Damos continuidad al estudio metódico del libro La Génesis, los Milagros y las Profecías según el Espiritismo, de Allan Kardec, cuya primera edición fue publicada el 6 de enero de 1868. Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al final del presente texto.
Preguntas para debatir
A. El agua y el fuego estuvieron presentes en numerosas perturbaciones locales que afectaron al planeta. Menciones los hechos producidos por el fuego y por el agua.
B. ¿Existió realmente el diluvio universal descrito en la Biblia?
C. ¿En qué consiste el fenómeno denominado precesión de los equinoccios y cuáles son sus consecuencias?
Texto para la lectura
434. La suposición más generalizada es la de que hubo un cambio brusco en la posición del eje y de los polos de la Tierra; esto produjo una proyección general de las aguas sobre la superficie. Si el cambio se hubiese operado con lentitud, el retiro de las aguas hubiera sido gradual, sin sacudidas, mientras que todo indica que sucedió una conmoción violenta y súbita. Al ignorar cuál es la verdadera causa, tenemos que quedarnos en el campo de las hipótesis.
435. El desplazamiento repentino de las aguas también pudo haber sido ocasionado por el levantamiento de ciertas partes de la corteza sólida y la formación de nuevas montañas en el seno de los mares, como sucedió a comienzos del período terciario. Pero, además de que el cataclismo no hubiera sido general, esto no explicaría el cambio súbito de temperatura en los polos.
436. Durante la tormenta causada por el desplazamiento de las aguas, perecieron muchos animales; otros, para escapar de la inundación, se retiraron a los lugares altos, a las cavernas y grietas, donde perecieron en masa, por el hambre o devorándose unos a otros, o incluso tal vez por la irrupción de las aguas en los lugares donde se habían refugiado y de donde no pudieron huir. Así se explica la gran cantidad de osamentas de animales diversos, carnívoros y otros, que fueron encontrados entremezclados en ciertas cavernas, que fueron llamadas por ese motivo brechas o cavernas de huesos. Se las encuentra la mayoría de las veces bajo las estalagmitas. En algunas, las osamentas parecen haber sido arrastradas hasta allí por la corriente de las aguas.
437. Período posdiluviano, o actual. Aparición del hombre – Una vez restablecido el equilibrio en la superficie del planeta, la vida vegetal y animal retomó rápidamente su curso. El suelo, consolidado, tomó una posición más estable; el aire, depurado, se volvió apropiado para órganos más delicados. El Sol, brillando en todo su esplendor a través de una atmósfera límpida, difundía con su luz un calor menos sofocante y más vivificante que el del horno interior. La Tierra se poblaba de animales menos feroces y más sociables; más suculentos, los vegetales le proporcionaban alimentación menos grosera; todo, en fin, se encontraba preparado en el planeta para el nuevo huésped que lo habitaría. Entonces apareció el hombre, el último ser de la Creación, aquél cuya inteligencia contribuiría de allí en adelante al progreso general, progresando él mismo.
438. ¿Habrá existido el hombre en la Tierra sólo después del período diluviano, o habrá aparecido antes de esa época? Esta cuestión es muy controvertida hoy, pero su solución, sea cual fuere, nada cambiará en el conjunto de los hechos verificados, ni hará que la aparición de la especie humana no sea anterior, en muchos miles de años, a la fecha que le asigna la Génesis bíblica.
439. Lo que llevó a suponer que la aparición de los hombres ocurrió con posterioridad al diluvio fue el hecho de que no se haya encontrado vestigios auténticos de su existencia en el período anterior. Las osamentas descubiertas en diversos lugares y que generaron la creencia de que existió una raza de gigantes antediluvianos, fueron reconocidas como huesos de elefantes.
440. Lo que está fuera de duda es que el hombre no existía en el período primario, ni en el de transición, ni en el secundario, no sólo porque no se descubrió ninguna huella de él, sino también porque no habían condiciones de vitalidad para él. Si su aparición sucedió en el terciario, sólo puede haber sido al final de ese período y muy poco debió haberse multiplicado.
441. Además, por haber sido corto, el período diluviano no determinó cambios notables en las condiciones atmosféricas, de manera los animales fueron los mismos antes y después de él: no es, pues, imposible que la aparición del hombre haya precedido a ese gran cataclismo; hoy está comprobada la existencia del mono en aquella época y recientes descubrimientos parecen confirmar la del hombre. Como quiera que sea, haya o no aparecido el hombre antes del diluvio universal, lo que es cierto es que su papel humano sólo comenzó a esbozarse en el período posdiluviano. Ese período, por lo tanto, se puede considerar caracterizado por su presencia.
442. Capítulo VIII – Teorías sobre la formación de la Tierra – Son tres las teorías formuladas a lo largo del tiempo como un intento de explicar la formación de nuestro planeta: la teoría de la proyección, la teoría de la condensación y la teoría de la incrustación.
