La prensa
espírita ante
los asuntos
polémicos
La palabra
“polémica’,
forma
sustantivada del
adjetivo
“polémico” – que
vino del griego
polemikós, ‘que
concierne a la
guerra’,
‘guerrero’ –
significa debate
oral, cuestión,
controversia.
Cuando, por lo
tanto, nos
referimos a esa
palabra o al
verbo polemizar,
se entiende que
estamos delante
de tema sobre lo
cual existen
controversias.
Hay en el medio
espírita
diversos de
ellos, como, por
ejemplo, los
asuntos
relacionados con
la evolución
anímica y el
reino mineral,
las condiciones
de vida en el
planeta Marte y
las diferentes
visiones
concernientes a
la forma de
aplicación de
los llamados
pases
magnéticos.
Los tres temas
fueron
recientemente
tratados en
nuestra revista
por diferentes
autores.
Delante de eso,
un lector volvió
a una cuestión
recientemente
propuesta y aquí
también
enfocada:
-¿Por qué dar
atención a un
tema claramente
polémico cuando
hay tantos otros
que requiere
nuestra
atención?
Dijimos en
aquella
oportunidad, y
ahora
reafirmamos,
que, con efecto,
no hay como
discordar de esa
observación, una
vez que en
innúmeras
situaciones nos
encontramos
delante de una
discusión que no
presenta, de
hecho, prioridad
ninguna y, en
muchos casos,
huye al objeto
principal del
Espiritismo, así
definido por
Allan Kardec:
“El Espiritismo
es, al mismo
tiempo, una
ciencia de
observación y
una doctrina
filosófica. Como
ciencia
práctica, él
consiste en las
relaciones que
se establecen
entre nosotros y
los Espíritus.
Como filosofía,
comprende todas
las
consecuencias
morales que
dimanan de esas
mismas
relaciones.
Podemos
definirlo así:
El Espiritismo
es una ciencia
que trata de la
naturaleza,
origen y destino
de los
Espíritus, bien
como de sus
relaciones con
el mundo
corporal”.
(¿Qué es el
Espiritismo?,
Preámbulo,
p.50.)
Es bueno
registrar, sin
embargo, que en
todos los casos
mencionados la
discusión fue
suscitada por
lectores de
nuestra revista,
a los cuales,
por principio,
debemos la
máxima atención,
sobre todo
porque son ellos
la meta de
nuestro trabajo.
Una revista como
ésta, que no se
dirige solamente
a los espíritas,
pero sí al
público general,
es leída por
personas de
todos los
credos, y muchos
no tienen al
respecto de la
doctrina
espírita el
conocimiento que
los adeptos del
Espiritismo ya
poseen, fruto de
sus lecturas y
de los estudios
realizados en
las
instituciones
espíritas.
Delante de eso,
cuando un lector
suscita una
duda, buscamos
de inmediato
esclarecerla,
porque así exige
la ciencia de
comunicación.
En lo que se
refiere a los
asuntos
polémicos,
reiteramos que
no es nuestro
propósito
estimularlos,
pero de ellos no
huiremos,
adoptando aquí
el mismo
pensamiento de
Allan Kardec,
expuesto en un
artículo
publicado en la
Revista Espírita
(volumen de
1858, Edicel,
pág. 305), donde
afirmó que había
un género de
polémica del
cual siempre se
apartaría: a que
puede degenerar
en personalismo,
aduciendo, sin
embargo, que
existía una
polémica a que
jamás
retrocedería: la
discusión seria
de los
principios
espíritas.
(¹)
Esta revista no
fue creada para
publicar tan
solamente
mensajes
mediúmnicos, que
ya rellenen, en
número
considerable,
las producciones
de las editoras
espíritas.
La discusión
seria de asuntos
que dicen
respecto al
Espiritismo, he
aquí uno de sus
propósitos
principales, y
es exactamente
para eso que
abrimos espacio
a colaboradores
diversos,
radicados en
diferentes
localidades de
este País y en
el exterior,
cuya
participación da
vida a las
páginas de
nuestra revista,
además de
enriquecerlas,
aunque esa o
aquella opinión
no nos agrade.
Oportuno, en ese
sentido,
acordarnos, como
ya decimos más
de una vez, que
las materias y
los artículos
suscriptos
publicados en
nuestra revista
no representan
necesariamente
la opinión de la
dirección de
este periódico,
siendo lícito al
lector concordar
o no con el
punto de vista o
la argumentación
utilizados en
esa o en aquella
materia.
Teniendo
discordancia, la
revista ofrece
al interesado el
derecho de
publicar sus
críticas en la
edición
inmediata, como
nuestros
lectores saben
muy bien y los
mensajes
publicados
semanalmente en
la sección de
Cartas lo
comprueban.
(¹) Sobre el
asunto,
sugerimos al
lector que vea
los editoriales
siguientes
publicados en
nuestra revista:
edición 198 –
http://www.oconsolador.com.br/ano4/198/editorial.html
edición 270
–
http://www.oconsolador.com.br/ano6/270/editorial.html
|