Una voz que
puede
cambiar el
mundo
Voz, todos
sabemos, es, en
el idioma
portugués, la
palabra que
designa el
sonido o el
conjunto de
sonidos emitidos
por el aparato
fonador, tanto
cuanto la
facultad de
hablar, la
manifestación
verbal y el
derecho de
hablar en algún
sitio.
Tener voz
significa, por
lo tanto,
usufructuar el
derecho de
manifestarse.
“Avaaz” es
sinónimo de voz
en diversas
lenguas de
Europa, de Asia
y del Oriente
Medio, y también
el nombre de una
comunidad
transnacional
que opera desde
2007 en 15
diferentes
idiomas,
abarcando cuatro
continentes y un
número expresivo
de naciones de
nuestro planeta.
Su misión es
movilizar
personas de
todos los países
para construir
un puente entre
el mundo donde
vivimos y el
mundo que la
gran mayoría de
las personas
desean, o sea,
un mundo de paz,
fraterno y sin
desigualdades.
(¹)
Para eso, la
Avaaz moviliza
miles de
personas para
que actúen en
causas
internacionales
urgentes, desde
la pobreza
global hasta los
conflictos en
Oriente Medio,
la preocupación
con el medio
ambiente y la
ética en la
conducción de
los negocios
públicos y
privados.
Su modelo de
movilización –
vía internet –
permite que
miles de
acciones
individuales,
aún que
pequeñas, puedan
ser combinadas
en una poderosa
fuerza
colectiva.
Teniendo como
liderazgo un
equipo de
profesionales y
voluntarios en
todo el planeta,
la comunidad
Avaaz se
moviliza
firmando
peticiones,
financiando
campañas de
anuncios,
enviando correos
electrónicos o
telefoneando
para gobiernos,
organizando
protestas y
eventos por las
calles, todo eso
para garantizar
que los valores
y visiones de la
sociedad civil
global informen
las decisiones
gubernamentales
que afectan a
todos.
Los resultados
alcanzados
tienen sido
favorables, a
pesar del poco
tiempo de
existencia de la
comunidad.
Para el año de
2015 la Avaaz
eligió tres
principios:
. Enseñar
gentileza y
respeto
. Buscar la
sabiduría
. Practicar la
gratitud.
Los tres
principios se
concilian
perfectamente
con la visión
cristiana y
espírita del
mundo.
Es necesario y
es posible ser
gentil y tener
respeto para con
todas las
personas y todas
las
instituciones.
Los sentimientos
de benevolencia
y de la
indulgencia,
proclamados por
el Espiritismo,
están implícitos
en ese
principio.
Decidir las
cuestiones con
sabiduría y
buscar el
equilibrio entre
la razón,
corazón e
intuición, he
aquí una
propuesta
inatacable que,
si colocada en
práctica,
tendría evitado
conflictos
innúmeros y
pierdas humanas
y materiales que
tanto
sufrimiento
causaron en
nuestro mundo.
Ser grato a
Dios, a la vida,
a todos que nos
rodean es una
actitud sensata
que nos da la
real dimensión
de lo que somos
y de cómo, en la
vida, dependemos
unos de los
otros.
Dag
Hammarskjöld, ex
secretario-general
de la ONU, dice
cierta vez que
nunca veríamos
el mundo
progresar de
manera
sustentable
hasta que todas
las personas
tuviesen
recorrido “la
más larga
jornada”: la
jornada
interior.
Nada más
verdadero.
¿Qué tal
iniciemos esa
jornada aún hoy?
(¹)
Para saber más
sobre la Avaaz
pulse en
http://www.avaaz.org/po/
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