|
Las fuertes palabras
arriba, que escogemos
para el título de
nuestro artículo, son
del primer biógrafo del
emérito Codificador
Allan Kardec, el francés
Henri Sausse
(Étoile-sur-Rhône
[Drôme], 06/05/1852 –
Ídem, Francia,
26/02/1928), en su
notable Prólogo del
autor a su Biographie
d’Allan Kardec, Prólogo
escrito en Lyon el 31 de
marzo de 1909.
H. Sausse (foto) dijo con mucha
propiedad y sabiduría,
exactamente en los 40
años de desencarnación
del maestro de la
Codificación Espírita:
|
 |
«[...] Una cosa que
siempre me afligió y que
muchas veces verifiqué a
lo largo de 25 años en
que, como presidente,
dirigí los trabajos de
la “Sociedad Fraternal”,
es La INDIFERENCIA DE
LOS ESPÍRITAS PARA CON
LA LECTURA DE LA REVISTA
ESPÍRITA, ediciones de
1858 a 1869, en las
cuales Allan Kardec
esbozó las obras
fundamentales de la
Doctrina Espírita y en
las cuales hasta hoy se
siente la fe ardiente y
la profunda convicción
que lo animaban, fe y
convicción que él sabía
hacer tan comunicativas.
Muchos creen,
ERRÓNEAMENTE, que tales
escritos envejecieron y
perdieron su actualidad,
no ofreciéndonos hoy su
lectura el más pequeño
interés, tamaña es la
rapidez con que ha
marchado la idea
espírita estos últimos
tiempos. ERROR PROFUNDO
Y LAMENTABLE. No, los
escritos de Allan Kardec
no envejecieron, no
caducaron, manteniendo,
al contrario, todo su
vigor, toda su
permanencia, toda su
claridad, toda su
actualidad.»(1)
(Destaques nuestros en
letras mayúscula.)
Notable depósito
doctrinario
Continúa Sausse,
profundamente inspirado,
tamaña actualidad de sus
palabras sensatas,
escrituras con el ardor
y la lucidez de quien
sabe y domina con
seguridad el asunto que
está exponiendo:
«¡Cuántos preceptos
juiciosos, cuántos
consejos sensatos y
esclarecedores, cuántos
ejemplos vividos pululan
en los primeros doce
años de la Revista
Espírita! En mi opinión,
hemos errado bastante
cuando despreciamos esa
FUENTE DE ENSEÑANZAS TAN
RICAS, que nos deberían
interesar más de cerca,
ya que comprenden todos
los puntos en que se
despliega la Doctrina
Espírita.» Para
documentarme sobre Allan
Kardec, acabo de hacer
una nueva peregrinación
por aquellas páginas
reconfortantes, en las
cuales el maestro
trazaba, día tras día,
al sabor de los
acontecimientos, sus
pensamientos íntimos,
sus reflexiones tan
juiciosas, sus consejos
tan claros, tan
precisos, tan metódicos.
En cada una de sus
líneas sentimos vibrar
el alma de su autor,
SENTIMOS A ALLAN KARDEC
IRRADIARSE y mostrarse
tal como siempre fue:
bueno, generoso y
benevolente para con
todos, aún con los
enemigos. Por más que lo
atacaran, lo
desacreditaran y
calumniaran, él se
mostraba siempre
tolerante y tranquilo,
contestando con
argumentos irrefutables
los ataques dirigidos
contra la Doctrina
Espírita, pero ignorando
las injurias y maldades
que le llegaban de todas
partes.»(2) (Destaques
nuestros en letra
mayúscula.)
Quién está hablando es
alguien que leyó,
releyó, estudió y vivió
profundamente las
enseñanzas de la
preciosa Colección de
los 12 volúmenes de la
Revue Spirite,
que estuvo bajo la
segura dirección del
Codificador del
Espiritismo desde el día
1º de enero de 1858
hasta el mes de abril de
1869, porque, a pesar de
Kardec haber
desencarnado el
31/03/1869, ya había
dejado preparada con
antelación la
Revista de abril
de 1869,(3)
tamaña la disciplina,
dedicación, organización
y trabajo ejemplares del
maestro de Lyon.
 |
Y prosigue Henri Sausse
en su valerosa
Biografía de Allan
Kardec:
«Solamente al releer
estas páginas, pude
comprender mejor y
admirar aún más a Allan
Kardec, y SERÁ
REPRODUCIENDO ESAS
PERLAS, ESAS JOYAS, ESOS
DIAMANTES que se hallan
en ese rico cofre – la
Revista Espírita
– que más fácilmente
podré hacerlo conocido.
Así, esta biografía será
una autobiografía, por
la cual Allan Kardec
vendrá, de alguna
suerte, a describirse a
sí mismo y revelarse tal
como siempre fue:
pensador profundo, leal,
metódico, escritor
vigilante y preciso,
espírita esclarecido y
convencido, afable y
tolerante, esforzándose
siempre por regular su
conducta de conformidad
con los principios que
profesaba,
practicándolos él mismo
al enseñarlos a los
otros.»(4) (Destaques
nuestros en letra
mayúscula.)
|
Henri Sausse: biógrafo y
escritor
Además de la referida
Biographie d’Allan
Kardec,(5) a
pesar de alguna falta de
precisión observadas en
la misma por otros
importantes biógrafos
Kardecistas, como Zêus
Wantuil y Francisco
Thiesen (FEB), el
biógrafo y escritor
Henri Sausse fue autor
de otras obras, a saber:
Biographie de Léon Denis
(Biografía de Léon
Denis); Espérance et
courage (Esperanza y
coraje); Le
Spiritisme a Lyon
(El Espiritismo en
Lyon); Des preuves??
