entrevistado, es
espírita desde
hace 52 años,
nació en
Recife-PE y
reside en el
Distrito
Federal.
Profesor de
Historia y
Presidente del
Grupo Espírita
Casa del Camino,
en Guará II
(DF), es autor
de varios libros
y conferencista
espírita. Sus
lúcidas
respuestas nos
traen la
dimensión de los
desafíos que esa
facultad humana
presenta,
exigiendo
conocimiento,
disciplina y
actitud
caritativa para
su éxito. |
Dada la propia
complejidad de
la práctica
mediúmnica, que
da título al
libro, ¿qué le
diría al
estudiante e
investigador
espírita sobre
el tema?
Que continúen
con el estudio y
la investigación
y que ofrezcan
los resultados
de su empeño al
público, que
necesita de
libros
didácticos para
despertar su
interés por el
estudio. Se sabe
que la
comunicación
mediúmnica no se
logra a través
de un proceso
sencillo como
imagina la
mayoría de
espíritas. Dice
André Luiz: “La
operación del
mensaje no es
nada sencillo,
aunque los
trabajadores
encarnados no
tengan
conciencia de
su mecanismo
intrínseco, así
como los niños
que, satisfechos
en su ambiente
doméstico, no
conocen el costo
de vida ni el
sacrifico de sus
padres”. En la
comunicación
humana, donde
adoptamos el
mismo
vocabulario y
hacemos uso de
la voz, si no
observamos
determinados
principios no
nos
comunicaremos
plenamente,
generando
desacuerdos. Los
conceptos que
alimentan la
conversación
entre los
humanos son
extremadamente
diferentes de
aquellos del
mundo
espiritual,
volviendo el
entendimiento
entre nosotros y
ellos muy
restringido. La
señora Yvonne do
Amaral, médium
muy respetada,
autora del libro
antológico
Recuerdos de la
Mediumnidad,
dice que “La
mediumnidad no
implica tan solo
el intercambio
con las
entidades
desencarnadas,
sino también un
complejo de
hechos y
acontecimientos
que todavía no
han sido
debidamente
estudiados ni
clasificados”.
¿Qué es lo que
más le llama la
atención de la
práctica
mediumnida?
El poco
conocimiento que
tiene la mayoría
de los que
lidian con ella.
Una encuesta
hecha por la FEB
en el 2012, con
ayuda de los
centros
espíritas de
todo Brasil,
buscando saber
quien leyó y
quien no leyó
El Libro de los
Médiums,
presentó un
resultado
lamentable,
llegándose a la
conclusión de
que era un
ilustre
desconocido.
Lamentamos lo
que ocurre en
muchas reuniones
mediúmnicas
denominadas de
“desobsesión”,
donde las
prácticas
exóticas son
realizadas
contrariando las
orientaciones de
Allan Kardec y
de los Espíritus
que dieron
continuidad a su
proyecto,
destacándose en
aquella
actividad el
libro
Desobsesión,
de André Luiz,
que debe ser
leído
analíticamente,
para aprender
mejor la
amplitud y
profundidad de
las enseñanzas y
conceptos que se
ofrecen en él.
¿Cuál es el
principal factor
que lo llevó a
organizar la
obra,
considerando la
extensión que el
tema implica?
Fue el de
cooperar un poco
más con aquellos
que practican la
mediumnidad,
llamando su
atención hacia
sus meandros.
Sabemos que
existen muchos
libros que
tratan el tema,
pero como la
mediumnidad aún
no es plenamente
conocida por
nosotros, los
encarnados, es
siempre oportuno
hacer nuevas
consideraciones
sobre ella. A
medida que
investigamos
vamos
percibiendo que
las
informaciones
proliferan y,
con frustración,
tenemos que
optar por este o
aquel contenido,
despreciando
otros,
prometiendo
aprovecharlos en
otra
oportunidad.
Usted fue muy
feliz con el
título de la
obra y el
contenido de la
investigación,
pues el mismo
índice ya
demuestra ese
esfuerzo de
investigación.
¿Cómo fue
organizar esa
obra de tremenda
complejidad?
A lo largo de 3
años recogimos
material que
llamaba nuestra
atención hacia
los diversos
mecanismos
adoptados por
los Espíritus
para traer el
mensaje hasta
nosotros y las
dificultades
encontradas,
tanto en el
plano material
como en el
espiritual. La
organización de
la obra obedeció
a un criterio
didáctico: un
esbozo histórico
de la
mediumnidad,
haciendo
justicia a Allan
Kardec, que la
identificó como
una facultad
natural que
sirve al
progreso del
hombre y del
mundo; los
fundamentos
necesarios para
que se conozcan
las leyes que
rigen el
fenómeno
mediúmnico y,
finalmente,
ejemplos de su
complejidad,
llamando la
atención de
aquél que desea
ejercitarla o
administrarla,
para el uso del
buen sentido en
la evaluación
del producto
mediúmnico,
considerando a
los médiums
personas comunes
que luchan como
todos nosotros
por vencer su
inferioridad.