443. Teoría de la proyección – De todas las teorías relativas al origen de la Tierra, la que alcanzó mayor popularidad en estos últimos tiempos, es la de Buffon, ya sea por la posición de la que disfrutaba en el mundo científico, o porque no se sabía nada más que lo que él dijo en aquella época. Al observar que todos los planetas se mueven en la misma dirección, de occidente hacia oriente, y en el mismo plano, recorriendo órbitas cuya inclinación no excede los 7 grados y medio, Buffon dedujo, de esa uniformidad, que éstos debieron haber sido puestos en movimiento por la misma causa.
444. Desde el mismo punto de vista, formuló la suposición de que, siendo el Sol una masa incandescente en fusión, un cometa que haya chocado con él rozando su superficie, habría desprendido de ésta una porción que, proyectada en el espacio por la violencia del choque, se dividió en muchos fragmentos, los cuales formaron los planetas, que continuaron moviéndose circularmente por la combinación de las fuerzas centrífuga y centrípeta, en el sentido determinado por la dirección del choque primitivo, es decir, en el plano de la eclíptica.(3) Los planetas serían de esa manera, partes de la sustancia incandescente del Sol y, por consiguiente, también habrían sido incandescentes en su origen.
445. La teoría de Buffon, refutada por los nuevos descubrimientos de la Ciencia, está casi completamente desechada en la actualidad por las siguientes razones:
1º Durante mucho tiempo, se creyó que los cometas eran cuerpos sólidos, cuyo encuentro con un planeta podía ocasionar la destrucción de este último. En esta hipótesis, la suposición de Buffon no tenía nada de improbable. Pero hoy se sabe que los cometas están formados por una materia gaseosa y muy enrarecida. En esas condiciones, al ofrecer menos resistencia que el Sol, es imposible que en un choque violento con éste, ellos sean capaces de arrojar lejos alguna porción de masa solar.(2)
2º La naturaleza incandescente del Sol es también una hipótesis no confirmada hasta el presente y, por el contrario, las observaciones parecen desmentirla. Si bien aún no hay seguridad en cuanto a su naturaleza, los poderosos medios de observación de los que hoy dispone la Ciencia, han permitido que sea mejor estudiado, de modo que se admite en general que es un globo compuesto de materia sólida, rodeado de una atmósfera luminosa o fotosfera, que no se encuentra en contacto con su superficie.
3º En la época de Buffon, sólo se conocían los seis planetas que eran conocidos por los antiguos: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno.
4º Se reconoció que los cálculos de Buffon sobre el enfriamiento eran completamente inexactos, desde que Fourier descubrió la ley de decrecimiento del calor. La Tierra no necesitó 74.000 años para llegar a su temperatura actual, sino millones de años.
5º Buffon sólo consideró el calor central de la Tierra, sin tomar en cuenta el de los rayos solares. Ahora bien, se sabe hoy por datos científicos de rigurosa precisión, basados en la experiencia, que debido al espesor de la corteza terrestre el calor interno del globo no aporta desde hace mucho tiempo, más que una parte insignificante en la temperatura de la superficie exterior. Las variaciones que esa temperatura sufre son periódicas y se deben a la acción preponderante del calor solar. Puesto que el efecto de esa causa es permanente, mientras que el del calor central es nulo, o casi nulo, la disminución de éste no puede producir modificaciones sensibles en la superficie de la Tierra. Para que la Tierra se volviera habitable por su enfriamiento, sería necesaria la extinción del Sol.
446. Teoría de la condensación – La teoría de la formación de la Tierra por la condensación de la materia cósmica es la que prevalece hoy en la Ciencia, porque es la que la observación mejor justifica, la que resuelve un mayor número de dificultades y la que se apoya, más que las otras, en el gran principio de la unidad universal.
447. Estas dos teorías, como se ve, conducen al mismo resultado: el estado primitivo de incandescencia del globo; la formación de una corteza sólida por el enfriamiento; la existencia del fuego central y aparición de la vida orgánica luego que la temperatura la hizo posible. Difieren, sin embargo, en puntos esenciales y es probable que, si Buffon viviese actualmente, seguiría otras ideas.
448. La Geología estudia a la Tierra en el punto en que es posible la observación directa. Su estado anterior, por escapar a la observación, sólo puede plantearse por conjeturas. Ahora bien, entre las dos hipótesis, el buen sentido dice que se debe preferir la que la lógica respalda y la que concuerda mejor con los hechos observados.
Respuestas a las preguntas propuestas
A. El agua y el fuego estuvieron presentes en numerosas perturbaciones locales que afectaron al planeta. Menciones los hechos producidos por el fuego y por el agua.
