“Charlie
Charlie”, una
broma que puede
causar mucho
daño
Años atrás, un
periodista de
Londrina hizo
una encuesta en
escuelas
públicas de la
ciudad y
constató que en
gran parte de
ellas los niños
de la enseñanza
fundamental
aprovechaban el
horario de
recreo para
hacer las
llamadas
“sesiones del
vaso”, en las
cuales Espíritus
bromistas
supuestamente
participaban
para jugar con
los incautos que
penetran en un
área de
actividad – la
práctica
mediúmnica – que
ofrece peligro
real a aquellos
que la realizan
sin conocimiento
y sin propósito
serio.
La encuesta a
que nos
referimos
comprobó un
hecho que ya era
conocido, o sea,
muchas personas
– no sólo los
niños – tienen,
en Brasil, el
hábito de lidiar
con tales
prácticas,
ignorando los
riesgos que de
eso advienen.
Cierta vez, un
amigo nuestro
atendió una
familia que
estaba
aterrorizada con
una información
obtenida en
sesiones de ese
tipo realizadas
por simple
diversión por un
grupo de señoras
católicas.
Jugando con
aquellas
personas, un
supuesto
Espíritu dio al
grupo un aviso
según el cual la
madre de una de
aquellas
personas iría
morir antes del
carnaval, cuya
fecha estaba
bien cerca.
Es obvio que se
trataba de un
embuste, de una
imprudencia,
pero que causó
preocupaciones
desnecesarias,
aunque de
consecuencias
hasta irrisorias
delante de lo
que puede
realmente
ocurrir debido a
prácticas
semejantes. La
obsesión es una
de ellas.
Nos acordamos de
ese hecho porque
una broma
semejante está
ocurriendo con
niños y
adolescentes en
Portugal,
conforme el
lector puede
averiguar en un
reportaje
firmado por
Joana Ferreira
da Costa,
publicado en el
periódico SOL
del día 1º de
julio último. He
aquí el enlace
que remite a la
materia –
http://www.sol.pt/noticia/400024,
en la cual
reproducimos el
texto abajo:
De repente el
pánico se
instaló en el
recreo de una
escuela básica
en Alcântara.
Algunas alumnas
de seis y siete
años empezaron a
llorar y a
correr para las
auxiliares
pidiéndoles para
que las llevasen
para casa.
“Estaban
aterrorizadas
con miedo del
Charlie y nadie
conseguía
calmarlas”,
cuenta al SOL
una funcionaria
de la escuela,
explicando que
el motivo para
tanto lío era un
juego de
espiritismo
infantil que las
estudiantes del
1º y 2º año
estaban a jugar.
Este desafío,
conocido como
‘Charlie
Charlie’ y en lo
cual los niños y
adolescentes
evocan un
supuesto
espíritu con
este nombre para
obtener
respuestas sobre
el futuro, está
a correr mundo y
llegó
recientemente a
Portugal. Pero
el miedo y la
ansiedad que
causa a los
alumnos están a
llevar muchas
escuelas
nacionales a
prohibir el
juego dentro de
sus
instalaciones.
El mismo está
ocurriendo en
varios países,
como en Brasil,
donde el pasado
mes varias
escuelas de
Manaus
suspendieron las
clases, o en
Inglaterra,
donde algunos
colegios
católicos
prohibieron el
ritual. Para
hacer el desafío
basta una hoja
de papel sobre
la cual se
colocan dos
lápices en forma
de cruz, y se
escriben las
palabras sí o
no.
Después se hacen
preguntas a
‘Charlie’, que
supuestamente
responde a
través de los
movimientos de
los lápices. Fue
este ritual que
aterrorizó las
alumnas de
aquella escuela
pública.
“Estaban
asustadas porque
decían que el
lápiz había
hecho
movimientos”,
cuenta la
funcionaria. (…)
Nadie sabe al
cierto como
surgió este
desafío. Se
sospecha que
pueda ser una
nueva versión
del juego latino
americano las
lapiceras, en lo
cual también se
intenta adivinar
el futuro. Más
recientemente
surgió la
explicación de
que hace parte
de la campaña
publicitaria de
la nueva
película
sobrenatural de
la Warner Bros
The Gallows, que
estrena en Julio
en los EUA,
donde uno de los
protagonistas es
Charlie, un
estudiante que
murió en una
pieza teatral.
(Periódico
SOL en 1º de
julio de 2015.)
El reportaje oyó
varias personas
y, felizmente,
oyó también
nuestro cofrade
Vitor Mora
Féria,
presidente de la
Federación
Espírita
Portuguesa, que
se manifestó de
manera clara
declarando que
los niños y
adolescentes no
deben adherir a
estas prácticas.
“Están a lidiar
con situaciones
desconocidas
para ellos y que
pueden
molestarles”,
afirmó el
presidente de la
FEP, agregando
que hay reglas
específicas de
la doctrina
espírita para
realizar tales
sesiones. “Toda
comunicación
sólo debe ser
hecha en la
presencia de
alguien con
conocimiento”,
explicó el
cofrade.
A todos que leen
este texto
pedimos: no
permitan que sus
hijos participen
de prácticas
así. Mediumnidad
es algo muy
serio para ser
objeto de bromas
como la
mencionada en el
reportaje
citado, sean
cuales sean sus
participantes –
niños, jóvenes o
adultos.
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