amplio
horizonte, como
el lector verá
por sí mismo. |
¿Cómo surgió la
iniciativa del
Ministerio
Público Federal
con respecto a
las 10 medidas
contra la
corrupción?
El MPF
(Ministerio
Público Federal)
presentó ese
conjunto de
medidas a partir
del desarrollo
de los trabajos
de la Operación
Lava Jato, que
investiga los
desvíos de
dinero de
Petrobras. Junto
con la Policía
Federal, es la
institución
responsable por
la conducción de
los trabajos de
acusación de ese
caso, que
investiga, en
esencia, la
corrupción.
¿La propuesta
sigue el modelo
de la Ficha
Limpia?
Exactamente.
Busca recolectar
1,5 millones de
firmas para
hacer viable la
deflagración de
proyectos de ley
derivados de las
10 medidas
contra la
corrupción. En
ese aspecto,
esto es muy
interesante,
pues resalta la
fuerza popular
en el ambiente
político. La
iniciativa
popular es un
instrumento
relevante en la
democracia
brasileña, que
permite el
inicio de
proyectos de ley
a partir de la
manifestación
del pueblo.
En términos
prácticos,
¿traerían ellas
beneficios
sociales? ¿Cómo?
El paquete es
amplio y por eso
hay medidas
interesantes y
otras no. Pero
veo con muy
buenos ojos el
énfasis que se
ha dado a la
educación,
ampliando la
concientización
popular sobre
este mal social
-la corrupción-
que en síntesis
significa
ausencia de
ética y de
respeto al
prójimo. Una de
las medidas
pretende hacer
viable la
inversión de 10
a 20% de los
recursos de la
Administración
Pública para
acciones de
marketing sobre
los daños
derivados de la
corrupción.
¿Qué se requiere
para su
aprobación? ¿Y
cuáles son los
trámites?
Es necesario que
haya una
adhesión de,
como mínimo, el
uno por ciento
del electorado
nacional,
distribuido en 5
Estados, y no
menos de tres
décimos por
ciento de los
electores de
esos Estados.
Con ello, se
presenta el
proyecto de ley
en la Cámara de
Diputados, el
cual seguirá las
etapas de todos
los proyectos de
ley, es decir,
la discusión
sobre su
constitucionalidad,
el impacto
financiero, la
votación tanto
en Cámara como
en el Senado
Federal, hasta
la firma por el
Presidente del
Ejecutivo.
Si pudiese hacer
una síntesis de
ese conjunto de
las 10 medidas,
para una mejor
comprensión por
el lector, ¿cómo
sería?
Las medidas
buscan dar un
énfasis a las
medidas
preventivas,
entre ellas,
como dije,
ampliar las
acciones de
marketing sobre
el asunto,
establecer un
plazo de
duración de los
procesos que
involucran casos
de corrupción y
también la
implementación
de acciones de
verificación de
la integridad de
los servidores
públicos,
simulando
tentativas de
corrupción. Esta
última nos
parece fuera de
lugar. Busca la
criminalización
del
enriquecimiento
ilícito del
funcionario
público, el
aumento de penas
para los
crímenes de
corrupción, la
responsabilidad
de los partidos
políticos por el
denominado “caja
2”, la prisión
preventiva para
permitir la
devolución del
dinero desviado
y la
recuperación del
lucro del
crimen.
¿Cuál de ellas
le parece la más
sugestiva y la
más importante?
Algunas nos
parecen
esenciales,
sobre todo a
partir de la
visión espírita,
como es el caso
de las acciones
educativas. La
corrupción tiene
un sesgo moral y
espiritual,
entonces hay una
cultura de la
corrupción
impregnada en el
tejido social.
Las medidas
represivas son
importantes,
entre ellas la
recuperación del
patrimonio
desviado y
recaudado a
partir de la
corrupción. En
esos crímenes el
móvil es el
lucro. Capturar
sin recuperar el
patrimonio
acumulado no nos
parece la mejor
receta.
De su visión
espírita y
jurídica, ¿qué
le gustaría que
se destaque?
La iniciativa
del MPF tiene la
importancia de
llamar la
atención de la
sociedad civil
hacia una mayor
concientización
sobre el
problema de la
corrupción, cuya
solución no está
solo en el plano
de las leyes. Es
fundamental que
la sociedad
vigile,
controle, no
incida en
prácticas de
corrupción,
desde los
pequeños actos
hasta los
grandes desvíos.
De su
experiencia
jurídica, a la
luz de las
enseñanzas
espíritas, ¿qué
merece una mayor
atención,
pensando en el
contenido del
Espiritismo?
La sociedad
brasileña está
teniendo la
oportunidad de
madurar en el
campo de los
valores
ético-morales.
Criticar es
fácil. Lo
difícil es
construir. De
allí la
relevancia de,
más allá del
discurso, buscar
efectivamente
actuar de manera
ética en todas
nuestras tareas
sociales, en el
hogar, en el
trabajo, en la
casa espírita y
en la comunidad
en general. Es
hora de que
pongamos en
práctica el
respeto al
prójimo.
Sus palabras
finales.
La unión en este
momento es
fundamental. La
lucha contra la
corrupción es
una lucha contra
egoísmo, contra
el materialismo
y la creencia en
una sociedad
donde hay
espacio para
todos,
independientemente
de las
posiciones. De
allí la
importancia de
que tomemos
conciencia sobre
el valor de la
acción correcta,
digna y
coherente con
los principios y
patrones
ético-morales.
Que podamos
hacer nuestra
parte.
|