El fuego obró produciendo:1) las erupciones volcánicas que sepultaron bajo espesas capas de cenizas y lava los terrenos circundantes, haciendo desaparecer a las ciudades con sus habitantes; 2) los terremotos; 3) los levantamientos de la corteza sólida, que empujaron las aguas hacia las regiones más bajas; y 4) el hundimiento, en mayor menor extensión, de esa misma corteza, en algunos lugares, hacia donde las aguas se precipitaron dejando secos otros lugares. Fue así como surgieron islas en el medio del océano, mientras que otras desaparecieron; como porciones de continentes se separaron y formaron islas; como brazos de mar, secos, unieron islas a continentes.
En cuanto al agua, ésta obró produciendo: 1) la irrupción o retiro del mar en algunas costas; 2) los derrumbes que, al interceptar las corrientes líquidas, formaron lagos; 3) los desbordamientos y las inundaciones; y 4) las acumulaciones de tierra en las desembocaduras de los ríos. Estas acumulaciones, al expulsar el mar, crearon nuevos territorios. (La Génesis, cap. IX, ítems 1 y 2.)
B. ¿Existió realmente el diluvio universal descrito en la Biblia?
Sí, aunque no fue universal. El diluvio bíblico, también conocido con el nombre de “gran diluvio asiático”, es un hecho de cuya existencia no se puede dudar. Debe haberlo ocasionado el levantamiento de una parte de las montañas de aquella región. Corrobora esta opinión la existencia de un mar interior que, en tiempos remotos, se extendía desde el mar Negro hasta el océano Boreal, hecho comprobado por las observaciones geológicas. El mar de Azov, el mar Caspio, cuyas aguas son saladas, aunque no tengan ninguna comunicación con ningún otro mar; el lago Aral y los numerosos lagos diseminados en las inmensas planicies de Tartaria y en las estepas rusas parecen restos de aquel antiguo mar. Durante el levantamiento de las montañas del Cáucaso, con posterioridad al diluvio universal, una parte de aquellas aguas fue empujada hacia el norte, en dirección al océano Boreal y otra parte hacia el sur, en dirección del océano Índico. Estas inundaron y devastaron precisamente la Mesopotamia y toda la región habitada por los antepasados del pueblo hebreo.
Aunque este diluvio se haya extendido sobre una superficie muy grande, en la actualidad es un hecho comprobado que sólo fue local; que no pudo haber sido causado por la lluvia, pues por muy copiosa que ésta haya sido y aunque se haya prolongado durante cuarenta días, el cálculo demuestra que la cantidad de agua caída de las nubes no podría ser suficiente para cubrir toda la tierra, hasta por encima de las montañas más altas. (La Génesis, cap. IX, ítems 4 y 5; ver también cap. XI, ítem 42.)
C. ¿En qué consiste el fenómeno denominado precesión de los equinoccios y cuáles son sus consecuencias?
Además de su movimiento alrededor del Sol y de su movimiento de rotación sobre sí misma, la Tierra tiene un tercer movimiento que se completa en 25.868 años, y que produce el fenómeno denominado precesión de los equinoccios.(1) Este movimiento consiste en una especie de oscilación circular, que puede ser comparada a la de un trompo a punto de detenerse.
El equinoccio es el instante en que el Sol, al pasar de un hemisferio a otro, se encuentra perpendicular al ecuador, lo que sucede dos veces al año, el 21 de marzo, cuando el Sol pasa al hemisferio boreal, y el 23 de setiembre, cuando regresa al hemisferio austral. Pero, como consecuencia del cambio gradual en la oblicuidad del eje, el momento del equinoccio se adelanta cada año algunos minutos (25 minutos y 7 segundos). A este adelanto se le da el nombre de precesión de los equinoccios (del latín “proecedere”, ir hacia adelante). (La Génesis, cap. IX, ítems 6 a 9.)
Notas:
(1) Conforme los datos científicos que hoy conocemos, se sabe que el movimiento conocido como precesión de los equinoccios no interfiere en las estaciones del año, ya que el eje de la rotación de la Tierra mantiene su valor de 23,5°. Lo que ocurre es el cambio de posición en que la Tierra se encuentra en la órbita alrededor del Sol en una dada estación. [Observación hecha por el estudioso Luiz Gonzaga Pinheiro, autor de la obra Apelos do Tempo (Súplicas del Tiempo), publicada por la editora IDEAS@Work.]
(2) Se sabe hoy que los cometas son sólidos. Son como una roca, a veces de más de un Kilómetro de tamaño. Una roca de tal porte, al chocarse contra la Tierra, provocaría un daño tan grande cuanto el meteoro que causó la muerte de los dinosaurios. La naturaleza fluídica es propia de la cola del cometa y no de su núcleo, que es rocoso. [Sobre el asunto, ved la obra Apelos do Tempo (Súplicas del Tiempo), de autoría de Luiz Gonzaga Pinheiro, publicada por la editora – IDEAS@Work.]
(3) Eclíptica: plano de la órbita terrestre; círculo máximo de la esfera celeste, que es la intersección de la eclíptica con ésta.