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Estudio de las Obras de Allan Kardec Português   Inglês

Año 9 - N° 445 - 20 de Diciembre de 2015 

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 
   

Instrucciones Prácticas sobre las Manifestaciones Espíritas

Allan Kardec

(Parte 4)
 

Continuamos en esta edición el estudio del libro Instrucciones Prácticas sobre las Manifestaciones Espíritas, obra publicada por Allan Kardec en el año 1858. Las páginas citadas en el texto sugerido para la lectura se refieren a la edición publicada por la Casa Editorial O Clarim, basada en la traducción hecha por Cairbar Schutel.

Preguntas para debatir  

A. ¿Cómo podemos conceptualizar y clasificar la psicografía?

B. ¿Qué es la segunda vista? ¿Existe relación entre esa facultad y la videncia?

C. ¿Qué es sonambulismo y cuál es uno de los signos característicos del verdadero sonambulismo?

Texto para la lectura

37. Instinto: especie de inteligencia rudimentaria que dirige a los seres vivos en sus acciones, sin la intervención de su voluntad y en el interés de su conservación. El instinto se convierte en inteligencia cuando surge la deliberación. Por el instinto se obra sin razonar; por la inteligencia se razona antes de obrar. En el hombre se confunden frecuentemente las ideas instintivas con las ideas intuitivas. Estas últimas son las que él adquirió en  estado de Espíritu o en existencias anteriores y de las cuales conserva un vago recuerdo. (Vocab., pág. 34.) 

38. Inteligencia: facultad de concebir, de comprender y razonar. Sería injusto negar a los animales una especie de inteligencia y creer que sólo siguen maquinalmente el impulso ciego del instinto. En muchos casos obran con un propósito deliberado y según las circunstancias; pero esa inteligencia, por admirable que sea, se limita siempre a la satisfacción de las necesidades materiales, mientras que la del hombre le permite elevarse por encima de la condición de la Humanidad. La línea de demarcación entre los animales y el hombre es trazada por el conocimiento que éste puede llegar a tener del Ser Supremo. (Vocab., pág. 34.) 

39. Libre albedrío: libertad moral del hombre; facultad que éste tiene de guiarse por su voluntad en la realización de sus actos. La alteración de las facultades mentales, por una causa accidental o natural, es el único caso en el que el hombre queda privado de su libre albedrío. Fuera de éste, es siempre dueño de hacer o de no hacer. Goza de esta libertad en  estado de Espíritu y en virtud de esta facultad elige libremente la existencia y las pruebas que cree apropiadas para su progreso; la conserva en el estado corporal a fin de poder luchar contra esas mismas pruebas. (Vocab., pág. 37.) 

40. Magia, mago: la palabra viene de mageia – conocimiento profundo de la Naturaleza – de la que derivó mago, sacerdote, sabio y filósofo entre los antiguos persas. La magia era, en su origen, la ciencia de los sabios; todos los que conocían la astrología, que se jactaban de predecir el futuro, que hacían cosas extraordinarias e incomprensibles para el vulgo, eran llamados magos. El abuso y el charlatanismo desprestigiaron la magia; pero los fenómenos que hoy reproducimos por el magnetismo, el sonambulismo y el Espiritismo prueban que la magia no era un arte puramente quimérico y que, entre muchos absurdos, había en ella, seguramente, fenómenos muy reales. Sabemos hoy que no existe nada de sobrenatural en este mundo, y que ciertas cosas parecen derogar las leyes de la Naturaleza sólo porque no conocemos las causas. (Vocab., pág. 38.) 

41. Manifestación: acto por el cual un Espíritu revela su presencia. Las manifestaciones pueden ser ocultas o patentes; físicas o inteligentes; espontáneas o provocadas, y aparentes. (Vocab., pág. 40.) 

42. Medianimidad, mediumnidad: la facultad de los médiums. Estas dos palabras son muchas veces empleadas indistintamente. Si quisiéramos hacer una distinción, se podría decir que mediumnidad tiene un sentido más general y medianimidad, un sentido más restringido. Ejemplo: él posee el don de la mediumnidad – la medianimidad mecánica. (Vocab., pág. 41.) 

43. Siguen otros apuntes de uso frecuente en el medio espírita y que también integran el Vocabulario Espírita elaborado por Kardec. (Vocabulario Espírita, pág. 43.) 

44. Mediumnato: misión providencial de los médiums. Esta palabra fue creada por los Espíritus. (Vocab., pág. 43.) 

45. Metempsicosis: transmigración del alma de un cuerpo a otro. El dogma de la metempsicosis es de origen indio. Esa creencia pasó de la India a Egipto, de donde más tarde Pitágoras la importó a Grecia. Sus discípulos enseñaban que el Espíritu, cuando se ha liberado de los lazos del cuerpo, va al reino de los muertos, donde queda a la espera, en un estado intermedio de duración más o menos larga. Luego, animará otros cuerpos de hombre o de animales, hasta que transcurra el tiempo de su purificación y pueda retornar a la fuente de la vida. Hay entre la metempsicosis india y la doctrina de la reencarnación, tal como nos enseña el Espiritismo, una diferencia capital: en primer lugar, la metempsicosis admite la transmigración del alma al cuerpo de los animales, lo que sería una degradación; en segundo lugar, esta transmigración se opera sólo en la Tierra. Los Espíritus nos dicen, por el contrario, que la reencarnación es un progreso incesante, que el hombre es un ser cuya alma no tiene nada en común con el alma de los animales, que las diferentes existencias pueden realizarse en la Tierra o en otros mundos, y esto, como dice Pitágoras, hasta que haya transcurrido el tiempo de la purificación. (Vocab., págs. 44 y 45.) 

