ineficiente y
vampiresca.
Cuando la
sociedad tome la
sabia decisión
de cuidar lo que
es de ella, poco
a poco
promoveremos
cambios
saludables.
¿Cómo formar una
mentalidad
política
saludable en el
gran público?
Tenemos una
vocación divina
para la
fraternidad,
pero aún somos
egoístas. Somos
una familia
universal y
requerimos
despertar a la
necesidad de una
posición
socialmente
fraterna. Eso
nos será
cobrado, porque
las
oportunidades
están delante de
nosotros, pero
cada alma hace
su propio
despertar.
Aprenderemos por
el amor y por el
dolor a asumir
actitudes en
defensa de una
sociedad más
justa y fraterna
y para ello
fatalmente
tendremos que
envolvernos en
temas políticos.
Estamos
conducidos por
políticos. Ellos
crean las leyes
que regulan
nuestra vida en
sociedad. O
tomamos la
iniciativa y
reaccionamos, o
regularán
nuestras vidas
como ellos lo
entienden.
Aprenderemos a
identificar a
los profanadores
de los ideales
de progreso y
justicia y los
expulsaremos de
la vida pública.
¿Algo resaltante
que le gustaría
añadir?
La sociedad, el
ciudadano común,
requiere
urgentemente
ofrecer su apoyo
política a los
que, por amor,
abracen trabajos
en el campo de
la política, de
lo contrario,
los operadores
políticos
tradicionales
continuarán
controlando todo
según sus
intereses de
lucro y no los
de la comunidad.
Los modernos
“mercaderes del
templo” ofrecen
apoyo político a
sus elegidos.
Los traficantes,
los
delincuentes,
etc., ofrecen su
apoyo para
después cobrarle
a sus elegidos
el retorno de
sus
"inversiones".
Necesitamos
romper ese
círculo vicioso
ofreciendo apoyo
a aquellos que
realmente desean
servir a la
sociedad. Aquí
una advertencia:
siempre pregunte
al que pretende
de nuestro apoyo
lo que ya hizo
para que podamos
creer en lo que
está diciendo
que hará. Él
debe
necesariamente
presentar su
hoja de
servicios
prestados.
Debemos
estudiar,
escudriñar su
biografía,
porque el papel
y el discurso lo
aceptan todo,
pero la historia
muestra quien
realmente hizo.
Sus palabras
finales.
No se debe de
hablar de
política
partidaria
dentro de
nuestras casas
espíritas.
Podemos y
debemos tratar
ese tema con los
núcleos vivos de
la sociedad
organizada, pero
siempre fuera de
la casa
espírita. La
comunión entre
nuestras
oraciones y la
acción de los
benefactores
espirituales que
sirven en la
casa crea la
atmósfera
espiritual
saludable que
nos alivia,
alimenta y
fortalece,
nutriendo la
esperanza y
favoreciendo
nuestro
imprescindible
esclarecimiento.
Debemos
preservar ese
ambiente divino
en detrimento de
nuestras
opiniones
personales y
partidarias. La
casa espírita
debe acoger a
todos, sin
ningún tipo de
distinción, como
de manera
indeleble nos
enseña el buen
samaritano.
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