¿Qué le diría
usted a los
veteranos y a
los novatos?
A los veteranos,
que continúen
investigando y
transfiriendo
sus
conocimientos de
manera clara y
segura a los
novatos, como lo
hizo el
codificador. Que
los novatos
comiencen por el
comienzo y jamás
releguen la
lectura de las
obras básicas
del Espiritismo
y de la Revista
Espírita,
editada por
Allan Kardec. La
lectura de La
Revue Spirite
nos da una
visión
tridimensional
de la historia
del Espiritismo:
el momento de la
codificación, la
reacción de la
sociedad
parisense y de
otras capitales,
las dificultades
encontradas por
el médium de la
Tercera
Revelación con
los psicógrafos
que lo
auxiliaban.
¿Cómo estamos en
el movimiento
espírita
brasileño, en
general, en
términos de
madurez en la
práctica
mediúmnica,
considerando los
vicios y
deformaciones
que aún existen?
Después del
libro
Desobsesión
de André Luiz,
medio siglo
atrás, se siente
que hubo un
alineamiento con
los principios
doctrinarios en
lo referente a
las reuniones
mediúmnicas. Sin
embargo, se
observa que hay
muchos desvíos
resultantes de
la falta de
estudio de los
que dirigen
aquellas
reuniones
destinadas a la
atención de los
desencarnados
sufridores y
equivocados por
medio del
diálogo
inteligente y
amoroso.
¿Cuál es el
principal recado
o sugerencia a
los integrantes
de una reunión
mediúmnica?
Que profundicen
en el estudio de
las obras de
Allan Kardec, de
la médium Yvonne
do Amaral
Pereira, de los
Espíritus
Bezerra de
Menezes, André
Luiz y Manoel
Philomeno de
Miranda. En
ellas
encontramos
todas las
enseñanzas que
necesitamos para
la realización
del encuentro
con los
desencarnados,
de manera
inteligente,
segura y
caritativa,
debiéndose
entender que la
tarea es de
carácter
científico, ya
que los
Espíritus
consideran la
sala en donde se
realizan las
reuniones de
desobsesión como
un verdadero
laboratorio,
ubicado dentro
de un amplio
hospital de
dimensión
espiritual.
¿Qué diría usted
sobre la
seriedad y
preparación para
la práctica
mediúmnica?
En El Libro
de los Médiums
Allan Kardec
nos enseña que
para obtener una
reunión seria es
necesario que
sus
participantes
destierren todo
sentimiento de
orgullo y de
personalismo, y
debe reinar
entre ellos una
cordialidad
mutua. Sin
embargo, es
necesario el
conocimiento de
los postulados
de la Doctrina y
de los
mecanismos de la
mediumnidad para
que cooperemos
mejor con los
Espíritus que
dirigen los
trabajos. El
“amaos e
instruíos” es
una enseñanza
crucial para
toda y cualquier
actividad que se
haga en nombre
del Espiritismo.
La desobsesión
no prescinde de
aquel axioma.
¿Cómo despertar
efectivamente al
público espírita
hacia la
necesidad
continua de
estudio de la
mediumnidad para
la práctica
mediúmnica?
Ese esfuerzo
tuvo su inicio
hace más de
medio siglo con
el codificador,
al publicar
El Libro de los
Médiums y la
Revista
Espírita. La FEB
y las
federaciones
vienen
realizando
trabajos
significativos
en esa
dirección.
Sabemos, sin
embargo, que uno
de los grandes
desafíos para
aquél que se
dedica a la
enseñanza de
cualquier
materia es
vencer la
inercia mental
del aprendiz. Es
oportuno
recordar aquí lo
que nos reveló
el Espíritu
Ignacio
Bittencourt en
el libro
Seareiros de
Volta
(Sembradores de
regreso),
en el mensaje
La conclusión de
la
investigación:
“[…] Excelsos
dirigentes del
Espiritismo, en
las Esferas
superiores,
luego de una
minuciosa
investigación,
llegaron a la
conclusión de
que, junto con
las calamitosas
caídas morales y
las deserciones
deplorables de
numerosos
compañeros
responsables por
el servicio
liberador, entre
todas las causas
que dificultan
la marcha de la
Nueva Revelación
en la Tierra, se
destaca, en una
posición de
espectacular y
doloroso
relieve, la
pereza mental”.
Ante esa verdad,
contentémonos de
lo que ya
alcanzamos hasta
entonces.”
¿Algo resaltante
que le gustaría
informar de sus
experiencias?
Fueron
enriquecedores
nuestros
contactos con la
Espiritualidad
durante este
medio siglo de
vida en el
movimiento
espírita.
Solamente
lamentamos que
no supimos
multiplicar
debidamente los
valores
recibidos.
Actuamos como
aquel trabajador
avaro de la
parábola de los
talentos. Sin
embargo, como
nos enseña André
Luiz, lo que nos
da esperanzas es
que siempre
podemos volver a
comenzar.
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