¡¡En voilà!! (¿Pruebas?
¡Ei-las!); La
Réincarnation selon le
Spiritisme (La
reencarnación según el
Espiritismo); Les
séances du Groupe Amitié
(Las sesiones del Grupo
Amistad); Mémoire
adressé au Congrès
Spirite de 1925
(Memoria dirigida al
Congreso Espírita de
1925); Spiritisme
transcendental
(Espiritismo
transcendental); A la
recherche des origines
de l’âme humaine (En
búsqueda de los orígenes
del alma humana), etc.
Dotado de voluntad
férrea y de mucha
perseverancia, luchador
dispuesto a sacrificios,
H. Sausse participó de
incontables Sociedades,
entre ellas la “Union
Fraternelle de Valence”
y la “Union Spirite
Française”, siendo muy
estimado.
Sausse se dedicó, a
partir de 1869, a la
difusión intensiva del
Espiritismo, revelándose
admirador de Allan
Kardec (1804-1869) y,
más tarde, de Léon Denis
(1846-1927). Se integró
en el Movimiento
Espírita de Lyon, donde
fue uno de los
fundadores de la
Société Spirite
Lyonnaise en 1873.
Durante más de 20 años
fue presidente muy
dinámico de la
Société Fraternelle pour
l’Étude du Spiritisme
(Sociedad Fraternal
para el Estudio del
Espiritismo).
En 1885 fue también uno
de los fundadores de la
Fédération Spirite
Lyonnaise y su
Secretario General hasta
1923.
Escribió en los
principales periódicos
espíritas europeos.
Los biógrafos febianos
mencionados arriba nos
informan (en la
biobibliografia Allan
Kardec, vol. III,
pp. 300-301) que H.
Sausse era comerciante
de profesión,
necesitando enfrentar,
no era raro, momentos
difíciles, críticos
mismo, contestando
acusaciones gratuitas
que estos hacían contra
los espíritas y contra
la Doctrina, además de
las persecuciones
movidas por adversarios
intransigentes,
exigiendo de Henri
Sausse testimonios
heroicos.
Revista Spírite:
harto manantial de luz
Quedamos muy felices,
realmente, cuando
constatamos que algunas
revistas, periódicos y
periódicos espíritas de
la actualidad abren cada
vez más espacios, en sus
luminosas páginas
mensuales o bimensuales,
para la publicación y
trascripción de
artículos de la
Revista Espírita,
de Allan Kardec, o de
comentarios doctrinarios
al respecto de esta Obra
monumental para el
estudio y la práctica
completa del
Espiritismo.
La tendencia es que, con
las traducciones que
existen de la
Revue Spirite,
hasta hoy tres en
portugués (de EDICEL, de
IDE y de la FEB), y una
en español (de EDICEI,
en marcha), los adeptos
del Espiritismo
comiencen a leer y a
estudiar esa magnífica
Obra, a fin de VENCER
LA INDIFERENCIA que
aún se obstina en
perturbar el estudio y
la vivencia de la
referida y preciosa
Colección.
Los 12 volúmenes de la
Revista Espírita
son valiosos depósitos
doctrinarios,
infelizmente aún poco
estudiados y consultados
por los espíritas en
general, con felices
excepciones.

Concluyamos nuestro
artículo, entonces, con
la palabra avalada del
biógrafo del maestro
lionés, agradeciendo a
Dios y Jesús por la
elevada honra de conocer
el legítimo contenido de
las páginas inmortales
de los citados 12
volúmenes (nada menos
que 4409 páginas en el
original francés) de la
imprescindible Colección
de la Revista
Espírita, de
Allan Kardec:
«He ahí el hombre que
dio al Espiritismo su
bella divisa:
Fuera de la caridad no
hay salvación,
divisa que él no sólo
proclama, sino pone en
práctica. Su único
deseo, pues, es ver
regular también la
conducta de todos los
que se dicen y creen ser
espíritas. Mi único
mérito en este nuevo
estudio sobre Allan
Kardec se reduce, por lo
tanto, a un trabajo de
copista. Seducido por la
verdad, por la grandeza
y por la belleza de
ciertas enseñanzas del
Maestro, juzgué por bien
EXTRAERLOS DE LOS DOCE
VOLÚMENES que los
contienen, a fin de
someterlos a mis
hermanos y hermanas en
creencia, sin
otra pretensión y sin
otro deseo sino El de
HACER QUE ELLOS TAMBIÉN
LO ADMIREN.»(6) (Destaques
nuestros en letras
mayúsculas.)
REFERÊNCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
(1)
SAUSSE, Henri.
Biografia de Allan
Kardec. Tradução de
Evandro Noleto Bezerra.
208 pp. Prólogo do
autor, p. 22. 1ª ed. Rio
de Janeiro: FEB, 2012.
(2 e 4)
–––––––. ––––––––.
Prólogo, pp. 22-23.
(3)
KARDEC, Allan.
Revista Espírita -
Periódico de Estudios
Psicológicos (Año 1858).
Tradução, do francês
para o espanhol, de
Enrique Eliseo
Baldovino. XC-356 pp.
Prólogo-homenaje a Allan
Kardec, página III. 1ª
ed.
Brasília: EDICEI, 2005.
(5)
SAUSSE, Henri.
Biographie d’Allan
Kardec. A edição
integral contêm, além do
Prólogo do autor,
um Prefácio de
Léon Denis (à 4ª edição
de 1927) e também um
Prefácio de Gabriel
Delanne (1910); a 1ª
edição (1896), bem mais
resumida, foi incluída
posteriormente pela FEB
no opúsculo O Que é o
Espiritismo.
(6)
SAUSSE, Henri.
Biografia de Allan
Kardec. Prólogo do
autor, p. 23.
|