46. Muerte: aniquilamiento de las fuerzas vitales del cuerpo por el agotamiento de los órganos. Al quedar el cuerpo privado del principio de la vida orgánica, el alma se desprende de él y entra en el mundo de los Espíritus. (Vocab., pág. 45.) 

47. Mundo espiritual, o mundo de los Espíritus: conjunto de seres inteligentes despojados de su envoltura corporal. El mundo espiritual es el mundo normal, primitivo, preexistente y superviviente a todo. El estado corporal es, para los Espíritus, transitorio y pasajero. Ellos cambian de envoltura como nosotros cambiamos de ropa; dejan el que se estropeó, como ponemos de lado un traje viejo o inservible. (Vocab., pág. 45.) 

48. Oráculo: respuesta de los dioses, según las creencias paganas, a las preguntas que les hacían. La denominación deriva del hecho que las respuestas eran generalmente transmitidas por la boca de las Pitonisas. Por extensión, oráculo se llamaba al mismo tiempo a la respuesta, a la persona que la pronunciaba, así como a los diversos medios empleados para conocer el futuro. La creencia en los oráculos tuvo origen, evidentemente, en las comunicaciones espíritas que el charlatanismo, la codicia y el amor al poder rodearon de prestigio, y que vemos hoy en toda su simplicidad. (Vocab., pág. 46 y47.) 

49. Paraíso: morada de los bienaventurados. Los Antiguos lo situaban en la parte de los Infiernos llamada Campos Elíseos; los pueblos modernos lo colocan en las regiones elevadas del espacio. Es sinónimo de Cielo, tomado en la misma acepción, con la diferencia de que la palabra Cielo está unida a una idea de beatitud infinita, mientras que la palabra paraíso es más limitada y recuerda goces un poco más materiales. La Doctrina Espírita nos muestra la morada de los buenos, no en una localidad cerrada, o en esas pretendidas esferas con que la ignorancia había rodeado nuestro planeta, sino en todas partes donde hay buenos Espíritus, en el espacio para los que son errantes, en los mundos más perfectos para los que están encarnados. Ahí está el Paraíso Terrestre, ahí están los Campos Elíseos. (Vocabulario Espírita, págs. 47 y 48.)

Respuestas a las preguntas propuestas

A. ¿Cómo podemos conceptualizar y clasificar la psicografía?

Derivada del griego psyché, mariposa, alma, y grapho, yo escribo, la psicografía designa la transmisión del pensamiento de los Espíritus por medio de la escritura, hecha por la mano de un médium. En el médium escribiente, la mano es el instrumento, pero su alma, o Espíritu encarnado en él, es el intermediario o intérprete del Espíritu extraño que se comunica. La psicografía es inmediata o directa cuando el mismo médium escribe valiéndose de un lápiz o bolígrafo. La psicografía mediata o indirecta es cuando el lápiz o bolígrafo es adaptado a un objeto cualquiera que sirve, de cierto modo, de apéndice a la mano, como una cesta, una planchita, etc. (Vocabulario Espírita, pág. 55.)

B. ¿Qué es la segunda vista? ¿Existe relación entre esa facultad y la videncia?

Segunda vista es la facultad de ver a los Espíritus y a las cosas ausentes como si éstas estuvieran presentes. Aquellos que están dotados de ella, no ven por los ojos, sino por el alma, que percibe la imagen de los objetos de todos los lugares donde ella se transporta. Esa facultad no es permanente. Ciertas personas la poseen sin saberlo: les parece un efecto natural y produce lo que denominamos visiones. La segunda vista es también llamada videncia. Vidente es, pues, el nombre que se da a la persona que está dotada de la segunda vista. (Vocabulario Espírita, págs. 60, 61, 69 y 70.)

C. ¿Qué es sonambulismo y cuál es uno de los signos característicos del verdadero sonambulismo? 

Procede del latín somnus, sueño, y ambulare, andar, pasear; sonambulismo designa uno de los estados de emancipación del alma, más completo del que se verifica en el sueño. El sueño es un sonambulismo imperfecto. En el sonambulismo, la lucidez del alma, es decir, la facultad de ver, que es uno de los atributos de su naturaleza, está más desarrollada. Ve las cosas con más precisión y nitidez. El olvido absoluto en el momento de despertar es uno de los signos característicos del verdadero sonambulismo, porque la independencia del alma en relación al cuerpo es más completa que en el sueño. (Vocabulario Espírita, págs. 63 a 65.)

 

 


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